*¡Bendita sea la MADRE de las Misericordias,
bendita la Virgen
de nuestros encantos!...
Llamadla siempre bendita y no
temáis que la impiedad llegue a reinar entre vosotros.*
*B. E. Moreno y Diaz*
Editó: Lic. Gabriel Pautasso
*Avvenire, 9 de
julio de 2008: entrevista al arzobispo ANGELO AMATO, secretario a la
sazón todavía de la Congragación para la Doctrina de la Fe.
Se le preguntó, entre otras cosas, lo siguiente:
“Un par de cardenales expresaron
recientemente su deseo de que se definiera un nuevo dogma mariano que
proclamara a la Virgen
“corredentora de todas las gracias”. ¿Qué posibilidades hay de que se defina
tal dogma?
Respuesta de su Excelencia
Monseñor AMATO: “Es una petición que antiguo (sic). Como ya tuve ocasión, el título de
“corredentora” no es bíblico, ni patrístico, ni teológico; sólo raramente lo usó
algún pontífice, y nada más que en alocuciones menores. El Concilio Vaticano no
quiso emplearlo. No está de más recordar que se puede usar en teología el
principio de analogía, pero no el de equivocidad. En realidad, MARÍA es la (criatura) “redimida de la manera más perfecta”, es el
primer fruto de la redención obrada por su Hijo único, redentor de la
humanidad. Querer ir más allá me parece poco prudente (¡sic!)”.*
*TÍTULO y DOCTRINA*
Resulta extraño, pero Monseñor AMATO, parece
ignorar que, hasta el pasado concilio, la inmensa mayoría de los teólogos
estaban de acuerdo sobre la corredención de MARÍA (aclaremos de inmediato que
se trata de una corredeción secundaria y subordinada, como también sobre la
consiguiente mediación suya en la distribución de todas las gracias), y que
consideraban que tal parecer gozaba de un fundamento sólido en los datos
bíblicos, patrísticos y teológicos así como en los documentos pontificios. Poco
importa, de hecho, que el título de “corredentora”, en el cual parece fijarse
Monseñor AMATO de una manera demasiado formalista, se halle o no en las
Sagradas Escrituras, en el testimonio de los Padres, en la tradición y en el Magisterio
de la IGLESIA. El
título resume la doctrina, y ésta es tan antigua como el cristianismo. Así,
pues, nada tiene de asombroso que la petición, renovada recientemente, como
admite Monseñor AMATO, “date de antiguo”.
*DATOS BÍBLICOS y PATRÍSTICOS y su DESARROLLO
TEOLÓGICO*
La corredención de MARÍA se profetiza en el
Antiguo Testamento, ante todo en el proto-evangelio o primer anuncio de la
salvación (Gen. 3, 14-15), en el que Dios asocia estrechamente a CRISTO en la
obra de nuestra redención: “Dijo entonces
el Señor a la serpiente (…). Yo pondré enemistades entre ti y la mujer, entre
tu raza y la descendencia suya: ella quebrantará tu cabeza”. Esta profecía “es tan genérica cuanto comprensiva” (Monseñor
SPADAFORA, Temi di esegesi, Rovi:
IPAG). Y en efecto, el Nuevo
Testamento, los Padres de la
Iglesia , los teólogos y los Romanos Pontífices no hicieron
otra cosa sino explicar su contenido a lo largo de una tradición
ininterrumpida.
El Nuevo Testamento presenta la realización de
la profetiza susodicha desde la
Anunciación (Lc. 1, 38) a la crucifixión (“junto a la cruz de JESÚS estaba su madre”: *Jn.
19, 25), pasando por la profecía del anciano SIMEÓN (“SIMEÓN…dijo a MARÍA, su madre: “…y una
espada atravesará tu alma”: LC. 2, 34-35).
*Los Padres de la Iglesia y los escritores
eclesiásticos de los primeros siglos, de la Edad Apostólica de la Historia de la Iglesia , (SAN JUSTINO,
SAN IRINEO, TERTULIANO, etc.) comprendían la doctrina de la corredención en
la idea fundamental de MARÍA cual “nueva EVA”, opuesta a la EVA antigua: “Así como todos
mueren en ADÁN y EVA, así también todos renacen en CRISTO y MARÍA”. CRISTO es
el “nuevo ADÁN” (SAN PABLO) y MARÍA
la “nueva EVA”.
La teología mariana examinó detenidamente,
desde el siglo II al XX, estos datos bíblicos y patrísticos, y los
desarrolló homogéneamente (es decir, de manera coherente y sin
contradicciones). Sólo algunos nombres: JUAN GEÓMETRA, SAN BERNARDO DE
CLARAVAL, ESDMERO DE CATERBURY (“la
bienaventurada MARÍA, al satisfacer por todos con sus méritos, es madre y
señora de las cosas”), ARNALDO de CHARTES (“Ella nos alcanzó, junto con CRISTO, el común efecto de la salvación
del mundo”) y, con vigor parejó, SAN ALBERTO MAGNO, SAN BUENAVENTURA,
AMBROSIO CATARINO, SALMERÓN, SAN LORENZO DE BRINDRIS, SAN JUAN EUDES, OLIER,
etc., etc. (por no hablar de algunos himnos litúrgicos del siglo XIV, en
los que ve no sólo la doctrina de la corredención mariana, sino también, y por
vez primera, el título de “corredentora”, en lugar del de “redentora” que se
usaba en lo antiguo, v. gr.: “Para que,
padeciendo juntamente con el Redentor, te hicieses corredentora” (ut compassa
Redemptory, Corredentrix fieres)*.
*EL MAGISTERIO PONTIFICIO*
Cuando la reflexión teológica pareció haber
alcanzado la madurez, de manera que no tenía ya nada que añadir sobre el
asunto, los Romanos Pontífices empezaron a intervenir, cada vez con más
frecuencia (y no “rara vez”), respecto de la cooperación de MARÍA a la obra de
nuestra redención, con una serie de documentos oficiales (se trata, por tanto,
de magisterio ordinario, no de “meras alocuciones menores”, a no ser que Su
Excelencia Reverendísima quiera también considerar tales a la bula dogmática INEFFABILIS DEUS, de PÍO IX,
sobre la Inmaculada Concepción
de MARÍA, y la no menos dogmática Munificentissimus
DEUS, de PÍO XII, sobre la Asunción ):
-
PÍO IX, bula dogmática Ineffabilis Deus: “La
Virgen santísima, unida con Él (con Jesucristo) por un lazo
estrechísimo e indisoluble, fue junto con Él, y por medio de Él, la enemiga
irreconciliable de la venenosa serpiente, y aplastó la cabeza de ésta con su
pie virginal”.
-
LEÓN XIII, encíclica Iucunda Samper María fue asociada a la dolorosa expiación
del Hijo por un “designio especial de
Dios”, encíclica Adiutricem populi: MARÍA
fue “cooperadora en el misterio de la
humana redención”, y coopera también “en
la distribución de las gracias”; la primera cooperación es la razón de la
segunda.
-
PÍO X, encíclica Ad diem illum: “MARÍA, puesto que CRISTO la asoció a la obra de nuestra
salvación, nos merece de congruo, como
dicen los teólogos, lo que CRISTO nos mereció de condigno” 8en el mérito de
condigno el premio se debe en
justicia por ser el mérito de congruo falta
esta proporción, pero el premio, pero el
premio lo requiere la conveniente y lo concede la divina benevolencia; como
quiera, el caso es que MARÍA nos
mereció, aunque fuera a otro título, todo lo que nos mereció CRISTO).
-
BENEDICTO XV, cuya carta apostólica Intersodalicia: MARÍA “de tal
manera padeció y murió”, a los pies de la cruz, “con el Hijo sufriente y moribundo (…), que se puede decir, con razón,
que redimió al género humano junto con CRISTO”.
-
PÍO XI, mensaje radiofónico con ocasión
de la clausura del año jubilar de la redención: “Oh Madre (…) como compaciente y corredentora estuviste junto al
dulcísimo Hijo tuyo…” (L´Osservatore Romano, 29-30 de abril de 1935).
-
PÍO
XII, encíclicas Mystici corporis,
Ad Coeli Reginam (en donde, mire usted qué casualidad, el Papa apela a
la “analogía” entre CRISTO y MARÍA) y HAURIETIS
AQUAS: “el pueblo cristiano (…) recibió la vida divina de Cristo y de
María”. Por último, PÍO XII resume del modo siguiente, en la Bula Munificentissimus Deus sobre la Asunción , la tradición
católica sobre la cooperación a la obra de nuestra redención: “Todas estas razones y consideraciones de los
Santos Padres y de los teólogos tienen como fundamento último la Sagrada Escritura ,
la cual nos presenta a la madre nutricia de Dios unida estrechamente a su
divino Hijo y participando siempre de su suerte. (…) recuérdese, en particular,
que los santos Padres presentan a la VIRGEN
MARÍA , desde finales del siglo II, como una nueva EVA
estrechamente unida al nuevo ADÁN, aunque subordinada a Él en la lucha contra
el enemigo infernal, la cual, como se anunció en el protoevangelio (GEN. 3,
15), se concluirá con la victoria plenísima sobre el pecado y la muerte”.
Con estos públicos y repetidos
pronunciamientos de los Papas se corresponden las públicas y repetidas
aserciones del episcopado mundial.*
*EL “AÑO CERO”*
Monseñor AMATO, sin embargo,
declara hoy que todos se equivocaron, o les imputa a todos, como mínimo, “poca
prudencia”: escritores inspirados del Antiguo y del Nuevo Testamentos, santos
Padres y escritores eclesiásticos, teólogos, Papas, y obispos. Según parece,
sólo el Concilio Vaticano II acertó y dio pruebas de “prudencia” al “no haber
querido” usar el título de “corredentora” (y al haber oscurecido otras muchas
glorias de MARÍA, añadimos nosotros). Ya se sabe que a este Concilio es al que
hay que reducir toda la tradición doctrinal de la Iglesia.
Pero ¿por qué el Concilio
Vaticano II “no quiso” usar el título de “corredentora”? Monseñor AMATO
no nos lo dice, más no es difícil entenderlo. Como recalcó Monseñor DE SMET
con calor en la XXII Congregación
del Concilio 819 de noviembre de 1962), al Secretario
para la Unión
de los Cristianos – un secretariado que había sido creado ad hoc y a cuyo frente estaba él –
incumbía el cometido durante los trabajos conciliares, por voluntad de JUAN
XXIII, de “examinar los diversos
textos (…) desde el punto de vista del ECUMENISMO” (F. SPADAFORA, La tradizione contro il Concilio, p.
45).
Ahora bien, ¿qué podía darse de
más desagradable para los protestantes, que un instrumento del culto romano? De
hecho, las “razones” comentadas por Monseñor AMATO sí que no tienen
fundamento alguno “ni bíblico, ni patrístico, ni teológico”, pues están tomados
de los denominados “hermanos separados”.
Dice Monseñor AMATO que se
da “equivocidad” en el caso que estamos examinando, es decir, que se da el
mismo nombre a dos realidades totalmente diferentes: MARÍA ES “La (“criatura”) redimida de la manera más perfecta”, y su Hijo es el “único redentor de la humanidad”. Ahora
bien, 1) si es una redimida, MARÍA no puede ser corredentora, 2) su
corredención perjudicaría a la unidad del redentor.*
*Pero Monseñor AMATO echa
de ver, igual que sus “hermanos” protestantes, que una cosa es la redención de
uno mismo y otra la de los demás. Tocante a sí misma, MARÍA es una “redimida”
(en virtud de una redención singular que no la
liberó del pecado original, como a todos los demás hombres, sino que la
preservó de él); respecto de los demás, MARÍA es corredentora. Tampoco su
corredención estorma a la unicidad del redentor, porque MARÍA colaboró
eficazmente con su divino Hijo, pero en dependencia de Él y en subordinación al
mismo. Fue ADÁN el que nos arruinó porque, aunque EVA hubiese obedecido, la
culpa de ADÁN nos habría arruinado igualmente, mientras que si ADÁN hubiese
obedecido, la culpa de EVA no habría bastado a arruinarnos. Con todo, EVA
cooperó activamente a nuestra ruina, bien que de manera secundaria y
subordinada respecto de ADÁN. Del mismo modo, fue JESÚS, no MARÍA, quien nos
salvó, porque los méritos de JESÚS habrían sido suficientes aun sin los méritos
de MARÍA, mientras que MARÍA, sin Él, no
habría podido ni redimirse a sí misma ni cooperar en la redención de otros. Sin
embargo, MARÍA cooperó activamente a la obra de nuestra salvación, en la cual
DIOS – “por revancha” contra Satanás (TERTULIANO) – la quiso como “nueva EVA”
junto al “nuevo ADÁN”. Así, pues, no se da equivocidad alguna “en este
caso”, sino que lo se da es, precisamente, esa “analogía” cuya existencia
excluye Monseñor AMATO: se denotan con un nombre idéntico
(redentor-corredentora) dos realidades semejantes, más sustancialmente
distintas. Habría “equivocidad” si
los católicos le atribuyeran a MARÍA el título y el oficio de corredentora en
idéntico grado y en el mismo sentido en que CRISTO es redentor. Pero no es así:
CRISTO ES EL REDENTOR ÚNICO, INDEPENDIENTE, SUFICIENTE POR EL MISMO y, EN EL
ORDEN ACTUAL, ABSOLUTAMENTE NECESARIO; MARÍA, EN CAMBIO, ES CORREDENTORA
secundaria, dependiente, ineficaz por sí misma, hipotéticamente necesaria (esto
es, necesaria a consecuencia de una decisión LIBRE de DIOS.*
*Limitándonos a las citas de los
grandes teólogos, recordaremos sólo dos. El preste AMBROSIO CATARINO (+ 1552) escribe que es “sentencia constantísima de todos los
antiguos” que MARÍA fue el primero redimida por CRISTO, y luego, junto con
ÉSTE, redimió a todos los hombres (Disputatio
pro Immaculata Dei Genetrix Conceptione 3, cap. 14): así que MARIA ES
REDIMIDA Y CORREDENTORA. ALFONSO SALMERÓN S. I. (+1565), teólogo del
Concilio de Trento, escribe que “Aquí (en
la redención) se verifica lo
contrario (del pecado original). El
hombre (CRISTO) gusta primeramente el
amargo madero de la cruz y luego se lo pasa a la mujer a fin de que, así como
la caída del mundo derivó de dos, pero sobre todo del hombre, así y por igual
manera deriven asimismo de dos, pero sobre todo de CRISTO, la salvación y la
redención, puesto que, por más eficacia que pueda tener MARÍA, ésta le viene de
CRISTO…” (Commentari in evangelicam historiam…, tract. 41, vol. 10).
Con que ¿dónde se atenta, en todo
eso, contra NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO en tanto que “redentor único de la
humanidad”?*
*FESTIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
MARÍA, MEDIANERA DE TODAS LAS GRACIAS. (FIESTA: ANTES EL *31 DE MAYO*; DESPUÉS.
FIESTA MARÍA REYNA)*
*OH SEÑOR JESUCRISTO, MEDIANERO
NUESTRO DELANTE DEL PADRE, que constituiste a la SANTÍSIMA VIRGEN
MARÍA, tu MADRE, POR MADRE NUESTRA TAMBIÉN Y MEDIANERA DELANTE DE TÍ: HAZ QE
CUANTOS A TI ACUDIEREN PARA PEDIRTE BENEFICIOS, SE GOCEN DE HABERLO CONSEGUIDO
TODO POR ELLA. QUE VIVES Y REINAS*.
*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis
INSTITUTO EREMITA URBANUS
Córdoba de la Nueva Andalucía , a 8 de mayo
del Año del Señor de 2010 y reeditado 25.5.2012: Fiesta de NUESTRA SEÑORA DE
LUJAN, Patrona de Argentina, Paraguay y Uruguay.
Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA ! ¡LAUS DEO
TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! GRATIAS
AGAMUS DOMINO DEO NOSTRO! gspp*
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