domingo, 15 de abril de 2012

* SINE IRA ET STUDIO* (Tácito)


La aparición y difusión de la Compañía de Jesús, en la segunda mitad del siglo XVI constituye uno de los capítulos fundamentales en la historia del occidente europeo, sobre todo en la historia de su decadencia religiosa.

Editó : Lic. Gabriel Pautasso

« 34. Prohibimos que una vez promulgado y publicado este breve nadie se atreva a impedir su ejecución, ni siquiera so color o a título y pretexto de cualquier instancia, apelación, recurso, declaración o consulta de dudas (que acaso pudiesen originarse) y por ningún otro texto, previsto o no previsto. Pues queremos que la extinción y abolición de toda la Compañía y de todos sus miembros tenga efecto desde ahora e inmediatamente, en la forma y modo que hemos expresado más arriba, so pena de excomunión mayor en la que habrá incurrido ipso facto, reservada a Nos y a los Romanos Pontífices, sucesores nuestros, contra quien quiera intentare poner impedimento u obstáculos al cumplimento de este Breve, o dilatar su ejecución”.

*CLEMENTE XIV. El Breve que abolió a la Compañía de Jesús. Texto – Traducción – Introducción. Ediciones Hostería Volante, La Plata. 1966, p. 142.*

 
*Introducción*

1. La aparición y difusión de la Compañía de Jesús, en la segunda mitad del siglo XVI; su consolidación e influencia en la Iglesia Católica y en la cristiandad; la historia de sus enfrentamientos con monarcas, pontífices, obispos, universidades, órdenes monásticas, teólogos y escritores; en fin, el sinuoso curso de sus posiciones doctrinales, a lo largo de cuatro siglos, constituyen uno de los capítulos fundamentales en la historia del occidente europeo, sobre todo en la historia de su decadencia religiosa. Por otro lado, como el organizador de la Compañía y sus primeros colaboradores eran españoles, como el primer siglo de la historia de la Orden (1540-1640) coincide con el esplendor del imperio español, y como su posterior itinerario atañe al decurso de ese imperio (y de toda Europa), ese capítulo interesa vivamente para el tema de América. Finalmente, dado que el nacimiento y el primer vigor de la Compañía integran la historia de la división de la cristiandad en el siglo XVI, y parecen enfrentar la consolidación de las herejías modernas, ese capítulo presenta arduos problemas, cuando se advierte el decurso característico del pensamiento religioso moderno y su actual situación en orientaciones como el “progresismo”, el “evolucionismo cristiano” e incluso en no pocas formas del “ecumenismo” conciliar contemporáneo.  
Tales perspectivas desde luego comportan una vasta y compleja trama histórico-doctrinal, muchas veces negada por los devotos historiadores de la Compañía o restringida a algunos aspectos parciales por los otrora enemigos de la misma, hoy empero sus más entusiastas turiferarios. El hecho de que el acuerdo entre la Compañía de Jesús, la masonería y ciertas corrientes del judaísmo moderno, se haya presentado como una solución, al nivel doctrinal y práctico, para las graves tensiones del mundo contemporáneo, obliga a repensar algunas líneas de aquella trama compleja, o en todo caso, a distinguir en ellas otros elementos, muchas  veces relegados o velados.
No puedo aquí, claro está, acometer la empresa de explicar aquella trama y estas consecuencias, que considero connaturales al espíritu de la Compañía de Jesús, al proceso de involución espiritual, intelectual, cultural, artística, que entraña su aparición en Europa. No puede tampoco aportar ninguna clase de explicación, en el sentido racionalista del término. Sólo pretendo puntualizar algunas consideraciones, que sirvan de marco a la lectura de este documento importantísimo del Pontificado Romano, y sobre el cual, como es lógico, la Compañía prefiere callar, o discurrir como un episodio bélico en su secular historia. Sin embargo, los fundamentos y la objetividad del BREVE de CLEMENTE XIV, el proceso de supuesta “restauración” de la Orden (1814) y las orientaciones religiosas que han sido las consecuencias más graves de dicha “restauración”, obligan a meditar nuevamente en la certera visión del Papa CLEMENTE XIV.
Por otro lado, la confusión que existe en el modo de valorar la Compañía es en buena parte más bien efecto de sus propios historiadores y apologistas que de sus detractores más encarnizados. La penumbra y el falso misterio que envuelven pontificados como el de CLEMENTE XIV; la dificultad para entender los conflictos como los que tuvo, tempranamente, la Compañía con FELIPE II (a quien desde luego no pueden acusar fácilmente), o las controversias como las que se desarrollaron a partir del Concilio de TRENTO, etc., todo ello es efecto de una nociva inclinación de esos historiadores oficiales jesuitas por inventar lo pseudo-maravilloso, por erigir la Compañía en una suerte de supra-iglesia, electa dentro de la Iglesia, por establecer una conducción espiritual y pedagógica que sea fuente, y no método (uno entre tantos, y no el más profundo, ejemplar y suscitante de los verdaderos trasfondos humanos). Toda esta vasta adulteración ha entrado también en crisis, como consecuencia de la situación “ecuménica” contemporánea.  
Sólo dos o tres citas para confirmar esta aserción. JACOBO CRÉTINEAU-JOLY, S. J. E su famosa Historie religiuese, politique et littéraire de la Compagnie de Jésus, París 1844-1846, 6 vols., dice a propósito del BREVE (Tomo V, pág. 298): 

Nous ne discuterons pas sur le plus ou le moins d´opportunité e la mésure.Cette appréciation doit resortir des entrailles de l´histoire. Nous ni dirons pas que le succrseur des Apôtres, en resument ces procès qui a dure cent deux cent trois ans entre la Societé de Jésus et les passiones dechaineés contra elle, essaie, à force d´habilités de langage, de donner le change aux adversaires des jésuites, en rappertant leurs accusations sans daigner les sanctionner. Nous ne examinerons même pas si la suppresion prononcés ets un châtiment aux jésuites, ou un grand sacrifice fait à l´espoir de la paix ».


Párrafos como éste, que el lector puede confrontar con el contexto del BREVE, han dirigido, y dirigen aún hoy, las piadosas concepciones de centenares de miles de católicos, especialmente de aquéllos que consideran la piedad una venda sobre los ojos.
El mismo CRÉTINEAU-JOLY (cuyas obras, de encargo, son la más vasta adulteración histórica) cambia manifiestamente en la traducción (que aquí y allá transcribe), el significado  preciso de algunos párrafos latinos del BREVE Clementino, como por ejemplo el que se refiere al entredicho entre FELIPE II y la Compañía, cuestión que promovió la intervención del Papa SIXTO V (cf. p. 19): el astuto jesuita historiador cambia el sentido de los verbos animadverterant y annuit: el primero subraya que SIXTO V reconoció la justicia de las peticiones de FELIPE II, y el segundo que se adhirió a ellas nombrando un Visitador Apostólico. CRÉTINEAU-JOLY transforma el primero en un discreto paraissant y el segundo en un más diluido eut égard. Et sic de céteris. (Sobre las irresponsables afirmaciones de CRÉTINEAU-JOLY pueden cf. las notas oportunas de M. LAFUENTE, HISTORIA GENERAL DE ESPAÑA, Madrid, 1862, Tomo X).
El mismo autor escribió, también por encargo, su Clément XIV y les jesuitas, París, 1848, obra a la que puede calificarse de “maligna”, según AUGUSTIN THEINER (Consultor de la Sagrada Congregación del Index y prefecto de los archivos vaticanos) en su Geschichte des Pontifikats Clemens´XIV nach unedierten Staatschiriften aus den geheimen Archiven des Vatikans. París-Lepzig, 1852, Vorrede, páginas V-VI.
El padre A. P. de RAVIGNAN S. J. en su CLÉMENT XIII et CLÉMENT XIV, París, 1852 (2 vols.), sólo cita del documento clementino diez líneas; es él quien ha expandido con mayor fervor la noticia de la locura de CLEMENTE XIV, y otras historias semejantes. Oculta aviesamente la situación verdadera (dentro de la Iglesia) durante el porticado de CLEMENTE XIII y las previsibles medidas que hubiera tomado este pontífice, antes de CLEMENTE XIV. Por tanto, denigra el cónclave que eligió al monje GANGANELLI, etc., etc.
El gusto por lo falsamente maravilloso se puede observar en casi todos los analistas, cronistas e historiadores de la Compañía, en especial en lo que atañe a la vida de SAN IGNACIO, como por ejemplo aquel episodio conocido de ROMA, y de la supuesta exorcización que habría SAN IGNACIO con un texto latino, que es en realidad un verso de VIRGILIO AEN. (IV, 124): speculum Dido duc Troianus candem/Devenient, cita que dado el contexto parece más bien una burla tanto de VIRGILIO, cuanto de los exorcismos. Sería de no acabar. Compondríamos una antología del disparate, como lo imagino ni el mismísimo Padre FEIJÓO.  Pese a la atmósfera positivista, racionalista en que hoy se desenvuelve la Compañía, tales historietas, fábulas y burlas, forman parte del arsenal “pedagógico” de la SOCIETAS JESU.

*LA ABOLIDA COMPAÑÍA DE JESUS (1773-2011)*


(Hemos observado sin embargo con harto dolor de nuestro corazón que tanto los remedios ya citados, como muchos otros usados más adelante, no demostraron casi ningún valor y carecieron de autoridad para desarraigar y disipar tantas y tan graves conmociones, acusaciones y quejas contra la Compañía de Jesús. Fueron infructuosos además los esfuerzos de nuestros predecesores URBANO VIII, CLEMENTE X, XI, XII, XIII, ALEJANDRO VII, Y VIII, INOCENCIO X, XI, XII, y XIII, y BENEDICTO XIV, quienes intentaron devolver a la Iglesia su tan deseada tranquilidad, mediante la sanción, de muchas y muy saludables resoluciones, ya sea en cuanto a la obligación por parte de la Compañía de abstenerse en lo absoluto de todo manejo temporal, o bien en asuntos sin atingencia con las misiones, o bien en lo que atañe a éstas; ya sea en cuanto a las gravísimas disputas y recriminaciones, suscitadas ásperamente por la misma Compañía contra los de cada lugar (…) ya sea también sobre  la INTERPRETACIÓN y EJECUCIÓN de diversos ritos gentílicos, que han practicado los jesuitas con cierta frecuencia en algunos países, sin cuidarse en absoluto de lo que ha sido aprobado tradicionalmente por la Iglesia Universal (…) Siguióse de ello en fin gran aflicción en nuestros predecesores, entre los cuales debemos mencionar al Papa INOCENCIO XI, quien se vio forzado a PROHIBIR QUE LA COMPAÑÍA ADMITIESE NOVICIOS;  o al Papa INOCENCIO XIII, quien se vio obligado a retirar el mismo castigo, o en fin al Papa BENEDICTO XIV, quien consideró necesario decretar la visita de las casas y colegios existentes en los dominios de nuestro hijo el rey de Portugal.) Apartado 21. p. 114-118, (CLEMENTE XIV, Breve Dominus ac Redemptor, por el que fue abolida a perpetuidad la Sinagoga de Satanás, o sea, la primera COMPAÑÍA DE IMPORTACIÓN y EXPORTACIÓN, la primera y grave infiltración del judaísmo en la Iglesia Católica Romana. Damos  traslado de la serie de documentos, citado por el erudito GANGANELLI, para el Magno AVELINO IBN JITANJÁFORA, o sea, el profeso del cuarto voto AVELINO GÓMEZ FERREYRA S. J. busque en las barrancas de CÓRDOBA las correspondientes retractaciones). DELENDA EST SOCIETAS IESU. MINISTERIO SINÁRQUICO SATÁNICO. Lea y difunda el BREVE de CLEMENTE XIV. (Revista HOSTERIA VOLANTE, publicación del Instituto de Cultura Clásica Cardenal Cisneros. Año XV, nº 30, Septiembre 1973, La Plata. 33 p. DELENDA EST MARXISTICA UNIVERSITAS. DELENDA EST SOCIETAS IESU. Hay que destruir el plan sinárquico-jesuita, instrumento de los dos imperialismos (USA-CHINA ROJA)  en la Universidad al servicio de la patria, el saber y la ciencia.


Además, los detractores de la Compañía, frecuentemente enceguecidos por una propaganda anti-religiosa; enseñados por una pasmosa ignorancia sobre la verdadera espiritualidad de la Iglesia y sus verdaderos transfondos creadores; azuzados en fin por el desarrollo de la revolución moderna, facilitaron la entronización de la Compañía, de sus organizaciones, métodos y conducción pseudo-cultural, tal como puede observarse EN LOS PAÍSES de habla española, en una vasta zona del antiguo impero austro-húngaro y en buena parte de la Alemania católica. La fuerza de la Compañía, sobre todo a partir de la segunda mitad del s. XVIII, procedía en verdad de sus detractores. El BREVE Clementino, en este aspecto, cortó profundo y bien, y contra lo que argumentan los panegiristas de la Compañía, ese corte fue una tremenda herida a la marcha de la “revolución mundial”. Sólo la debilidad del pontificado en un período napoleónico, la desobediencia contumaz de los jesuitas, el trabajo coaligado de las logias, capitalizaron a favor de esa “revolución”, el documento y sus vastos efectos religiosos y temporales. Aquí también debemos afirmar – sin que esto entrañe ninguna contradicción – que la firma y ejecución del BREVE significó un ritmo más acelerado de la “revolución”, justamente por lo contrario a lo que afirman aquellos panegiristas; la aceleración radica en la alianza promovida entre la Compañía de Jesús y la Revolución mundial, tal como se ve hoy con inequívoca certeza. Pero estos son los efectos temporales últimos de lo que comenzó explícitamente a fines del s, XVIII y primeras décadas del XIX, e implícitamente en la segunda mitad del s. XVI y en el s. XVII. La “restauración” de la Compañía (1814) no hizo más que facilitar los prolegómenos mundiales de esa alianza y conferirle el marco canónico de una supuesta defensa de la ortodoxia. Aquella alianza operó a partir de 1814 con el respaldo que otorgaba la “restauración”, sostenida a su vez por el pontificado.  


Finalmente, EN LA SECULAR HISTORIA de la disyunción, enfrentamiento y conflicto entre cristianismo y judaísmo, entre Iglesia y sinagoga, la Compañía significa desde sus comienzos el máxima intento de judaización, rabinización y talmudización de la Iglesia Católica Romana; ese mismo proceso se cumplió en el luteranismo, vía MELANCHTON.
Esos tres términos deben ser interpretados en el sentido que pueden entender en lingüística los conceptos de “romanización” de España, o de “castellanización” de América. Aluden y describen el enfrentamiento, yuxtaposición y compenetración de dos mentalidades, de dos constelaciones de principios espirituales, un lento proceso de ósmosis, relegación o extinción, según posibilidades y situaciones muy diversas.  
Es posible que a la Compañía confluyeron desde el comienzo un importante aporte de JUDEO-CRISTIANOS con sus imborrables atavismos. Son judíos JACOBO LAÍNEZ (segundo General), SALMERÓN y POLANCO. Sabemos además que rigiendo la Compañía AQUAVIVA (quinto General, que algunos tienen por judío) se produjo uno de los entredichos con FELIPE II, quién pretendió y consiguió (aunque la medida no tuvo efecto práctico) que la ORDEN no aceptara más JUDEO-CRISTIANOS. Es posible que ésta fuese una de las causas más profundas del conflicto entre FELIPE II y la Compañía de JESUS, además de ciertos enfrentamientos del nivel temporal-eclesiástico.  
Esa JUDAIZACIÓN ha tenido profunda repersecución en el aspecto espiritual y doctrinal: podemos hablar de la “RABINIZACIÓN” de la teología católico, a partir del s. XVII, de una “TALMUDIZACIÓN” de la moral católica-cristiana; de una pedagogía paulatinamente contrapuesta a las grandes escuelas de espiritualidad greco-romano-cristiana; de una pseudomística de la imaginación y de la emoción, incapacitada para contemplar y adherir a las verdaderas profundidades del MISTERIO CRISTIANO (tal como lo advirtió y señaló SAN JUAN DE LA CRUZ). Esta “RABINIZACIÓN” de la teología ha seguido un curso sinuoso y no siempre de la misma intensidad y eficacia operativa. Sin embargo, hoy nos encontramos ante un embate inequívoco de aquellas tres tendencias: judaización, rabinización, talmudización), cuya fuerza y solidez están ya a la vista en el panorama que ofrecen grandes sectores del progresismo y EL SEDICENTE “ECUMENISMO”. El hecho de que un jesuita como el Cardenal BEA, pueda decir en su libro Unidad en la libertad, que “la filosofía es la patología del pensamiento” implica el triunfo del “rabinismo” de la Compañía, contra los grandes maestros de la especulación antigua, medieval y moderna.
CONSIDERO en fin que la alianza CONTEMPORÁNEA, en el nivel de vastos sectores del CLERO católico, entre cristianismo, judaísmo, masonería, marxismo y comunismo, es efecto del lento trabajo de la Compañía desde antiguo, y más concretamente a partir de la interrupción del Concilio VATICANO I (s. XIX). El BREVE de CLEMENTE XIV fue en este sentido un documento clarividente; y aunque por tratarse de una sanción disciplinaria, y no de una exposición doctrinal, la redacción del documento guarda el estilo de tales resoluciones, sin embargo, al considerar las causas de la sanción y del castigo total contra la Compañía, el Pontífice señala algunos fundamentos, profundamente reveladores de los peligrosos transfondos de la institución jesuítica.
En los albores de la revolución moderna (s. XVIII) de alguna manera están presentes las orientaciones, los propósitos y la eficacia operativa de la COMPAÑÍA DE JESÚS; en los albores de esa misma revolución al nivel sacro y pontifical de la Iglesia (es decir, en el s. XX), esas orientaciones y esa conducción están a punto de conseguir sus metas definitivas de dominio y de “evolución doctrinal”, que signifique lisa y llanamente el “renversement” de la Iglesia en tanto que FUENTE INCAMBIABLE. Un CLEMENTE XIV de este siglo de este siglo quizá podría detener la vasta corriente de destrucción y de adulteración espiritual y doctrinal que corroe a todos los estamentos occidentales y que tiene sus centros operativos en el cuerpo mismo de la Iglesia. Quizá en definitiva el lenguaje tremendo de los hechos imponga salidas y soluciones más drásticas aún. De todos modos nosotros esperamos ese CLEMENTE XIV.

*Consultar:

*Diario Pampero Cordubensis Nº 48: “Concomitancias judeo-jesuítas. Lo que calla la historia”. Archivo Gabriel.
 *Diario Pampero Cordubensis Nº 165: “Hispania/España. Sefarat en America. Lo que calla la historia”. Archivo Gabriel.  

  
DIARIO PAMPERO CORDUBENSIS
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