domingo, 8 de abril de 2012

*GUILLAUME APOLLINAIRE, EL HERESIARCA y CIA*

*Me encontraba durmiendo una mañana cuando, en medio de un hermoso sueño, un violento campanillazo me despertó. Me incorporé jurando en latín, francés, alemán, italiano, provenzal y valón; me puse un pantalón y unos chanclos y fui a abrir. Un señor de correcta apariencia me solicitó un instante de atención. 

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

*EL JUDÍO LATINO*
 Hace pasar al desconocido a la habitación que me sirve, según la ocasión, de cuarto de trabajo, salón o comedor. Se enseñoreó del único sillón, mientras yo volvía al dormitorio para terminar un sumario arreglo personal y echar un vistazo al despertador, que señalaba las once. Metí la cabeza en la jofaina y froté mis cabellos mojados, mientras el hombre gritaba:
-          ¡Me aburro de tener la vela!
Con los cabellos en desorden penetré en la habitación, donde hallé al desconocido inclinada sobre un trozo de pastel que yo había olvidado esconder. Me excuse, y con el pretexto de ir a ponerme un saco llevé el plato al dormitorio.
Cuando regresé, el señor me dijo con una sonrisa.
-          He leído El caminante de Praga, y por él sé que usted me quiere.
Murmuré algo, sin atreverme a negarlo, pues creía habérmela con un editor original que, seducido por mi literatura, venía a solicitarme un manuscrito, a pagar en especies. Prosiguió:
-          Soy GABRIEL FERNISOUN, de Aviñón. Usted no me conoce, pero ama a los judíos; en consecuencia, ¡usted me quiere, porque soy judío, señor!
Sonreí, diciéndole que, en consecuencia, era verdad, que lo quería, pero FERNISOUN me interrumpió exclamando:
-          ¡Alto ahí! No me quiera usted. Es usted indecente, amigo mío. Tiene usted mala cara esta mañana, ¡pobre! ¡Y osa usted hablar de amor!
Protesté, aduciendo que mis hábitos eran puros y que me había acostado antes de la una de la mañana. FERNISOUN volvió a instalarse en el sillón. Yo tomé una silla y él continuó:
-          Consiento en ello; usted no está enamorado. Y puesto que es usted razonable, voy a dilucidar su simpatía por los judíos. ¿Qué judíos prefiere?
A esta pregunta extravagante, respondí para adularlo:
-          Los de Aviñón, estimado señor; y entre ellos prefiero a los que llevan el nombre de GABRIEL, nombre que termina en el cómo las palabras que me son más queridas. Ciel  (cielo) y Miel.
PALABRAS QUE TERMINAN EN EL COMO LOS NOMBRES DE LOS ÁNGELES EL CIELO EN QUE SOÑAMOS Y LA MIEL QUE SE COME.  
FERNISOUN rió estrepitosamente y exclamó en tono triunfal:
-          ¡Ahí está el asunto, BOUDIOU! Dígalo crudamente y sin ambages-. Son los judíos del SUR DE LA EUROPA OCCIDENTAL los que usted prefiere. No son los judíos, sino los LATINOS, a quienes usted quiere. Le dije que yo era judío, señor; pero hablaba desde un punto confesional; en los demás aspectos soy LATINO. Usted siente inclinación por los judíos llamados POROGUESES que antaño, falsamente convertidos, recibieron de sus padrinos, como SANTA CRUZ o SAINT-PAUL. Usted prefiere los judíos ITALIANOS y los FRANCESES, llamados CONTADINOS. Ya le dije, señor, que he nacido he nacido en AVIÑÓN, en el seno de una familia establecida desde hace siglos. Usted gusta de nombres como MUSCAT o FERNISOUN. Usted adora a los latinos y allí estamos de acuerdo. Usted nos quiere porque, PORTUGUESES o CONTADINOS, no estamos malditos. No, no lo estamos. No nos hemos enlodado en el crimen judicial cometido con CRISTO. ¡La traición da fe de ello, y la maldición no nos alcanza!


FERNISOUN se había puesto de pie, rojo y gesticulando, en tanto que yo, sentado, lo observaba con la boca abierta.
Se calmó y miró a su alrededor y me dijo con una mueca desdeñosa:
-          Está usted bastante mal instalado, BOUDIOU. Por lo demás, me importa un bledo; aunque, a decir verdad, usted debiera tener alguna bebida delicada. Sus visitantes lo estarían muy agradecidos.
Fui a la chimenea, levanté la cubierta y saqué de entre las cenizas un frasco viejo licor de peras bergamotas. FERNISOUN lo descorchó en tanto que yo iba a buscar una taza y elogiaba la calidad de este licor que me proveía un destilador de DURCKHEIM, en el Palatinado.
Sin escucharme, llenó su taza hasta el borde y la bebió de un trago. Luego sacudió cuidosamente las últimas gotas sobre el piso, mientras yo me disculpada:
-          ¿Hubiera preferido usted un bol?
FERNISOUN no se molestó en responderme y continuó:
-          Después de todo, en realidad tienen razón ustedes los LATINOS al querernos a nosotros, los JUDÍOS LATINOS. Porque pertenecemos a las razas latinas tanto como los GRIEGOS y los SARRACENOS de PROVENZA y de SICILIA. No somos ya METECIOS, no más que los individuos heterogéneos que las grandes invasiones mezclaron a los ROMANOS del IMPERIO. Somos, además, los mejores propagadores de la LATINIDAD. En la mayoría de los medios JUDÍOS DE Bulgaria y TURQUÍA, ¿qué otra lengua se habla sino el ESPAÑOL?
FERNISOUN bebió una nueva porción de licor de peras bergamotas: luego, hurgando en su chaleco, extrajo papel para liar cigarrillos. Me  pidió tabaco. Se lo alcance, junto los fósforos. FERNISOUN armó un cigarrillo, lo encendió y, arrojando triple el humo por la boca y las narices, continuó:
-          EN SUMA: ¿en qué reside la diferencia entre judíos y cristianos? En que los JUDÍOS esperan un MESÍAS mientras que los CRISTIANOS lo recuerdan. NIETZSCHE SE APROPIÓ DE LA IDEA JUDÍA. ¡Cuántos LATINOS se impregnaron de las ideas de NIETZSCHE y esperan ese SUPERHOMBRE algo MESIÁNICO cuya llegada proclama ZARATUSTRA, tomado de la VENDIDAD, en el que venera la palabra santa y brillante, el cielo que se ha producido a sí mismo, el tiempo INFINITO, el viento que actúa en lo alto, la humana ley mazdeista, la ley de ZARATUSTRA contra los DAEVAS! Nosotros los JUDÍOS LATINOS, ya no tenemos ESPERANZAS. Los PROFETAS nos prometieron el bienestar material: lo tenemos, FRANCIA, ITALIA, ESPAÑA, no nos tratan ya como extranjeros. SOMOS LIBRES. Por eso, no teniendo ya nada que desear, no esperamos más, y admito que el MESÍAS ha venido tanto para ustedes como para nosotros. Y puede confesarlo: en el fondo de mi corazón SOY CATÓLICO. ¿Por qué?, preguntará usted. PORQUE AQUÍ, en FRANCIA, ya no hay religión hebraica. LOS JUDÍOS RUSOS, POLACOS o ALEMANES HAN CONSERVADO UN RELIGIÓN EXTERIOR. Sus RABINOS conocen, enseñan y robustecen la religión. Nosotros comemos asados cocidos con manteca, engullimos menudos de cerdo sin  preocuparnos de MOISÉS ni de los PROFETAS. Adoró la sopa de cangrejos en las comidas galantes y hasta tengo debilidad por los caracoles. ¿Y EL HEBREO? A duras penas la mayoría de nosotros lo sabe leer en el momento de la BARMITZVA. Nuestros sabios hebraizantes hacen sonreír a los rabinos extranjeros: la traducción francesa que existe del TALMUD es, al decir de los judíos alemanes o polacos, un monumento de la IGNORANCIA de los rabinos franceses. POR LO TANTO, ignoro la religión JUDÍA: esta abolida como el paganismo, o más bien, como el paganismo, subsiste dentro del catolicismo, que me atrae, sobre todo, por sus teofanías mosaicas. El JUDAISMO ALEJANDRIO no hizo caso de las teofanías mosaicas. El CATOLICISMO ha tomado de la teo-fanía diversos dogmas. Ese milagro se renueva cada día en la  MISA. La historia del SAGRADO CORAZÓN HACE DELIRAR A MI VIEJA ALMA DE JUDÍO LATINO, enamorado de las teofanías y de los antropomorfismos. SOY CATÓLICO, salvo que no estoy bautizado.
-          Es muy sencillo – le dije -; hágase BAUTIZAR.  EL BAUTISMO ES UN SACRAMENTO QUE CUALQUIERA PUEDE ADMINISTRARLE, HOMBRE, MUJER, JUDÍO, PROTESTANTE, BUDISTA o MAHOMETANO.
-          Lo sé – repuso FERNISOUN -: PERO NO QUIERO SERVIRME DE ÉL HASTA MÁS ADELANTE. Entre tanto me divierto.
-          ¡Ah, ¡ah El BAUTISMO tiene por efecto borrar todos los pecados. Como no se puede usar de él más que una sola vez quiero postergar lo más posible ese instante.
-          Ni más ni menos. No espero al MESÍAS; EN CAMBIO, EL BAUTISMO. Esta esperanza me da todas las alegrías posibles. Vivo plenamente; me divierto maravillosamente. Robo, mato, destripo a las mujeres, violo sepulturas; no obstante, iré al paraíso porque espero el BAUTISMO y no se dirá el KADISCH en mi muerte.*



*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, a siete de abril del mes del Señor de 2012. Se conmemora el SÁBADO SANTO. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! gspp*

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