- Los post-conciliares de Córdoba y el Santo
Rosario.
- Carta de Medellín por Fray Alberto Garcia
Vieyra op.
- El profetismo de Helder Cámara, por
Ricardo de la Cierva.
Edito Lic.Gabriel Pautasso
*1. LOS POST-CONCILIARES DE
CÓRDOBA Y EL SANTO ROSARIO
En el vespertino “Córdoba” de esta Capital, en su edición del 12 de agosto de 1969, se da cuenta de una reunión habida en Córdoba de sacerdotes y laicos, entre los cuales menciona algunos nombres que pertenecen al sector llamados de los “curas post-conciliares”
El objeto de la reunión fue tratar la situación de los curas renunciantes de Rosario. Al respecto se propicio una franca solidariedad con los mismos y una toma de posición y un repudio de todo autoritarismo y verticalidad, solicitando como base de solución el alejamiento del Sr. Arzobispo de Rosario, Monseñor BOLATTI.
Uno de los sacerdotes oradores, después de un incursión sobre cuál es la Iglesia que debe interesarles, concluyó con esta frase (que el diario reproduce entre comillas, por lo que debe suponerse que fue tomada taquigráficamente): “Debemos desprendernos de muchas estupideces mentales y vivir el Evangelio: no ganaremos el Reino de Cristo rezando el Rosario simplemente; lo ganaremos rezando con palabras de Dios, como son realizar y hacer”.
La frase, que resume toda una actitud, es abismante. No es necesario ser un gran teólogo para advertir el mundo de errores que está encerrado en esas pocas palabras.
Desde luego dicho orador no tiene la menor experiencia del valor de la oración, reniega de la doctrina y rechaza toda la historia de la Historia de la Iglesia. De otra manera sabría que rezando es como han ganado el Reino de los Cielos el inmenso coro de los Santos contemplativos, desde MARÍA MAGDALENA a TERESITA DE LISIEUX, desde los Padres del Yermo (desierto) hasta SAN JUAN DE LA CRUZ.
Menos la tiene aún del sentido profundo del Santo Rosario, cuya práctica no consiste en la recitación mecánica de las ave-marías (deformación muy generalizada, sino la meditación constante de los Misterios y su apropiación a la vida del creyente, para alcanzar lo que promete dicha imitación. Esa apropiación que transforma las almas, va renovando la sociedad entera y convirtiéndola en una sociedad cristiana, en una verdadera realización del Reino de Dios en la medida que es posible aquí en la Tierra.
Esto significa lo que la Santísima Virgen dijo al Patriarca SANTO DOMINGO cuando lo instó a propagar esta devoción: “PREDICA MI ROSARIO y RENOVARÁS LA FAZ DE LA TIERRA”. Esta instancia fue renovada en Fátima y los Sumos Pontífices en reiteradas oportunidades han proclamado la excelencia de esta práctica y recomendando el rezo diario del Rosario en familia.
Es necesario estar muy lejos de la vida de oración (que no es otra cosa que la comunicación constante con Dios y por lo mismo constituye la piedra fundamental de toda vida religiosa); es necesario haber olvidado o renegado de las divinas enseñanzas de Nuestro Señor en el Evangelio y toda la teología sobre la oración y su necesidad, para llegar a pensar y hablar en la forma que se ha transcripto.
(Luc. XVIII, 1; v, 16; XXII, 40, 46; XXI, 36; Matt. XVVI, 41; Eph. VI, 18; etc., etc. Sum. Theol. II-II, q. 83; Gonzáles Arintero: Grados de Oración; Royo Marín; Teología de la Perfección; San Francisco de Sales: Introducción a la Vida Devota; Alonso Rodríguez: Ejercicio de Perfección y Virtudes Cristianas: T. I.; Garrigou Lagrange: Las Tres Vías y las Tres Conversiones; Las Tres Edades de la Vida Interior, etc. Y la inmensa biblioteca católica sobre el tema).
Porque incluso “para hacer y realizar” lo que se debe, es decir, para hacer las obras del Espíritu y de la caridad – y con mucho mayor razón las de la justicia – se necesita estar muy fundado en la unión con Dios, en la vida de oración Todos los fracasos de muchas actividades supuestamente apostólicas se han originado allí, en la falta de oración, en la falta de espiritualidad que se traduce en la caída en los más tontos o torpes sustitutivos.
Conocida como es la actitud de estos reformadores que creen más en la Sociología y en el materialismo histórico KM o en la filosofía de la praxis AG que en la doctrina tradicional de la Iglesia, más en su inteligencia y habilidad que en la moción del Espíritu Santo, no puede sorprender ni la reunión ni lo tratado en ella. Pero es un nuevo y lastimoso ejemplo que da pábulo al escándalo, confunde a los fieles e introduce la confusión y la división en el seno mismo de la Iglesia.
Por otra parte es el final inevitable de todos estos que se apartan de la estrecha pero segura senda de la Cruz, que es la obediencia.
*2. CARTA DE MEDELLÍN por Fray ALBERTO GARCÍA VIEYRA
(Respecto a los documentos de Medellín
distintos ilustres sacerdotes manifestaron que dichos documentos no formarían
parte del Magisterio de la Iglesia, no teniendo
las resoluciones del CELAM carácter
obligatorio.
Finalmente cabe agregar que la misma
denominación del CELAM (Comisión Episcopal Latinoamericana) puede inducir al
error, haciendo creer que las resoluciones de Medellín las tomaron todos los
obispos del Continente. Esto no es así; en la reunión de Medellín participó una
minoría de obispos latinoamericanos).
En consecuencia, y existiendo una muy rica
doctrina social católica, promulgada por los Romanos Pontífices, no puede
sostenerse que Medellín encierre toda la doctrina católica ni hacer creer que
su puesta en práctica sea el único deber de los católicos hispanoamericanos en
el momento presente (navidad 1969).
Por esas razones y deseando estar, como
siempre, en plena consonancia con el magisterio de la Iglesia, nosotros pedimos
aclaración sobre los puntos que a continuación se expresan:
1)
¿Por qué razón la lectura del
Documento sugiere que la dialéctica histórica – un proceso evolutivo histórico
fatal – lleva los hombres hacia la sociedad tecnológica, cuyo meta final es la
producción, la promoción humana, el desarrollo, según la época de PABLO VI?
Dentro de esta
perspectiva, el papel de la fe y de la Iglesia, no es rector y normativo, como
debe serlo en una sociedad cristiana, sino que queda reducida al ámbito
privado, y acosada la vida religiosa de los hombres por el materialismo de las
costumbres y de las instituciones.
En el contexto
leemos: la Iglesia Latinoamericana: “vive un momento decisivo de su proceso
histórico”; “estamos en el umbral de una nueva época”… “bajo el signo de la
transformación y del desarrollo”…
Tal desarrollo no
es juzgado por el redactor, ni bueno ni malo; “solamente lo ve, como signo del
Espíritu que dirige la historia (marxismo-teilhlardismo). ¿Hacía dónde la
dirige?, “a la emancipación total, la liberación de toda servidumbre,
maduración personal, integración colectiva” (introd.. 4).
Insiste el
redactor, a cada paso, sobre las “estructuras opresoras”; “abusos del tenedor y
abusos de poder”; “explotación de los trabajadores”; “injusticias en las
transacciones” etc. Todos los bienes deben venir por el desarrollo y renovación
de las estructuras: fórmula ambigua, en la que cabe cualquier cosa.
Deja la impresión, el
Documento, que la misión de la Iglesia es promover la revolución social, acabar
con las desigualdades sociales, etc., cosa no intentada, pero difícil de explicar.
Esta mentalidad
“revolucionaria” y vuelta hacia el comunismo (La URSS implosionó en 1993;
estamos en 1969 ¿…?), ha prendido en gran número de clérigos jóvenes (piense en
GAIDO, DELLA FERRERA, VISCOVICHI y tantos más, aquí nomás, NICOLAS
ALESSIO, el parroco de Bº Altamira), y los saca de su propia vocación.
Entiendo que casi toda
la “devoción”, por la miseria en
Hispanoamérica, que hace tiempo promueven “Informaciones Católicas
Internacionales, y algunos sociólogos, son actividad política del Comunismo.
2)
¿Por qué razón, el primer lugar en
el Documento lo ocupa Promoción Humana, y no la promoción cristiana del hombre,
que sería lo más lógico en un documento de esa naturaleza? Existen problemas
muy serios sobre educación, divorcio y penetración de errores de diversa
índole, y el muy importante problema de promover la disciplina en los mismos seminarios.
Los jóvenes con vocación pierden su alma, se llenan de herejías, en nuestros
seminarios y casas de formación.
3)
¿Por qué razón se dice: “En la
historia de la salvación toda la obra divina es una acción de promoción y
liberación humana, que tiene como único móvil el amor”? La obra humana aparece
como desarrollo humano; igualmente lo que sigue en nº 2.2. no pasa los límites
del hombre ¿la religión del Hombre? En 2.3. la Iglesia apenas se atreve a
irradiar una luz…para elevar la dignidad de la persona humana.
4)
¿Por qué razón no habla 8en el
mismo 2.3.), de la vocación divina del hombre por la gracia y las virtudes, y
habla de una “perfección de la vocación humana” que se cumplirá en la
escatología? Todo es ambiguo y confuso. El redactor parece protestante o
utiliza un lenguaje similar.
5)
Sobre la orientación del Cambio
Social. ¿Por qué razón habla de “comunidades nacionales” y no directamente de
Estados nacionales? Tampoco se entiende lo que significa: “organización
global”. No se habla para nada de los deberes del Estado ni de la “organización
global” para con Dios o la Iglesia. Al final habla de “concientización”, pero
es solamente “en orden al cambio de estructura y la vigencia de la justicia”.
Por lo cual insta a los laicos a su adecuado empleo en las tareas de promoción
humana 3.3.final. Como este capítulo de los deberes sociales y políticos y la
Iglesia se omite, creemos que el redactor está dentro de la concepción
humanista y personalista del Estado, la concepción de la “autonomía del orden
temporal”, el orden social, fuera de la ley divina. Por ese motivo da por
supuesto la no intervención de la Iglesia, en ninguna de las denominadas
cuestiones mixtas. Estas teorías sustentadas por el progresismo católico, son
radicalmente falsas.
6)
Al tratar de la Juventud. Exhorta
a la juventud, no a luchar por Cristo y el reino de Cristo, sino a la
revolución social. Esto ya lo hacen los estudiantes, dirigidos por clérigos, en
Montevideo, Brasil, México y Chile. Pero, no solo no luchan por Cristo, sino
que el redactor induce a los jóvenes a luchar por “el proceso de secularización” (I.4), y “por el
carácter pluralista de la sociedad” (I.9.) Los movimientos de la juventud
esperan de la Jerarquía un mayor apoyo moral. Para el plan de acción propuesto,
y en parte realizado, no vale la pena esperar nada de la Jerarquía.
7)
¿Por qué motivo el ejercicio de la
autoridad política es puesto en un ámbito de resentimiento social y lucha de
clases: “..favorecen a grupos privilegiados”? Prom. H.3.2. A continuación se
refiere a la misión técnica de la autoridad, reducida a lo siguiente: propiciar
y fortalecer la creación de mecanismos de participación y legítima
representatividad de la población”. No se refiere para nada a lo religioso. En
cambio leemos en “Mit Brennender Sorge” del Papa PÍO XI, de féliz memoria. Los Estados pondrán todo
cuidado en impedir que la propaganda atea, que destruye todos los fundamentos
del orden, haga estragos en sus territorios; porque no podrá haber autoridad
sobre la tierra si no reconocen la autoridad de la majestad divina”. (nº 7).
Hay una distinción de lenguaje, y un sentido inconfundible de la dignididad de
la Iglesia, que no puede ser “servidora de la humanidad”, sino rectora, maestra
y conductora.
8)
El Documento menciona una sola vez
Ecclesiam Suam de PABLO VI, una vez Mater et Magistra de JUAN XXIII.
Todas las citaciones son de de Gaudium
et Spes y de Populorum Progressio. No menciona ningún documento de la Iglesia
anterior del único mencionado de JUAN XXIII. Luego, o hay una quiebra en
el magisterio de la Iglesia, o hay otra doctrina, que no es la de la Iglesia
(personalismo, evolucionismo, marxismo). A lo primero no lo creemos. Lo segundo
queda involucrado en nuestra interrogación.
9)
Gaudium et Spes – lo hemos
comprobado dos veces – está mal citado, con palabras sueltas, fuera de contexto,
y colocadas en otro contexto diferente. En la Introducción 5. “la
transformación del continente es signo de que Dios quiere salvar cuerpo y alma,
el hombre entero”. Más abajo, Cristo “presente de la historia, anticipa su
gesto escatológico de salvar, por la promoción económica”. Siempre el redactor
ha vinculado la salvación a la escatológica, y ambas vinculadas a la evolución
económica-social. Necesitaríamos otra explicación.
10) Ponemos punto final a nuestras preguntas No hemos escrito en tono de
polémica ni siquiera de diálogo; queremos solamente preguntar lo que sorprende
o no se sabe. Hasta ahora hemos evitado comentar el Documento en público y en
privado; aun en la recreación conventual hemos evitado el comentario. Jamás –
Dios mediante – nos separaremos del sentir de la Iglesia, nuestra Madre a quien
servimos. Pero, el Enemigo no duerme y sabe sembrar la cizaña. Besa Vuestro
anillo Pastoral. 26 de noviembre de 1968.
11)
R.P. Fray ALBERTO GARCÍA VIEYRA OP.
Revista Roma, año III, nº 12, Buenos Aires, navidad de
1969, director ANDRÉS DE ASBOTH, págs. 69 a
72.
*3. EL PROFETISMO DE HELDER CÁMARA por
RICARDO DE LA CIERVA.
Uno de los obispos del Tercer Mundo que más
llamaron la atención en el Concilio es HELDER CÁMARA de Olinda- Recife,
archidiócesis a la que accedió en1964 (F. Blazquez, Ideario de Helder Cámara, Salamanca, “Sígueme”, 1974).
Anteriormente había formado en las filas del populismo (¿peronismo?) cuasi-fascista
brasileño, como tantos posteriores “profetas” del marxismo. Se sintió inclinado
al radicalismo social por el “Manifiesto
por una civilización solidaria” del
domínico LEBRET, uno de los precursores de la teología de la
liberación. Se declaró muchas veces expresamente ajeno a los comunistas.
En el año 1966 se reunían en Brasil,
convocados por Dom SCHERER – otro de los eclesiásticos de Brasil que vio
claro desde el principio los peligros del liberalismo – los movimientos de
Acción Católica. Un mes después, en Antonio Carlos, Minas Gê
raes, se celebraba, en medio de una agitación
frenética, el XIV Congreso Nacional de la JUC. Al final de la reunión se envió
una carta al cardenal ROSSI y a Dom SCHERER cuya conclusión más
importante era este grito de rebeldía: “Por consiguiente no nos reconocemos más
como Acción Católica o como cualquier otra forma de organización que se defina
como extensión del apostolado jerárquico sino que nos hemos proponemos asumir
nuestra misión cristiana, hombres del mundo, comprometidos en una vida teologal
y en función de esta misión nuestro movimiento va a organizarse. En el interior
de la diversidad de funciones continuamos unidos a la Jerarquía, en la comunión
eclesial”, decían los rebeldes, cuando estaban consumando la ruptura. Dom SCHERER
replica con el intento de que la JUC reconsidere su posición rebelde. Les
recuerda que el Papa PÍO XI, en carta al cardenal LEME, definía
precisamente a la Acción Católica como prolongación del apostolado jerárquico.
En noviembre, el secretariado del Apostolado de los seglares comunica la
disolución de la JUC y de la JEC. El movimiento trató de sobrevivir después de
cortar su conexión con la jerarquía y en 1967, ya en vísperas de Medellín,
celebró su primer congreso “de la ex JUC”.
Ya se había publicado, el año anterior (31.VII.1966) el primer documento
conjunto de los obispos del Tercer Mundo (solamente 17) encabezados por HELDER
CÁMARA, en que definían a sus pueblos exactamente con las mismas palabras,
que LENIN: les consideraba el proletariado actual. La X reunión
ordinaria de la CELAN en Mar del Plata, celebrada en ese mismo año, vaciló
entre desarrollismo y el liberacionismo, y resultó, en definitiva, una especie
de aborto por la firme actitud tradicional de gran parte de los episcopados
argentinos y brasileño. La reacción de
los movimientos brasileños de Acción Católica después de su frustrado congreso
independiente fue la abierta recaída en la militancia de izquierdas contra el
gobierno militar; en una palabra, como dice duramente ENRIQUE DUSSEL, pasaron
a la clandestinidad. Esto no significa que el conjunto de la Iglesia de Brasil
apoyase sin reservas al régimen militar; el año de 1967 registró continuos conflictos
ente la Iglesia y el Estado, y a veces los obispos tradicionales, mientras se
oponían al marxismo, criticaban también los excesos reaccionarios y protestaban
contra la opresión a que estaban sometidos las capas más pobres del país.
En 1968 los restos organizados de la ex JUC se
aventan. Militantes individuales, y por grupos, se incorporan a la lucha
política, colaboran con los marxistas en el intento de captación del movimiento
comunidades de base, objetivo que se ha logrado en parte, como demuestran
estudios recientes (Ver Almir Ribeiro Guimaraes, Comunidades de base no Brasil, Vozes, Petrópolis, 1978). Este
libro, netamente favorable al liberacionismo, reconoce al final que la salida
natural de las comunidades de base es el movimiento liberacionista, es decir, la
Iglesia Popular, pero también afirma, en 1978, que “No podemos decir que todas
las comunidades brasileñas se hayan comprometido en el proceso de liberación”.
La firme actitud de una parte del Episcopado brasileño ha contenido la caída de
millones de católicos en el liberacionismo; pero no ha logrado evitar la
profunda división de la iglesia católica. El 11 de marzo de 1968 – ya estamos
en el año de Medellín-Papa PABLO VI – Dom HELDER CÁMARA despliega toda su santa ingenuidad en una célebre conferencia
en el Instituto Católico de Recife. “El socialismo puede ofrecer una mística de
fraternidad universal y de esperanza incomparablemente más amplia que la mística estrecha de un materialismo
histórico” dice, a la vez, que atribuye (sin que los marxistas lo hayan
confirmado jamás fuera de las hermosas palabras) “la necesidad de revisar su
concepto de religión”. Dom HELDER ha viajado a Europa para recobrar energías y
siembre los caminos de Medellín con una cruzada: el “Movimiento de presión moral
liberadora”. 350 sacerdotes de Brasil, de acuerdo con Dom HELDER, a sus
obispos, una carta tremenda en que definen a su nación como “pueblo asesinado”
(E. DUSSEL).
Pero la división episcopal, que se mantiene
hasta hoy, se hizo muy viva en tiempos de MEDELLÍN. Monseñor PADÍN,
antiguo consiliario de la JUC y preliberacionista, comparaba la actuación del
gobierno brasileño con la de la Alemania nazi. Pero Monseñor SIGAUD,
obispo de Diamantina, Monseñor ALMEIDA MORAES, obispo de Niteroi,
y Monseñor CASTRO MAYER, obispo de Campos declaran conjuntamente contra
el precursor y portavoz del liberacionismo JOSEPH COMBLIN que “los
comunistas se han infiltrado en la jerarquía eclesiástica”. Doce obispos
tradicionales – que en Brasil no quiere de ninguna manera decir simplemente
reaccionarios – reciben el apoyo de una fuerte asociación católica “por la
defensa de la tradición, la familia y la propiedad”. Pero Dom HELDER CÁMARA
replica con la fundación, apoyada por treinta y dos obispos, de su “movimiento de
presión moral y liberadora”. (E. DUSSEL).
La Conferencia de Medellín en 1968, fue, por
manipulación a que fueron sometidas sus deliberaciones y conclusiones, el punto
de arranque para la etapa definitiva del liberacionismo. Desde entonces los
movimientos de liberación se abatieron con fuerza sobre Brasil, como sobre toda
América. En mayo 29 de 1969 (véase “cordobazo”, el 29) un grupo “incontrolado”,
que se relacionaba seguramente con la policía, captura y asesina a un capellán
de la ex JUC, secretario de Dom HELDER CÁMARA, en Recife; el padre ANTONIO
HENRIQUE PEREIRA NETO (el MUJICA brasileño). La salvajada proporcionó un
mártir a los movimientos liberacionistas en Brasil. (E. DUSSEL). El cardenal SALES
denuncia la represión de los “escuadrones de la muerte”, policía paralela (como
las Tres AAA) del régimen militar que en
su lucha contra la subversión – que en muchos casos era subversión auténtica,
aunque los brutales procedimientos no se justifican nunca (¿…?) - habían cometido más de un millar de
asesinatos (o ¿ejecuciones?) según la denuncia del cardenal. PABLO VI
condena públicamente en 1970 la represión en Brasil. El gobierno militar
brasileño acusa varias veces al Episcopado de traición al Brasil y desprestigio
contra la nación ¿…? 17 obispos del Nordeste, la región más conflictiva, corren
peligro de ser juzgados ante un tribunal militar; la catástrofe no se consuma,
afortunadamente.
El problema de la seguridad nacional en Brasil
es que los movimientos de subversión – apoyados directa e indirectamente por
los liberacionistas – eran realmente de carácter revolucionario y amenazaban a
la nación, defendida por un régimen militar autoritario (¿…?) en clara conexión
con los intereses anglosajones (Ver BRAGANZA, TFP, BECCAR VARELA, etc.). El
poderoso aparato de la propaganda marxista en todo el mundo enmascarada la
realidad de la subversión para fijarse exclusivamente en las atrocidades –
reales - ¿? de la represión.
Por desgracia en
el Brasil de entonces nadie pensaba en que existía una tercera vía ¿tercera
posición? , tal vez porque no existía. He aquí, desnudamente, el problema más lacerante de
Iberoamérica; para sacudirse los errores y las desventajas de un imperialismo,
los “liberadores” impulsan a sus pueblos a caer en manos del imperialismo
totalitario soviético marxista. La tercera vía, teóricamente, es la democracia
nacional en solidaridad con Occidente;
ella se encaminan con enormes trabajos y sufrimientos los pueblos de América,
no sin fracasos dramáticos como el del populismo brasileño, o la Democracia Cristiana
en Chile anterior a ALLENDE GOSSENS, o el peronismo y el radicalismo en
la Argentina. ¿…?
Disueltos y
dispersos los movimientos especializados de la Acción Católica brasileña en
vísperas de Medellín, el Episcopado intentó una y otra vez rehacerlos de forma
más segura, mediante un nuevo movimiento: Pastoral Universitaria. Hasta ahora
sin éxito. Los nuevos centros y la nueva militancia son exiguos y no ejercen influencia. La enseñanza superior católica en
Brasil ha caído en el pragmatismo y el funcionalismo, sin el menor empuje
apostólico. Cuando cuajan grupos organizados el remedio es peor que la
enfermedad; en el segundo encuentro de Pastoral Universitaria, en Vitoria,
1980, toda la jerigonza liberacionista se introdujo en las conclusiones.
Persiste la división en la Iglesia de Brasil, la inmensa nación que acaba de
recuperar la democracia (1985), y que está tratando con proverbial sentido
político moderado de la herencia portuguesa sus problemas capitales; la
transición desde el militarismo y la enorme masa de la deuda externa
internacional, cuyas garantías radican en buena parte en el propio Brasil, que
no muestra excesiva prisa en liberarse de la carga, porque los gobiernos tienen
presentes, ante todo, las necesidades tremendas de su pueblo. Pero en medio de
la división ascienden para todo el mundo las estrellas del liberacionismo.
Avanza la captación marxista del gran movimiento comunidades de base: los
libros de LEONARDO BOFF son la mejor prueba de ello. Los hermanos BOFF
influyen en todo el mundo católico desde su plataforma brasileña. La “editorial
Vozes” de Petropolis es un poderoso centro de propaganda cristiana-marxista, el
más importante de toda Iberoamérica. Retirado HELDER CÁMARA, su lucha
continúa, secundado por obispos como el
español PEDRO CASALDÁLIGA, recientemente convertido en vedette mundial de liberacionismo. Dos
cardenales brasileños, ARNS y LORSCHEIDER, apoyan y alientan a BOFF
en su rebelión contra el Vaticano; otros, como SCHERER, se oponen. Pero
aunque la gran Conferencia Episcopal de Brasil – la mayor del mundo, con más de
trescientos obispos – se encuentra hondamente dividida, como toda la Iglesia de
Brasil, aunque los problemas de la gran nación son acuciantes, y justifican
aparentemente todos los excesos del liberacionismo, hay también una fuerza
tradicional gigantesca en el pueblo cristiano y en el Episcopado brasileño que
se encuentra en plena comunión con las directrices de JUAN PABLO II; la misma
disciplina – ejemplar – con que fray LEONARDO BOFF ha aceptado su
reducción al silencio – entre otras cosas porque no le quedaba otro remedio en
la praxis – es una prueba de que la
Iglesia de Brasil está vivísima y de que superaba los traumas del
liberacionismo desde sus raíces profundas.
Diario Pampero nº 87 Cordubensis
Instituto Eremita Urbanus
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