domingo, 23 de agosto de 2009

El Santo Grial


La búsqueda del Santo Grial – su mito, su leyenda y su misterio – es una aventura espiritual que ha sido cantada por monjes y trovadores. Pese a que su realidad está vinculada a la mejor y más pura tradición caballeresca de occidente, su símbolo es universal, oriental y occidental a la vez, cielo y tierra, se unen. Joya perdida caída de lo alto, espiritual, recipiente céltico, cáliz de la última cena y pasión de Cristo…

“¡Supremo anhelo del Paraíso. Eso era el GRIAL (ante cual nada es esplendor terreno). La Piedra de Luz!”
W. V. ECSHEMNBACH

¡EL GRIAL! Objeto de búsqueda eterna y de esperanza de los hombres a través de los tiempos. Piedra del exilio o Piedra angular del templo de la Verdad, de esa verdad perdida que a pesar de los siglos ha de ser reencontrada. Sagrado símbolo de la culminación de aquella Gran Obra que ha de ser realizada en el crisol de la propia Alma. Punto de convergencia de las más antiguas tradiciones histéricas de Oriente y Occidente.
Símbolo místico por excelencia, el GRIAL es el depositario del secreto mismo de la unión con la Divinidad para unos; vehículo de un poder cósmico más allá de lo imaginable para otros. Cáliz de CRISTO o de BUDA, su búsqueda nos lleva a reinos de magia y misterio, de aventura y de peregrinación iniciática, en el que ambos hemisferios se unen, dentro y fuera del propio ser, el hombre mortal y el hombre Divino.
Largamente hemos meditado sobre el Santo Grial. Y también nos hemos entregado al estudio de las obras de antiguos trovadores, monjes y cantores de gesta, caballeros y peregrinos en la más sagrada de las búsquedas. Hemos cabalgado en nuestra mente a través de bosques encantados, de desiertos y de montañas, junto a ARTURO y PERCEVAL, junto a GINEBRA y LANZAROTE, y a veces también junto a MORDRED. Largos años han transcurrido mientras nuestra contemplación nos llevaba lejos, allende los mares, hacia un Castillo Venturoso o una ciudad de cristal en el Oriente místico. Y como hombres entre los otros hombres, hemos seguido las huellas de aquellos que lo buscaron, visitando los Santos Lugares donde, secretamente, fue resguardado.
Desde Occitania a Bretaña, desde Europa hasta Arabia, y de allí hacia el Este material y espiritual, la Madre India, EL Tíbet y aún más allá…Hemos preguntado, anhelantes, a los hombres y a las piedras, intentando encontrar respuesta a la eterna a la eterna pregunta, al enigma cuya solución puede cambiar el destino de la Humanidad.

SÍMBOLO MÍSTICO POR EXCELENCIA, EL GRIAL ES EL DEPOSITARIO DEL SECRETO MISMO DE LA UNIÓN CON LA DIVINIDAD Y EL VEHÍCULO DE UN PODER CÓSMICO MÁS ALLÁ DE LO IMAGINABLE.


EL GRIAL, SIMBOLO UNIVERSAL

Tratándose de un símbolo común a todas las tradiciones, intentaremos seguir sus pasos, ya que únicamente queda testimonio de tan preciada reliquia, una vez que ésta deja de existir visiblemente en los lugares que antaño fueron su secreta morada. Aunque se origen sigue siendo un misterio insondable, el CALIZ como símbolo sagrado irrumpe en medio de la tradición céltica como el célebre CALDERO DE KERIWEN, mujer de linaje y madre de un hijo poco agraciado que decidió preparar un elixir a fin de convertirlo en el más hábil de los hombres. Para ello, se entregó a la elaboración de una mixtura a base de ciertas plantas, a las que confirió el evocador nombre de GREAL, pidiendo al enano GUYON que vigilara la obra durante su ausencia. Una noche el líquido se desbordó y el guardián del caldero vertió tres gotas sobre su dedo, que poco después llevó a sus labios. La leyenda nos cuenta que entonces tomó consciencia de su verdadero estado y alcanzó el más alto conocimiento.
Al parecer, sólo unas gotas permitían la adquisición de esa visión interior, mientras que una dosis mayor resultaba letal. Como más adelante veremos al evocar los relatos de la búsqueda del Santo Grial del medioevo europeo, el GRIAL ha de ser custodiado, como fuente de poder y de iluminación, por hombres puros de corazón, y su sólo visión, aún de lejos o cubierto con un velo, es más que suficiente para colmar todos los deseos.

¡Pero la Vida Eterna es sólo patrimonio del Alma! Ya que el GRIAL designa ante todo una vía de acceso hacia lo divino, hacia una comunión del hombre interior con una realidad que está más allá de lo limites de la materia o del espíritu. Beber su brebaje de la inmortalidad, hace descender de las alturas o fluir desde adentro la Luz de la Transfiguración. Experiencia trascendental que ha sido cantada por poetas y místicos de todos los tiempos.
En innumerables tradiciones, separadas por espacios y por siglos, vemos emerger cíclicamente la leyenda de un cáliz perdido, un recipiente maravilloso que contiene un Sagrado Licor de Vida. Según el cristianismo, el Cáliz habría sido tallado por los ángeles de una esmeralda caída de la frente de LUCIFER, cuando luchaba con el Arcángel SAN MIGUEL sobre el cuerpo de MOISÉS. Esta Piedra bien nos evoca el Tercer Ojo de los orientales, el sentido de eternidad o facultad de percibir lo divino que el hombre ha perdido, sumergido ahora en la materia y convertido en ser ciego e ignorante de su pertenencia a otro Universo. Cristalizado, yerra a través del desierto de la vida a la búsqueda de una respuesta a su eterna pregunta. Millones de veces formulada, jamás del todo contestada.
Esta Caída a los abismos insondables de la materia, causada por una desobediencia al mandato divino, nos lleva a pensar en el misterio cristiano del pecado original, íntimamente unido al secreto del GRIAL. A pesar de que para la espiritualidad oriental el Hombre nace libre e iluminado, cubierto únicamente por el espejismo de Maya, del cual ha de liberarse, para la teología cristiana el Hombre nace culpable de un error cometido por ancestros que nos son muy lejanos en el espacio y el tiempo. Pero a la luz de la Tradición Iniciática, el misterio de la simbólica Caída provocada por ADÁM (el hombre arquetipo) tras comer de los frutos del Árbol de la VIDA, no se presenta como un error en sí, sino como una condición necesaria para un proceso cósmico. El hombre divino se encarna por un acto de amor, para que Dios, la unidad, el Ser Supremo, como dice la Kábbalah, se contemple a sí mismo.

Pero Dios no deja solo al Hombre, y el GRIAL, la joya perdida, aparece entonces como el símbolo de una accesibilidad del ser humano hacia la eternidad. Unidad reencontrada que en la alquimia es representado por las nupcias místicas del Rey y la Reina, y en los relatos de caballería como la unión idealizada del caballero con la dama, deseo inconsciente de unidad consigo mismo, de matrimonio sagrado del alma y la mente.
En la Eucarística, el Cáliz ocupa un lugar fundamental. Sobre Él y a través del vino, se viene el poder de CRISTO en el instante de la Consagración y de allí a través del sacerdote – debidamente protegido con mantos, joyas y piedras, en la antigua liturgia – a los fieles, que con la cabeza inclinada reciben el Soplo Divino. Sin embargo, la Iglesia nunca ha pretendido desarrollar el alto simbolismo del GRIAL, quizá por relacionarlo con ciertas herejías que alredor de el han ido edificándose a lo largo de la historia, a pesar de que la Iglesia misma había sido construida sobre una simbólica PIEDRA.
Pero si existe una Iglesia de PEDRO, exotérica, visible, existe igualmente una Iglesia de JUAN, esotérica, iniciática, invisible, edificada sobre el propio GRIAL y accesible únicamente a través del estrecho portal de la Iniciación Mayor. A esa Iglesia Interior, GRÍALICA, que pertenecieron los más ilustres maestros del pasado.

La tradición nos enseña que para el corazón sincero y valeroso pueden abrirse los portales de ese Castillo Venturoso, ciudadela del GRIAL, que según la leyenda puede aparecer en cualquier lugar. Mont-Salvaje, montaña de salvación, centro del mundo o montaña cósmica, pero ante todo centro de sí mismo y morada del Alma humana.

Todo nos revierte una y otra vez al misterio mismo de la encarnación del Alma y búsqueda de algo que está perdido. Unidad del ser representada también en la tradición Artúrica por el misterioso símbolo de la espada hendida en la Piedra. Arma de poder que en numerosas tradiciones representa a la sabiduría que ilumina las tinieblas. Prueba caballeresca por excelencia y condición fundamental para acceder al SANTO GRIAL, se dice que apareció súbitamente la noche de Navidad, durante la Misa. Hondamente hundida en una mágica Piedra, iba acompañada de un mandato profético: AQUEL QUE EXTRAIGA ESTA ESPADA DE ESTA PIEDRA SERÁ REY POR DERECHO DE NACIMIENTO. Todos los caballeros se aprestaron a intentarlo y todos fracasaron excepto ARTURO, HIJO DE REY UTHER PENDRAGÓN.
Pero el alto significado de la espada, también común a innumerables tradiciones, nos lleva aún más lejos en nuestra búsqueda. En la LEYENDA DE LOS NIBELUNGOS, SIEGMUND, padre de SIGFRIDO, rompió la espada que había extraído del Árbol del Mundo contra el yelmo ODÍN. Antes de morir, Siegmund entregó a su esposa ambos fragmentos de la espada rota que éste debía trasmitir a su hijo. Sigfrido logró recomponerla, volviéndose a forjar, y con ella dio muerte, instado por el Rey REGIN, al dragón, quien también le ordenó cocer el corazón del monstruo. Por azar, Sigfrido probó el corazón del dragón, y se dice que comprendió el LENGUAJE DE LOS PÁJAROS (la lengua primordial no escrita ni dicha) quienes le advirtieron de la traición del Rey…

EXCALIBUR, la célebre espada del Rey ARTURO, forjada por los dioses cuando el mundo aún no existía, según la leyenda, es entregada a ARTURO por la DAMA DEL LAGO. La sabiduría, una vez más, es extraída de un medio acuático. Pero la espada es también otro símbolo del centro del mundo, del AXIS MUNDI o interior del Ser. Fuerza poderosamente vertical que desciende sobre la materia virgen fecundándola y creando la vida. La espada como vehículo iniciático por excelencia y objeto – como el cetro- transmisor de poder, posee una importancia primordial en la iniciación caballeresca de todos los tiempos.

EL SANTO GRIAL DEL MEDIOEVO EUROPEO HA DE SER CUSTODIADO, COMO FUENTE DE PODER Y DE ILUMINACIÓN, POR HOMBRES DE CORAZÓN PURO. SU VISIÓN BASTA PARA COLMAR TODAS LAS NECESIDADES.

Bibliografía:

Las más importantes obras medievales concernientes a la Búsqueda del SANTO GRIAL y las leyendas Arturianas, han sido excelentemente editadas en castellano por Ediciones SIRUELA.
Podemos citar además:
- WOLFRAM VON ESCHENBACH. Parcival, 2 vols. Aubier Montaigne, París, 1977.
- PAUL G. SANSONETTI. Graal et Alchimie. Berg International, París, 1982.
- JEAN MARKALE. LeGraal, Rest, París, 1982.
- P. PONSOYE. El Islam y el Grial. Tradición Unánime. Palma de Mallorca, 1984.
- JOHNA MATTEWS. EL SANTO GRIAL. Edi. Debate, Madrid, 1988.
- Un Viaje en el tiempo de CARMELO H. RÍOS en “MAS ALLA”, revista española, dtor JOSÉ MARÍA CAMPOY, Jefe de redacción: ISIDRO-JUAN PALACIO, 1991, P. 104-109.

Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 291
Instituto Eremita Urbanus

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