Otra vez la Argentina para realizar una película de propaganda. Esta vez se exaltará la figura de José María Escriba, quien luego se transformaría en marqués de Peralta y en San Josemaría Escrivá de Balaguer. Por supuesto la financiación y el libreto corren por cuenta del Opus Dei.
El director Roland Joffé cuenta ya con experiencia en estos tipos de pastiches, tanto que conchabado por la Compañía de Jesús dirigió "La Misión", donde nos obsequió con todos los falsos clichés hollywoodescos:
1. Los jesuitas son enfrentados por los funcionarios españoles. En realidad los que los enfrentaron fueron los obispos, alguno de los cuales fueron encadenados y torturados por los jesuitas (Ver quejas al Rey del Obispo de Asunción, Fray Bernardino de Cárdenas). Y los funcionarios habitualmente se convirtieron en aliados de los jesuitas previo pago de sobornos. En la película los obispos no existen, como tampoco el clero secular ni órdenes de destacada actuación como los franciscanos y los dominicos. Solo el jesuita superstar. Falsedad hollywoodesca al por mayor.
2. Los jesuitas son representados por actores jóvenes, esbeltos y agraciados. Los funcionarios son viejos, gordos y de groseras facciones.
3. Los agradables jesuitas visten ropas sueltas y hasta modernas. Los funcionarios visten ropas de época, pesadísimas y grotescas para el clima de Asunción.
4. Los jesuitas son una especie de "Che Guevara" liberadores del indio. Son los buenos de la película. Los funcionarios por el contrario tratan de esclavizar a los indios. Son los malos. Lo que deja la impresión que en el resto de Hispanoamérica donde no existieron misiones jesuíticas los indios fueron esclavizados por España.
Y así etcétera, etc, hasta el infinito. La Misión coincidió con un momento culminante de la Teología de la Liberación aplicada especialmente en Centroamérica por la Compañía de Jesús. Y todas sus secuelas violentas. Allí el indigenismo estaba en un momento de esplendor ¿Con qué coincidirá la película del Opus Dei? Porque nunca dan puntada sin hilo.
Clarín 23/08/09
There Be Dragons: la película de la polémica
El director de "La misión", Roland Joffé, está en Luján rodando una superproducción y la temática no podría ser más polémica: cuenta la historia de Josemaría Escrivá de Balaguer, el fundador del Opus Dei. Nadie habla del presupuesto. Un cura del Opus Dei asesora al director.
Por: Diego Papic
Roland Joffé y la superproducción norteamericana inspirada en la vida de Josemaría Escrivá de Balaguer, el polémico fundador del Opus Dei.
Un grupo de milicianos harapientos corren, fusil en mano, en dirección a la trinchera hecha de bolsas con arena. Se escuchan gritos y disparos. Hay cadáveres tirados y las paredes de las casas muestran los agujeros de las balas. Hay banderas colgando de las ventanas con típicas consignas de la Guerra Civil Española: "El fascismo es esclavitud", "No pasarán", "Obreros a la victoria". Entonces explota una camioneta y el calor del fuego llega hasta la tienda de campaña montada en medio del campo de batalla. "Shit", dice alguien. La explosión fue un segundo más tarde y la toma no sirve.
Los extras se relajan. Se ponen a tomar café y a conversar con los técnicos. En la tienda de campaña hay tres monitores y varias personas que supervisan lo que ocurre y se disponen a preparar todo para repetir la toma. Entre ellos está Roland Joffé, el director de esta superproducción que se está rodando en la plaza Belgrano de Luján, con la imponente Basílica de fondo. La película es There Be Dragons y la temática no podría ser más polémica: cuenta la historia de Josemaría Escrivá de Balaguer, el fundador del Opus Dei.
"A mí no me parece polémica -aclara Joffé en diálogo con Clarín-. Dejame ponerlo así: las opiniones que la gente tiene del Opus Dei son polémicas, igual que las opiniones de la gente sobre los jesuitas, sobre el marxismo, sobre el fascismo, sobre el fútbol... Están basadas en prejuicios, y a mí no me interesa hacer una película sobre prejuicios."
Quien va a interpretar a Escrivá de Balaguer es Charlie Cox, un actor inglés conocido por un papel secundario en Stardust, el misterio de la estrella. Lo van a acompañar Wes Bentley (el hijo del militar en Belleza americana), la chica Bond Olga Kurylenko, Derek Jacobi, Rodrigo Santoro, Geraldine Chaplin, Ana Torrent y Jordi Mollá, entre otros.
Con casi 600 personas trabajando -entre actores, extras y equipo técnico- y cinco cámaras de 35mm, There Be Dragonses una de las producciones más caras que se hayan filmado en el país. Ignacio Gómez-Sancha, el productor español, prefiere no revelar el presupuesto total, pero dice que en términos hollywoodenses es un "presupuesto medio". Tampoco quiere revelar quiénes son los inversores, pero dice que se armó un fondo de inversión con casi 100 capitalistas, entre los que está el propio Joffé y también Antena 3 TV. ¿Hay dinero del Opus Dei? Por lo pronto, sí hay un sacerdote del Opus presente en el set, asesorando al director.
¿Por qué se interesó en la vida de Escrivá de Balaguer?
Pensé que podía ser interesante contar una historia moderna acerca de un hombre que fue santificado, porque fue santificado hace muy poco (en 2002, por Juan Pablo II). Creo que lo interesante es que la historia cuenta que lo divino puede encontrarse en lo cotidiano: tener hijos, una familia, amigos... La experiencia religiosa puede ocurrirle aún al que no es religioso. También me gustó la idea de que cualquier ser humano puede ser un santo. Esa es una visión hermosa de la vida.
No es la primera vez que toca el tema religioso en sus películas...
Me maravilla el misterio de la vida. Cuando lo pensás bien, te das cuenta de que la vida es un privilegio tan extraordinario, y te hace pensar mucho en qué es lo que significa. Creo que hay una respuesta poco inteligente: que no tiene ningún significado. Pero una respuesta un poco más inteligente sería que tal vez no haya un significado, sino el que nosotros le damos.
¿Cuál es su opinión sobre el Opus Dei?
Tiene que ver con esto: el desarrollo espiritual del individuo, la relación del individuo con su conciencia y su relación con Dios. Dentro del Opus Dei hay todo un espectro de opiniones, con algunas comulgo y con otras, no. Pero el propósito de la película no es hablar del Opus Dei, sino el de preguntarse acerca de qué significa estar vivo. Y habla sobre emociones humanas: amor, odio, deseo, adoración, experiencia religiosa, física...
Quizá sea esa espiritualidad la que lo mantiene tan relajado a pesar de estar al frente de tantas personas; quizás por eso aparenta bastante menos que los 63 años que tiene. Lo cierto es que este inglés que proviene de la televisión explotó en los '80 con dos películas muy exitosas como Los gritos del silencio y La misión, ambas nominadas al Oscar y la última ganadora de la Palma de Oro en Cannes, pero también conoció el fracaso con películas como La letra escarlata y Sin escape, ambas nominadas a los premios Razzie a la peor película del año.
Esa tranquilidad que tiene Joffé se nota especialmente cuando se le pregunta sobre esos últimos fracasos. Sin mover un músculo de la cara, dice: "Yo no las llamaría fracasos. Hay algo sobre hacer cine: ninguna película es mejor que la persona que la mira."
Los pocos minutos de entrevista se acabaron. Ya está todo listo para repetir la toma de la explosión. Hay cierta tensión en el set: es la última chance de hacer la escena, porque no hay más explosiones disponibles. Joffé no parece preocupado. El asistente de dirección grita "¡action!" y los milicianos vuelven a arremeter, fusil en mano, contra la trinchera. Se escuchan gritos y disparos. Explota la camioneta y, al calor del fuego, todos empiezan a aplaudir. El timing fue perfecto.
Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis Instituto Eremita Urbanus
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El director Roland Joffé cuenta ya con experiencia en estos tipos de pastiches, tanto que conchabado por la Compañía de Jesús dirigió "La Misión", donde nos obsequió con todos los falsos clichés hollywoodescos:
1. Los jesuitas son enfrentados por los funcionarios españoles. En realidad los que los enfrentaron fueron los obispos, alguno de los cuales fueron encadenados y torturados por los jesuitas (Ver quejas al Rey del Obispo de Asunción, Fray Bernardino de Cárdenas). Y los funcionarios habitualmente se convirtieron en aliados de los jesuitas previo pago de sobornos. En la película los obispos no existen, como tampoco el clero secular ni órdenes de destacada actuación como los franciscanos y los dominicos. Solo el jesuita superstar. Falsedad hollywoodesca al por mayor.
2. Los jesuitas son representados por actores jóvenes, esbeltos y agraciados. Los funcionarios son viejos, gordos y de groseras facciones.
3. Los agradables jesuitas visten ropas sueltas y hasta modernas. Los funcionarios visten ropas de época, pesadísimas y grotescas para el clima de Asunción.
4. Los jesuitas son una especie de "Che Guevara" liberadores del indio. Son los buenos de la película. Los funcionarios por el contrario tratan de esclavizar a los indios. Son los malos. Lo que deja la impresión que en el resto de Hispanoamérica donde no existieron misiones jesuíticas los indios fueron esclavizados por España.
Y así etcétera, etc, hasta el infinito. La Misión coincidió con un momento culminante de la Teología de la Liberación aplicada especialmente en Centroamérica por la Compañía de Jesús. Y todas sus secuelas violentas. Allí el indigenismo estaba en un momento de esplendor ¿Con qué coincidirá la película del Opus Dei? Porque nunca dan puntada sin hilo.
Clarín 23/08/09
There Be Dragons: la película de la polémica
El director de "La misión", Roland Joffé, está en Luján rodando una superproducción y la temática no podría ser más polémica: cuenta la historia de Josemaría Escrivá de Balaguer, el fundador del Opus Dei. Nadie habla del presupuesto. Un cura del Opus Dei asesora al director.
Por: Diego Papic
Roland Joffé y la superproducción norteamericana inspirada en la vida de Josemaría Escrivá de Balaguer, el polémico fundador del Opus Dei.
Un grupo de milicianos harapientos corren, fusil en mano, en dirección a la trinchera hecha de bolsas con arena. Se escuchan gritos y disparos. Hay cadáveres tirados y las paredes de las casas muestran los agujeros de las balas. Hay banderas colgando de las ventanas con típicas consignas de la Guerra Civil Española: "El fascismo es esclavitud", "No pasarán", "Obreros a la victoria". Entonces explota una camioneta y el calor del fuego llega hasta la tienda de campaña montada en medio del campo de batalla. "Shit", dice alguien. La explosión fue un segundo más tarde y la toma no sirve.
Los extras se relajan. Se ponen a tomar café y a conversar con los técnicos. En la tienda de campaña hay tres monitores y varias personas que supervisan lo que ocurre y se disponen a preparar todo para repetir la toma. Entre ellos está Roland Joffé, el director de esta superproducción que se está rodando en la plaza Belgrano de Luján, con la imponente Basílica de fondo. La película es There Be Dragons y la temática no podría ser más polémica: cuenta la historia de Josemaría Escrivá de Balaguer, el fundador del Opus Dei.
"A mí no me parece polémica -aclara Joffé en diálogo con Clarín-. Dejame ponerlo así: las opiniones que la gente tiene del Opus Dei son polémicas, igual que las opiniones de la gente sobre los jesuitas, sobre el marxismo, sobre el fascismo, sobre el fútbol... Están basadas en prejuicios, y a mí no me interesa hacer una película sobre prejuicios."
Quien va a interpretar a Escrivá de Balaguer es Charlie Cox, un actor inglés conocido por un papel secundario en Stardust, el misterio de la estrella. Lo van a acompañar Wes Bentley (el hijo del militar en Belleza americana), la chica Bond Olga Kurylenko, Derek Jacobi, Rodrigo Santoro, Geraldine Chaplin, Ana Torrent y Jordi Mollá, entre otros.
Con casi 600 personas trabajando -entre actores, extras y equipo técnico- y cinco cámaras de 35mm, There Be Dragonses una de las producciones más caras que se hayan filmado en el país. Ignacio Gómez-Sancha, el productor español, prefiere no revelar el presupuesto total, pero dice que en términos hollywoodenses es un "presupuesto medio". Tampoco quiere revelar quiénes son los inversores, pero dice que se armó un fondo de inversión con casi 100 capitalistas, entre los que está el propio Joffé y también Antena 3 TV. ¿Hay dinero del Opus Dei? Por lo pronto, sí hay un sacerdote del Opus presente en el set, asesorando al director.
¿Por qué se interesó en la vida de Escrivá de Balaguer?
Pensé que podía ser interesante contar una historia moderna acerca de un hombre que fue santificado, porque fue santificado hace muy poco (en 2002, por Juan Pablo II). Creo que lo interesante es que la historia cuenta que lo divino puede encontrarse en lo cotidiano: tener hijos, una familia, amigos... La experiencia religiosa puede ocurrirle aún al que no es religioso. También me gustó la idea de que cualquier ser humano puede ser un santo. Esa es una visión hermosa de la vida.
No es la primera vez que toca el tema religioso en sus películas...
Me maravilla el misterio de la vida. Cuando lo pensás bien, te das cuenta de que la vida es un privilegio tan extraordinario, y te hace pensar mucho en qué es lo que significa. Creo que hay una respuesta poco inteligente: que no tiene ningún significado. Pero una respuesta un poco más inteligente sería que tal vez no haya un significado, sino el que nosotros le damos.
¿Cuál es su opinión sobre el Opus Dei?
Tiene que ver con esto: el desarrollo espiritual del individuo, la relación del individuo con su conciencia y su relación con Dios. Dentro del Opus Dei hay todo un espectro de opiniones, con algunas comulgo y con otras, no. Pero el propósito de la película no es hablar del Opus Dei, sino el de preguntarse acerca de qué significa estar vivo. Y habla sobre emociones humanas: amor, odio, deseo, adoración, experiencia religiosa, física...
Quizá sea esa espiritualidad la que lo mantiene tan relajado a pesar de estar al frente de tantas personas; quizás por eso aparenta bastante menos que los 63 años que tiene. Lo cierto es que este inglés que proviene de la televisión explotó en los '80 con dos películas muy exitosas como Los gritos del silencio y La misión, ambas nominadas al Oscar y la última ganadora de la Palma de Oro en Cannes, pero también conoció el fracaso con películas como La letra escarlata y Sin escape, ambas nominadas a los premios Razzie a la peor película del año.
Esa tranquilidad que tiene Joffé se nota especialmente cuando se le pregunta sobre esos últimos fracasos. Sin mover un músculo de la cara, dice: "Yo no las llamaría fracasos. Hay algo sobre hacer cine: ninguna película es mejor que la persona que la mira."
Los pocos minutos de entrevista se acabaron. Ya está todo listo para repetir la toma de la explosión. Hay cierta tensión en el set: es la última chance de hacer la escena, porque no hay más explosiones disponibles. Joffé no parece preocupado. El asistente de dirección grita "¡action!" y los milicianos vuelven a arremeter, fusil en mano, contra la trinchera. Se escuchan gritos y disparos. Explota la camioneta y, al calor del fuego, todos empiezan a aplaudir. El timing fue perfecto.
Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
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