Personajes de la Inquisición : Frei Betto o Fray Tomás de Torquemada

Capítulo V: TORQUEMADA: páginas 160-210

FRAY TOMÁS DE TORQUEMADA nació en o cerca de Valladolid, Castilla la Vieja, en el año 1420, medio siglo después del regreso de GREGORIO XI a Roma y tres años más tarde del final del gran cisma de Occidente, cinco después de Agincourt, una generación del último ataque de EYMERIC a las obras de RAIMUNDO LULIO, de la conversión de PABLO DE BURGOS y de las matanzas de judíos españoles.

Los TORQUEMADA eran en aquella época una distinguida familia. Según el cronista PULGAR, del siglo XV, converso y contemporáneo, eran aquéllos descendientes, en parte, de judíos. Pero esta afirmación fue negada por ZURITA, cronista del siglo XVI (Pulgar: Crónica de los Reyes Católicos; Zurita: Anales de la corona de Aragón, XX, cap. XLIX). Fuere así o no, el pequeño TOMÁS tenía un tío, JUAN, que habría entrado en la Orden dominicana y se distinguía en literatura, filosofía y administración, atrayendo la atención de Roma por el tiempo en que vino al mundo nuestro héroe. Once años después fue elegido Maestre de Palacio. Como teólogo, en el importante Concilio de Basilea hizo una elocuente defensa en contra de una amarga política de oposición a los derechos del Vicario de Cristo, ayudando así a terminar con muchos escándalos y miserias de la época, y restaurar a la Santa Sede en su justa y necesaria preeminencia. Otra vez, en el Concilio de Ferrara, TORQUEMADA rindió tales servicios al Papa y a toda la Iglesia, que EUGENIO IV le concedió en gratitud el título de Defensor de la Fe, haciéndole Cardenal el año 1439.

Judío o no, este prelado fue uno de los mejores católicos de su tiempo, y uno de los más respetados miembros del Sacro Colegio. En sus caridades era incansable. Fundó la Confraternidad de la Anunciación para proveer de dotes a muchachas pobres, que de otro modo, en aquella época, no se hubieran podido casar. Y ayudó a construir la capilla de Santa María sopre Minerva, donde aún se puede ver una pintura que le representa presentando a tres doncellas pobres ante la Santísima Virgen. Gran tomista, fue reconocido como el Cardenal más ilustrado de sus contemporáneos. Su Summa EN CONTRA los enemigos de la Iglesia (1450), la obra más importante del final de la Edad Media sobre el Poder Papal, influyó en la escolaridad católica hasta el siglo XVIII. Algo sobre el carácter de tal hombre y su preocupación por los peligros que pronto rodearían al Cristianismo antes del estallido del luteranismo, puede inferirse del prefacio de esta obra:

“Si siempre fue la incumbencia de doctores católicos, - dice el CARDENAL TORQUEMADA – como soldados de Cristo, proteger la Iglesia con armas poderosas, para evitar que alguno se desviara por simpleza, o error, o astucia, o decepción y abandonara su redil, este deber les compete ahora. Pues en estos tiempos difíciles han aparecido algunos hombres pestilentes inflamados de ambición (léase L. BOFF, FREI BETTO, entre otros), que con astucia diabólica se han esforzado por diseminar falsas doctrinas, relativas tanto a lo espiritual como al poder temporal. Con éstas han asaltado la Iglesia, (los HELDER CÁMARA, los CEB, ex fray Leonardo BOFF , la “iglesia popular”, Clodovis Boff OSM, Juan Bautista Libenio sj, Jether Pereire Ramalho, pastor protestante y sociólogo, Pedro Assis Oliveira, CNBB, Hughes d´Ans, monseñor José María Pires, dom Pedro Casaldálida, y muchos más), hiriéndola gravemente y procediendo a quebrantar su unidad, a borrar el esplendor de su gloria, a destruir el orden establecido por Dios y a oscurecer vergonzosamente su belleza, y se han propuesto aplastar la primacía de la Santa Sede Apostólica y menguar la suprema autoridad conferida por ella por Dios. De tal modo han envenado el cuerpo de la Iglesia, que difícilmente parece librarse ninguna de sus partes de manchas y heridas.
Las sacrílegas acusaciones a de estos hombres sin Dios en contra de la Iglesia y la Santa Sede son indignamente publicadas en todas partes. Por tanto, no sólo la verdad evangélica es atacada, sino que el camino queda preparado para divisiones y errores, peligros para las almas, disensiones entre príncipes y naciones; y es evidente que todos los ataques de estas personas apuntan no sólo a una parte de la Iglesia, sino a los mismos cimientos de la Religión. Escolares católicos deben oponerse rápidamente a estos antagonismos con las invencibles armas de la Fe”. (VON PASTOR, History of the Popes, trad. Inglesa., II, 8. página 11)

Durante veinte años gobernó tranquilamente su ejemplar y religiosa comunidad, siendo conocido en la ciudad y el campo como un hombre bueno y santo.
(Véase: WILLIAN THOMAS WALSH, “Personajes de la Inquisición”, Espasa- Calpe, Madrid, 1948)
(Véase http://www.políticaydesarrollo.com.ar/ Blog Diario Pampero "Pido disculpas" por Frei Betto)

Editó Gabriel Pautasso
Instituto Eremita Urbanus

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