domingo, 30 de noviembre de 2008

San Benito de Nursia

“VIVIENDO ASÍ… RECORREMOS LA SENDA DE LOS MANDAMIENTOS DE DIOS CON UNA DULZURA AMOROSA INENARRABLE; DE MODO QUE SIN ABANDONAR NUNCA SU ESCUELA, SINO PERSEVERANDO EN SUS ENSEÑANZAS HASTA LA MUERTE, EN EL MONASTERIO, COMPARTIMOS CON NUESTRA PENITENCIA LOS SUFRIMIENTOS DE CRISTO Y ASÍ NOS HACEMOS DIGNOS DE COMPARTIR SU REINO”
SAN BENITO, prólogo de la Regla.

“Una vez hubo un hombre Venerable, cuyo nombre era BENITO…Nació de buena familia, en la provincia de Nursia, y de allí fue enviado a la escuela en Roma. Pero… despreció sus estudios, abandonó su hogar y la riqueza de su padre, y, con el deseo de complacer sólo a Dios, buscó el hábito de la santa religión”.

SAN BENITO no fue el primer monje, pero fue el primero que no consideró el monasterio como una colección de ermitaños, cada uno de ellos dedicado a su propia salvación personal, sino como una comunidad de personas que viven unidas y con un mismo propósito. Nació en 480, en una época en que el Impero romano de Occidente se había hundido por completo e Italia estaba dividido entre los ostrogodos, en el Norte, y el precario dominio del emperador oriental (bizantino), en el Sur. Era una época de desolación, y el nuevo monasticismo de BENITO constituyo una de las medidas para contrarrestarla. Consolidó la Iglesia, protegió la cultura y preparó misioneros que ampliarían el ámbito de la cristiandad.

El primer período de BENITO como monje se conformó al patrón “egipcio”: soledad, penitencia, y oraciones en una cueva junto a Subiaco. Luego, durante 18 años dirigió una colonia de monjes en Vicovaro, racionalizando los duros preceptos de los Padres del Yermo y sistematizando sus propias ideas acerca de una comunidad equilibrada y que se bastase a sí misma. Hacia 529 se trasladó a Monte Cassino y escribió su Regula para guía de las futuras generaciones. Sus disposiciones son severas pero prácticas, y se han conservado hasta nuestros días, sin cambios esenciales, como fundamento de la vida monástica.

SAN GREGORIO MAGNO, monje benedictino que llegó a ser Papa, escribió la Vida de San Benito – o mejor, el Segundo Libro de sus Diálogos, que la contiene -, probablemente en 593 o 594.

SAN GREGORIO acaba su Vida de San Benito: “Ahora debo enmudecer un momento, para recuperar fuerzas con el silencio y poder narrar los milagros de otros”.

Editó Gabriel Pautasso
Instituto Eremita Urbanus


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martes, 25 de noviembre de 2008

Noticia impactante: un cardenal elogia a la ortodoxia


Escribe el cardenal Biffi en su último libro: "Al día de hoy, ya no es más la herejía sino la recta doctrina la que tiene que ser noticia". Por ejemplo, sobre la castidad. O sobre Jesús, quien no es solamente hombre sino Dios.

Por Sandro Magister

Desde su retiro sobre la colina de Bologna, el cardenal Giacomo Biffi ha entregado sus reflexiones en un nuevo libro, al que le ha dado el título de "Pecore e pastori [Ovejas y pastores]". Que explica así:

"Antes que cualquier otra cosa, todos en la Iglesia pertenecen al redil de Cristo. Todos, desde el Papa hasta el más reciente de los bautizados, poseen el verdadero motivo de su grandeza no tanto en el estar a cargo de esta o esa tarea en la comunidad cristiana, por cuanto forman parte de la 'pequeña grey'. Hay entonces una sustancial paridad entre todos los creyentes, en tanto creen realmente: sólo creyendo se cuenta entre las ovejas de Cristo".

Al igual que en sus libros anteriores, también esta vez las palabras llenas de vida del cardenal y teólogo no son las familiares en las escuelas de teología más frecuentadas, sino que remiten directamente al lenguaje del Evangelio, abierto a "los pequeños" y cerrado para los "sabios".

El cardenal Biffi sabe que la herejía está de moda. Pero esto es para él un motivo más para defender la ortodoxia:

"A veces, en algunos sectores del mundo católico se llega inclusive a pensar que debe ser la Revelación divina la que se adapte a la mentalidad corriente para llegar a ser creíble, y no más bien que es la mentalidad corriente la que debe convertirse a la luz que nos es dada desde lo alto. Sin embargo, se debería reflexionar sobre el hecho que 'conversión', no 'adaptación', es la palabra evangélica".

La adaptación al pensamiento corriente – escribe – llega hasta a nublar la divinidad de Jesús, reducido a simple hombre aunque de extraordinario valor:

"Por cuanto la afirmación puede parecer paradójica, la cuestión arriana [de Arrio, el hereje condenado por el Concilio de Nicea del 321 d.C.] está siempre a la orden del día en la vida eclesial. Los pretextos pueden ser muchos: desde el deseo de sentir a Cristo más cercano y más uno de nosotros, hasta el propósito de facilitar la comprensión exaltando casi en forma exclusiva los aspectos sociales y humanitarios. Al final, el resultado es siempre el de quitar al Redentor del hombre su unicidad radical y clasificarlo entre los seres tratables y domesticables. Bajo este aspecto se podría decir que entonces el Concilio de Nicea es hoy más actual que el Concilio Vaticano II".

Son muchas las páginas a contramano del nuevo libro de Biffi. A continuación reproducimos el capítulo que se refiere a un tema entre los más controversiales, el de la castidad, afrontado por el autor en una forma que parece insólita y a contramano, justamente porque hace referencia directa a las fuentes de la doctrina y de la moral cristianas: las palabras de Jesús en los Evangelios, las epístolas de san Pablo y los otros libros de las Escrituras.


El desafío de la castidad

Por Giacomo Biffi

Dentro de la secular experiencia de la humanidad – tan monótona y repetitiva en sus opacidades espirituales, en sus derrotas morales, en sus sufrimientos enigmáticos –, el advenimiento de la "grey pequeña" de Cristo ha sido quizás la única novedad sustancial: algo inédito y positivo ha aparecido finalmente sobre la faz de la tierra.

Se ha asomado por primera vez la caridad como altísimo ideal de vida: [...] un ideal admirado muchas veces también [...] por los no-cristianos, aunque sea difícil de imitar; un testimonio que alguna vez hizo reflexionar también a los que no están acostumbrados a dar lugar a Dios en sus pensamientos.

Lo que por el contrario ha sido percibido por el mundo como algo desagradable y repulsivo en la mentalidad y en el estilo de la Iglesia es el ideal, el programa, el testimonio de la castidad. [...] Ella se configura desde el comienzo como un verdadero y auténtico desafío. Y queda como un desafío también frente a la mentalidad más difundida y prevaleciente en nuestros días. [...]

Una incompatibilidad evidente

Cuando se asoma al teatro de la historia – en el mundo greco-romano, más que en los territorios del antiguo reino de Israel – el cristianismo debe saldar cuentas con una cultura marcada por una concepción del erotismo, por una práctica de la sexualidad y por una reglamentación de la institución matrimonial que es percibida inmediatamente como extraña a la índole del Evangelio y más aún como estridente con la nueva humanidad, nacida del acontecimiento pascual.

Pero no hubo titubeos: se impuso desde el comienzo la persuasión universal y compacta que en tal materia no se admitiesen ambigüedades o compromisos. El "pueblo nuevo", surgido del agua y del Espíritu, debía distinguirse – más que por el fenómeno inaudito del estilo de amor fraterno – también por una forma exigente y radical de la castidad. Todas las menciones en nuestro poder concuerdan. [...] Se lo deduce de los listados de las transgresiones inadmisibles en la existencia cristiana, que excluyen el ingreso al Reino de Dios. Se trata de listados que se proponen con premura pastoral a las comunidades creyentes:

"No se engañen: ni los inmorales (pornòi), ni los idólatras, ni los adúlteros (moichòi), ni los depravados (malakòi), ni los sodomitas (arsenokòitai), ni los ladrones, ni los avaros, ni los ebrios, ni los salteadores heredarán el reino de Dios" (1Cor 6, 9).

"Sabed bien que ningún fornicador (pòrnos), impuro (akàthartos) o avaro, es decir, ningún idólatra tendrá en herencia el reino de Cristo y de Dios" (Ef 5, 5).

"Son bien conocidas las obras de la carne: la fornicación (pornèia), la impureza (akatharsìa), la impudicia (asèlgheia)…; respecto a estas cosas os prevengo, como ya he dicho: quien las lleva a cabo no heredará el reino de Dios" (Gal 5, 19-21).

Exigencia de santidad

Entre los signos necesarios y más reconocibles del tránsito sustancial acontecido con el bautismo se cuenta el de una conducta casta, entre el modo de vivir degradado e indigno, típico del paganismo, y un estado de pureza nueva: es un contraste neto entre las viejas costumbres y la novedad pascual:

"Como habéis puestos vuestros miembros al servicio de la impureza y de la iniquidad para la iniquidad, así ahora poned vuestros miembros al servicio de la justicia para la santificación" (Rm 6, 19).

"Ya han vivido bastante tiempo conforme al criterio de los paganos, entregándose a toda clase de desenfrenos (en aselghèiais)" (1Pe 4, 3).

No es una sexofobia obsesiva y ni tampoco un moralismo exasperado lo que inspira este comportamiento. Es más que nada una conciencia sin precedentes de la exigencia de santificación, la cual proviene de haber adherido al Dios tres veces santo:

"Ésta es la voluntad de Dios, vuestra santificación: que os abstengáis de la impureza (apò tes pornèias), que cada uno de vosotros sepa tratar a su propio cuerpo con santidad y respeto, sin dejarse dominar por la pasión, como hacen los paganos que no conocen a Dios" (1Tes 4, 3-5).

"Dios no nos ha llamado a la impureza (epì akatharsìa), sino a la santificación. Por eso, quien desprecia estas cosas no desprecia a un hombre, sino al mismo Dios, quien os dona su santo Espíritu" (1Tes 4, 7-8).

El joven cristianismo siente que es sobre todo la inmoralidad sexual del mundo helenístico la que merece el nombre de impureza (akatharsìa) contraria a Dios.

Valor del cuerpo

Esta cultura, inaudita en la sociedad greco-romana, no nace de un excesivo espiritualismo, pues no hay en ella esa desconfianza hacia lo que es material y corpóreo, desconfianza que se propagaba en las ideologías de matriz platónica (pero que era desconocida para la mentalidad israelita).

Al contrario, ella se alimenta y se expresa con respeto hacia el cuerpo, el que en la perspectiva cristiana está considerado como una realidad sagrada y como un instrumento de santificación:

"¡Alejaos de la impureza! Cualquier pecado que el hombre comete, está fuera de su cuerpo, pero quien se entrega a la impureza peca contra su propio cuerpo. ¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que habita en vosotros, que lo habéis recibido de Dios, y que vosotros no os pertenecéis a vosotros mismos? En efecto, habéis sido comprados a un precio elevado: ¡glorificad entonces a Dios en vuestro cuerpo!" (1Cor 6, 18-20).

Según san Pablo, hay como una "dimensión litúrgica" de la castidad:

"Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a ofrecer vuestros cuerpos como sacrificio viviente, santo y agradable a Dios; éste es vuestro culto espiritual" (Rm 12, 1).

Se entiende por qué la Iglesia ha reaccionado rápidamente contra la desestimación gnóstica del matrimonio, desestimación que en el gnosticismo llega a la prohibición (cfr. 1Tim 4, 3), y que haya defendido la dignidad del mismo:

"Que el matrimonio sea respetado por todos y que el lecho nupcial no sea manchado. Los fornicadores y los adúlteros serán juzgados por Dios" (Hb 13, 4).

La nueva humanidad del bautizado se revela también en su lenguaje, que debe aborrecer el hablar soez y también las expresiones vulgares, porque en los "santos" (así son llamados los cristianos en las cartas apostólicas) la preocupación por la castidad es total y debe resplandecer en cada manifestación del "hombre nuevo", también en su comportamiento general y en sus palabras:

"Alejad también vosotros todas estas cosas: la ira, la animosidad, la maldad, los insultos y los discursos obscenos (aischrologhìan) que salen de vuestra boca" (Col 3, 8).

"Como debe ser entre los santos, entre vosotros ni siquiera se hable de fornicación, de cualquier clase de impureza o codicia, ni tampoco de vulgaridades, de cosas insulsas o de triviliadades: éstas son cosas inconvenientes" (Ef 5, 3-4).

La cuestión de la homosexualidad

Respecto al problema hoy emergente de la homosexualidad, según la concepción cristiana es necesario distinguir el respeto debido siempre a las personas, lo que conlleva al rechazo de su marginación social y política (salvada la naturaleza inderogable de la realidad matrimonial y familiar), de la obligada reprobación de toda ideología que exalta la homosexualidad.

La palabra de Dios – tal como la conocemos en una página de la epístola a los Romanos del apóstol Pablo – nos ofrece también una interpretación teológica del fenómeno de la propagada aberración ideológica y cultural en esta materia: tal aberración, se afirma, es al mismo tiempo la prueba y el resultado de la exclusión de Dios de la atención colectiva y de la vida social, y del rehusarse a darle la gloria debida.

La exclusión del Creador determina un descarrilamiento universal de la razón:

"Habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron ni le dieron gracias como corresponde. Por el contrario, se extraviaron en sus vanos razonamientos y su mente insensata quedó en la oscuridad. Haciendo alarde de sabios, se convirtieron en necios" (Rm 1, 21-22).

Como consecuencia de esta obcecación intelectual, se ha comprobado que el comportamiento y la actitud teórica han caído en la más completa disolución:

"Por eso Dios los ha abandonado a la impureza según los deseos de sus corazones, hasta deshonrar entre ellos a sus propios cuerpos" (Rm 1, 24).

Y para prevenir todo equívoco y toda lectura acomodaticia, el Apóstol prosigue haciendo un análisis impresionante, formulado con términos totalmente explícitos:

"Por eso Dios los ha abandonado a las pasiones infames; en efecto, sus mujeres han cambiado las relaciones naturales en otras contra la naturaleza. Igualmente , también los varones, al dejar de lado la relación natural con la mujer, han accedido al deseo mutuo, cometiendo actos ignominiosos entre varones, recibiendo así en sí mismos la retribución que merece su extravío. Y dado que no consideraron que debían conocer adecuadamente a Dios, Él los ha abandonado a su inteligencia depravada y ellos han cometido acciones indignas" (Rm 1, 26-28).

Por último, san Pablo se apresura en resaltar que la abyección extrema se da cuando "los autores de tales cosas... no sólo las cometen, sino que también aprueban a quienes las hacen" (Rm 1, 32).

Es una página del Libro inspirado que ninguna autoridad humana puede obligarse a censurar. Y ni siquiera está permitido, si queremos ser fieles a la palabra de Dios, la pusilanimidad de silenciarla a causa de la preocupación de aparecer como no "políticamente correctos".

Debemos hacer notar también la actualidad especial de esta enseñanza de la Revelación divina. Lo que san Pablo ponía de manifiesto como acontecido en la experiencia cultural del mundo greco-romano, se demuestra proféticamente correspondiente a lo que se ha verificado en la cultura occidental en estos últimos siglos: la exclusión del Creador – hasta proclamar grotescamente la "muerte de Dios" – ha tenido como consecuencia y casi como castigo intrínseco una propagación de una ideología sexual aberrante, en cuanto a su arrogancia desconocida por las épocas precedentes.

El pensamiento de Cristo

Hablando en general, Jesús ha abordado pocas veces esta temática, y siempre con un estilo sobrio, pero al mismo tiempo inequívoco y resuelto. En materia de moral sexual, él se revela contrario no sólo con las costumbres de los paganos, sino también a algunas convicciones difundidas en Israel.

Por otra parte, no es imaginable que el anuncio pascual y la propuesta de la comunidad cristiana, con su carga de novedad y de inconformismo, no se atuvieran también en este punto a la plena fidelidad al Evangelio y no se hayan propuesto la perfecta consonancia con el magisterio del Señor, custodiado y transmitido por la predicación de los Apóstoles.

Jesús no dudó en poner también a las violaciones a la castidad entre los comportamientos que atentan contra la dignidad del hombre y contra su pureza interior, precisando además que la corrupción del "corazón" (es decir, del mundo interior) es la fuente y la medida de la responsabilidad (y, en consecuencia, de la culpabilidad) de las acciones perpetradas:

"Del corazón provienen los propósitos malvados, los homicidios, los adulterios, los robos, los falsos testimonios, las calumnias. Todo esto hace impuro al hombre" (Mt 15, 19-20).

Jesús hasta considera – y esto es típico de su antropología – que la castidad es violada en la intimidad del alma, cuando se acepta el deseo reprobable, antes que se produzca la consumación del acto pecaminoso:

"Aquél que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón" (Mt 5, 28).

Un problema rabínico respecto al matrimonio

"¿Es lícito a un hombre repudiar a su mujer (gynàica) por algún motivo?" (Mt 19, 3). La cuestión que los fariseos proponen a Jesús tenía una referencia precisa: se trataba de una cuestión que dividía a las corrientes rabínicas de la época.

La escuela de Shammai consideraba que la única razón válida para proceder al repudio era el mal comportamiento moral, es decir, el libertinaje de la mujer.

Para la escuela de Hillel, por el contrario, bastaba algún inconveniente en la vida conyugal, inclusive sólo la costumbre de salar demasiado los panes o haber dejado quemar el segundo plato.

Al continuar con tal línea permisiva, pocas décadas después, el Rabbí Aquiba llegará a considerar como razón suficiente la posibilidad, por parte del marido, de desposar a una mujer más bella.

La respuesta de Jesús

Jesús no se deja envolver en las controversias de los doctores de la ley ni se muestra condicionado por los comportamientos difundidos por los judíos. El suyo es un golpe lateral, ya que su respuesta es que necesita remitirse al designio originario de Dios:

"Al principio de la creación Dios los hizo varón y mujer; por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y los dos se convertirán en una sola carne. Que el hombre no divido lo que Dios ha unido" (Mc 10, 6-9).

"Al principio": este "principio" en el que ha sido pensada y decidida la creación (cfr. Génesis 1, 1: en archè) incluye ya la perspectiva cristológica y eclesiológica, según la cual la realidad nupcial es signo y figura de la unión que liga al Redentor con la humanidad renovada, y la misma distinción de los sexos es alusión a la dialéctica y a la comunión entre Cristo y la Iglesia.

Es una visión tan sublime e inesperada del matrimonio, que los discípulos, pasmados, se refugian en el sarcasmo: "Si ésta es la situación del hombre respecto a la mujer, no conviene casarse" (Mt 19, 10).

Notemos que la redacción del episodio por parte de san Marcos supone la idea de la igualdad sustancial entre el hombre y la mujer, una igualdad que no aparecía en las disposiciones mosaicas:

"Quien repudia a su propia esposa y se casa con otra, comete adulterio; si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio" (Mc 10, 11-12).

Por su parte, el evangelio de san Lucas ha conservado otra frase de Jesús que nos ofrece una precisión ulterior:

"Todo aquél que repudia a su propia esposa y se casa con otra, comete adulterio; el que casa con una mujer repudiada por su marido, comete adulterio" (Lc 16, 18).

Como se ve, la segunda parte de la frase previene y descarta también la hipótesis que la indisolubilidad no vale más luego que el vínculo se ha roto, como alguno ha pensado. Y desautoriza la hipótesis que la ley de la indisolubilidad pueda ser excepcionalmente violada, cuando se trata del cónyuge repudiado, no responsable de la ruptura.

El inciso de Mateo

La redacción de san Mateo agrega un inciso que no es de fácil comprensión:

"El que repudia a la propia esposa (ten ghynàica autoù), excepto en caso de 'pornèia', y se casa con otra, comete adulterio" (Mt 19, 9).

¿Qué es esta "pornèia"? No puede significar un mal comportamiento moral de la mujer, porque en tal caso Jesús se asimilaría a la escuela de Shammai (mientras la reacción de los discípulos se explica sólo con la novedad absoluta de la sentencia de Cristo). Por otra parte, la perfecta concordancia de san Marcos, san Lucas y san Pablo nos asegura que Jesús considera absoluto el principio de la indisolubilidad.

La solución más simple es que aquí se habla de una convivencia no esponsal con una mujer, convivencia que no sólo se puede sino que también se debe interrumpir. Así interpreta también la Biblia de la Conferencia Episcopal italiana, que traduce: "Si no es en caso de unión ilegítima".

El ideal y la misericordia

Jesús anuncia sin atenuantes y sin concesiones el espléndido diseño originario del Padre sobre la mujer y sobre el hombre; por eso mismo advierte a todos para que no desfiguren ese ideal de una vida casta y santa que se nos propone divinamente. Pero mira siempre con simpatía y comprensión a los hombres que de hecho han envilecido ese ideal con sus prevaricaciones.

Los pecadores son tratados por él con afectuosa cordialidad. No los considera extraños y lejanos, más bien los considera la razón de su venida al mundo y los naturales destinatarios de su misión: "Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores" (Mt 9, 13; Mc 2, 17; Lc 5, 32).

Con esta actitud benévola consigue salvar de la lapidación a la adúltera (Jn 8, 1-11). Defiende caballerosamente a una mujer que en el relato evangélico es calificada como "una mujer pecadora que vivía en la ciudad" (Lc 7, 37). Con la samaritana que vivió varias experiencias lleva a cabo una conversación amable y sincera que conquista su corazón (Jn 4, 5-42).

La suya no es la misericordia aparente del permisivismo, sino que por el contrario, es la misericordia salvadora que, sin despreciar y humillar, impulsa al arrepentimiento y al renacimiento interior..

El "gran misterio"

La visión cristiana trascendente del vínculo hombre-mujer – y en esa visión la precisa y exigente propuesta de vida casta, según la condición propia de cada uno – encuentra su fundamento y su inspiración en el convencimiento que ese vínculo es imagen de la conexión esponsal que une a Cristo con la Iglesia.

Es una lección de "teología anagógica" (que se deja iluminar desde lo alto) que san Pablo nos imparte en la epístola a los efesios. En la donación recíproca de los cónyuges vive un "gran misterio" [...] que el Padre ha diseñado antes de todos los siglos: "Éste es un gran misterio: y yo digo que se refiere a Cristo y a la Iglesia" (Ef 5, 32). A los ojos del Apóstol, el amor del marido por su esposa evoca el amor de Cristo por la Iglesia: un amor que salva, que purifica y que santifica.

El posterior magisterio de la Iglesia hablará del matrimonio como "sacramento", un sacramento que, al ser alusión y figura del vínculo que hace del Redentor y de la humanidad "una sola carne", efectúa en los esposos una participación especial en ese acontecimiento, [...] en el interior del cual los actos recíprocos de donación personal se convierten en ocasión y vehículo de continua gracia.

Ninguna filosofía y ninguna religión han llegado jamás a exaltar así la vida sexual. Naturalmente, hablamos de la vida sexual conducida según el plan originario de Dios.

Un desafío siempre actual

La castidad anunciada y propuesta por la predicación apostólica ha sido sin duda un desafío a la mentalidad y al comportamiento de la humanidad de esos tiempos. Y es un desafío que también hoy conserva intacta su actualidad. Bajo un cierto aspecto se ha tornado más necesaria y más urgente.

Nuestra época está dominada y maltratada por una especie de pansexualismo. El sexo es invocado continuamente: no sólo en los enunciados sociales y psicológicos, no sólo en las múltiples expresiones de arte y de cultura, no sólo en los espectáculos y en los entretenimientos, ya que hasta en los mensajes publicitarios no se puede hacer menos que evocarlo y aludir a él.

A veces tenemos la impresión de estar condicionados y manipulados por una misteriosa agrupación de maniáticos que imponen a todos su degeneración mental. Son los mismos que no dejan jamás de definir como beatos e hipócritas a cuantos no se dejan convencer por sus elevadas argumentaciones. Y con su tenacidad y su intrepidez alcanzan, sin quererla, la melancólica meta de una comicidad objetiva.

Realismo evangélico

Es indudable que a los ojos del mundo la visión cristiana parece fatalmente abstracta y utópica: se dirá que es noble y bella, pero demasiado alejada de la realidad efectiva.

En honor a la verdad, este ideal de castidad es justamente imposible y vano para quien no vive en plenitud la vida bautismal, con sus citas sacramentales, con la contemplación asidua del acontecimiento pascual, con el justo espacio dedicado a la oración, con el compartir en forma decidida y alegre la experiencia eclesial.

El motivo está en el hecho que la castidad no es una virtud que se pueda conseguir y adquirir por sí sola, fuera del contexto de un seguimiento integral de Cristo. Por el contrario, en el contexto de un seguimiento integral de Cristo todo se torna posible, fácil, alegre: "Yo lo puedo todo en aquél que me conforta" (Flp 4, 13).

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El libro:

Giacomo Biffi, "Pecore e pastori. Riflessioni sul gregge di Cristo", Cantagalli, Siena, 2008, pp. 256, euro 13,80.
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Del anterior libro, de un año atrás, de Giacomo Biffi, "Memorie e digressioni di un italiano cardinale" [Memoria y disgresiones de un cardenal italiano], www.chiesa ha publicado algunas páginas seleccionadas en este servicio:

> Antes del último cónclave: "Qué le dije al futuro Papa" (26.10.2007)
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Otros servicios de www.chiesa sobre el cardenal Biffi y sus escritos:

> Pericolo Anticristo! Il cardinale Biffi dà la sveglia alla Chiesa (3.6.2005) > Giacomo Biffi vescovo, l'ultimo dei grandi Ambrosiani (28.10.2002) > Martiri cristiani del 2001. E Biffi striglia la Chiesa (3.1.2002) > Pinocchio riletto dal cardinale Biffi: "L'alto destino di una testa di legno"
(24.8.2000)


A propósito de otro libro, reciente, de otro cardenal, Carlo Maria Martini, en otra tonalidad respecto a Biffi:

> Dios no es católico, palabra de cardenal (12.11.2008)


Traducción en español de José Arturo Quarracino, Buenos Aires, Argentina.
Un aporte del Dr. Roberto Castellano - ProVida

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sábado, 22 de noviembre de 2008

Nuevo Orden Mundial


De Wikipedia, la enciclopedia libre

El lema "Novus Ordo Seclorum" ("Nuevo Orden de los Siglos") aparece también en el reverso del Gran Sello de los Estados Unidos, e, igualmente, se encuentra inscrito en el reverso de los billetes de dólar estadounidenses.
El Nuevo Orden Mundial es un plan diseñado por Adam Weishaupt, creador de los Illuminati encuadrado dentro de la moderna teoría de la conspiración. De acuerdo con los teóricos de dicha conspiración, el Nuevo Orden Mundial sería un plan cuyo propósito sería derrocar a los gobiernos y reinos del mundo, además de erradicar en todo el planeta de todas las religiones y creencias, para así unificar a la humanidad bajo un "nuevo orden", que estaría basado en un sistema extremadamente uniformizador, y con una moneda única y una religión universal, donde según sus creencias, cada persona lograría la perfección.
Según una de las variantes de la moderna teoría de la conspiración, los Illuminati originales siguen existiendo y persiguen aún el cumplimiento de ese nuevo orden. El llamado "proceso de globalización" iniciado a fines del siglo XX en todo el planeta, sería una de las múltiples facetas del establecimiento progresivo de este nuevo orden.
Contenido
1 Signos y símbolos
2 Teorías
2.1 Masonería y Nuevo Orden Mundial
2.2 Socialismo y Nuevo Orden Mundial
3 Véase también
4 Enlaces externos
5 Referencias
6 Bibliografía
6.1 En español
6.2 En inglés
[editar] Signos y símbolos
De acuerdo con algunas personas hay ciertos signos que prueban esta demanda. Por ejemplo, los extraños murales en el Aeropuerto Internacional de Denver, signos de la Francmasonería en edificios (particularmente en Washington D.C.) y pentagramas en los planos de la ciudad,[1] el símbolo Illuminati en el Sello de Estados Unidos con las palabras "Novus Ordo Seclorum" en latín que significa "nuevo orden de los siglos" (o eras) que fue impreso en los billetes de un dólar desde 1935 por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Morgenthau (hijo) bajo demanda del entonces secretario de Agricultura y futuro vicepresidente de los Estados Unidos, Henry A. Wallace, bajó la influencia de Nicholas Roerich.[2] El logotipo del Information Awareness Office que fue creado por el Defense Advanced Research Projects Agency, tiene el mismo símbolo.

Logotipo del Information Awareness Office

Partidarios de esta teoría pueden decir hasta un cierto grado quien es parte de este grupo. Nadie puede determinar quien "no es" parte de el NOM. Muchas prominentes familias tales como los Rothschilds, Rockefellers, Morgans, Kissingers, y los Du Ponts, también como monarcas europeos, el Vaticano, y los Sionistas podrían ser importantes miembros, ya que mantienen relaciones saludables con las familias anteriormente mencionadas y con figuras de alto poder. Organizaciones internacionales tales como el Banco Mundial, FMI, Unión Europea, las Naciones Unidas, y la OTAN son creídas ser organizaciones esenciales del NOM. Presidentes y Primeros Ministros de naciones son incluidos en la conspiración. También a veces se cree que el NOM son personas que vienen del mismo linaje de sangre.
Hay numerosos campos de internamiento localizados dentro de los Estados Unidos y que estos campos de internamiento (famosos campos "FEMA") son signos de que, inclusive antes de haber empezado a operar,[3] la conexión entre sus fundadores y el NOM son directos. Estos campos serán usados para guardar estadounidenses quienes protesten o den cualquier tipo de lucha contra el gobierno actual y el Servicio Secreto de los Estados Unidos junto a las organizaciones del gobierno serán usadas para controlar la población y aplicar nuevas leyes en caso que se declare Ley marcial.[4]
[editar] Teorías
[editar] Masonería y Nuevo Orden Mundial
Émile Flourens, Ministro de Asuntos exteriores de Francia, denunció las premisas de la creación de la Sociedad de Naciones (antecesor de las Naciones Unidas) en un libro, señalando las influencías masónicas para crear un gobierno mundial.[5] Gary H. Kah considera que los masones son la fuerza detras del agenda por un gobierno mundial único, el Nuevo Orden Mundial.[6]
[editar] Socialismo y Nuevo Orden Mundial
William F. Jasper, un miembro de la John Birch Society, denunció la pertenencia socialista o marxista de todo los secretarios general de las Naciones Unidas señalando una futura dictadura mundial.[7] Una teoría parecida a las de John Coleman.[8]
[editar] Véase también
Gabinete en la sombra
Illuminati
Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense
Teorías de la conspiración masónica
[editar] Enlaces externos
Documental sobre los orígenes de la dominación de los banqueros Rockefellers, Rotschilds y otros
[editar] Referencias
http://www.bob-wonderland.supanet.com/Washington3.jpg
William F. Jasper, The evil eye: the occult symbol chosen for the Orwellian Information Awareness Office has links to ancient paganism and modern revolutionary Communism, The New American [1]
Retos del S.XXI - FEMA Campos de Concentración en Estados Unidos - Concentration Camps in US
“Solución” de Bush a la gripe aviar: Ley marcial
Émile Flourens, Un fiasco maçonnique à l'aurore du vingtième siècle de l'ère chrétienne, (1912), Texto en linea en francés
Gary H. Kah, En Route to Global Occupation, Huntington House Publishers, diciembre 1996
William F. Jasper, Global Tyranny... Step by Step: The United Nations and the Emerging New World Order, 1992 Texto en línea en inglès
John Coleman, One World Order: Socialist Dictatorship (antiguo titulo Socialism: The Road To Slavery)
[editar] Bibliografía
Daniel Estulin, La verdadera historia del Club Bilderberg, Barcelona, Planeta, 2005, ISBN 84-8453-157-0.
Estulin, Daniel. Los Secretos del Club Bilderberg, Barcelona, Planeta, 2007, ISBN 84-8453-168-6.
Paul H. Koch Illuminati: Los secretos de la secta más temida por la iglesia Católica al descubierto, Barcelona, Editorial Planeta, 2005, ISBN 84-08-06453-3.
Koch, Paul H. La historia oculta del mundo, Ediciones del Bronce, 2007, ISBN 84-8453-172-4.
Koch, Paul H. Illuminati: Los secretos y conspiraciones de los Illuminati al descubierto, Editorial Planeta, 2004, ISBN 84-08-05568-2.
Santiago Camacho, La conspiración de los Illuminati, La Esfera de los Libros, 2006, ISBN 84-9734-440-5.
Still, William T. (1990). New World Order: The Ancient Plan of Secret Societies. Huntington House Publishers. ISBN 0-910311-64-1.
Robertson, Pat (1992). The New World Order. W Publishing Group. ISBN 0-8499-3394-3.
Marrs, Jim (2001). Rule by Secrecy: The Hidden History That Connects the Trilateral Commission, the Freemasons, and the Great Pyramids. HarperCollins. ISBN 0-06-093184-1.
William F. Jasper, Global Tyranny... Step by Step: The United Nations and the Emerging New World Order, 1992. Texto en línea en inglès
Gary H. Kah, En Route to Global Occupation, Huntington House Publishers, diciembre 1996.
A. Ralph Epperson, New World Order, 1990

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INSTITUTO EREMITA URBANUS

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Deistas, Francmasones y Pietistas

La emancipación de la Razón

Las capas altas de la Cristiandad se habían ido desembarazando de todo lastre, hasta quedar triunfante el Nominalismo y ser declara autónoma la Razón. Las ideas de los reformadores facilitaron esa transición. Inmediatamente después de LUTERO aparecieron en Inglaterra los primeros deistas y el luteranismo se dividíó en Ilustrados y pietismo.

Los deístas creían por lo menos en una razón universal, por lo que otorgaban sus simpatías al panteísmo y permanecían propicios a una evolución cristiana. Pero los enciclopedistas franceses, rompiendo también esa ficción, hicieron al hombre, con su limitada razón, la medida de todas las cosas. Deísmo e Ilustración confluyeron poco a poco; el racionalismo y el subjetivismo destruyeron la objetividad de todos los valores; los que detentaban el poder no necesitaban ya una doctrina de la predestinación que les librara de su responsabilidad: puesto que Dios era considerado como quimera, no tenían ya responsabilidad ninguna. Del cristianismo les quedó aún un resto insípido: una tendencia a la dicha terrena y una llana ética utilitaria, resumidas ambas en la palabra: “humanitarismo”.

Éste provenía de JUAN AMOS COMENIUS (1592-1670: KOMENSKY), el cual lo había fundado aun en una positiva fe en Dios. Pero sus aliados amigos de Inglaterra recogieron los conceptos y no el espíritu con que habían sido formados y fundaron la religión de los francmasones. En nombre del “humanitarismo” fue llevada a cabo la Revolución Francesa, en nombre de la Humanidad fue hecha la Guerra Mundial (léase 1ª Guerra Mundial, 1914-1918) y se ganaron millones de dólares. La frase de Grillpatzer asegurando que la Humanidad pasaba del humanismo hacia la bestialidad, a través del nacionalismo, se cumplió plenamente al ser rubricada por HITLER esa orientación.

Los francmasones

Cuando tras la coronación de CARLOS II, en 1660, peleaban los partidos ingleses por un mejor orden eclesiástico, volvieron los ojos a COMENIUS, quien les envío los estatutos de la Unión de los Hermanos Moravos. Sus ideas hallaron el debido eco en determinadas esferas y en 1717 se fundaba en Londres la primera logia francmasónica.

Cuando Criegern combate esa influencia de COMENIUS, tiene tan sólo razón porque el concepto de la Humanidad era entonces deísta, y COMENIUS se había precavido de ser visto como deísta. Con COMENIUS enlaza también la francmasonería en su ecléctica “religión universal”, extensible a mahometanos y judíos y, finalmente, también se halla en COMENIUS el simbolismo del tabernáculo del Antiguo Testamento, que tan gran papel juega en la francmasonería.

El ideal, derivación de la masonería de los albañiles, en quienes había alentado la primitiva doctrina de los valdenses, como sostuvo L. Keller, es, poco plausible. No fueron los albañiles, sino los tejedores quienes injertaron la orientación revolucionaria a las ideas heréticas. Y es también psicológicamente insospechable que los creadores de las maravillosas catedrales del la Edad Media pertenecieron a una secta que calificaba a las iglesias de obra del diablo. Mucho más posible es que tras la época de la Reforma despertara el neoplatonismo de los humanistas un interés por el simbolismo de la construcción y decidiera adoptarlo para sus obras.

La francmasonería traspasó pronto los estrechos límites de la isla inglesa y su jefatura pasó a Francia, a manos del Gran Oriente de París. Allí se transformó el deísmo en racionalismo, la francmasonería se hizo portadora de las ideas democráticas y republicanos y fue como tal la fuerza impulsora de la Revlución Francesa. (Véase: L. Keller: Die reformation und die alteren Reformpartein - La Reforma y los Antiguos partidos reformistas -, Leipzig, 1885, citado por JOSEPH LEO SEIFERT, Los revolucionarios del mundo (De Bogomil a Lenin, a través de Hus. Luis de Caralt Editor, Barcelona, 1953, versión española de Jesús Ruiz y Ruiz, 360 páginas. p. 110-113).

Al mismo tiempo abarcó también la organización francmasónica a los iluminados, secta más o menos panteísta que representaba en el siglo XVIII la tradición dualista, viva aún en el Mediodía (SUR) francés. Llevaban sus orígenes hasta la antigua orden de los Templarios o del Temple, disuelta (con razón o sin ella; eso es igual para el caso) bajo la acusación de herejía cátara o albigense y se remontaban incluso hasta las primitivos misterios egipcios. La influencia de Swedenborsg, con su doctrina racionalista, constituyó el nexo de unión con el grupo de París. Lyon y Aviñón fueron los puntos centrales de los iluminados, que hallaron también adeptos en Copenhague, en la corte de Berlín y en Estrasburgo.

Maltrecho su crédito por el desprestigio de aventureros sin muchos escrúpulos como el conde de SAN GERMAN y CAGLIOSTRO y horrorizados por la violenta sangría de la Revolución Francesa, se volvieron los iluminados, bajo el influjo de LAVATER y SAINT-MARTIN, el venerador de Bohemia, hacia una orientación espiritual del monismo que se convirtió en romanticismo en ECKARTSHAUSEN, JUNG STILLING, NOVALIS y otros y que en algunos casos volvió a ordenarse por el cauce del catolicismo.

El las logias de los iluminados fue condenada la Revolución francesa y se rindió culto al ideal religioso y monárquico. Esto les valió los más enconados ataques del poder de París, que difundió también la fábula de la participación de los jesuitas en la Revolución. CADET-GASSICOURT , que se complació especialmente en difundir esta especie, ocupó un papel directivo en el Gran Oriente y hasta el propio VIATTE no pudo evitar dar la impresión de que sus ataques a los jesuitas estaban tan solo destinadas a confundir a la opinión pública. (A. VIATTE: Les sources ocultes du romanticismo . Illuminisme. Théosophie. 1770-1820. París, 1928, 2 vols.; Vol. I, pág. 312. (+80 años).

En 1810 suprimió la Gran Logia de París la orientación cristiano-quietista de todas las logias provinciales e impuso la admisión de los judíos, que hasta entonces había estado recusada en muchas logias. Correspondiendo al menosprecio de la mujer en una de sus orientaciones dualistas, permanecieron las puertas de las logias francmasónicas para ellas, y sólo durante un tiempo existieron algunas logias femeninas especiales, de poca importancia en la marcha de la sociedad.

Al lado de los iluminados espiritualistas surgió en el Mediodía francés una corriente antinomista-materialista a la que pertenecieron al escritor pornográfico Restif de la Bretonne y el comunista Bonneville, que pueden considerarse como precursores de los jacobinos y que mantuvieron inmejorables relaciones con el Gran Oriente de París. Pero a pesar de este ejemplo, no ha de creerse que la masonería oficial y el comunismo tuvieron mucho en común. Aquélla fue mejor la defensora del orden mundial CAPITALISTA, con NAPOLEÓN como instrumento para la supresión de las nuevas ideas de igualdad. El ideal comunista se cultivó, empero, en otra larga serie de sociedades secretas.

A los intentos de LENHOFF y otros para presentar a la francmasonería como una sociedad inocente y útil a la Humanidad, puede responderse que esas imágines reflejan acaso una de las logias de iluminados ya mencionadas. Precisamente éstas fueron suplantadas por el Gran Oriente de París, que abandonó finalmente el conocimiento deísta de Dios y se identificó con el ateísmo. Pero en tanto que para el humanismo sea el hombre la norma superior, con su razón limitada y todas las pasiones, serán completamente lógico que bajo la capa de la Humanidad se oculten propósitos y acciones inhumanas. JAURES demostró, y la Guerra Mundial lo puso otra vez de manifiesto, que en nombre de la humanidad podían cometerse todos los crímenes. Como concede también LENHOFF, es la república y la “democracia” el ideal político de la francmasonería que sólo se reconcilia con la Monarquía cuando ha logrado reducirla a una institución sin importancia para la consecución de sus fines.

Amos Comenio (1592-1670): precursor del Gobierno Mundial

En contraste con la unidad del mundo católico con relación a los problemas espirituales, los pueblos protestantes sentían dolorosamente los efectos de su creciente los efectos de su creciente división en innumerables sectas. No faltaron intentos de unidad, proseguidos, por otra parte, hasta nuestros días, pero a todos ellos les fue rehusado el éxito. Igual resultado tuvieron los propósitos unitarios del último obispo de la Unión de Hermanos, AMOS COMENIUS (KOMENSKY), representativos del primer ensayo importante para lograr una síntesis fuera del catolicismo.

En COMENIO se unen las tres corrientes sectarias. Descendía de la orientación moderada de las sectas fraternas, fue ganado por el quiliasmo de los panteístas y quiso crear una religión general del amor, al tiempo que alentaba en él el imperialismo de los laboristas y las orientaciones eclesiásticos-políticas de WICLEFF y HUS.

En 1627 tuvo que abandonar Bohemia y a partir de ese instante llevó llevó una vida inquieta entre Transilvania y Holanda, hasta que murió en 1670 en Amsterdam.

COMENIO es hoy conocido en extensas esferas tan sólo como un pedagogo, que por medio de su gramática y especialmente de su “Orbis pictus” (“El mundo ilustrado”) traducido a casi todos los idiomas del mundo, preparó y previno una reforma de la enseñanza. Pero su gran obra fue la incompleta PANSOPHIA, en la que quiso abarcar totalmente los conocimientos humanos en unas formuladas valederas para todas las ocasiones, con lo que aspiro a desterró todas las causas de discordia y unir de ese modo a la divida humanidad. Alentó entusiásticamente el plan de fundar en Londres una academia mundial que le sirviera de apoyo y difundió la idea de un idioma universal que facilitara la fraternidad y la convivencia humanas.

Tal confianza en el poder de la ciencia emanaba de su platonismo. Una ley arrastraba toda la creación, de tal manera que debía ser posible reducir todo a unos pocos principios y hacerlos inmediatamente evidentes a todos los hombres. Reconocía a Aristóteles como un gran espíritu, impugnando con convicción que él, el gentil (¡) , se hubiera hallado en posesión de la norma verdadera y condenando, por tanto, todos los intentos, de ORÍGENES a SANTOS TOMÁS DE AQUINO, para unir la filosofía “gentil” (aristotélica) con el Cristianismo. Designaba a los sentidos, la razón y la revelación como fuentes de todo conocimiento y para el representaba la Biblia la autoridad superior,, no sólo en los problemas de la fe, sino en la ciencias naturales, puesto que como platónico creía hallar, como CALVINO, la inspiración divina en cada palabra. Repudiaba el sistema de COPÉRNICO como impío y tachaba a la filosofía de DESCARTES de pestilencia, presagiando que conduciría al ateísmo. Como contraargumento a “cogito, ergo sum” ponía el sueño, en el que lógicamente debería extinguirse el ser si fuera dependiente del pensamiento. También repudiaba el deísmo y tras y tras una honda reverencia ante BACON tomó partido por su método inductivo. Consideraba el empirismo como “la aurora del futuro”, pero inutilizable para los resultados pansóficos que sólo podrían ser alcanzados después de muchos siglos. Halló su ideal de consecuencia y seguridad en las matemáticas y al igual que PITÁGORAS creyó construido el Universo por leyes matemáticas. También para COMENIO tuvieron las cifras un sentido metafísico. Designó al 3, al 7 y al 10como perfectos y en todo su sistema pansófico utilizó las divisiones en tres y en siete.
Como naturalista, siguió el sendero del neoplatonismo. Elevó al mundo sobre tres principios: la materia fue para él la madre verdadera de todas las cosas, el espíritu el verdadero padre y la luz ambos amores en común, el verdadero lazo de las cosas.

Dividió también a los hombres en cuerpo, alma y espíritu, concediéndoles un libre arbitrio. Cuando se daban a lo terreno, se materializaban groseramente y terminaban por volver a la nada; cuando seguían la inspiración celestial, se divinizaban en cierto modo, elevándose sobre todas las demás criaturas. COMENIO mantuvo los tres principios en toda su doctrina, defendiéndolos contra con TELESIO y CAMPANELLA, que sólo reconocían dos, con los significativa objeción de que dos principios no podían ordenar ningún conjunto. Los dos principios significan para él “spiritus mundi” del tercer principio, que logró armonizar en un todo a la Creación.

Comenio como quiliasta

La totalidad de los siglos XVI y XVII esta llena de profecías sobre el fin del mundo, que en su mayoría van estrechamente ligadas a la esperanza en el advenimiento del Tercer Reino. COMENIO atacó a aquellos “profetas”, un cuyas visiones creía firmemente, tantas veces como desengañaron sus esperanzas. En la “Via lucis” hizo una detallada descripción del Tercer Reino. Reinaría una perfecta paz porque los hombres, en posesión de la Verdad, dada directamente por Dios, no tendrían ninguna causa de diferencia y de lucha. El advenimiento de ese reino de paz y felicidad tendría lugar cuando hubieran transcurrido seis mil años del Génesis. Luego seguirían mil años de paz y quietud y finalmente tendría lugar el Juicio Filial.

Pero a estos anhelos religiosos, unió también inmediatas realidades políticas. Al fin del mundo debería preceder la ruina de Roma y los Habsburgo, como presuposición para la libertad de los checos. Con ello no hacía COMENIO más que hacerse eco de las profecías de KOTTER, PONIATOWSKA y hasta del propio embaucador DRABIK, , afirmándose al mismo tiempo más y más en su intento de forjar una coalición mundial de los príncipes protestantes, con Francia y Turquía, contra Roma y los Habsburgo. A pesar de que las profecías de DRABIK no se cumplieron jamás y de que éste siguió fantaseando insolentemente, COMENIO no depuso su fe en él y siguió trabajando en su empresa.

Es muy revelador para un juicio sobre el catolicismo francés el que COMENIO pusiera todas sus esperanzas en el Rey de Francia. Ocho meses después de su muerte, fue juzgado DRABIK en Presburgo acusado de alta traición. Pereció en las llamas de la hoguera, pero cuando los Turcos sitiaron Viena en 1683, las bocas de París no nombraban a los magnates que mandaban el ejército. Sino a DRABIK. ¡Tanto se deseaba el cumplimento de sus profecías!

La “religión mundial del amor”.

Completamente contradictorios fueron también los empeños de COMENIO para lograr una unión de las Iglesias. Por un lado defendía decididamente la doctrina de los Hermanos Moravos contra los antitrinitarios y los deístas y sólo quería relacionarse con la Iglesia Católica en el caso que “se convirtiera”, pero por el otro aspiraba a instituir una religión mundial formaba por las partes esenciales de todas las religiones. No sólo reconocía que la Biblia había sido inspirada por Dios, sino también estaba dispuesto a asegurar que el CORAM había recibido el mismo soplo divino, siempre que respondiera a determinadas condiciones. Quería dejar a Dios la decisión de la Verdad, pero a pesar de ello calificaba al Papa de Anticristo.

Dijo sobre la Iglesia luterana que había sido “la hermana más querida de la Unión BOHEMIA”, pero que LUTERO no había sabido llegar a buen término su obra.

“HABÉIS INICIADO LA FE VIVA, PERO DESPUÉS DE TERMINAR CON LA MUERTE. EL CONOCIMIENTO DE CRISTO SIN LA IMITACIÓN DE CRISTO, EL DEJARSE ENMOHECER EN EL EVANGELIO SIN MANTENER LOS MANDAMIENTOS DE AMOR CONTENIDOS EN ÉL, NO ES OTRA COSA QUE UN ABUSO DEL EVANGELIO Y EN CIERTO MODO UN ENGAÑO Y UNA SUPLANTANCIÓN”. (pág. 107).

A pesar de que declaró, aludiendo a sus intentos de unión entre las Iglesias, que no podía lograrse la convicción por medios lógicos, si faltaba la voluntad de perfeccionamiento, dejaba COMENIO la impresión en otros pasajes de sus escritos de que, en su opinión, bastaba el conocimiento de lo bueno para hacer buena la acción. Así dedujo, por ejemplo, transposiciones de la voluntad, de errores de la voluntad. Sin duda no quiso con ello defender aún el principio de la Ilustración, “sabiduría es virtud”, pero no cabe duda de que sistema estaba tocado ya de las nuevas corrientes, que permitirán más tarde extraer de sus escritos conclusiones evidentemente contradictorias.

COMENIO no fue un pensador o filósofo consecuente. Estuvo influenciado por muchos ejemplos exteriores e intentó aunar todo lo que era, en la mayoría de los casos, incompatible. Desgraciadamente sus obras son las que nos hacen desconfiar de las hermosas palabras que escribió sobre la fraternización de los hombres en el “Unum neccesarium” y que quiso que campearan en el frontispicio del prodigioso edificio de la unidad de los pueblos:

BUENA SERÍA NUESTRA MISIÓN, SI NADIE DESEARA DESPUÉS DE NOSOTROS OTRA COSA QUE AQUELLO QUE ESTUVIERA ENCAMINADO A DAR LA FELICIDAD Y AUMENTAR LA PROSPERIDAD DE LA SOCIEDAD HUMANA; SI TODOS PERMANECIERAN, CADA CUAL EN SU SITIO, EN ORDEN, SIN ASPIRAR A ELEVARSE LOS UNOS SOBRE LOS OTROS Y A SOJUZGARSE MUTUAMENTE, SINO EXPULSAR FUERA DE SÍ TODO EGOÍSMO Y SERVIR VOLUNTARIAMENTE A LOS DEMÁS PARA ALCANZAR EL AMOR Y LA PAZ ENTRE TODOS”.

Si COMENIO fue ya reverenciado como pedagogo por sus contemporáneos, sus ideales pansóficos cayeron pronto en el olvido y sus devaneos quiliastas le hicieron de sospechosos a los hombres de la Ilustración. Su doctrina siguió alentando, sin embargo, en las esferas pietistas e incitó el neohumanismo de HERDER. Mejoradas en el “humanitarismo” FUERON LAS IDEAS COMENIANAS BASE DE LA RELIGIÓN DE LOS FRANCMASONES.
Se recomienda especialmente, de JOSEF LEO SEIFERT, “Los revolucionarios del mundo”(de Bogomil a Lenin, a través d Hus), Luis de Caralt Editor, Barcelona, título original,: Die weltrevolutionäre. Versión española de Jesús Ruiz y Ruiz, primera edición : noviembre de 1953. 360 páginas.

Editó Gabriel Pautasso
Instituto Eremita Urbanus

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Marianillo de Birlibirloque

Por Leonardo Castellani

(…) En Resumen, puede demostrarse el carácter divino de la Iglesia, contemplando la totalidad Della sin círculo vicioso; pues cuando yo contemplo eso soy un sujeto diferente del pobrecito fiel entre muchos de la Parroquia de Santa Elisa.
También hay que advertir muy mucho que ese carácter divino se irá obnubilando y oscureciendo hasta noche cerrada al llegar el tiempo en que se dijo Jesucristo mismo “no quedaría ya fe sobre la tierra”; de modo que solamente “los que perseveren hasta el fin será salvos”.

Sobre el estado de la Iglesia en el tiempo del fin escribe SAN JERÓNIMO: “En principio parece blasfemo afirmar que la Iglesia se convertirá en desierto y tierra árida, y que las fieras harán morada en ella, y que luego se la insulte: “Esta ciudad entregada al mal, que habitaba en seguridad, la que decía en su corazón: - ¡Yo y nadie más que yo! - ¿Cómo se ha convertido en desierto, en guarida de fieras? Pero quien el anuncio de SAN PABLO: “El los últimos días sobrevendrán tiempos difíciles porque los hombres serán amadores de sí mismos y del dinero, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos, inhumanos, desleales, calumniadores, incontinentes, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traidores, temerarios, hinchados, amantes de los placeres más que de Dios, con apariencia de piedad, mas negando lo que es su fuerza” (II Timoteo 3: 1-5), y además lo que vaticina el Evangelio: “Por el exceso de la iniquidad se enfriará la caridad de los más” (Mateo 24: 12), tanto que entonces se cumplirá la palabra de Cristo: “Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará por ventura fe sobre la tierra? (Lucas, 18:08), no pensará que es increíble la devastación extrema de la Iglesia”. SAN JERÓNIMO concluye que “”donde antes habitaban el Padre, el Hijo y el Espíritu y los ángeles ejercían su ministerio, entonces habitarán las fieras, y por ello se lamenta el profeta: “No entregues a las fieras las de quienes confían en ti” (Salmo 73 (74): 19)”Commentaria in Sophoniam, Cap. II, vv 12 ss, PL (Patrología Latina) 1370 c-d, 1371 c).

“La Iglesia en el tiempo de la Gran Apostasía (quedará) reducida a un grupo de fieles que resisten a los prestigios y poderes del Anticristo (mártires de los últimos tiempos) mientras la Religión en general es pisoteada durante 42 meses o 3 años y medio. Pisotear no es eliminar: el “Cristianismo” será adulterado (…).

“¿Qué es lo que puede corromper a la Iglesia? Lo mismo que corrompió a la Sinagoga, el Fariseísmo (…). Hay actualmente obras “católicas” que trabajan, se esfuerzan y se desgañitan para el Príncipe de este mundo; y ojalá yo esté equivocado. La seña es cuando hay “religión” (¿?) y no hay honradez adentro de ellas (…).

Sólo el Tabernáculo (o Sancta Sanctorum) será preservado: un pequeño de cristianos fieles y perseguidos; el Atrio, que comprende también las Naves (no los había en el Templo de Jerusalén), será pisoteado. Y ésa es la “abominación de la desolación”, que dijo DANIEL (9: 27) y repitió Cristo (Mateo 24:15)”. (Castellani, Leonardo, El Apokalypsis de San Juan, Visión Séptima: La medición del Templo, Editorial Jus, México, 1967, pp. 141-143).

Esto lo tenía tan presente MARIANILLO que y se volvíó una manía en él. Sin duda usted lo oyó, porque hablaba de ello solamente con los más íntimos. Él creía que los “signos” de que dijo Cristo habíamos de estar atentos, se estaban cumpliendo. Pp. 135-136.

Editó Gabriel Pautasso
Instituto Eremita Urbanus


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miércoles, 19 de noviembre de 2008

Declaración del Episcopado Argentino sobre la Masoneria


Dado en “Villa San Ignacio” a veinte días del mes de Febrero y año del Señor de mil novecientos cincuenta y nueve.

1959 - 20 de Febrero – 2009 : Cincuenta años de la declaracion

El Episcopado Argentino en su Reunión Plenaria, ante las diversas manifestaciones hechas en la prensa por la masonería, se siente en la obligación de hacer una pública declaración en cumplimiento de la recomendación de S. S. LEÓN XIII: Lo primero que procuréis hacer será arrancar a los masones sus máscaras para que sean conocidos tales cuales son”. (Encíclica “Humanun Genus”).

Los Papas, pilotos supremos e infalibles de la civilización, comprendieron el peligro que amenazaba al mundo a través de las sectas y lo señalaron desde la primera hora declarando palmariamente la conjuración satánica que se cernía sobre la humanidad.

Desde CLEMENTE XII, en su Encíclica “In eminenti” de 1738, hasta nuestros días, reiteradamente los Soberanos Pontífices han condenado las sectas masónicas y el Código de Derecho Canónico señala: “Los que dan su nombre a la secta masónica o a otras asociaciones del mismo género en excomunión” (Canon 2335).

El 24 de julio de 1958 (en la Octava Semana de Formación Pastoral), S. S. PÍO XII señaló como “raíces de la apostasía moderna, el ateísmo científico, el materialismo dialéctico, el racionalismo, el laicismo, y la MASONERÍA, madre común de todas ellas.

Doctrina y Fines de la Masoneria

El inmortal Pontífice LEÓN XIII, en la carta Encíclica “Humanun Genus” – condenatoria de la masonería – al afirmar que “junto al reino de Dios en la tierra, que es la verdadera Iglesia de Cristo, existe otro reino, el de Satán, bajo cuyo imperio se encuentran todos los que rehusan obedecer a la ley divina y eterna y acometen empresas contra Dios, o prescinden de Él”, nos advierte que “en nuestros días todos los que favorecen al segundo de estos bandos parecen conspirar de común acuerdo y pelear con la mayor vehemencia, siéndoles guía y auxilio la sociedad que llaman de los masones. Audazmente se animan, - continúa el Papa – contra la Majestad de Dios y maquinan abiertamente y en público la ruina de la Santa Iglesia, y esto con el propósito de despojar enteramente a los pueblos cristianos de los beneficios que les granjeó Jesucristo Nuestro Salvador”. Más adelante dice LEÓN XIII: “Entre los puntos de doctrina en que parece haber influido en gran manera la perversidad de los errores masónicos se hallan enormidades sostenidas por los socialistas y comunistas y los ataques cual tiene su origen en el matrimonio uno e indivisible; y contra la educación cristiana de la juventud y la forma de potestad política modelada según los principios de la sabiduría cristiana. Por eso, a ejemplo de nuestros Predecesores, hemos resuelto declararnos de frente contra la sociedad masónica, contra el sistema de su doctrina y sus intentos y manera de sentir y obrar, para más y más poner en claro su fuerza maléfica e impedir así el contagio de su funesta peste. Hay varias sectas – anota el Papa – que si bien diferencias en nombre, forma y origen, se hallan sin embargo unidas entre sí por cierta comunión de propósitos y afinidad entre sus opiniones capitales, concordando de hecho con la secta masónica: especie de centro de donde de ellas salen y adonde todas vuelven”.

Su último y principal intento no es otro que el de destruir hasta los fundamentos de todo el orden religioso y civil establecido por el cristianismo; levantando, a su manera, otro nuevo común con fundamentos y leyes sacadas de las entrañas del Naturalismo, el cual sostiene que la naturaleza y la razón humana ha ser en todo maestra y soberana absoluta”. Luego, el Papa enumera algunos intentos masónicos por los cuales los sectarios “niegan toda divina revelación, atacan con saña a la Iglesia, cuyo deber es guardar y defender en incorrupta pureza el depósito de las doctrinas reveladas por Dios; propugnan la separación de la Iglesia y el Estado, fomentan el indiferentismo religioso, sostiene la igualdad de todos los cultos, privan a la Iglesia de su libertad, propician la educación laica obligatoria, con exclusión de toda idea religiosa, el matrimonio civil, el divorcio absoluto y el ateísmo del Estado. (Encíclica “Humanun Genus).

Medios recomendados en la actualidad por la Masonería

En 1958, en la Cuarta Conferencia Interamericana de la Masonería, realizada en Santiago de Chile, se manifestó que, “La Orden presta ayuda a sus adeptos para que puedan alcanzar altas jerarquías en la vida pública de las naciones; y luego se desarrolló el temario titulado: “Defensa del laicismo”. Señalóse a continuación la nueva táctica de la masonería con la que coinciden también las últimas consignas del comunismo internacional. Los masones deben procurar el laicismo en todos los órdenes y los comunistas la subversión del orden social como terreno apto para sus intentos finales. La consigna es la siguiente: “Intensificar la campaña laicista por intermedio de los diversos partidos políticos influenciados. Tratar de apaciguar la alarma de la Iglesia Católica contra la masonería evitando la acción masónica directa. Incrementar la acción conducente al quebrantamiento de la unidad de los movimientos obreros, para apresurar luego su copamiento. La masonería y el comunismo persiguen momentáneamente el mismo objeto en América Latina; por lo cual debe procurarse la mayor armonía en la acción, sin que aparezca públicamente su alianza”.

Segundo Congreso Internacional por la Fraternidad Universal.

Una prueba de todo esto tenemos en el “Segundo Congreso Internacional por la Fraternidad Universal”.

La masonería mundial y el comunismo se aprestan a realizarse en la ciudad de Montevideo, el denominado “Segundo Congreso Internacional por la Fraternidad Universal”. Es éste un congreso masónico de inspiración comunista que aspira a hacer servir los fines masónicos de “fraternidad universal” a la expansión del comunismo soviético internacional. Se realizará este congreso en los días de la próxima Semana Santa (del 26 al 28 de marzo) y se propone aprestarse para “luchar por la confraternidad humana y la paz del mundo”. Dos lemas en el que ocultan sus perversas intenciones la Masonería y el Comunismo.

Masonería y Comunismo

“El marxismo y la Masonería tienen el ideal común de la felicidad terrestre. Un masón puede aceptar enteramente las concepciones filosóficas del marxismo. Ningún conflicto es posible entre los principios y de la masonería”, lo afirma el gran Maestre de la Masonería de París.

Para lograr sus fines la masonería se vale de la Alta Finanza, de la alta política y de la prensa mundial; el marxismo se vale de la revolución en lo social y económico contra la patria, la familia, la propiedad, la moral, y la religión.

Los masones cumplen su fin con medios secretamente subversivos; los comunistas, con medios abiertamente subversivos. La masonería mueve a las minorías políticas sectarias; el comunismo se apoya en una política de masas, explotando los anhelos de justicia social.

A los Jovenes

Todo argentino, pero principalmente la juventud, debe saber que el Catolicismo y Masonería son términos que se contradicen y excluyen absolutamente como el Cristo y el Anticristo. Y también debe saber que el liberalismo o laicismo, en todas sus formas, constituyen la expresión ideológica propia de la masonería.

Poco importa que muchos liberales no sean masones; hay instrumentos lúcidos e instrumentos ciegos. Lo que importa es que unos y otros colaboran objetivamente en la destrucción de la Iglesia de Cristo y del orden católico de la República.

Lo que mueve hasta la acción de la masonería es, en última instancia, el odio a Cristo y a todo lo que lleva su nombre EN LAS ALMAS y en las instituciones humanas. Su objetivo final es la destrucción de lo católico y de todo lo que se fundamenta o inspira en su doctrina.

La Iglesia de Cristo ha presidido todas las funciones de la patria misma. Ella está presente - vigilante y actuante – en todos los hechos trascendentes y decisivos de nuestra historia. Católico es el origen, la raíz y la esencia del ser argentino. Quiere decir que atentar contra lo católico es conspirar contra la Patria.

Más todavía, la disminución de la fe en el pueblo argentino comporta a la vez una disminución de su patriotismo.

De ahí que la defensa de la Fe Católica y la restauración de la Patria en Cristo sea la forma más pura y plena de servir a la Patria. La impiedad masónica, por el contrario, es causa de indiferencia, desprecio y deslealtad hacia la Patria.

A los padres y madres de familia

A los padres y madres de familias cristianas, asociados por Dios a su divina paternidad, que tienen en sus hijos la prolongación de sus vidas, les exhortamos a cuidar celosamente la educación de sus hijos, que son también hijos de Dios.

Frente a las insinuaciones del mal y engañoso y falso modo de proceder de las sectas, ejerzan la patria potestad y cumplan los sagrados compromisos contraídos cuando presentaron sus hijos a la Iglesia para que fueron hechos hijos de Dios por el Bautismo.

A todos los argentinos

A cuantos sienten en su pecho el amor a la Patria les señalamos como enemigos de nuestras tradiciones y de nuestra futura grandeza, la masonería y el comunismo que aspiran a la destrucción de cuanto hay de noble y sagrado en nuestra tierra.

Dado en “Villa San Ignacio”, San Miguel a veinte días del mes de febrero y año del SEÑOR de mil novecientos cincuenta y nueve.

S. S. JUAN XXIII
Cardenal Santiago Luis Copello
, primado de la Argentina

Extraído de : MAURICE FARA, “La masonería en descubiero” Estudio documental de la labor masónica. Ed. La Hoja de Roble, Buenos Aires, 1960, págs. 131, p. 127- 131.

Editó Gabriel Pautasso
Instituto Eremita Urbanus


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