viernes, 4 de noviembre de 2011

#NIETZSCHE#

“Él escribía y describía en su obra lo que vendrá, lo que ha de venir indefectiblemente. ESA HISTORIA puede ya ser escrita ahora. Lo que cuento es la historia de los próximos dos siglos”. (F. G. N.)  

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

*“DIOS HA MUERTO”, anunció NIETZSCHE antes de avanzar hacia su propia abolición. Porque no existe NIETZSCHE –sugiere RONALD HAYMAN-, sino sólo un conjunto cambiante de voces contradictorias. Envidiosos adversarios contemporáneos quisieron infamarlo con la marca de la locura. Sin quererlo y sin saberlo, se acercaron a la caracterización a la caracterización de un filósofo cuyo pensamiento ambivalente se aproxima a la desintegración del yo.
Los sistemas coherentes y consistentes de la certeza, propios del siglo XIX, se derrumbaron sin gloria ante el primer embate del siglo XX. Los desarticulados discursos de NIETZSCHE sobrevivieron, más modernos que los modernos.
Hoy su obra parece más contemporánea que nunca. Sus múltiples voces hablan intensamente a una sensibilidad para la cual la paradoja es la única verdad, la pluralidad es la única consistencia, la fragmentación es la única integridad.  

I.                   Sólo si se cree en Dios es posible creer que Dios ha muerto; No es que NIETZSCHE  haya afirmado alguna vez, de manera inequívoca, que él creyese que el Dios había muerto: lo puso en boca de un loco en un libro DE 1882. La gaya ciencia, escrito, como casi toda su obra, en fragmentos separados y discontinuos. La delicada y ambigua historia que tituló “El loco” es casi autónoma.
II.                ¿Habéis oído del loco que encendió un farol en plena luz del día y corrió al mercado preguntando a gritos, “¿dónde está Dios? ¿dónde está Dios?”. Como mucha gente que estaba por ahí no creía en Dios, hubo risas y carcajadas. ¿Acaso se extravío? Preguntó el uno. ¿Quizá se embarcó? ¿O será que está escondido? ¿Acaso nos teme? ¿Quizá se embarcó? ¿O EMIGRÓ? Hubo risas y alboroto. El loco corrió en medio de ellos y los observó. ¿A dónde se ha ido DIOS?, exclamó. “Te lo diré. Lo hemos matado… ¡tú y yo! Todos somos sus asesinos. ¿Pero cómo lo hemos hecho? ¿Cómo es posible que nos hubiéramos tragado el mar? ¿Quién nos dio la esponja con la cual era posible borrar el horizonte entero? ¿Qué íbamos a hacer una vez que desencadenáramos a la Tierra del Sol? ¿Hacia dónde se dirige? ¿Para dónde vamos? ¿Lejos de todos los soles? ¿Nos precipitamos derecho al abismo? ¿Y hacia atrás y hacia los lados y hacia delante, en todas las direcciones? ¿Existe todavía un arriba y un abajo? ¿No será más bien que vamos a la deriva en medio de la nada infinita? ¿Qué quizá el espacio vacío nos aspira? ¿No está todo más frío? ¿No se cierra la noche sobre nosotros un poco más, noche tras noche? ¿Acaso no necesitamos faroles en la mañana? ¿Seguimos sordos al ruido que hacen los sepultureros que cavan la tumba de Dios? ¿Acaso no ha llegado a nuestras narices la hedentina de la putrefacción divina? Los dioses también se pudren. ¡DIOS HA MUERTO! ¡DIOS SIGUE MUERTO! ¡NOSOTROS LO ASESINAMOS! ¿Qué haremos nosotros, los peores de todos los asesinos, para levantar nuestros ánimos? El más santo y poderoso de todos los seres se desangró bajo nuestros cuchillos… ¿Qué agua los limpiará? ¿Qué festival expiatorio, qué penitencia tendremos que inventar? ¿Acaso la grandeza de esta hazaña nos quedó demasiado grande? ¿Acaso tendremos que hacernos dioses mismos para estar a la altura de la hazaña? Jamás se había realizado una tal magnitud y quienes vienen después de nosotros, gracias a ella, vivirán en una historia tan altiva como nunca antes se ha visto”.
III.             Calló ahora el loco y observó de nuevo a sus espectadores. También ellos guardaron silencio y lo observaban, perplejos. Finalmente arrojó a tierra su farol de modo que hizo añicos y se apagó. “He llegado demasiado pronto”, dijo. “Aún no ha llegado la hora. Esta terrible experiencia todavía no está haciendo más que un rodeo… no ha llegado a oídos de los hombres. El trueno y el relámpago necesitan tiempo para ser oídos y vistos. La luz de las estrellas necesita tiempo, también las hazañas necesitan después de realizadas. Esta hazaña está aún más lejanas que la más remota de las estrellas… y sin embargo, lo hicieron, ¡ellos mismos lo hicieron!. (La gaya ciencia, . 125).  
La tensión de la prosa de NIETZSCHE es tal, que no nos permite hacer a un lado la noticia sobre la muerte de DIOS como si fuera un mero disparate. Una vez que el hombre ha acusado a la gente-y a sí mismo- de haber asesinado a la deidad ahora ausente, sus preguntas dejan de ser absurdas, al tiempo que el ritmo atropellado de su prosa no nos permite hacerlas a un lado. Este hombre no se nos presenta como un personaje de ficción – no conocemos su edad ni su porte -, pero su modo de hablar no es el de NIETZSCHE.  

((Véase: RONALD HAYMAN, “NIETZSCHE, Las voces de NIETZSCHE”. Traducción Juan Manuel Pombo Abondano, Grupo Editorial Norma, Buenos Aires, 2º edición, 1998, 68 p.)

“NIETZSCHE bien pudo haber tomado en préstamo la idea de la muerte de Dios de la compilación de HEINRICH HEINE Sobre la historia de la filosofía y la religión en Alemania (1834): “Nuestro corazón está lleno de una terrible piedad.  El viejo JEHOVA se prepara para morir… ¿Oyes doblar las campanas? Ponte de rodillas. Le traen los últimos sacramentos a un Dios que muere”. Sin embargo, NIETZSCHE produce algo más que una mera variación sobre un tema de por sí no muy original. Antes de presentarnos a loco, afirma que el más grande peligro que afronta la humanidad es “un estallido de locura…un brote de arbitrariedad al oír, al sentir y al ver; un placer en la indisciplina mental, júbilo en la sinrazón humana”*.   

*FEDERICO GUILLERMO NIETZSCHE nació en RUCKEN el 15 de octubre de 1944. Hijo de un pastor protestante, muere cuando él tenía 5 años de edad, a causa de una caída en el templo donde ejercía su sacerdocio. Un año después muere su hermano menor. Estos dos hechos  marcarán la vida de NIETZSCHE. La familia, encabezada por su madre se traslada a NAUMBURG. A los 15 años ingresa en la escuela de PFORTA. La superioridad mental de NIETZSCHE se manifiesta desde su primera juventud. Sus propios compañeros se lo reconocen a pesar del “pathos de la distancia” que mantenía con ellos y que será su “sino” durante su vida. Incluso al final de su existencia y en ECCE HOMO exclamará “Sobre todo, no me confundáis con otros”. En una época en que el estudio le absorbe por completa, causa admiración ver a la multitud, variedad y profundidad de sus lecturas. A los 18 años tiene ya una filosofía propia influenciada por EMERSON y FICHTE, para recibir más tarde la decisiva influencia de sus lecturas de ARTURO SCHOPENHAUER. Las materias preferidas de NIETZSCHE eran LATÍN, GRIEGO y CRISTIANISMO ROMÁNTICO. En el cristianismo y en cultura griega fija su atención en el problema moral, que no dejará de analizar a través de toda su obra. Al mismo tiempo aumentaba su aficción por la música tanto como intérprete como compositor. Tocaba el piano. Tocaba el piano con notable brillantez, siendo a la vez un magnífico improvisador. WAGNER llegó a decir de él que era demasiado buen músico para ser profesor. En 1864, terminados sus estudios secundarios, ingresa en la Universidad de BONN para seguir estudios de filología y la fisiología, donde encuentra fundamentales puntos de apoyo, que, junto con su profunda intuición del problema moral, darán a su filosofía la clasificación de la filosofía vitalista. En 1865 se traslada a LEIPZIG para continuar sus estudios de filología, donde da conferencias, lo que será definitivo para su futuro inmediato. Decisivo es para NIETZSCHE, encontrar en una librería de LEIPZIG, la obra de SCHOPENHAUER “El mundo como Voluntad y representación”. El mismo dice “Yo no sé qué demonio me soplo volver a casa con aquel libro. Apenas estuve en mi habitación, abrí el tesoro que había adquirido y comencé a dejar obrar a este sombrío y enérgico genio”.
Aunque la profundidad y originalidad de NIETZSCHE se ha mostrado incomparablemente superiores a las del viejo rival de HEGEL, no cabe duda que aquella obra abrió la brecha por la que tenía que penetrar, más tarde el viento demoledor de ZARATUSTRA.
En 1868 conoce a WAGNER, que cree ver en el joven filósofo al teorizador ideal de todo su profundo Drama. En este mismo año logra la Cátedra de Filología Clásica en la Universidad de BASILEA. Cuando sólo tenía 24 años (¡!) la facultad de LEIPZIG le concede sin examen ni tesis, el título de Doctor, como premio a los revelantes estudios realizados y a las conferencias sobre temas filológicos. A partir de aquí  su vida es sumamente accidentada. Desde la Guerra Franco-Prusiana, en que se alista en un cuerpo de ambulancias, hasta su apasionado amor con LOU SALOME, su ruptura con WAGNER, sus visiones y su amargo final psíquico y físico, condicionan su  existencia y su genial concepción filosófica. En un día de otoño de 1889, el gran filósofo alemán, preso de un profundo ataque de apoplejía, que concluiría con su vida, que concluiría con su vida, se abraza al cuello de un caballo en los arrabales
de TORINO, para preservar al noble de los malos tratos infringidos por un despiadado carretero. A PARTIR DE AQUÍ, NIETZSCHE el filósofo de la VOLUNTAD, ya no existe. Tenía 45 años, en plena madurez y genio. Finalmente, y sin recuperarse jamás, muere el 25 de agosto de 1900 a la edad 56 años.
NIETZSCHE había dicho en una de sus últimas páginas filosóficas que “Él escribía y describía en su obra lo que vendrá, lo que vendrá, lo que ha de ser escrita ahora. Lo que cuento  es la historia de los próximos dos siglo”.  

*OBRAS DE FEDERICO G. NIETZSCHE

El origen de la Tragedia
Así hablo ZARATUSTRA
Filosofía general
La Gaya Ciencia
Consideraciones Intempestivas
El Anticristo
Humano, demasiado humano
Aurora
El Eterno Retorno
Ecce Homo
La Voluntad de Dominio
*Tratados Filosóficos* 

*PENSAMIENTO VIVO DE NIETZSCHE*

“Modesto, aplicado, benévolo, moderado. ¿Así queréis al hombre, al hombre bueno? Pues a mí esto me parece solo el ideal del esclavo, del esclavo del porvenir” (La voluntad de dominio).

“Qué en vuestra muerte brillen todavía vuestro espíritu y vuestra virtud como amaneceres de la Tierra; sino habréis fracasado en la muerte. Hay muchos que mueren demasiado tarde. Hay otros que mueren demasiado pronto”. (Así habló ZARATUSTRA).

“Nosotros creemos aún en una jerarquía de los hombres y de los problemas y esperamos la hora en que esta doctrina de los rangos y de las categorías sea de nuevo escrita sobre la ancha faz de la vulgar sociedad moderna”, (ECCE HOMO).  

*TRATADOS FILOSÓFICOS contemporáneos de “Aurora” (1880-1881)*

I.    Filosofía en  General

1. Filosofía y filósofos

Lo nuevo en nuestra actual posición con respecto a la filosofía es la convicción que todavía no ha poseído ninguna época: “que no poseemos la verdad”. Todos los hombres anteriores “han creído poseer la verdad”, incluso los escépticos.
La mayor parte de las filosofías han sido inventadas para acomodar nuestros sentimientos a las circunstancias adversas como nuestros son efímeros.
Yo encuentro a SCHOPENHAUER algo superficial en las cosas del alma, porque ha sufrido y ha gozado poco; un pensador debe guardarse de “hacerse duro”; pues entonces, ¿de dónde tomará sus materiales? Su pasión por el conocimiento no era bastante grande para querer sufrir por éste: se atrincheraba. También su orgullo era más grande que su sed de conocimientos: temía por su fama, temía retractarse.
El que la doctrina de LA “VOLUNTAD” se insinúa en nosotros tan fácilmente, obedece a que hay de esencial en ella, por CONCEPTO JUDAICO “CORAZÓN”, que nos ha hecho familiar la Biblia de LUTERO. La sensación de que una cosa nos es familiar y se relaciona con sentimientos ya existentes en nosotros nos la hace tomar por verdadera.
Sentir hondo, sostener mucho tiempo un gran sentimiento y producir muchas melodías con “una” sola cuerda, esto es lo que caracteriza a grandes patéticos, a los que pertenece SCHOPENHAUER; se distingue  de los filósofos si contamos a SCHOPENHAUER entre éstos; en efecto, no quieren conocer a toda costa, sino cantar su dolor a toda costa.

2. Filosofía y ciencia

Aquel cálido, abrasador sentimiento del fanático, “ésta es la verdad”; este tocar con las manos y ver con los ojos, que enseñorea la fantasía; este palpar nuevos mundos, es una enfermedad del intelecto, no es una vía del conocimiento.  
En los hombres de ciencia anidan las virtudes del soldado y su serenidad especial; les falta la última responsabilidad. Son severos consigo mismos y con los demás y esperan alabanzas. Son varoniles y tienen amor al peligro; tienen que hacerse valientes y jugarse la vida por el conocimiento; odian las palabras gruesas y son inocentes y algo juguetones. Yo sé cuán pobre os parece este idealismo (que se echa a la espalda el materialismo y el escepticismo y camina cara al sol); pero yo soy con vosotros y me pongo a vuestro ideal; más aún: me hago malo.
La idea de que algo terrible está encadenado a nosotros colorea todos nuestros sentimientos. O ser dioses desterrados, o expiar culpas de tiempos anteriores. Todos estos terribles secretos que nos rodean nos hacen a nuestros propios ojos muy interesantes, pero completamente egoístas. Debíamos y podíamos no desviar no desviar la vista de nosotros mismos. Ahora es posible perder el apasionado interés por nosotros mismo y emplear la pasión fuera de nosotros, en las cosas (ciencia). ¡Qué importo yo! Esto no lo pudo decir PASCAL.
El instinto del conocimiento es aún joven y grosero, y por consiguiente, reservado, odioso e injurioso con los instintos más antiguos y más ricamente desarrollados; “todos” lo fueron en otro tiempo. Pero yo quiero tratarles como pasión y como algo con lo que las almas solitarias pueden vivir apartadas para que su vida sea fecunda y cordial; algunas veces se necesita renunciar al mundo, pero no hacerse asceta.
La ciencia nos ha sido muy útil; ahora quisiéramos someternos completamente a ella por desconfianza contra la religión y sus fines. ¡Qué error! Ella no puede dar órdenes, mostrar caminos, sino sólo cuando se sabe adónde puede ser útil. En general, es un concepto mitológico creer que el conocimiento conocerá siempre lo que sea más útil e indispensable para la humanidad, pues tanto tiene de útil como de nocivo. Las más altas formas de la moralidad son quizá imposibles a toda luz.
VII Observaciones resueltas

Quien siembra en el espíritu planta un árbol a larga fecha. Lo que se hereda de padres a hijos son los hábitos más ejercitados (¡no los más estimados!). El hijo traiciona al padre. La aplicación de un sabio corresponde a la actividad de su padre: por ejemplo, cuando está continuamente en el “comptoir” (mostrador –de tienda- o factoría en país extranjero), o cuando trabaja como un cura de “aldea”. Los griegos de las clases superiores eran individualmente tan productivos porque no tenían ninguna aplicación sin pensamiento.
TENER SUCESIÓN.- Esto es lo hace al hombre firme, constante y capaz de sacrificios: es la mejor educación. Los hijos son siempre los que educan a los padres, y por cierto, los hijos de todas clases, incluso los espirituales. Sólo nuestras obras y nuestros discípulos son los que dan al navío de nuestra vida y dirección.
Si nosotros no hacemos de la “muerte de Dios” una grandiosa renunciación y una constante victoria sobre nosotros mismos, tendremos que soportar su pérdida. 

VIII  Religión

¿Cuáles son las profundas transformaciones que debemos obtener de la doctrina según la cuál no hay un Dios que cuide de nosotros ni una ley moral eterna (humanidad ateo-inmoral)’: ¿qué somos animales?, ¿que nuestra vida no es eterna?, ¿qué somos irresponsables? El sabio y el animal deben juntarse y producir un nuevo tipo.  
También debemos ser como Dio, justos, benévolos, radiantes con todas las cosas y crearlas de nuevo como las hemos creado.
Todo este mundo que a nosotros nos afecta y en el cual tienen sus raíces nuestras necesidades, apetitos, goces, esperanzas, colores, líneas, fantasías, plegarias y maldiciones; todo este mundo lo hemos “creado” nosotros, “los hombres”, y lo leemos “olvidado” hasta el punto de imaginar luego un creador de todo esto, de atormentarnos con el problema ¿de dónde? Como el lenguaje es creación, la poesía primitiva de un pueblo, así el mundo intuitivo es la creación poética primitiva de la humanidad, y ya los animales empiezan a poetizar en este punto. Esto lo heredamos todo de una vez, como si fuese la realidad misma.  

Mujer, amor, matrimonio

Para contemplar bien la belleza de esta mujer hay que mirarla con ojos de poco alcance; mas para apreciar su espíritu totalmente, hay que emplear las lentes de mayor potencia, porque la oculta por vanidad; el espíritu hace vieja a la mujer. 
La confusión en los medios de mantener sinceramente el matrimonio: la mujer cree estar predestinada para este fin. En realidad, todo es un vulgar acaso y cualquier otro hombre les serviría. Ella quiere obedecer; trabaja para el hombre y piensa y dice: “¡Cuánto he hecho por ti!”. Pero no lo hacía por él, sino por cualquiera a quien hubiese encontrado en su camino. El deber y el trabajo separa a los cónyuges y hace posible que se soporten. Porque hombre y mujeres no han experimentado antes lo que es propiamente la “amistad”; por lo mismo, no se sienten decepcionados de su comercio mutuo; no conocen ni el amor ni la amistad. El matrimonio está hecho por centauros caquéxicos. 
El amor duradero es posible – aún cuando sea feliz -, porque no es fácil poseer totalmente a un ser, conquistarle por completo, sino que siempre es una cosa nueva, siempre tiene en su alma un fondo inexplorado, y hacia este fondo tiende el amor en su insaciable codicia. Pero el amor termina tan pronto como nosotros sentimos el “ser” como limitado. El conflicto de la pasión larga y corta nace cuando el uno cree poseer al otro hasta el fin y el otro aún no; entonces aquél se desvía, se desliga y excita al otro, por la distancia, a buscar nuevos valores, y finalmente, a menudo con la decisión de matarle antes que alguien le posea. Felizmente, las cosas no tienen alma; de lo contrario, veríamos continuamente este conflicto, y la naturaleza, si realmente hubiese amado al hombre, le hubiera consumido ha largo tiempo de amor, aunque no hubiera sido más que para no dejarle ser botín de un dios.
El permiso para tener hijos debería ser concedido como una distinción y a toda costa quitar al comercio sexual el carácter de un medio de multiplicación; de lo contrario, cada vez aumentará el número de hombres de bajas inclinaciones, pues los espíritus superiores no son demasiado celosos en los asuntos eróticos. En cambio, lo son los más valientes y guerreros, y a ellos se debe en último término la buena calidad de hombres que aún existe. Pero si el espíritu comercial se sobrepone al guerrero, ENTONCES…
Procedamos contra los criminales como contra los enfermo; es decir, impidámosles que se propaguen. Éste es el primer paso para mejorar las costumbres, el que yo deseo dar: el enfermo y el criminal no deben ser considerados como reproducibles.

Cultura

Nosotros NO somos los restos ni los supervivientes de la humanidad (como lo somos, indudablemente, del mundo orgánico en devenir). DE NOSOTROS NO SE PUEDE ESPERAR MUCHO NUEVO, QUE “CAMBIE” EL CARÁCTER DE LA HUMANIDAD.
Los sentidos del hombre se han debilitado con el progreso de la civilización: ojos y oídos, porque el temor ha disminuido t la inteligencia se ha refinado.
Por el alcohol se retrocede a grados de cultura que se habían superado. Todos los alimentos nos proporcionan una revelación sobre el pasado de que procedemos.
¿No tenéis compasión con el pasado? ¿No veis cuán abandonado está, cuán dependiente del favor, del ingenio, del capricho de cada generación, como una pobre mujerzuela? ¿No puede sobrevenir a cada momento un gran ser maléfico que nos obligue a desconocerla, que nos haga sordos para ella o que nos ponga en la mano un látigo para que la maltratamos? ¿No es su destino el de la MÚSICA, el de la mejor MÚSICA que poseemos? UN NUEVO ORFEO maléfico, que cada hora pudiera engendrar, ¿estaría quizá en situación de persuadirnos con sus acentos de que no hemos tenido aún MÚSICA alguna, y que lo mejor sería mandar a paseo todo lo que hasta aquí se ha designado con este nombre?  
A los pobres, a los agobiados de trabajo y a los casados se les habla ahora de lujo como el más fuerte estímulo para que creen riqueza: se combate la sobriedad y la familia idílica como un daño para la producción nacional y del coeficiente de trabajo.
Las clases medias quieren celosamente traer a los obreros a su situación: ¿son, pues, felices?
Se forma una clase esclava; pero no perdamos de vista que también se forma una nobleza.
YO QUIERO UNA IGUALDAD: LA QUE NOS PROPORCIONA EL MÁS EXTRAORDINARIO PELIGRO Y EL HUMO DE LA PÓLVORA. ALLÍ TODOS TENEMOS EL MISMO RANGO. ALLÍ PODEMOS DIVERTINOS LOS UNOS CON LOS OTROS.

(…y recuerde esto es de 1880…)

(Véase: FEDERICO NIETZSCHE, Aforismos y otros escritos filosóficos, Ediciones Andrómeda, Buenos Aires, 1976, 176 p.)

*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EREMITA URBANUS, Córdoba, 14.5.2011. Fiesta de SAN BONIFACIO, Mártir. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! Ave María Purisíma sin pecado original! gspp.*

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