sábado, 21 de julio de 2012

LOS JUDÍOS, EL MUNDO y EL DINERO p. JACQUES ATTALI


*En fin, como escribió DIEGO de SAAVEDRA FAJARDO (1584-1648): “La naturaleza no dio alas ni pies a los animales muy venesosos porque no hiciesen mucho daño. Quien a la malicia da pies o alas, quiera que corra o que vuele

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

*JACQUES ATTALI: “LOS JUDÍOS, EL MUNDO y EL DINERO*


*HISTORIA ECONÓMICA DEL PUEBLO JUDÍO, Fondo  de Cultura Económica de Argentina, México, original: Les Juifs, le monde et l´argent. 1ª edición en francés: 2002; 1ª edición en español. 554 pp.*

*HOMBRES QUE PASAN, de ORIENTE y de OCCIDENTE*

Junto a ISRAEL, la diáspora judía, entre otros, podría cumplir un rol ético, recordando a todos los humanos los valores morales que le permitieron durar, en una continuación de su ayuda a los otros para dialogar, crear, progresar, intercambiar. En el momento en que otras civilizaciones se moldean y surgen, el pueblo judío deberá recuperar, de una manera muy diferente, con las herramientas nuevas de lo virtual, el papel que desempeñaba hace diez siglos: pasar entre el Occidente. El Islam y el Oriente, pasar riquezas, ideas, culturas: pero también y sobre todo, tal vez, en esta nueva etapa de la historia del mundo, pasar su principal riquezas: el tiempo.

Puesto que el pueblo judío piensa a su Dios, convertido en el de todos, como el señor del tiempo en que viaja y cuyo valor mide con dinero; puesto que puso, a menudo para su desgracia, a su Dios y su dinero a disposición de los demás, ofreciendo, así, tiempo al mundo –tiempo de eternidad (a través de Dios), tiempo material (a través del dinero), tiempo del espíritu (a través del arte)-, le resta hacer del tiempo una nueva fuente de progreso de la humanidad.

En el nuevo diálogo de las civilizaciones, en la orientalización en curso de los hombres, y la occidentilización en curso de las cosas, el pueblo judío tendrá que representar un papel eminente en el encuentro de las diversas visiones del tiempo, de Oriente y de Occidente, que van a enfrentarse. Al expresar la única virtud común al sedentario y al nómada, esencial para la futura cultura del tiempo: la Hospitalidad, donde todo se juega en el placer de dar placer y en el intercambio de tiempo. Un tiempo finalmente arrancado a la doble dominación de la tierra y el dinero.

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Por lo tanto, esta historia no habla solamente de un pueblo demográficamente irrisorio, sino que revela el papel de todas las minorías en la historia humana. Destaca el dilema con que tarde o temprano se ven confrontados todos los pueblos: desaparecer en  la indiferencia de la uniformidad o morir por la intolerancia a la singularidad. Anuncia la transformación, en última instancia, de todas las cosas y de todas las relaciones sociales en dinero, la conversión de todas las cosas y todas las relaciones sociales en dinero, la conversión de todos a las culturales dominantes. Destaca la amenaza que planea sobre todas las minorías, designadas como chivos emisarias por aquellos cuyos conservadurismos desafían, envidiadas porque duran y perseguidas por lo que dan. Dan muestra que las diásporas que tienen éxito son aquellas  que dan la mayor importancia a la educación, la memoria, la excelencia, el largo plazo, el respeto por los otros. Indica que el porvenir pertenece a las naciones abiertas a las diásporas de los otros y a las suyas propias. Ilustra el hecho de que no hay sedentarios sin nómades ni nómades sin sedentarios. Por último, anuncia que Occidente sólo tiene interés en la paz con el Islam y Oriente si está dispuesto a sus culturas y a sus diásporas.

De una u otra manera, todos los pueblos del mundo se verán enfrentados a estos desafíos. Todos tienen una dimensión nómada y sedentaria a la vez, con una diáspora más o menos importancia. Todos se verán mezclados en esas diversas formas de guerra; el terrorismo nómada no escatimará a nadie. Todos se verán enfrentados a la exigencia de definirse a través de una identidad cultural, una lengua, y ni solamente un territorio. A menos que se aísle en un gueto, ninguno podrá ser otra cosa que el crisol de un mestizaje. Todos deberán reasignar un sentido a valores éticos, a determinadas morales, para servir de barreras a las locuras del mundo. La historia del pueblo judío, en sus relaciones con el dinero y el mundo, no es más que un anticipo, precioso para todos, por las leyes que enseña, de lo que cada cual puede esperar.

Una vez más, en Oriente se encuentran hoy las diásporas más promisorias. Primero la china: veinte veces más numerosos que la judía; treinta veces más rica que ella; igualmente orientada hacia la familia, la educación, el esfuerzo; igualmente capaz de alimentarse de los otros al tiempo que protege su identidad.

Mañana, la globalización estimulará la multiplicación de tales diásporas, a veces desapareciendo en las naciones que las acogen, otras renovadas a través de nuevos aportes de inmigrantes, otras sin raíces o sin nación. De ese mosaico movible estará hecho el mundo, y sólo podrá sobrevivir aceptándose como tal, enseñando a cada cual lo que debe esperar de los otros y lo que debe darles.
   
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Ésta es la historia de las relaciones del pueblo judío con el mundo y el dinero. No se me escapa la condena que pesa sobre este tema. Desencadenó tantas polémicas, acarreó tantas matanzas que se convirtió en una suerte de tabú: no se lo puede evocar bajo pretexto alguno, por miedo a despertar una catástrofe inmemorial. Hoy en día ya nadie se atreve a escribir sobre este tema; parecería que siglos de estudios sólo hubieran servido para echar más leña al fuego de los autos de fe. Por ello, por su sola existencia, este libro corre el riesgo de ser fuente de mil malentendidos.
Nos cruzaríamos de ese modo con fantasías que atravesaron todos los siglos, de TRAJANO a CONSTANTINO, de MATEO A LUTERO, de MARLOWE a VOLTAIRE, de los Protocolos de los Sabios de Sión a MEIN KAMPF, hasta el acervo anónimo presente en INTERNET.

Con todo, a los hombres de hoy les interesa comprender cómo el descubridor del monoteísmo se vio en la situación de fundar la ética del capitalismo antes de convertirse, a través de alguno de sus hijos, en su principal agente, su primer banquero, y, a través de otros, en su más implacable enemigo. 

¿Fueron los judíos los usureros cuya memoria conservó la Historia? ¿Mantuvieron con el dinero un vínculo especial? ¿Son actores específicos del capitalismo? ¿Aprovecharon guerras y crisis para hacer fortuna? O, por el contrario, ¿sólo fueron banqueros, orfebres, agentes cuando se les prohibía el acceso a los otros oficios? ¿Son hoy los amos de la globalización o bien sus peores adversarios?

Cuestiones geográficas y arqueológicas al margen, la identificación de SALEM con JERUSALÉN proviene de una unidireccional lectura prejuiciosa del SALMO 75, en donde dice:

DIOS SE HA DADO A CONOCER EN JUDÁ,
  GRANDE ES SU NOMBRE EN ISRAEL.
  EN SALEM ESTÁ TABERNÁCULO,
  Y SU MORADA EN SIÓN.”


DIARIO PAMPERO Cordubensis *Nº 456
INSTITUTO EREMITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía y del Tucumán, a 11 de junio del Año del Señor de 2012. FIESTA DE SAN BERNABÉ, Apóstol. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! …Sin pecado concebido. Gspp*

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