domingo, 9 de enero de 2011

*SATÁN EN LA CIUDAD*

“EL MEJOR ARDID DEL DIABLO ES HACER CREER QUE NO EXISTE”
BAUDELAIRE

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

1)*INTRODUCCIÓN:
DEMONIO:
1) Para los pueblos de la Antigüedad era un espíritu maligno o benigno, que servía de mediador entre los dioses y los seres humanos. También se llamaban genio.
PLATÓN lo consideraba como el de un difunto. El bizantino PSELLOS (1018-1078), que fue político, escritor y consejero de los emperadores bizantinos ISAAC X COMNENO y MIGUEL XII DUCAS, restauró la filosofía de PLATÓN y fue uno de los primeros demonólogos; afirmaba éste que existen seis clases de demonios: del fuego, del aire y de las tormentas, de la tierra, de las aguas, de los dominios subterráneos y de la noche.
Según esta clasificación, los demonios de la tierra son los que tratan de seducir a los seres humanos; los del agua, los que originan los naufragios, y los dominios subterráneos, los que originan los terremotos. De aquí se inspiraron posiblemente los cabalistas orientales para dividir a los demonios, a saber:
Las salamandras, que son demonios del fuego; los silfos *, que son del agua; y los gnomos *, que son de la tierra.
2) Para los cristianos, los demonios son ángeles malignos.
3) Para PLATÓN, la palabra daimon era una voz interior que decía a cada persona lo que no debía hacer.  
Cómo concuerda con lo que sabemos de la naturaleza de ese SATÁN – cuyo nombre hebreo SHATAN  significa literalmente ADVERSARIO, EL QUE ESTÁ EN CONTRA -, de ese DIABLO cuya etimología, “DIABALLÔ”, indica que se cruza de por medio. Inclusive al margen de toda preocupación confesional, un espiritualista estaría naturalmente a ver la mano de la eterna potencia de destrucción en esta Revolución (francesa) que no ha sido, ni es todavía – pues no ha terminado – más que una vasta empresa de demolición y de ruina y cuya doctrina se opone a todas las nociones políticas y sociales consagradas por el uso, la costumbre, la historia y la razón; una empresa tan general, tan bien coordinada – lo repito – que obliga a conjetura la acción de un director de juego, inteligente, la intervención del Gran Maldito.
*(Véase: 1.- Diario Pampero nº 293 SATÁN habita en INTERNET; 2.- Diario Pampero nº 356 LOS ADORADORES DE SATÁN; 3.- Diario Pampero nº 397 SATÁN EN LA CIUDAD).*
 *2) “Preparado así insidiosamente el terreno y esparcida la mala semilla casi por todas partes, he aquí que pronto, abundante y lujuriante, ha de sucederle una cosecha, asentaba M. MARCEL DE LA BIGNE DE VILLENEUVE, SATÁN EN LA CIUDAD, (original de SATAN DANS LA CITÉ. Traductor ROQUE RAÚL ARAGÓN. Editorial Nuevp Orden, Buenos Aires 1965, 144 pp.).  Llegamos a la Revolución 1789-1799 propiamente dicha. Ella constituirá el dominio predilecto de SATÁN, Digamos más: ÉL VA A INVESTIRSE EN ELLA, a incorporarse a sus dogmas, a insuflarles constantemente un espíritu de rebelión y de ruina. Parece, verdaderamente, haber encontrado allí el medio de realizar una de sus peores obras maestras. Obra maestra de perversión. Obra maestra de eficacia. Meditado bien: La Revolución no es una erupción esporádica y localizada que sólo afecte a una simple porción de una comunidad nacional; es una inmensa ola de fondo, una marejada que lo cubre todo. BLANC de SAINT BONNET nos la muestra como una insurrección a la vez filosófica, política y religiosa. Esto es cierto, pero todavía incompleto, pues ha sido igualmente económica, jurídica, literaria, etc. Precisamente, ese carácter de coordinación sintética, esa acción de conjunto es lo que debe poner en guardia al observador, hacerlo inducir la unidad original del fenómeno. Son inconcebibles e inexplicables, a mi parecer, si no se admite la hipótesis de un artífice, de una inteligencia sagaz, poderosa y maléfica.
“Con gran perspicacia, el PADRE FREPPEL ha llamado nuestra atención sobre una primera y ya muy fuerte presunción de esta infernal presencia al señalar la voluntad de saqueo y demolición sistemática que no puede dejar de impresionarnos de inmediato en este desorden. De allí una oposición deliberada y reveladora a los planes de la Providencia y al orden natural de las cosas que no proceden normalmente por destrozos inmensos y brutales. Es cierto, escribe el gran obispo, en la sociedad francesa del siglo XVIII se imponían, al sentir de todos, reformas sensibles, adaptaciones justas y sabias. Apoyarse sobre todo en lo que subsistía de bueno y útil en el legado del pasado para mejorar el presente y preparar un porvenir acogedor, he ahí el método más indicado. Enderezar las costumbres, corregir los abusos, eso era lo que aconsejaba la razón. Pero una nación que rompe bruscamente con todo su pasado, que en un momento dado hace tabla rasa de su gobierno, de sus leyes, de sus instituciones para reconstruir el edificio social de la base a la cúspide, sin tener en cuenta ningún derecho, ninguna tradición; una nación reputada como la primera entre todas y que viene a declarar a la faz del mundo entero que anduvo un camino falso durante doce siglos, que se ha engañado constantemente sobre su genio, sobre su misión, sobre sus deberes; que no hay nada de justo ni de legítimo en lo que ha hecho su grandeza y su gloria, que todo debe recomenzarse y que no dará tregua ni reposo mientras quede en pie un vestigio de su historia; no, jamás un espectáculo tan extraño se ofreció a los hombres”. (MONS. FREPPEL: La Révolution Françaisep. 6).

*(Véase, de JORGE MEJÍA PRIETO, “SATANISMO y SECTAS NARCOSATANISTAS en MÉXICO y en el MUNDO”, Editorial Diana, México, primera edición, noviembre de 1989, 174. La proliferación de las bandas y sectas narco-satánicas en Occidente y especialmente en las Américas, es sin duda uno de los signos de nuestro tiempo. El encuentro de la droga y el satanismo puede anticipar un mundo donde los valores éticos y morales se hayan perdido en un movimiento hacia la perversión. Patética expresión de la descomposición y crisis de la sociedad, el fenómeno no respeta fronteras ni sistemas políticos. Este libro, periodístico, histórico y literario, SATANISMO y SECTAS NARCO-SATÁNICAS indaga el significado y la historia del satanismo. Su enlace con el narcotráfico, el carácter de las misas negras y la imagen del DIABLO en la literatura. Conste). *

A la luz de estas advertencias solemnes, JOSEPH de MAISTRE, abarcando con su mirada de águila todo el panorama de la política religiosa de su época, podía discernir y denunciar su profunda perversidad. “Lo que distingue a la Revolución francesa y lo que la hace un acontecimiento único en la historia”, escribía, “es que es mala radicalmente…Es el más alto grado de corrupción conocido; es la impureza pura”. En todo tiempo hubo impíos, pero “JAMÁS HUBO, ANTES DEL SIGLO XVIII, UNA INSURRECCIÓN CONTRA DIOS”. También la declara intrínsecamente DEMÓNICA, “SATÁNICA EN SU ESENCIA”. Y agrega: “Veo al ENEMIGO del género humano, sesionando en el Picadero (en la Convención) y convocando a todos los espíritus malos a este nuevo Pandemonium, oigo distintamente il rauco suon delle tartaree trombe;  veo a todos los VICIOS de FRANCIA acudir al llamado y no sé si escribo una alegoría”. (J. de MAISTRE: Oeuvres, I, p. 52 y 303).

“Medio siglo más tarde, el Papa PÍO IX, en su encíclica del 8 de diciembre de 1849, ratificada este juicio y lo hacía suyo casi en los mismos términos; resumiendo y precisando las condenaciones producidas por su predecesor, no hesitaba en escribir: “LA REVOLUCIÓN ESTÁ INSPIRADA EN EL MISMO SATÁN. SU FIN ES DESTRUIR DE ARRIBA ABAJO EL EDIFICIO DEL CRISTIANISMO Y RECONSTRUIR SOBRE LAS RUINAS DEL EDIFICIO SOCIAL DEL PAGANISMO”.

Después de haber preparado,  dice MARCEL DE LA BIGNE DE VILLENEUVE, y redactado nutridos apuntes sobre los fenómenos de orden masónico que me interesaban, tuve  la agradable sorpresa de hallarme en acuerdo muy frecuente – no sólo por el fondo sino por los términos de vocabulario que creía ser el primero en usar – con el hermoso libro, documentado, vehemente y violento, que JACQUES D´ARMOUX tituló La hora de los héroes, cuya existencia ni siquiera había podido suponer mientras escribía mi trabajo.
Una de las piezas principales de la LITERATURA DEMONOLÓGICA contemporánea es, sin duda, la gruesa compilación dedicada a SATÁN por la colección de los ESTUDIOS CARMELITANOS. Excelente iniciativa, y muy oportuna, por ser un estudio dirigido a escritores y pensadores calificados. Podríamos creer que nos encontramos en presencia de una verdadera SUMA DEL SATANISMODesde el primer contacto se hace chocante el cuidado pueril de fijar el número de páginas del libro en la cifra apocalíptica de la BESTIA, es decir, 666. Es así cómo una cuarta parte del volumen está consagrado al satanismo en la literatura, especialmente en las novelas de GOGOL, DOSTOIEVSKY, BALZAC o BERNANOS. No parece justificado por el valor del aporte debido a estos acopiadores de ficciones en el estudio de LUCIFER. En cambio, el problema de la acción diabólica en la sociedad contemporánea se elude casi totalmente y esto constituye para la curiosidad legítima del lector quizá la peor de las decepciones. Por supuesto que no habría que dejase llevar hasta el exceso de atribuir al DIABLO, como lo hacen los espíritus simplistas, la responsabilidad de todo el mal verdadero o aparente que nos hiere en este mundo. 
Iré más lejos: una actitud semejante ¿no está inspirada por una irritante hipocresía? ¿No intenta así la Iglesia salvaguardar su influencia y conservar sus posesiones, advirtieron en realidad, demasiado bien que son insostenibles? Prueba de ello es que se recurre cada vez menos a los exorcismos y cada vez más a los tratamientos psiquiátricos para los alineados y los enfermos mentales. Por ejemplo, leo en El Mendigo ingrato: “Los sacerdotes casi nunca usan de sus poderes de exorcistas, porque carecen de fe y porque en el fondo tienen miedo de disgustar al DIABLO”. Y también: ¿A qué párroco o a qué religioso le parecería muy natural que se llamase, con preferencia al médico, para un caso de histeria, de catalepsia o de epilepsia? Uno y otro lo encontrarían ridículo o más bien tendrán miedo de meterse en dificultades con los hombres o con el Diablo…este clero sin fe ya no quiere saber nada con los poderes que le ha dado DIOS. (LEÓN BLOY: Le Mendiant ingrat, p. 179).

“Si los sacerdotes prácticamente no usan más los exorcismos es porque ya no creen en la realidad de la posesión diabólica. Pero si ellos ya no la creen ¿qué razón tienen para hacérmela creer a mí y hasta para hacerme creer que la creen? Vaya si comparto la opinión de LEÓN BLOY y le confieso que creo discernir en eso una duplicidad que me  escandaliza y que me sentiría infinitamente dichoso de oírsela explicar a usted”.

Sobre esta cuestión que nos ocupa ¿ha leído, no digo gruesas obras teológicas – que no son, evidentemente, de uso corriente entre los profanos y no iniciados -, pero al menos los libros de vulgarización más elementales? ¿Tiene el pequeño volumen del P. TONQUÈDEC, al que ya aludido varias veces, el reciente folleto de GARÇON y VINCHON sobre LE DIABLE o, por lo menos, el excelente resumen de MONS. WAFFELAERT en el DICCIONARIO APOLOGÉTICO de la FE CATÓLICA, exposiciones todas las al alcance de cualquier seglar instruido que al menos se cuide un poco de no hacer el ridículo hablando de lo que no conoce?

“Aquí debo observar, de pasada, que es totalmente inexacto afirmar que la Iglesia vea posesos por todas partes y se esfuerce por extender todo lo posible el dominio de la posesión para tener ocasión de intervenir y perpetuar, cueste lo que constare, su influencia. MONS. WAFFELAERT demuestra que los teólogos, especialmente el P. THYRÉEdesde el siglo XVI, la autoridad eclesiástica, el Papa BENEDICTO XIV, el RITUAL ROMANO, en la parte OBSESI a DAEMONIOse preocupan siempre de distinguir a los simuladores o simples neuróticos de los verdaderos poseídos del Demonio y recomiendan expresamente no recurrir a los exorcismos sino cuanto los medios de curación natural han fracasado. EL RITUAL pone muy expresamente en guardia a los sacerdotes contra una credulidad imprudente: IN PRIMIS, NE FACILE CREDAT ALIQUEM A DAEMONE OBSESSUM ESSE, SED NOTA HABEAT EA SIGNA QUIBUS OBSESSUS DIGNOSCITUR AB IIS QUI ATRA BILE VEL MORBO ALIQUO LABORANT 
“Y he aquí lo que nos lleva  los signos de la posesión. Uno se imagina generalmente que esta frente a un poseso cuando ve a un desdichado que haber perdido su buen sentido y se libra a gesticulaciones y contorsiones horribles, a blasfemias innobles o a imprecaciones aullantes y desacordadas. La Iglesia es mucho más severas: no se detiene ante tales manifestaciones por espectaculares que sean. Hace una severa crítica de los signos de posesión y descarta todos aquellos que pueden comportar una explicación natural. Es así como el P. THYRÉE, en su DE DAEMONIACIS, que data de 1598, distingue entre muchas categorías de signos: los que hay que rechazar; los que, teniendo una importancia dudosa, pueden ser retenidos para examinarse en ciertas circunstancias; los que pueden ser considerados ciertos.
“De los primeros, hace una lista de doce que no deben retener la atención. Son: “la declaración de algunos que están íntimamente persuadidos de estar poseídos…; la conducta, por perversa que sea…; costumbres salvajes y groseras…; un sueño pesado y prolongado y enfermedades incurables por el arte de los médicos, como también dolores en las entrañas…; el pésimo hábito de cierta gente de tener el diablo en la boca…; los que en ninguna parte están seguros y por donde anden se sienten molestados por los espíritus…; los que, cansados de la vida presente, atentan contra sus días…; los que invocan a los demonios, percibiendo visiblemente su presencia, y son arrebatados por ellos…; la furia…; la pérdida de la memoria…; hasta inclusive la revelación de cosas ocultas”. Y agrega, como igualmente desprovistas de significado decisivo, la ceguera, la sordera, la mudez, la crueldad contra su propio cuerpo o contra otros.
EL P. THYRÉE, por otra parte, no rehúsa admitir que tal o cual de esas manifestaciones pueda emanar del PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS y no se opone a su examen si las circunstancias permiten la suposición verosímil de una actividad diabólica. Simplemente afirma que no le parecen indudables y no les reconoce, a lo sumo, más valor que el de presunciones. Prácticamente, no  reserva más que un pequeño número de signos considerados como ciertamente reveladores de una intervención demoníaca. Adoptando, en suma, esta manera de ver, EL RITUAL enumera tres, sin excluir, no obstante, el que sea posible detenerse en algunos CASOS:
1º) IGNOTA LINGUA LOQUI PLURIBUS VERBIS; se notará la exigencia del texto, que no se contenta con términos aislados, sino que quiere que el paciente haga la prueba de hablar o comprenda suficientemente lenguas que no ha aprendido;
2º) distantia et occulta patefacere;
3º) vires supra aetatis seu conditionis naturam ostendere. 

Permítame leerle este pasaje tan admirable de BOSSUET, en su segundo SERMÓN SOBRE LOS DEMONIOS.
“Señores – dice el sublime orador – escuchad hablar a TERTULIANO en su admirable APOLOGÉTICA. Reprocha a los gentiles porque todas sus divinidades son espíritus malignos; y para hacerlos entender esta verdad, les da el medio de percibirla por una experiencia convincente. EDATUR HIC ALIQUIS SUB TRIBUNALIBUS VESTRIS QUEM DAEMONE AGI CONSTET. Oh, jueces que nos atormentáis con tanta inhumanidad, a vosotros dirijo mi palabra: que se me cite ante vuestros tribunales; no quiero que sea en lugar oculto, sino a la faz del mundo; que se introduzca allí un hombre que esté notoriamente poseído por el demonio; digo notoriamente poseído y que ello sea constante: QUEM DAEMONE AGI CONSTETentonces que se haga venir a algún fiel; no pido que se haga una gran elección: que se tome al primero que aparezca, con tal que sea cristianoJUSSUS A QUODLIBET CHRISTIANOsi, en presencia de este cristiano, no se ve forzado no solamente a hablar sino a confesaros quién es y a reconocer su FRAUDE, por atravesarse a MENTIR a un cristiano: CHRISTIANO MENTIRI NON AUDENTESSEÑORES, ATENDED ESTAS PALABRAS: AHÍ MISMO, AHÍ MISMO, SIN MÁS DEMORA, SIN NINGÚN NUEVO PROCEDIMIENTO, HACED MORIR A ESE CRISTIANO IMPRUDENTE QUE NO HABRÁ PODIDO SOSTENER EFECTIVAMENTE UNA PROMESA TAN EXTRAORDINARIA: IBIDEM ILLIUS CHRISTIANI PROCACISSIMI SANGUINEM FUNDETE”.
*3º) Todo sacerdote y hasta todo fiel siempre pueden, si lo juzgan útil y oportuno, recurrir al exorcismo, SIN DUDA EN RAZÓN DEL COMPROBADO RECRUDECIMIENTO DE LA INFLUENCIA DIABÓLICA EN EL MUNDO DEL 2010, las fórmulas y plegarias se han vuelto en nuestra época y nuestro tiempo más numerosas y están vulgarizadas con más amplitud que antes. ES NECESARIO recordarle que el PAPA LEÓN XIII (1878-1903) ha prescripto a todo sacerdote que acaba de celebrar misa, rezar, en unión con los asistentes, una oración que constituye un exorcismo: SAN MIGUEL ARCÁNGEL,  PRÍNCIPE DE LA MILICIA CELESTIAL, ARROJA AL INFIERNO, CON EL DIVINO PODER, A SATANÁS Y A LOS OTROS ESPÍRITUS MALIGNOS QUE ANDAN DISPERSOS POR EL MUNDO PARA PERDICIÓN DE LAS ALMAS…” 
Esta repetición cotidiana y apremiante prueba que el PAPA LEÓN XIII quería hacernos comprender que en este momento la Iglesia está empeñada en un combate incesante y más formidable que NUNCA con el Espíritu de las TINIEBLAS.
LEÓN XIII ha publicado o reeditado además otras fórmulas de EXORCISMO; una está reservada a los sacerdotes; una segunda debe ser fulminada públicamente en las iglesias. También otra, para uso de todos, igualmente difundida por su orden, está destinada – dice la nota que la acompaña – a los casos “en los que se pueda suponer una acción del demonio, sea manifestándose por la ruindad de los hombres, sea por las tentaciones, enfermedades, tempestades, calamidades de toda clase”.   

*OREMUS*

Deus et Pater Domini nostri Jesu Christi, invocamos nomen sanctum tuum, et clementiam tuum supplices exposcimus; ut per intercessionem inmaculatae Semper Virginis Dei Genetricis MARIAE, beati MICHAELI ARCANGELI, beati JOSEPH ejusdem beate Virginis Sponsi, beatorum Apostolorum PATRI et PAULI et omnium sanctorum, adversus satanam, omnesque alios inmundos spiritus, qui ad nocedum humano generi animasque perdendas  pervagantur in mondo, nobis auxilium praestare digneris. Per eundem Christum Dominum nostrum. R. AMEN.  

*EXORCISMUS in satanam et angelos apostaticus.
Jussu LEONIS XIII
Pont. Max. Editus.

DIARIO PAMPERO Cordubensis - Nº 397
Córdoba de la Nueva Andalucía
¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! gspp.
Gratias agamus Domino Deo nostro!

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