miércoles, 12 de enero de 2011

*LA FRANCMASONERIA*

La Masonería es una sociedad secreta y universal que, tomando como símbolos los instrumentos de la albañilería, tiene como fin volver al hombre al estado de naturaleza, antes de ser redimida y para ello trata de destruir toda religión.

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

Para el estudio de este interesante tema, hemos recurrido a tres fuentes:
1º Las publicaciones hechas por los órganos autorizados de la Masonería tales como: El Diccionario Enciclopédico Masónico; sus constituciones para el Oriente Argentino y varios folletos y opúsculos.
2º Publicaciones generales sobre el tema, entre las que tenemos que recomendar para los que deseen profundizar: los opúsculos de GABRIEL DE LA PAZ: “La Masonería y las sociedades secretas” y “Una conspiración mundial judeo-masónica”; de JOSÉ CARO. “El misterio de la Masonería”; de SOLER, “La Masonería y el Catolicismo”; también en la Enciclopedia Espasa, en el tomo 33, sale un verdadero tratado.
3º Publicaciones hechas por masones que arrepentidos, han publicado la verdad sobre los fines de ésta; tal es el caso del ex -virrey de la India, LORD RIPON, que se puso a estudiar para refutar la Encíclica de PIO IX en que condena la Masonería y como fruto no sólo se apartó de ella y descubrió sus secretos, sino, que convirtió en un ardiente defensor de la verdadera religión.
Debido a la extensión del tema, sólo citaré dos o tres documentos para probar cada una de nuestras afirmaciones; pudiendo encontrarse mayor cantidad en obras que lo tratan a fondo.

CONCEPTO

Para dar un verdadero concepto de lo que es la Masonería, hemos creído conveniente empezar por analizar lo que dice lo que dice de sí en el Diccionario Enciclopédico de la Masonería, escrito por Don LORENZI FRAU ABRINES M tres grados 33 Rito Escocés Antiguo y Aceptado etc., tomo I, pg. 317; que es más o menos lo que define el masón JOHN TRUTH en su libro “La Franc-masonería” traducción española Madrid 1896: “La Franc-masonería es una Asociación Universal, filantrópica, filosófica y  progresiva; procura inculcar en sus adeptos el amor a la verdad, el estudio de la moral universal, de las ciencias y de las artes, desarrollar en el corazón humano los sentimientos de abnegación y caridad, la intolerancia Religiosa, los deberes de la familia; tiende a extinguir los odios de razas, los antagonismos de nacionalidad, de opiniones, de creencias y de intereses; uniendo a todos los hombres con los lazos de “solidaridad” y confundiéndolos en un tierno afecto de mutua correspondencia. Procura, en fin, mejorar la condición social del hombre, pot todos los medios lícitos y especialmente por la instrucción (educación), el trabajo y la beneficencia”.

Tiene por divisa: LIBERTAD, IGUALDAD y FRATERNIDAD.

Al contemplar esta definición, sólo podemos admirar una institución que se dedique a tantas cosas a tantas cosas buenas, pero empecemos a buscar documentación que nos muestre las realización de una institución con tal hermosos principios. Para ello dividiremos la definición en cincos partes:

1º La “Francmasonería es una Asociación Universal”.
Respecto a esta afirmación encuentro los siguientes elementos:

a) El artículo 2º del Reglamento de la Masonería del Rito Escocés dice:
“De cualquiera de los Ritos establecidos que sea un masón, es hermano de todos los hermanos del globo”.
b) El H 3 puntos MELGARI  dice textualmente: “Formamos una asociación de hermanos sobre todos los puntos de la tierra, que tenemos votos e intereses comunes”.
De todos deducimos que las variantes entre la Masonería Argentina, Inglesa, Francesa, Alemana, etc., es sólo aparente y toda ella piensa con una cabeza y siente con un corazón.

2º Es una asociación “filantrópica”.
De esta afirmación no podemos encontrar en la Argentina documento alguno y sólo en Inglaterra y en alguno que otro país, ha realizado obras filantrópicas de poco importancia.
En el periódico el “Mundo Masónico” se lee: “La beneficencia no es el fin, sino tan sólo uno de los caracteres y de los menos esenciales de la Masonería”. 
Además, para hacer obras filantrópicas no es necesario esconderse como lo hace la Masonería, ni rodearse de un secreto tan severo. Respecto a que es una sociedad secreta, lo que ella ha tenido el tupé de negar, puedo citar varios datos:
El juramento que presta el aprendiz, primer grado en las logias del rito Escocés, en Escocia, Inglaterra, Alemania, y Francia, dice así: “Juro en nombre del S tres puntos A tres puntos de todos los mundos no revelar jamás los secretos, signos, tocamientos, palabras, doctrinas y usos de los francmasones y guardar sobre ellos un eterno silencio, Prometo y juro, no traicionar jamás, ni con la pluma, ni por signos, palabras ni gestos, ni hacer, escribir, litografiar, grabar, ni imprimir ni jamás publicar lo me ha confiado hasta este momento, ni lo que me será después”.
En el ya citado Diccionario de la Masonería, en el mismo tomo y página, se lee: “Para que un profano sea iniciado en los secretos de la masonería, es preciso que un masón haga su propuesta, de una manera secreta, en la logia a que pertenezca”.
En el manifiesto de la Gr. tres puntos Log. Tres puntos de Alemania en 1794, dice: “El fin de la Orden debe ser su primer secreto; el mundo no es lo bastante robusto para soportar su revelación”.  
No me dirán qué una Asociación filantrópica necesita de estos juramentos y que sus fines no deben ser tan buenos si no pueden ver la luz del día.
De sus doctrinas filosóficas trataremos en el punto c).
En cuanto a que es progresiva, lo es, pero en sentido masónico, que desde luego es muy distinto del nuestro; no lo daré para no adelantarme con conclusiones antes del mismo.
3º) “Procura inculcar a sus adeptos el amor a la verdad, el estudio de la moral universal de las ciencias y de las artes…”
Aquí debemos preguntarnos cuál es la verdad y cuál la moral universal a que se refiere, pues ella acepta en su seno a los hombres de todas las religiones y creencias, aún cuando sean contradictorias; es decir, que considera a todas como falsas, porque ella es la que les enseñará la verdad y la moral que desde luego, está asentada en una religión; pues no existe moral sin religión.
De esta religión, nos referiremos también en el punto c. Tratándose de las ciencias y de las artes, no es necesario esconderse para estudiarlas; además, no se conoce, por lo menos en Argentina, ni escuelas ni institutos de estudios; propiciados por la Masonería.
4º … “desarrollar en el corazón humano los sentimientos de la Abnegación y caridad, la tolerancia Religiosa, los deberes de familia”;  
Para mostrar los sentimientos masones de abnegación y caridad citaré las palabras del H. tres puntos RAGÓN: “Los pobres son la lepra asquerosa de la masonería”; y prosigue recomendando a todas las logias la regla de caridad dada por el H tres puntos BENOURVILLE: “Nunca presentéis en la Orden más que hombres que puedan daros la mano y no tenderla”-
Para ver la tolerancia Religiosa que proclama la Masonería, haré unas rápidas citas, pues más adelante lo trataré extensamente.
Según el  Bulletin du Grand Orient, septiembre 1886, pág. 545: M. GONNARD, en la Convección de 1886, hizo esta declaración: “Hubo un momento, no de regla sino de formalismo, en que se declaró que la masonería no se ocupaba ni de religión ni de política. ¿Fue acaso hipocresía? Yo no lo diré. Bajo la presión de las leyes y de la policía fuimos obligados a disimular lo que todos nosotros teníamos la misión de cumplir, y de cumplir, y de cumplir únicamente”. PAUL NOURRISSÓN en “Le club des jacobins”, p. 70, dice: “La Francmasonería persigue la destrucción de toda religión ».
Ella ha suprimido de su Ritual el reconocimiento del Gran Arquitecto del Universo”; y el H tres puntos LANESSAU, grado 33, diputado y ex ministro, exclamaba en ocasión de la fiesta solsticial del 13 de Marzo de 1880, en la Logia Clemente Amistad (Revista Ins. De soc. secre., nº 17, 1924, págs. 309, 310): “Oui, nous devons écraser l´Infame mais l´Infame, ce nést pas le clericalisme l´Infame, c´est dieu » (Sí, nosotros debemos exacrar al infame. Pero el infame, no es el clericalismo, el infame es Dios).
c) En cuanto a la familia, es ampliamente conocida, la sistemática acción de la Masonería en pro del DIVORCIO; que es el modo más eficaz para hacerla desaparecer.

5º- …”Tiende a extinguir los odios de razas, los antogonismos de nacionalidad de opiniones, de creencias, y de intereses, uniendo a todos los hombres con lazos de la solidaridad y confundiéndoles en tierno afecto de mutua correspondencia. Procura, en fin, “mejorar” la condición social del hombre, por todos los medios “lícitos” y especialmente por la instrucción (educación), el trabajo y la beneficencia”.

Veamos el contraste de estas palabras, con las que la Masonería, cuando lo cree propicio, muestra sus verdaderos sentimientos.  
En los estatutos de la Alianza Humanitaria Universal se lee: “Los reyes, los nobles, la aristocracia del dinero, los empleados de la policía o de la administración, los sacerdotes y los ejércitos permanentes, son los enemigos del género humano. Contra ellos uno tiene todos los derechos, y todos los deberes. Todo es permitido para aniquilarlos: la violencia y la astucia, el fuego y el fierro, el veneno y el puñal; el fin santifica los medios”.
Ya podéis ver cómo interpreta ella los términos que para el común de las gentes son representación de grandes ideales. Del mismo modo interpreta el lema: LIBERTAD, IGUALDAD y FRATERNIDAD; que siempre fue un lema vivido por la cristiandad, pues Cristo liberó al hombre de las cadenas del pecado; somos hijos de Dios y por ende, hermanos e iguales. Del mismo modo equívoco, digo que interpreta el lema, pues para ella, libertad, por ejemplo, significa libertinaje y así dice: “Vos seréis libre si sois soberano, si sois sacerdote, rey y dios, si sois el adorado”…Y si el Barón KNIGGE escribe: “Para restablecer al hombre en sus derechos primitivos de igualdad y libertad, es necesario comenzar por destruir toda religión, toda ley civil, y acabar por la abolición de la propiedad”.

6º Por último recordaré que la Masonería ha protestado siempre su alejamiento de la política y probaré que esto es también una falsedad, recurriré como de costumbre a pruebas irrefutables.
El diario “La Unión” de Santiago de Chile, del 18 de junio de 1915, citado por LA PAZ, sacó un interesante documento del que tomamos un párrafo: “El Gran Maestre de la masonería de Francia dijo que la masonería no tenía nada que ver con la política. Los zonzos le creyeron… y los zonzos fueron muchos. Entre tanto, ¿cuál era la verdad?

En octubre de 1885, numerosos masones de los grados 32 y 33 fueron convocados en París para recibir del Padre dirigente del Rito Escocés.

El muy Poderoso Soberano Gran Comendador, encargado de esta comunicación, le dio lectura en estos términos: “La Orden reclama la ejecución inmediata del D. tres puntos M. tres puntos tres puntos quand mëme”.
Esta orden fue trasmitida y fue cumplida. Los resultados los hemos visto: las congregaciones expulsadas, los colegios clausurados, el dinero de la Iglesia robado, defraudados hasta los sufragios de los muertos, los templos convertidos en bodegas, en caballerizas y hasta en…letrinas.
¿Qué significa esta fórmula masónica?
Para los no iniciados, para los profanos, ella se traduce así: “Deus meunque jus”. (Dios y mi derecho). Esta es la explicación para engañar a los incautos. En realidad, significa en lenguaje masónico lo siguiente: Destrucción de las creencias, de la autoridad, del antimasonismo. Materialización de la conciencia, de la enseñanza del Estado. Imposición, a la familia, a la Nación, a la humanidad.
Esta explicación la ignoran los masones de grados inferiores y medios.
La inscripción de que habla el periódico, puede leerse en la banda de nº 33 del Gran Oriente Argentino, que hemos tenido en mis manos.
Por último mencionaremos el asesinato del Gran Presidente del Ecuador, DON GARCÍA MORENO, perpetrado por la Masonería, que aún cuando de público conocimiento, no quise pasarlo por alto.
La circular del 2 de abril de 1889 del Gran Oriente de Francia dice: “La Francmasonería, que preparó la revolución de 1789, tiene el deber de continuar su trabajo” y el H tres puntos SICARD DE PLAUZOLES  en el Convento de 1913 dijo: “La Francmasonería puede con legítimo orgullo considerar la Revolución (de 1789) como obra suya”.
En Italia “la agitación pro-guerra llegó a su apogeo el 5 de marzo de 1915; con ocasión de las fiestas garibaldinas, en Quarto, cerca de Génova.
D´ANNUNZIO pronunció el discurso principal; las 493 logias de Italia, obedeciendo órdenes del Gran Maestre, tomaron parte en ellas enviando diputaciones con sus estandartes antes de 3 semanas se produjo la declaración de guerra. Si alguno dudase que ella fue principalmente obra de la masonería, lo convencerá fácilmente la afirmación del G. tres puntos M. tres puntos. FERRARI, hecha el 24 de marzo de 1916 aniversario de aquella declaración: “La declaración de la guerra se produjo en virtud de un decreto del G tres puntos de Italia”.
Como se puede advertir, existe una gran contradicción entre lo que dice la Masonería de sí,  a los no masones o a los masones de grados inferiores, y la realidad, es lógico entonces , que se pregunte cuál será el verdadero fin de la Masonería. La CAUSE lo sintetiza así: “Según la masonería, el estado de naturaleza es el estado ideal del hombre, es el estado en que él se encuentra y conserva su perfección y felicidad. Ese estado ha sido destruido por la religión, y por la sociedad, por los reyes y por los sacerdotes, estos son los que han quitado a los hombres su libertad primitiva, su igualdad y destruido su fraternidad. La masonería se propone, entonces, devolver al hombre su perfección y felicidad original, su libertad, su igualdad y su fraternidad natural”. Desde Luego estos términos son tomados en sentido masónico.
Para reedificar entonces el templo de la naturaleza, es menester destruir toda autoridad, toda jerarquía, toda familia,  toda religión.
Al enterarnos de la leyenda de HIRAM veréis claramente que este es el verdadero fin de la masonería.
En conclusión podemos dar la siguiente definición: LA MASONERÍA ES UNA SOCIEDAD SECRETA Y UNIVERSAL, QUE TOMANDO COMO SÍMBOLOS LOS INSTRUMENTOS DE LA ALBAÑILERÍA; TIENE COMO FIN VOLVER AL HOMBRE AL ESTADO DE NATURALEZA, ANTES DE SER REDIMIDA; PARA ELLO TRATA DE DESTRUIR TODA RELIGIÓN, TODO ESTADO Y TODA FAMILIA, EN CUALQUIER FORMA POR INHUMANA QUE SEA.  

*EL SUPUESTO COMPLOT CONTRA EL TRONO Y EL ALTAR*  
Henos aquí en el momento decisivo de la historia de la Masonería francesa. La época revolucionaria dará a las logias una orientación definitiva y determinará, de manera quizá más durable todavía, la actitud de los católicos respecto de ella.
Es tradicional, desde de 1796, el admitir la existencia de un complot masónico “contra el trono y el altar”, preparado de larga data, fríamente ejecutado, al amparo de los altos grados cuya existencia algo fabulosa y actividad más o menos imaginaria no pueden dejar de excitar la desconfianza. Es aquí que comienza, según la feliz expresión de ROGER PRIOURET, “la falsificación del balance”, falsificación que orientará en adelante la forma en que se va a escribir la historia de las logias.  
“La imagen que se hace de las logias del siglo XVIII es la proyección en el pasado de la batalla que opone a la Iglesia con la Masonería en los siglos XIX y XX”. (ROGER PRIOURET). Los historiadores masones, apresurémonos a decirlo, la difundieron con tanta complacencia como sus adversarios. Y tan que, por una vez, todo el mundo parece en atribuir a la Masonería – y casi exclusivamente a ella -, la responsabilidad de la Revolución.
Algunas obras recientes y la utilización de los archivos masónicos conservados en la Biblioteca Nacional para todo cuanto sea anterior al año 1851, debían permitir en algún modo la rectificación de este juicio. Ya desde la tormenta revolucionaria, por otra parte, existían personas perfectamente al tanto de la actividad masónica e idóneas para restablecer la verdad tan controvertida, cuando apareció la obra –única, pero destinada a una extraña gloria -, sobre la cual se apoya toda la argumentación de los sostenedores de la “Revolución masónica”. Se trata de las MÉMOIRES POUR SERVIR A L´HISTORIE DU JACOBINISME, en la cual el ABATE BARRUEL logra sostener a lo largo de dos mil páginas “un dolorida indignación”, que será imitado durante un siglo y más todavía.
Contra BARRUEL se levantarán hombres como JOSEPH DE MAISTRE, a quien es necesario volver siempre, y J. J. MOUNIÉ, el hombre de Vizille, que no era masón pero que publicó, en 1801, un libro muy citado en el cual se esforzaba en establecer el alcance de la influencia atribuida a los Filósofos, a los Francmasones y a los Iluminados sobre la Revolución Francesa. Es en estas fuentes que beberemos para tratar de comprender cómo los testigos de los acontecimientos juzgaron al asunto.
Ubiquémonos, por un momento, en 1773. Nadie imagina que FRANCIA y EUROPA van a ser las víctimas de tempestades tan violentas que las instituciones se derrumbarán, que las instituciones más sólidas se derrumbarían, que las guerras devastarían las naciones y que nada en el futuro iba a ser ya como “antes”. Porque en 1773 la Masonería está en el apogeo, no sólo en Francia, sino tan allende los mares. En ese año es iniciado DE MAISTRE, y es también el año en que el duque de Chartres (el futuro FELIPE IGUALDAD) es entronizado como Gran Maestre; es el año en que se funda en París el Gran Oriente, y, en fin, y sobre todo, el año en que un hermoso día de diciembre, los “Hermanos” de la logia San Andrés, de BOSTON, asaltan a tres navíos ingleses cargados de té y desatan la guerra de la independencia americana. Parece bien probado hoy en día que la Masonería jugó, en esa lucha histórica, un papel de primer plano.
No solamente los principales generales americanos eran masones, como WASHINGTON y también FRANKLIN, sino que se encuentran indiscutiblemente, en la Declaración de la Independencia,- la “Declaración de los Derechos del Hombre” se inspiró en la “Declaración de la Independencia” americana y muchos autores se han complacido en ver en el texto francés de 1789 una obra masónica – LOS MISMOS PRINCIPIOS DE LA MASONERÍA DEL SIGLO DE XVIII.   
En Francia, mientras los masones se exaltan con la narración de los éxitos de su “Hermanos”” de América, BENJAMÍN FRANKLIN es recibido en la famosa logia de las “Nueve Hermanas”, en la que encuentra, al lado de un SÈZE, que será el abogado de LUIS XVI, y a cierto doctor GUILLOTÍN. “que curaba a los enfermos mientras esperaba inventar con qué ejecutar a las personas en buen estado de salud”. Futuros convencionales figuran en las logias mezclados con los representantes de las familias más importancia de Francia: los ROHAN y los LA ROCHEFOUCAULD, y la princesa de LAMBALLE es Gran Maestra de las nuevas logias femeninas, llamadas “de adopción”, que hacen furor en la Corte y en la ciudad.  
¿Qué hace el duque de CHARTES?  Las opiniones están ya divididas a su respecto. CLAVEL nos lo muestra presidiendo “muy gustosamente” simples reuniones provinciales, mientras PRIORET no ve en él más que “un figurante que no se resuelve a figurar”. De hecho había abandonado todos los sus poderes al duque de MONTMORENCY-LUXEMBOURG, el cual fue, hasta la Revolución, el verdadero jefe de la Masonería francesa. Es él, y casi sólo, quien construyó el Gran Oriente. Generoso e idealista, cuidadoso en mantener a la Orden masónica al margen de los problemas políticos que, ya entonces, amenazaban con desgarrarla, en lo puesto al conspirador que, en algunas oportunidades, se ha querido ver en él. Bajo su dirección la Masonería progresa en forma impresionante. En 1787 existen en Francia más de 700 logias, con, por lo menos, 70.000 iniciados en todos los grados. Entre ellos, casi todo lo que prácticamente significa algo en el país. 
¿Qué buscaban estos masones en las logias? MOUNIE nos lo dice sin ambages: “Qué precioso recurso para los charlatanes estas sociedades en las que tantos hombres atormentan su imaginación para descubrir un fin a sus ceremonias misteriosos, aun cuando ellas no tengan ninguno desde hace mucho tiempo…Aun cuando la mayor parte de las sociedades masónicas hayan adoptado devaneos supersticiosos, en algunas logias se cultivaban, sin embargo, las ciencias y la literatura…Pero las logias en las cuales, no obstante algunas funestos errores, se trataba por lo menos de ejercitar la razón, eran muy poco numerosas en comparación con aquellas  otras en las que se trataban ideas místicas, y, sobre todo, de aquellas cuyo único propósito era el de formar una sociedad agradable, y en donde la ceremonia más importancia consistía en beber “por tres veces tres” (155-156). Y agrega con cierto sentimiento: “El principal peligro que percibo en las sociedades de francmasones es más el imperio de los juglares que el de las intrigas políticas”.
Estos sueños ocultistas, estos banquetes “fraternales”, no preparaban casi a los masones para el papel que les va a tocar, y a imponérseles, a partir de 1787. CALONNE reúne la asamblea de notables. Mucho de entre ellos (probablemente la mayoría), son masones. Uno al lado del otro se encuentra el Gran Maestro, FELIPE DE ORLEÁNS, y su sustituto, el Duque de LUXEMBURGO. ¿Habremos de asistir a una acción concertada de la Masonería y de sus jefes indiscutidos? Todo lo contrario. Mientras el duque de CHARTRES combate violentamente el plan de CALONNE, el duque de LUXEMBURGO le aporta su apoyo, pese al peligro que para sus bienes representa el proyecto de reforma fiscal. Los masones, siguiendo el ejemplo de sus jefes, están divididos. Finalmente obtienen el rechazo de CALONNE. El Gran Maestro ha ganado la primera mano.
Es aquí que comienzan, entre los historiadores de la Masonería, “los feroces combates de pluma”. ¿”Dirigió” la Orden la redacción de los Cahiers de 1789 y “dominó” la  Constituyente? ¿O bien no hizo sino trasladar al recinto de los Estados Generales el espectáculo de sus propias divisiones? ¿Originó la Revolución o fue muerta por ella?
Investigadores concienzudos, como AUGUSTE COCHIN, ha establecido convincente la influencia de las “sociedades de pensamiento” sobre los primeros acontecimientos de 1789. No es nuestra intención volver sobre esta materia que ha suscitado ya numerosos volúmenes y que no es nuestro objetivo. Creemos simplemente que los masones, a veces en el seno mismo de las logias, otras fuera de ellas, figuran en gran número entre los redactores de los Cahiers, de los que se sabe perfectamente hoy día que no eran en modo alguno espontáneos, sino lo más a menudo copiados de modelos que circulaban más o menos abiertamente. Y esto se explica fácilmente.
PIERRE GAXOTTE,  aquí en no podría sospecharse de simpatizante de la Revolución ni tampoco de la Francmasonería, plantea muy bien el problema en el prefacio que escribió para  La Franc-Maçonnerie sous les Lys: : “Esta sociedad (la Masonería) esta creada a contrapelo de la sociedad existente; funciona regularmente, con sus leyes, que son las de la democracia organizada, en el seno de un Estado que es lo opuesto a la democracia…Este régimen de iniciados es un régimen de asambleas y de elecciones…Ella habría formado un personal…habituado al manejo de una Cámara o de un Club
Los masones tomaron parte, particularmente, en toda AGITACIÓN que precedió a la convocatoria de los Estados, en la redacción de los Cahiers, y muchos fueron electos…La logia no es club; pero puede participar en el nacimiento de un club”.
“Puede decirse – concluye -, que de la mitad de los elegidos del tercer estado, por lo menos un 30 % de la nobleza y apenas un diez por ciento del clero pertenecían a las Logias. La proporción para el conjunto es de los dos quintos”.  
Aun llevada a esta cifra, probablemente exacta, la proporción sigue siendo impresionante. ¡La Masonería, única fuerza organizada en una asamblea que busca su camino, va a poder desempeñar un papel decisivo! Pero tampoco hay nada de eso. Para empezar, los diputados pertenecen a su orden (clero, nobleza, tercer orden), antes de pertenecer a la Masonería, Luego, la fraternidad de las logias ha sido olvidada. Y tanto, que los masones electos para los Estados Generales no se reúnen ni una sola vez  entre ellos.  Los acontecimientos que se avecinan dominan todo, y las logias se vacían a un ritmo acelerado.
La persecución ya había comenzado. A partir de enero de 1792, la Orden había solicitado de los “hermanos” ayudar por todos los medios a los masones en peligro, procurarles un asilo, defenderlos ante los tribunales. Numerosas logias fueron atacadas y pilladas; muchos dignatarios arrestados y arrojados a la prisión. La cólera popular se volvía gustosa contra estas “sociedades secretas” cuyo misterio inquietaba. Si la monarquía en peligro las había dejado en paz, la revolución triunfante las acusaba ahora de conspirar en su contra. Nadie se preocupó, entre estos revolucionarios que pretendieron más actuar sobre el orden de las logias, de proteger a la masonería agonizante. El último golpe vino del Gran Maestre mismo.
La Masonería, sociedad burguesa y aristocrática, ha sido muerta por esta Revolución, cuya paternidad se le adjudica. Como dice PIERRE GAXOTTE: “Los que inician las revoluciones son raramente quienes las conducen a buen fin”. Los ejemplos abundan, desde la antigüedad a nuestros días.
PIERRE GAXOTTE, en el estudio crítico que hace en el prefacio a La Françonnaire sous les Lys, resume así este aspecto de las responsabilidades de la Masonería: “En posible que ella haya contribuido a orientar los espíritus en un sentido que, debido a orientar los espíritus en un sentido que, debido a las resistencias encontradas, a las ocasiones ofrecidas, a las dificultades inopinadamente surgidas, debía conducir a la revolución democrática”. ES UNA CONCLUSIÓN DE HISTORIADOR.
La seductora idea de un complot masónico, elaborado desde 1789 en Italia y en Alemania, fue lanzada en Francia por una obra del  ABATE BARRUEL, editada en Londres en 1797. Obra de combate si las hubo, se resume perfectamente en esta frase: “Todo en la Revolución Francesa, hasta sus crímenes más espantosos, todo fue previsto, meditado, constituido, resuelto, estatuido: todo fue el efecto de la más profunda maldad, porque todo fue preparado, conducido por hombres que tenían, solos, el hilo de las conspiraciones largamente urdidas enn las sociedades secretas”.
¿Quiénes son estos hombres? DIDEROT, D´ALEMBERT, VOLTAIRE, para Francia; FEDERICO II y el emperador JOSÉ II para Alemania; CRISTIAN IV de Dinamarca, GUSTAVO III de Suecia, PONIATOWSKI, rey de Polonia, y el duque de BRUNSWICK.  Entre los “cómplices” franceses: D´ARGENSON, CHOISEUL, MALESHERBES, TURGOT, y, sobre todo, NECKER.  Y, para terminar, algunos miembros del clero, encabezando los cuales está EL ABATE RAYNAL, “cuyo nombre equivale al de veinte energúmenos de la secta”. La conjuración tiende, ante a DESTRUIR EL CRISTIANISMO. LA CAÍDA DE LOS TRONOS NO ES MÁS QUE UN MEDIO, UN MEDIO NECESARIO.  
Según BARRUEL, el principio de los altos grados masónicos puede formularse así: GUERRA A CRISTO Y A SU CULTO; GUERRA A LOS REYES Y A SUS TRONOS.
¿Se acusa a las logias de haber practicado la igualdad? Es falso. “Comúnmente se decía: Hermano conde, Hermano marqués, etc.”. Por otra parte, “el mismo reproche puede, en rigor, hacerse a los monjes”. ¿Reconoce BARRUEL que la Francmasonería inglesa, limitada a los tres grados, no presenta ningún peligro? Pues es exactamente lo mismo que en Francia, contesta de JOSEPH DE MAISTRE, que sabe de qué habla, ¿El Iluminismo? Pero “la patria del iluminismo es Alemania; sin embargo, la explosión revolucionaria se produce en otra parte”.
Y DE MAISTRE no queda satisfecho del certificado de buena conducta que, espontáneamente, otorga a sus “Hermanos”. Por otra parte, su pensamiento evolucionará algo, y apaciguada la cólera suscitada por BARRUEL se preguntará honestamente si estas si estas acusaciones no tienen, después de todo, un fundamento de verdad. Pero hay una Obediencia, o, más exactamente una secta, con la que se niega a sentirse solidario: la de los ILUMINADOS DE BAVIERA. Es mediante el argumento de los ILUMINADOS DE BAVIERA que BARRUEL, finalmente, ha desafiado a la crítica.
Todo conduce según BARRUEL, de acuerdo con el proceso de CAGLIOSTRO, a este grupo misterioso conocido bajo el nombre de los ILUMINADOS DE BAVIERA. ¿Qué sabemos al respecto? Qué sabemos al respecto? Que fue fundado, el 1º de mayo de 1776, por un joven profesor de derecho canónico, WEISHAUPT. En 1783, la Orden habría alcanzado a alrededor de 600 miembros, cifra que no excedería nunca. A MEDIDA que el iniciado franqueaba las etapas de la jerarquía, aprendía secretos cada vez más graves. En el primer grado, prestaba un juramento de obediencia absoluta; en el segundo, juraba “luchar con la superstición, la maledicencia y el despotismo”; en el tercero, descubría que el propósito real de la Orden era el de “apoderarse de todos los poderes del Estado”, exterminando príncipes y sacerdotes; en el último escalón se le revelaba, por fin, que “todas las religiones carecen igualmente de fundamentos”.  
Los ILUMINADOS reclutaron, al principio, un determinado número de adeptos en la Francmasonería, pero sus excesos, conocidos prontamente por las logias, detuvieron repentinamente este impulso. En 1783, la Logia Madre de Berlín advertía, mediante circular, “que excluiría a todas las logias que degradaran a la Francmasonería introduciendo en ella los principios del Iluminismo. Cuatro adeptos, alarmados, se presentaron al Elector de Baviera para revelarle el verdadero carácter de la asociación. En 1785 la misma fue disuelta, y WEISHAUPT relevado de sus funciones y expatriado con sus dignatarios.
Tal es la historia, en resumidas cuentas bastante breve, de esta secta que, manifiestamente, intentó utilizar a la Masonería para fines políticas y encontró entre los masones complicidades verdaderas, aun cuando muy poco numerosas. ¿Estuvo MIRABEAU realmente afiliado a ella? Nada permite afirmarlo. Pero lo cierto es que con una perfecta buena fe BARRUEL y otros autores atribuyeron a la Masonería en su conjunto el COMPLOT del que eran culpables los ILUMINADOS DE BAVIERA. Tienen por evidente que esta logia, no contenta con reclutar adeptos en las logias, ejerció sobre ellas una influencia oculta y determinante.  
JOSEPH DE MAISTRE, tan ardiente en la defensa de la Masonería contra BARRUEL, coincide con éste cuando se trata de condenar a los ILUMINADOS: “Su jefe es conocido”, escribe respecto de esta sociedad en 1811, “sus crímenes, sus proyectos, sus cómplices y sus primeros éxitos, lo son también; los reglamentos de la secta han sido requisados y publicados por el gobierno, traducidos al francés y publicados de nuevo por el abate BURRUEL en su interesante “Histoire de Jacobinisme”.
Sin embargo DE MAISTRE sostiene que no pueden confundirse “estos hombres culpables” con “los discípulos virtuosos de SAINT-MARTIN”. Hasta el día de su muerte afirmará no haber encontrado entre estos últimos “otra cosa que bondad, dulzura, y aun piedad a su manera”. El DE MAISTRE de 1816 no reniega del iniciado de 1781. Si ha evolucionado ha sido sin romper nunca consigo ni con aquellos que fueron sus primeros maestros. Y, veinte años después de la Revolución de 1789-1799, reiterará su convicción de que la Masonería martinista “cristiana en todas sus raíces” pudo haber tenido, en circunstancias distintas, el medio para convertir, según la expresión de RAMSAY, “al ateo en deísta, al deísta en cristiano, y al cristiano en católico”.  
Sin embargo, es BARRUEL quien la batalla. No hay casi autor antimasónico que no haya abrevado su obra y tenido por verdadera una tesis que, por lo menos, es discutible. Las relaciones entre católicos y masones se dividen, en Francia, en dos períodos: antes  y después de BARRUEL. ROGER PRIOURET escribe sin hesitar: “Para generaciones, Masonería y masones serán agentes del diablo. Y LLEGARÁN A SERLO”. Después de haber intentado refutar a BARRUEL, los masones cambiarán de táctica y aparentarán adoptar su tesis. CHARLES BLANE proclamará: “el odio de una escriba edifica sin saberlo el más indispensable monumento a la gloria de la ORDEN masónica…”. En adelante, será de sus adversarios que los historiadores masónicos extraerán los elementos de su prestigio pasablemente legendario. Reivindicarán para sí la responsabilidad de esa Revolución de la que no fueron, en el mejor de los casos, sino un factor. Justificarán su ateísmo por el reproche que se hizo de serlo a sus “gloriosos antepasados”, que no lo merecían todavía.
Un último acontecimiento va a completar la ruptura. NAPOLEÓN BONAPARTE, convertido en emperador de los franceses, firmará con el Papa PÍO VII un concordato. Y ES LA FIRMA DE ESTE GENERAL REVOLUCIONARIO LA QUE CREARÁ PARA EL FUTURO, A LOS CATÓLICOS FRANCESES, LA OBLIGACIÓN ABSOLUTA DE APARTARSE DE LAS LOGIAS CONDENADAS POR LA IGLESIA.

* BIBLIOGRAFÍA*

MAURICE COLINON, La Iglesia frente a la masonería, Editorial Manuales Huemul, Buenos Aires, Traducción de FELIX S. FARES, 1963, p. 208.

Revista CEDADE nº 112, Entrevista con HANS U. RUDEL, noviembre-diciembre 1982. Presidente: PEDRO VARELA. Director: JAVIER NICOLAS, Barcelona. 38 p. 

ALBERTO ZULOAGA PALENCIA, La FRANCMASONERÍA, Talleres Gráficos Best, Mendoza, 1951, p. 30 p.

DIARIO PAMPERO Cordubensis e INSTITUTO EMERITA URBANUS *Nº 387 bis*
Córdoba de la Nueva Andalucía
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