1) DOMINGO EN LA INFRAOCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
La Misa de hoy nos dice que “el Verbo bajado del cielo en la noche” de Navidad (Int.) es el mismo “Hijo de Dios, que viene a darnos parte de su herencia, a fuer de hijos adoptivos” (Ep.). Antes el hombre era efectivamente como un “heredero que, en su minoridad, en nada difería del siervo” (Ep.); mas ahora que la Ley nueva le ha emancipado de la tutela de la antigua, no es ya esclavo, sino hijo (Ep.).
Al revelarnos esta filiación sobrenatural de Cristo, que toca más de cerca de nuestras almas en este Tiempo de Navidad, la liturgia hace que brille más refulgente ante nuestras miradas la divinidad bajo el aspecto de la Paternidad. Así pues, el culto de los hijos viene a resumirse en aquella palabra pronunciada juntamente con unos labios y una vida santa: “¡Padre! ¡Padre!” (Ep.). En Evangelio nos descubre también cual será el papel grandioso de ese NIÑO habrá de desempeñar en el mundo. “ÉL ES EL REY, CUYO REINADO ALCANZARÁ HASTA LO MÁS HONDO DE LOS CORAZONES”. Para todos será una piedra de toque; para los que le han de perseguir será una piedra de tropiezo, y PIEDRA ANGULAR PARA MUCHOS EN ISRAEL (Ev.).
El Introito alude a la noche lúgubre en que el Ángel del Señor hirió de muerte a los primogénitos de Egipto, preparando así la liberación de Israel; imagen de la noche sacratísima en que la VIRGEN MARÍA dio al mundo al SALVADOR , venido precisamente para libertar a la pobre humanidad.
“Sacrificaos por los pecadores y decid muchas veces, en especial cuando hagáis algún sacrificio: “¡OH JESÚS! Es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en desagravio por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”. Nuestra Señora de FÁTIMA. 1917.
2) 31 de diciembre: SAN SILVESTRE I, Papa y Confesor
La Iglesia reproduce en su liturgia las distintas fases de la existencia de su divino Fundador.
Acaba de nacer el NIÑO DIOS, y ya es perseguido por Herodes; la Iglesia todavía en la cuna, envía al cielo a su primer mártir, al diacono ESTEBAN; y sus 25 primeros Papas mueren también mártires.
Bajo el pontificado de SILVESTRE I (314-335), después de 300 años de persecución, empieza a gozar de su más preciado bien, que es la libertad. Entonces cunde pletórica de vida por todo el Imperio Romano, y el Concilio de Nicea (año 325 el primero ecuménico), presidido por el gran OSIO de CÓRDOBA y confirmado por el Papa SAN SILVESTRE I, vindica victoriosamente contra Arrio la divinidad de Cristo, de que está completamente embebida la liturgia de esta tiempo.
Éste decretó asimismo que sólo el obispo debe consagrar el Crisma; que en la administración del bautismo debe el sacerdote ungir la cabeza del bautizado; que los diáconos deben vestir la dalmática y llevar el brazo izquierdo el manípulo, y, por fin, que el Sacrificio del altar ha de ofrecerse sobre el mantel de lino. Fijó también para los que entrasen en las Órdenes sagradas cierto tiempo, durante el cual deberían ejercer sucesivamente su Orden en la Iglesia, antes de ser promovidos a grado más alto. Vivió 21 años y seis meses en el pontificado romano.
“Creemos que la predicación es muy necesaria y laudable (…). Mas en todos los lugares donde los herejes manifiestamente persisten, y reniegan y blasfeman de Dios y de la Santa Iglesia Romana, creemos es nuestra deber confundirlos de todos modos según Dios, disputando y exhortando y, por la palabra del Señor, como contra adversarios de Cristo y de la Iglesia, ir contra ellos con frente libre hasta la muerte. Papa INOCENCIO III, Eius ejemplo.
3) 31 de enero: CIRCUNCISIÓN DEL SEÑOR
La Liturgia de hoy celebra como tres fiestas juntas:
I) La primera es la que los Sacramentarios antiguos designan con el título de “En la Octava del Señor”. Hace ya ocho días que JESÚS nació.
II) La segunda fiesta nos recuerda que tenemos con nosotros a JESÚS, después de Dios se lo debemos a MARÍA”. De ahí que antiguamente se celebrase en este día una misa en honor de la Madre de Dios en la Basílica de Santa María la Mayor. Un rastro de ello nos queda aún en la oración secreta y poscomunión de hoy, sacadas todas de la misa votiva de La Santísima Virgen.
III) La tercera fiesta, es la de la Circuncisión. MOISÉS impuso en nombre de Dios ese rito purificatorio, imagen del Bautismo, a todos los israelitas varones el día octavo de su nacimiento (Ev.). Era una figura del bautismo, por el cual el hombre es espiritualmente circuncidado. “Veis, dice SAN AMBROSIO, como toda la Ley Antigua fue la imagen del futuro: porque la circuncisión significa la EXPIACIÓN de los pecados. El que es circuncidado espiritualmente por la poda de sus vicios, es juzgado digno de las miradas del Señor” (3 Noct.). Esa sangre divina fue la primera que vertió el SALVADOR para lavar con ella nuestras almas, y así nos inculpa la Iglesia como hemos de cortar todo brote vicioso que en nosotros veamos. “JESUCRISTO se entregó a Sí mismo, para redimirnos de toda inequidad, y PURIFICARNOS” (Ep.). “Dígnate, Señor, purificarnos mediante estos Santos Misterios, y esta comunión nos purgue de nuestros pecados”. (Sec. y Posc.).
*El domingo después de la Circuncisión o el 2 de enero Fiesta del Santísimo Nombre de Jesús. El 6 de enero Epifanía del Señor (Los Reyes Magos)*.
“No todos los pecados, aun graves, separan por su misma naturaleza al hombre del Cuerpo de la Iglesia, como lo hacen el cisma, la herejía o la apostasía.
Ni la vida se aleja de aquellos que, aun cuando hayan perdido la gracia pecando (…) retienen, sin amargo, la fe y esperanza cristianas, (…) y son excitados por Dios a orar y arrepentirse de su caída”. S. S. PÍO XII, Mystici Corporis.
Editó Gabriel Pautasso
Instituto Eremita Urbanus
Córdoba de la Nueva Andalucía, 27 de diciembre del Año del Señor de 2008.
Fiesta de San Juan Evangelista, artista místico, y profeta.
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La Misa de hoy nos dice que “el Verbo bajado del cielo en la noche” de Navidad (Int.) es el mismo “Hijo de Dios, que viene a darnos parte de su herencia, a fuer de hijos adoptivos” (Ep.). Antes el hombre era efectivamente como un “heredero que, en su minoridad, en nada difería del siervo” (Ep.); mas ahora que la Ley nueva le ha emancipado de la tutela de la antigua, no es ya esclavo, sino hijo (Ep.).
Al revelarnos esta filiación sobrenatural de Cristo, que toca más de cerca de nuestras almas en este Tiempo de Navidad, la liturgia hace que brille más refulgente ante nuestras miradas la divinidad bajo el aspecto de la Paternidad. Así pues, el culto de los hijos viene a resumirse en aquella palabra pronunciada juntamente con unos labios y una vida santa: “¡Padre! ¡Padre!” (Ep.). En Evangelio nos descubre también cual será el papel grandioso de ese NIÑO habrá de desempeñar en el mundo. “ÉL ES EL REY, CUYO REINADO ALCANZARÁ HASTA LO MÁS HONDO DE LOS CORAZONES”. Para todos será una piedra de toque; para los que le han de perseguir será una piedra de tropiezo, y PIEDRA ANGULAR PARA MUCHOS EN ISRAEL (Ev.).
El Introito alude a la noche lúgubre en que el Ángel del Señor hirió de muerte a los primogénitos de Egipto, preparando así la liberación de Israel; imagen de la noche sacratísima en que la VIRGEN MARÍA dio al mundo al SALVADOR , venido precisamente para libertar a la pobre humanidad.
“Sacrificaos por los pecadores y decid muchas veces, en especial cuando hagáis algún sacrificio: “¡OH JESÚS! Es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en desagravio por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”. Nuestra Señora de FÁTIMA. 1917.
2) 31 de diciembre: SAN SILVESTRE I, Papa y Confesor
La Iglesia reproduce en su liturgia las distintas fases de la existencia de su divino Fundador.
Acaba de nacer el NIÑO DIOS, y ya es perseguido por Herodes; la Iglesia todavía en la cuna, envía al cielo a su primer mártir, al diacono ESTEBAN; y sus 25 primeros Papas mueren también mártires.
Bajo el pontificado de SILVESTRE I (314-335), después de 300 años de persecución, empieza a gozar de su más preciado bien, que es la libertad. Entonces cunde pletórica de vida por todo el Imperio Romano, y el Concilio de Nicea (año 325 el primero ecuménico), presidido por el gran OSIO de CÓRDOBA y confirmado por el Papa SAN SILVESTRE I, vindica victoriosamente contra Arrio la divinidad de Cristo, de que está completamente embebida la liturgia de esta tiempo.
Éste decretó asimismo que sólo el obispo debe consagrar el Crisma; que en la administración del bautismo debe el sacerdote ungir la cabeza del bautizado; que los diáconos deben vestir la dalmática y llevar el brazo izquierdo el manípulo, y, por fin, que el Sacrificio del altar ha de ofrecerse sobre el mantel de lino. Fijó también para los que entrasen en las Órdenes sagradas cierto tiempo, durante el cual deberían ejercer sucesivamente su Orden en la Iglesia, antes de ser promovidos a grado más alto. Vivió 21 años y seis meses en el pontificado romano.
“Creemos que la predicación es muy necesaria y laudable (…). Mas en todos los lugares donde los herejes manifiestamente persisten, y reniegan y blasfeman de Dios y de la Santa Iglesia Romana, creemos es nuestra deber confundirlos de todos modos según Dios, disputando y exhortando y, por la palabra del Señor, como contra adversarios de Cristo y de la Iglesia, ir contra ellos con frente libre hasta la muerte. Papa INOCENCIO III, Eius ejemplo.
3) 31 de enero: CIRCUNCISIÓN DEL SEÑOR
La Liturgia de hoy celebra como tres fiestas juntas:
I) La primera es la que los Sacramentarios antiguos designan con el título de “En la Octava del Señor”. Hace ya ocho días que JESÚS nació.
II) La segunda fiesta nos recuerda que tenemos con nosotros a JESÚS, después de Dios se lo debemos a MARÍA”. De ahí que antiguamente se celebrase en este día una misa en honor de la Madre de Dios en la Basílica de Santa María la Mayor. Un rastro de ello nos queda aún en la oración secreta y poscomunión de hoy, sacadas todas de la misa votiva de La Santísima Virgen.
III) La tercera fiesta, es la de la Circuncisión. MOISÉS impuso en nombre de Dios ese rito purificatorio, imagen del Bautismo, a todos los israelitas varones el día octavo de su nacimiento (Ev.). Era una figura del bautismo, por el cual el hombre es espiritualmente circuncidado. “Veis, dice SAN AMBROSIO, como toda la Ley Antigua fue la imagen del futuro: porque la circuncisión significa la EXPIACIÓN de los pecados. El que es circuncidado espiritualmente por la poda de sus vicios, es juzgado digno de las miradas del Señor” (3 Noct.). Esa sangre divina fue la primera que vertió el SALVADOR para lavar con ella nuestras almas, y así nos inculpa la Iglesia como hemos de cortar todo brote vicioso que en nosotros veamos. “JESUCRISTO se entregó a Sí mismo, para redimirnos de toda inequidad, y PURIFICARNOS” (Ep.). “Dígnate, Señor, purificarnos mediante estos Santos Misterios, y esta comunión nos purgue de nuestros pecados”. (Sec. y Posc.).
*El domingo después de la Circuncisión o el 2 de enero Fiesta del Santísimo Nombre de Jesús. El 6 de enero Epifanía del Señor (Los Reyes Magos)*.
“No todos los pecados, aun graves, separan por su misma naturaleza al hombre del Cuerpo de la Iglesia, como lo hacen el cisma, la herejía o la apostasía.
Ni la vida se aleja de aquellos que, aun cuando hayan perdido la gracia pecando (…) retienen, sin amargo, la fe y esperanza cristianas, (…) y son excitados por Dios a orar y arrepentirse de su caída”. S. S. PÍO XII, Mystici Corporis.
Editó Gabriel Pautasso
Instituto Eremita Urbanus
Córdoba de la Nueva Andalucía, 27 de diciembre del Año del Señor de 2008.
Fiesta de San Juan Evangelista, artista místico, y profeta.
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