lunes, 14 de junio de 2010

*¿LA IGLESIA y LA MASONERÍA SE APROXIMAN? (V. G.)*


En los últimos años existe una tendencia a considerar el tema de la Masonería como una cuestión ya superada, y como una cosa del pasado el proverbial odio que la secta siempre demostró hacia la Iglesia. Quienes así piensan no se dan cuenta que la Masonería en la actualidad ha cambiado de táctica.

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

Hasta hace algún tiempo, la existencia del demonio era una creencia indiscutible, y bíblicamente demostrable, pero llegó el modernismo, y desde entonces no faltan teólogos que enseñan que el demonio no existe, y que en consecuencia no tiene sentido la actitud de precaverse contra él. Esta es la mayor victoria de Satanás: hacer creer que no existe, y de tal manera, tener la plena libertad para obrar su poder sobre las almas.
Lo mismo sucede con la Masonería. No faltan quienes afirman que ella de hecho no existe más, o por lo menos como organización contraria a la Iglesia, y todo ello se justifica con la vigencia del diálogo ecuménico. Siendo así, le ha resultado relativamente fácil a la Masonería no sólo introducirse dentro de ella con cierta tranquilidad.
Quien niega la existencia del demonio, permite el juego del demonio; quien niega la existencia de la Masonería, hace el juego a la Masonería.
Veamos algunas pruebas del acercamiento entre la Iglesia y la Masonería.

· En 1922 nacían en Viena y en Francia, respectivamente, el Movimiento Pan Europeo y el Movimiento Sinárquico, ambos partiendo de una misma inspiración: servir de modelo de una organización que deberá difundir los principios del “Orden Nuevo”. Los principales propósitos de la Sinarquía serán, entre otros:
1) Integrar todas las tendencias del espíritu, culturales, y religiosas, a través de una revolución silenciosa, pero real y total, que se propondrá reducir todos los valores a un común denominador: “el nuevo humanismo” o “el humanismo integral”.
2) Instruir a los Masones – especialmente a los miembros de las grandes Logias – preparándolos para la nueva táctica del juego sutil de absorción de la Iglesia, dividiendo a los católicos, y tendiendo aparentemente una mano a la Iglesia.
3) Para que los contactos puedan ser provechos, aventar por cualquier medio la legítima desconfianza todavía existente entre los católicos contra la Francmasonería.

Varios años después, las grandes líneas de este plan los veríamos concretarse, desde el punto religioso, con la aparición del espiritualismo ecuménico, en el cual está embarcada la propia Iglesia Católica.

· Por esa época también en los ambientes modernistas circulaba secretamente un memorial anónimo, que se constituiría en el arma de combate de los católicos defensores del “Orden Nuevo”, en cuyo nombre reclamarán una actualización y modernización de la Iglesia para adecuarla conforme al “sentido de la Historia” y a la evolución de los tiempos, que es lo que se izo a partir del Concilio Vaticano II,

Este memorial, publicado en 1923 en la revista francesa “EL MOVIMIENTO DE LAS IDEAS Y DE LOS HECHOS”, fundada y dirigido por el Abate LUGAN, tuvo una amplia difusión en los ambientes católicos, despertando no pocas simpatías hacia las ideas modernistas e izquierdistas. El mismo sacerdote, que ya colaboraba en publicaciones esotéricas, constituyó junto con algunos francmasones de la época una sociedad de libre pensadores, y desde la revista mencionada atacaba a los católicos llamados “integristas”, acusándolos de formar ellos mismo una sociedad secreta.
Se sostenía ya entonces la necesidad de poner fin al escándalo de la lucha sectaria contra la masonería, terminar con las calumnias, y ensayar un acercamiento de ésta con la Iglesia. Entre los católicos integristas más destacados figuraba Monseñor JUIN, director de la “Revista Internacional de la Sociedades Secretas”, que no cesaba de denunciar el verdadero complot de la  Masonería contra la Iglesia y su infiltración en el Clero.
Hacia 1907, un jesuita, el padre BERTELOOT, había establecido relaciones con diversas Logias, y como resultado, llegaba a la convicción de que no todos los francmasones eran sectarios, sino que muchos lo eran de buena fe, y que, lejos  de merecerle las acusaciones dirigidas contra la Orden, eran dignos de respeto y de consideración. Gracias a la ingenuidad de los que pensaban como el P. BERTELOOT, se crea un clima favorable al vuelco de la opinión pública, con beneplácito esperanzado de las altas logias.
En octubre de 1924, en Aquisgrán tienen lugar una serie de contactos y conversaciones entre altos exponentes de la Masonería y los PP. Gruber y Murkemann, de la Compañía de Jesús, tendientes a una aproximación católico-masónica. Los principales temas de tales conversaciones fueron:
1) Estudiar la oportunidad y conveniencia de poner fin a las polémicas entre católicos y masones;
2) Lograr fórmulas de cooperación conjunta en la lucha contra el comunismo (comunismo que la masonería, mientras tanto, ayudada por el progresismo cristiano, apoyaba eficazmente por otras vías y por medio de otras logias).
Para refutar a quienes le reprochan su participación en las conversaciones de Aquisgrán, un miembro del Supremo Consejo de Austria declaraba: “Hoy la Masonería expresa su ardiente deseo de colaborar con la Iglesia, contra las poderosas fuerzas de la revolución que son actualmente los partidos radicales, anárquicos, nihilistas, bolcheviques”.

A su vez, BRENIER, presidente del Gran Oriente de Francia, hablando el 27 de mayo de 1929 sobre un proyecto de concordato entre la Iglesia y la Masonería, expresaba: “Durante dos siglos, nuestro mayor enemigo ha sido la Iglesia: parece que ahora que ahora Ella reconoce haber equivocado el camino”.
La iniciativa, pues, de reconciliación se debe a un grupo de religiosos de la Compañía de Jesús y a algunos altos miembros de la Masonería del rito escocés antiguo.
Llegamos, así, al momento en el cual las advertencias de los pontífices romanos contra la Masonería, la vigilancia católica y el rigor de los principios ceden paso a una especie de visión progresista y concesiva en esta materia. Como dice PIERRE VIRIÓN  en “Misterio de Iniquidad”, quedaba libre el camino para la ofensiva sinárquica, cuyo pacto fundamental dará la fórmula de un “Orden Nuevo” tecnocrático e integracionista.

EL PACTO SINÁRQUICO

Es este un documento secretísimo que consta de 13 puntos y 598 artículos, publicado en 1935. En él se desarrolla técnicamente la planificación general del gobierno mundial en cada Estado, comprendiendo todas sus organizaciones: empresas, sindicatos, instituciones religiosas.
El objetivo religioso de este documento es ante la lucha contra la Iglesia Católica Romana tradicional, tal como la concibe el régimen de la revolución sinarquista mundial.  Aquí se trata de sublevar una parte del Clero, especialmente el Clero joven, contra la Iglesia acusándola de haber corrompido el cristianismo primitivo y de haber pactado con el capitalismo plutocrático. Se procurará, así, instaurar una Nueva Iglesia, vale decir, la Iglesia del Cristo-social. Para que el sistema tenga el  dominio completo sobre todos los elementos cívicos, sobre todos los modos de pensar y de obrar, se pretende regular de una vez para siempre las relaciones entre la Iglesia y el Estado. La solución: la absorción de la Iglesia por el Estado. “Como estado cultural, la sociedad sinárquica se manifiesta ontológicamente a través de la unión de sus universitarios, de sus pedagogos, de sus clérigos, de sus artistas, de sus sabios, de sus intelectuales y de sus técnicos, que formarán todos juntos una demos-ideocracia de servicio, de mérito, de talento”. La inclusión de los clérigos en este esquema, demuestra claramente la intención de apuntar a la instauración de una Iglesia nacional, que descubrirá la Iglesia sinárquica, fundada en el poder jurisdiccional y el magisterio doctrinal del Papa (De hecho, es lo que hoy vemos que está ocurriendo).
Un golpe magistral aplicado a la Iglesia para el debilitamiento de la autoridad del Papa y de los obispos es el que se le asestado después del Concilio Vaticano II con la introducción del principio de la “Colegialidad” en el gobierno eclesiástico. Antes el Papa era soberano y tenía pleno poder en sus decisiones en el mundo entero. Ahora, su autoridad se ve notoriamente disminuida y limitada por las llamadas conferencias episcopales. Otro tanto ocurre con la autoridad de los obispos en sus respectivas diócesis. Están limitados por las Asambleas Episcopales. Se ha democratizado y colegializado todo; y, así, han surgido los colegios presbiterales, los colegios pastorales, las comisiones, consejos, sesiones, etc. Todo se somete a la decisión de las mayorías, al voto, al número. Es fácil advertir que con esta reforma en la estructura, constitución y gobierno de la Iglesia se ha resentido notablemente su fuerza monolítico, y con ello la intangibilidad y unidad del Magisterio.

LA CARTA AL SOBERANO PONTÍFICE

En 1937 se publicaba en Francia una “Carta al Soberano Pontífice”, que señala una nueva fase en el movimiento de acercamiento entre Iglesia y Masonería, movimiento que revela la trama sutil que une a los promotores del plan sinárquico para atraer y seducir a la Iglesia con la ayuda de elementos del Clero.
Ya no se trata ahora de conversaciones, más o menos confidenciales, mantenidas con el objeto de suavizar las polémicas, sino de una verdadera alianza. Se quiere saber oficialmente si la Iglesia está dispuesta a colaborar con la Masonería para defender la civilización contra la barbarie creciente, y si ella acepta un modus vivendi sobre la base de los respectivos espiritualismos, en verdad irreductibles, pero que tienen en común la oposición contra el materialismo y al comunismo, como una manera de interesar a las partes en esta campaña de reacercamiento.
Como resultado de esta campaña, algunos maestros de las logias de Francia manifiestan que han podido constatar en ciertos sectores de la Iglesia una inclinación y simpatía decididas hacia el comunismo. Tal el caso del jesuita PP. VILLAIN, quien en su crítica del comunismo demuestra, en sustancia, una complaciente admiración: “El comunismo – dice – es una religión extremamente viva, una religión que, verdaderamente, trata de conquistar a toda la humanidad, una religión de apóstoles”. Años después, ROCA había escrito: “K. MARX y BACÓN no me enseñan nada en definitiva, sino que en el fondo son más cristianos de lo ellos mismos se imaginan. Todo lo que ellos han escrito está en nuestros Libros Santos”.
El tono general de esta Carta que comentamos, no obstante su aparente pacifismo, está plagado de insolencias acompañadas de las viejas y trilladas acusaciones contra la Iglesia: la Inquisición, la intolerancia, el espíritu de dominio, el abandono de la antigua doctrina del cristianismo primitivo y cosas por el estilo. Como conclusión, este trabajo sugería la posibilidad de una colaboración mutua en el plano social: “El Cristianismo y la Francmasonería se complementan una con la otra y pueden prestarse una mutua cooperación para la felicidad del género humano”.

MASONES EN LA IGLESIA

Hasta aquí algunos antecedentes que demuestran la apertura de ciertos medios eclesiásticos hacia la  Masonería.
Todo este proceso parece tener su confirmación en tiempos recientes, sobre todo después del II  Concilio Vaticano, en que las audaces reformas introducidas en los dogmas, los abusos y sacrilegios cometidos contra las cosas sagradas, la crisis general desatada en la Iglesia y los extravíos de tantos sacerdotes y obispos, hacen pensar nomás en una infiltración de la Secta en las filas católicas.
Ya en 1940-1942, durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial, fue disuelta y proscripta la masonería en Francia, siendo intervenidos y confiscados sus archivos, lo que permitió descubrir que algunos altos dignatarios de la Iglesia en ese país eran masones. 
Pero lo que realmente causa estupor es la gravísima denunciada efectuada en 1976 (¡hace 30 años!) por la revista francesa “INTROIBO”, según la cual, los más altos cargos del Vaticano están ocupados por la Masonería, y publica una considerable de Cardenales y Monseñores, en el pontificado de PAULO VI,  que se desempeñan en las Congregaciones y Dicasterios de la Curia Romana y están afiliados a las Sociedades Secretas (“O DEFENSOR DA FE”, Campos 28100, Est. Rio, Brasil, Edición de 1976). Esta denuncia, que nosotros sepamos, no ha sido desmentida hasta ahora.
He aquí algunos de los Prelados vaticanos incluidos en la nómina:
Cardenal JEAN VILLOT, secretario de Estado y camarlengo de PAULO VI.
Cardenal LEO SUENES, primado de Bélgica.
Cardenal UGO POLLETTI,
Cardenal A. LIENART
Monseñor AGOSTINO CASAROLI
Monseñor SEBASTIANO BAGGIO
Monseñor M. PASQUALE
Monseñor ANIBAL BUGNINI, autor Novus Ordo Missae.
Monseñor VIRGILIO NOÉ
Monseñor VIRGILIO LEVI
Monseñor ALESSANDRO GOTTARDI
Monseñor FRANCO BIFFI
Cardenal MICHEL PELLEGRINO
Monseñor FR. MARCHISIANO
Monseñor FIRENZO ANGELINI
Monseñor MARIO BRINI
Monseñor PÍO VITO PINTO
Por lo respecta a nuestra Iglesia en América, recordamos el resonante escándalo causado en junio de 1976 por el Cardenal Arzobispo de Bahía y Primado de Brasil, AVELAR BRANDAO VILELA, al bendecir un estandarte masónico en la “Gran Logia Unida de Bahía”, por cuyo motivo recibió el título de “Gran Benefactor de la Masonería” brasileña, quien más tarde le concedió la más alta de la Orden,  la de “Comendador de Don Pedro I”, por los relevantes servicios prestados a la Orden Masónica y a la Fraternidad Universal.
Una información de “The New York Times” del 29 de marzo de 1976 da cuenta de un discurso que pronunció el Cardenal TERENCE COOK durante un almuerzo que le fue ofrecido por tres mil masones (¡!), en el New Hilton Hotel, donde el purpurado declaró que ese encuentro abría un camino de amistad entre la Iglesia Católica Romana y la Fraternidad Masónica (¡!).

LAS CONDENAS DE LA IGLESIA SE MANTIENEN EN PIE

Frente a estos casos realmente desconcertantes, el angustiado corazón católico no puede menos que preguntarse si es ésta todavía la misma Iglesia que varias décadas atrás dio al mundo aquella inmortal Encíclica “HUMANUS GENUS” del Papa LEÓN XIII, donde el sabio pontífice condenada a la masonería con una firmeza tal que hoy no vemos en los que guían la nave de PEDRO.
Decía entonces el Papa LEÓN XIII: “... A ejemplo de nuestros Predecesores, hemos resuelto declararnos de frente contra la sociedad masónica, contra el sistema de su doctrina y sus intentos y maneras de sentir y obrar, para más y más poner en claro su fuerza maléfica e impedir así el contagio de su funesta peste” Y agregaba: “Su último y principal intento no es otro que el de destruir hasta los fundamentos de todo religioso y civil establecido por el cristianismo; levantando, a su manera, otro nuevo con fundamentos y leyes sacadas de las entrañas del Naturalismo, el cual sostiene que la naturaleza y la razón ha de ser en todo maestra y soberana absoluta”.
Por su parte, PIO XII, en 1958, señalaba como “raíces de la apostasía moderna, el ateísmo científico, el materialismo dialéctico, el racionalismo, el laicismo y LA MASONERÍA, MADRE COMÚN DE TODAS ELLAS”.
V.G. Córdoba 1978.


*LA GUERRA DE LEÓN XIII contra LA MASONERÍA. (A. Gallagher*

La autora es prisionera política y cumple una sentencia de 39 años desde el 4 de noviembre de 1993, junto con otros miembros del movimiento político fundado por Lindón H. Larouche.
Hace dos años (1993) que los católicos de todo el mundo aguardaban impacientemente la encíclica del Papa Juan Pablo II que conmemora el centésimo aniversario de la RERUM NOVARUM (Sobre las cosas nuevas), que versa sobre la cuestión obrera y las relaciones entre el capital y el trabajo. La encíclica Rerum Novarum, de LEÓN III, emitida en 1891, fue la exposición seminal de la actual Doctrina Social de la Iglesia Católica. A pesar de lo mucho que fue discutida durante el año 1991, pocos se percataron de que Rerum Novarum en sí misma, con su incisivo ataque a los vástagos de la Masonería – el socialismo y el comunismo - , fue simplemente la expresión en lo económico de la gran guerra de LEÓN XIII contra la masonería. Casi todas las acciones de su papado (1878-1903) estuvieron dirigidas a ese blanco.
El 25 de mayo de 1993, el cardenal mexicano JUAN JESÚS POSADAS OCAMPO fue asesinado en el aeropuerto de Guadalajara, después de haber denunciado a los masones por querer “abrir viejas heridas” en ese país. Cientos de miles de mexicanos han realizado marchas de protestas contra el argumento del gobierno mexicano de que el cardenal POSADAS OCAMPO fue víctima de un “accidente”, al ser confundido con un capo narcotraficante por otra banda rival. El arzobispo JESÚS LÓPEZ, presidente de la Comisión Episcopal Latinoamericano, dijo: “Intereses políticos y económicos poderosos están ligados a la muerte de POSADAS OCAMPO”.
El 1 de junio de 1993, una fuente de inteligencia europea le dijo al servicio de noticias EIRNS que “el ataque global contra el Vaticano está en marcha. Se planean ataques a blancos importantes del Vaticano en todo el mundo, coordinados por varios servicios secretos. En diez años, el Vaticano pasará a la historia”.
En los Estados Unidos, C. FRED KLEINKNECHT          , comandante supremo del Rito Escocés de la masonería, ha encabezado una movilización para defender la estatua de ALBEERT PIKE, gran maestro masónico del siglo pasado, adorador de Lucifer y fundador del Ku Klux  Klan, cuyo monumento se encuentra en la Plaza Judicial, propiedad del gobierno federal, en la capital de los Estados Unidos.
PIKE, en su época el masón más poderoso del Rito Escocés en el mundo, escribió un ataque contra la Encíclica HUMANUM GENUS, de LEÓN XIII, dedicada específicamente a combatir la masonería. Hoy en día, el Consejo Supremo del Rito Escocés sigue promoviendo y vendiendo ese ataque de PIKE a LEÓN XIII.
Un conocido ministro bautista de los Estados Unidos, en un libro publicado recientemente, exigió que la condición de miembro de la masonería sea declarada incompatible con el ser cristiano, tema que se discutió en la Convención Bautista Sureña, en junio de 1993.
Estos ejemplos de la perniciosa influencia de la masonería en la actualidad, exigen que examinemos la  batalla de LEÓN XIII contra la masonería durante sus 25 años de pontificado (1878-19039. LEÓN XIII emitió cuatro encíclicas para poner en pie de guerra a los obispos católicos de todo el mundo en contra de la masonería, a la que calificó de fuerza del anticristo que busca destruir a la cristiandad. Esas encíclicas fueron: Humanum Genus (El Humano Linaje), en 1884; Ab apostolici soli (Dall´alto) (Sobre la masonería en Italia), en 1890; Inimica Vis (El poder del enemigo), dirigida a los obispos italianos, en 1892; y Custodi di Quella FEDE, para el pueblo italiano, en ese mismo año.
LEÓN XIII entendía que las sociedades secretas, las sectas, estaban incubando durante aquellos años las doctrinas del socialismo, el comunismo y el fascismo, lo cual podría destruir a la civilización cristiana y conducir a la guerra si no surgía una oposición efectiva contra las mismas, tal como se comprobó posteriormente en el siglo 20. GIUSEPPPE MAZZINI, fundador de La Joven Europa, La Joven Italia, La Joven América, y demás movimientos similares, fue miembro de la logia masónica de lord PALMERSTON, quien a su vez era primer ministro de Gran Bretaña y gran maestro masónico. Anarquistas y nihilistas habían intentado asesinar a cada uno de los jefes de Estados europeos hacia las postrimerías del siglo 19, entre ellos ALEJANDRO II, de Rusia; FERNANDO II, de Nápoles; el emperador germano GUILLERMO, así como también el ministro del Papa PÍO IX,  PELLEGRINO ROSSI (ASESINADO EL 15 DE NOVIEMBRE DE 1848).
El antecesor del Papa LEÓN XIII, PIO IX (1848-1878), había atacado en veinte oportunidades a la masonería, pero en 1963, esperanzado en obtener la protección de Francia contra los revolucionarios masónicos, recibió en cambio una delegación diplomática proveniente de la Confederación sureña, una institución creada por el Rito Escocés. Pero LEÓN XIII, no obstante cuan aislado se encontrase, jamás hizo componendas ni actuó jamás en contra de su convicción de que la masonería era la CAUSA de las muchas “GUERRAS CIVILES” en todo el mundo.
Además de los ataques directos de la masonería, LEÓN XIII  emitió encíclicas sobre la fuente de la autoridad de los Estados: Inscrutabilit (sobre los males del poder civil); Inmortale Dei (sobre la constitución cristiana de los Estados); y Libertas (sobre la libertad humana), en la que promulgó el principio de que toda la autoridad proviene de Dios, y no “del pueblo”, tal como VOLTAIRE, ROUSSEAU y JOH LOCKE habían pretendido.
En consecuencia, cuando la autoridad temporal y su legislación violan la Ley de Dios, “semejante legislación injusta deja de ser ley para convertirse en una suerte de violencia”, dice LEÓN XIII en RERUM NOVARUM, citando a SANTO TOMÁS DE AQUINO.

LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA DE LEÓN XIII
Fue LEÓN XIII el autor de los fundamentos de la Doctrina Social de la Iglesia Católica, con su encíclica RERUM NOVARUM (Sobre las cosas nuevas), emitida en 1891. Contra la desesperanza de las masas, que alimentaba las insurrecciones socialistas y comunistas, LEÓN XIII insistió en que el Estado tenía la obligación de intervenir entre el capital y el trabajo a fin de asegurar un salario justo que pudiese sustentar a una familia en base al ingreso de un solo hombre, y a forzar a aquellos a quienes les pertenecieran los medios de producción a utilizarlos para el bien común, También insistió en que la propiedad privada es un derecho, al contrario de lo que los socialistas y los comunistas proponían, pero ese derecho está condicionado a que los bienes se usen para el bien común.
LEÓN XIII insistía asimismo en que las instituciones educativas cristianas fuesen superiores a las de origen masónico, a pesar de no tener subvención estatal. En 1843, mientras se desempeñaba como Nuncio Apostólico en Bélgica, al servicio del Papa PIO IX, el futuro LEÓN XIII pudo apreciar de primera mano que la masonería, enmascarada de “liberalismo”, dominaba la Universidad de Bruselas, la cual era subvencionada públicamente, aún a pesar de que Bélgica se había separado de Holanda protestante en 1830, a fin de obtener la libertad religiosa para los católicos. Ante esto, él ayudo a obtener recursos privados para convertir a la Universidad de Lovaina, en una institución educativa de nivel superior.
LEÓN XIII revivió el trabajo de SANTO TOMÁS DE AQUINO, y en su segunda encíclica, AETERNI PATRIS (Sobre la restauración de la filosofía tomista), explicó el por qué lo hizo. Frente a la falsa filosofía de la época, que sostenía que el conocimiento se da a través de los sentidos, LEÓN XIII sostuvo que la filosofía cristiana debía contraponer un método para alcanzar la verdad. AQUINO, prosiguiendo con la tradición de SAN AGUSTÍN y de otros Padres de la Iglesia, demostró que la razón humana es un auxilio de la fe y no su antagonista.
LEÓN XIII procuró darle al clero y a todas las personas las más poderosas armas intelectuales para luchar contra la masonería. Estableció universidades pontificias en todas las naciones, tales como la universidad católica de los Estados Unidos, la cual estaría destinada exclusivamente a conceder las más altas graduaciones en teología. LEON XIII también intento promover la educación en todos los niveles, basándose en que los estudiantes reexperimentaron en forma individual la filosofía de SANTO TOMÁS DE AQUINO y otros Padres de la Iglesia en forma directa, más que realizando dicha labor a través de las glosas de comentaristas.
Es más, fue el Papa LEÓN XIII quien abrió por primera vez los extraordinarios tesoros de la Biblioteca Vaticana a los estudiosos. La Biblioteca Vaticana fue una creación del papado renacentista, que veía el conocimiento como el producto de la chispa divina de la razón dada al hombre por Dios, y mediante cuya utilización el hombre puede elevarse y participar en el espíritu divino.
LEÓN XIII practicaba tan acertadamente como escribía los principios de la economía cristiana. En el transcurso de sus treinta años como arzobispo de Perugia, antes de ser ungido Papa, él organizó bancos – conocidos como Montes de Piedad -, a fin de pestar dinero con muy bajos o nulos intereses a los trabajadores o granjeros que careciesen de ahorros para dar inicio a sus negocios.

GUERRA CONTRA LA IGLESIA

En la época del papado de LEÓN, la masonería se encontraba en el curso mayor de una guerra para lograr la destrucción de la Iglesia Católica en todas las naciones de Europa, simultáneamente con su tarea de agitación para derrocar a las autoridades civiles en dichas naciones con la excepción de la Gran Bretaña, que era la que dirigía a la masonería.
Con la publicación de La moral y el dogma, en 1871, ALBERT PIKE, MAESTRO DEL Rito Escocés de la masonería de los Estados Unidos, le declaró de este modo la guerra a la Cristiandad:
“No vemos a las Iglesias ni al clero del cristianismo renunciando a su antigua actividad de dominar al hombre por medio del terrorismo imaginario... La masonería no se ocupa personalmente de reprimir a este mundo, ni de  exhortarnos a separar nuestros corazones de esta vida terrena... La ley de nuestra existencia es el amor por la vida, con sus intereses y ornamentos; el amor de este mundo en el cual nuestra suerte está echada, incrementando con los intereses y afectos terrenales”.
PIKE ridiculiza la ignorancia del grueso de la masonería, el cual era admitido tan sólo en la “masonería azul”, los tres primeros de los treinta y tres grados de la masonería:
“La masonería de la más alta graduación enseña las grandes verdades de la ciencia intelectual; en cuanto a los rudimentos y los primeros principios, la masonería azul es absolutamente muda... El cristianismo de apariencia simiesca de la masonería azul la ha convertido en una sociedad enervada e impotente, con grandes y resonantes pretensiones y pobres realidades”.
PIKE sustituyo públicamente a Dios para adorar a la naturaleza como principio de generación. Según PIKE, “la Naturaleza” (significando con ello la sumatoria de lo existente):
“... que es poderosa, sabia, activa, y buena; la Naturaleza se originó en sí misma o, quizás, ella fue y ha sido siempre, la causa de su propia existencia; el espíritu del Universo y su intrínseca Providencia. Evidentemente, existe un plan y un propósito del cual propósito el orden, la belleza, la armonía. Pero este es el plan y el propósito de la Naturaleza”.
PIKE exclamaba, pérfidamente: “Se trata de un mero cambio de nombre para determinar al poseedor de tales cualidades, la Naturaleza y no Dios”.
Pero si quedara alguna duda de quiénes son los líderes de la masonería, el cardenal chileno JOSE MARÍA CARO Y RODRÍGUEZ señalo que PIKE fue cofundador, junto con GIUSEPPE MAZZINI, del Rito Reformado del Nuevo CALLADIUM, adorador de Lucifer.
 Quince años antes, en 1855, ALBERT PIKE exigía que los católicos en los Estados Unidos fuesen excluidos del ejercicio de los derechos y privilegios de la ciudadanía estadounidense. Las propias palabras de PIKE fueron reproducidas en el “Arkansas Gacette”: “Ahora me dirijo al artículo 8 o la sección anticatólica de la plataforma. He anunciado mis principios sobre esta temática, distintiva y enfáticamente al Consejo de Estado (de los masones) de Arkansas el 30 de abril pasado. Entonces dije, y ello ha estado impreso desde hace varios meses, que es absolutamente que, excepto los franceses de Lousisiana y de cualquier otro lugar, los católicos, por regla general, reconocen que el poder del Papa dirige sus actividades en asuntos civiles y políticos”.
PIKE sabía que la Iglesia Católica en Louisiana se encontraba dominada por los masones franceses. En 1861, el obispo católico de Louisiana, AUGUSTUS MARTÍN, predicó a favor de la esclavitud como institución cristiana, por medio de la cual millones de seres pasaron “de la obscuridad intelectual hacia el afable brillo del Evangelio”.
En 1863, PÍO IX le escribió a los arzobispos de New York y New Orleáns – el único bastión de respaldo católico a la Confederación sureña – invitándolos ambos a trabajar por la paz. El diplomático confederado A. DUDLEY MANN inmediata realmente se trasladó al Vaticano y le manifestó a PÍO IX que si él quería realmente detener la guerra, que instase a los católicos irlandeses y alemanes a no alistarse en el ejército de LINCOLN, el cual estaba reclutando anualmente un estimativo de 100.000 hombres de la Europa católica.
La Confederación publicó ampliamente la carta que PÍO IX le envío a JEFFERSON DAVIS, presidente de la Confederación. La carta parece implicar que la paz del país dependía de la Unión, y se usó, sin éxito, para impedir el reclutamiento en Europa. No obstante, el Secretario de Estado Confederado, JUDAH BENJAMÍN, se burló de las declaraciones de MANN, en el sentido de que una cartas dirigida a DAVIS constituía un “reconocimiento” del Vaticano: “Nosotros no podemos asignarle a ella el mismo valor que usted le atribuye... la misma no posee ninguna de las influencias morales requeridas para lograr despertar de su error al pueblo de los Estados Unidos”.
En Europa, en la etapa postrera del siglo 19 la guerra desatada por la masonería contra Iglesia Católica, como centro organizado de la cristiandad, había sido adoptada virtualmente por todas las naciones europeas:
· En Alemania, el Emperador GUILLERMO y su canciller BISMARCK promovieron las influencias de la masonería al promulgar las ordenanzas de FALK, dictadas en mayo de 1873, las cuales dieron inicio a la KULTURKAMPF, o guerra contra la Iglesia Católica.
Estas leyes anticatólicas establecieron una estructura de carácter similar a aquella que fuese impuesta en los países comunistas durante el siglo XX: la selección de todos los sacerdotes y los obispos debía ser aprobada por el Estado, creando de este modo iglesias nacionales cismáticas, tales como la que los chinos comunistas intentan imponer ahora; la confiscación de las propiedades eclesiásticas, a fin de denegarle a la Iglesia los medios financieros para mantener su existencia con independencia del Estado; la sustitución del subsidio de la Iglesia al clero por los magros estipendios estatales para los sacerdotes aprobados por el Estado; la clausura de los seminarios; y la derogación de las exenciones militares para los clérigos; lo cual dejó a uno de cada diez católicos en Prusia sin la asistencia de un cura párroco. Todas las órdenes religiosas, con excepción de aquellas que se encontraban trabajando en los hospitales fueron expulsados, y el Arzobispo LEDOCHOWSKY, de Posen, así como muchos otros más, fueron encarcelados.

· En Francia, la masonería se hallaba jubilosa con la sangrienta y fallida Revolución Francesa de 1789, cuyo lema fue igual al de los masones: “Libertad, Igualdad, Fraternidad”. En 1880 el gobierno masónico de PAUL BERT y JULES FERRY confisco los bienes de la Iglesia, expulsó a las órdenes religiosas, derogó las excepciones militares para los sacerdotes y erradicó en su totalidad la enseñanza cristiana en la educación de la juventud, reemplazando la formación católico por el culto masónico de aquello que PIKE denominase “ilustración”, lo que significaba en realidad la adoración a Lucifer. Unos 500 magistrados dimitieron antes de cumplir con las imposiciones de dicha legislación. Las acciones de los masones franceses iban dirigidas a destruir las capacidades mundiales de la Iglesia Católica, porque fueron los franceses los que fundaron la Sociedad de la Propagación de la Fe, en 1822, y los católicos franceses eran los principales contribuyentes de la actividad misionera católica en el mundo.

· En Inglaterra, lord JOHN RUSSEL  restauró en 1851 la legislación contra la religión católica al introducir al Parlamento el “Proyecto de Títulos Eclesiásticos”. Las normas legales de RUSSEL convertían en alta traición el hecho de que un católico recibiese correspondencia proveniente del Papa.
PETER FARELL, crítico de PIKE, señaló que esa ordenanza, “demuestra con excesiva transparencia la cordial simpatía, sensibilidad y sentimiento existente entre el capitán A. PIKE, en su APOLOGÍA (para la proscripción de los católicos y extranjeros) y lord JOHN RUSSELL, en su declaración de Durham, para la persecución y proscripción de millones de católicos, tanto aquí, como en la otra orilla del Atlántico...”.
Inglaterra, junto con Suiza, le había dado protección al ideólogo de la masonería GIUSEPPE MAZZINI, quien desde allí había dirigido y financiado el derrocamiento de todos los gobiernos europeos con excepción del de Gran Bretaña. Las fuerzas anticatólicas de Prusia, dirigidas por el doctor DOLLINGER, trabajaron estrechamente con la Iglesia de Inglaterra a fin de conformar una “Iglesia Católica Antigua”, de carácter cismático, cuyos obispos el gobierno asalariase y reconociese como “católicos”.

· En Italia, de la masonería emprendieron la guerra para despojar al Papado de su poder temporal, el territorio entregado por el francés CARLOS MARTEL y por CARLOMANO a la Iglesia Católica. En Prusia, Francia, Suiza y Bélgica el programa masónico se encontraba en su punto justo. Fueron confiscados los territorios de los que la Iglesia  extraía sus ingresos; los sacerdotes fueron reclutados compulsivamente a la milicia; las órdenes religiosas fueron expulsados; las acreencias bancarias papales, compuestas por las contribuciones provenientes de todo el mundo fueron también confiscadas; la formación católica para la juventud fue reemplazado por la instrucción masónica, y hasta la seguridad física del Papa se encontraba con tanta incertidumbre, que, cuando se le eligió, LEÓN XIII declaró que debía permanecer como “un prisionero del Vaticano”, lugar que jamás abandonó en sus 25 años de Papado.
El masón PIKE le escribió a ADRIANO LEMMI, titular de la masonería italiana, refiriéndose al Congreso Masónico de Milán del 5 de diciembre de 1880, para darle instrucciones sobre “la necesidad de producir en un lapso breve la ruina de las influencias clericales en Italia. Las leyes contra las congregaciones religiosas no son observadas allí... Haga protestar a la gente por intermedio de las logias”. (DOMENICO MARGIOTTA, “Adriano Lemmi).
El 9 de marzo de 1886, el Reforma, de Roma, órgano de los revolucionarios masónicos, reclamo la destrucción de la Iglesia Católica en Italia, utilizando para ello los mismos medios de acción:
“Indisponer al clero inferior en contra de sus superiores; separar en cada parroquia, villa, y aldea, la influencia y autoridad del sacerdote, y transferir la misma hacia la de los maestros y maestras de escuela de formación ateística; tomar el más completo control de los ingresos eclesiásticos de cualquier clase, de manera tal que ningún cura párroco ni funcionario clerical alguno reciba una sola moneda de manos del gobierno”.

LAS ENCÍCLICAS DE LEÓN XIII

Estos son simplemente los puntos más destacados de un programa internacional dirigido a destruir a la Iglesia Católica, tal como lo declarasen en sus proposiciones, hechas públicamente por la Logia Central de los Carbonarios, dirigidos por MAZZINI en Italia: “Nuestro propósito es el de VOLTAIRE y el de la Revolución Francesa: la aniquilación total del catolicismo y de la idea cristiana”. O tal como dijo MAZZINI, según el periódico The London Globe en agosto de 1850: “La abolición del poder temporal (del PAPADO) acarrea evidentemente consigo misma la emancipación de la mente humana del poder espiritual”.
Por medio de una campaña pública a favor del indiferentismo, del relativismo, los masones del Rito Escocés intentaron destruir la civilización cristiana, que se fundamenta en que el hombre es creado a imagen de Dios en virtud del poder de la razón del que ha sido dotado, el poder de descubrir las leyes de Dios. La prensa del siglo XX calificó de “progreso”, de “civilización moderna” y de “nacionalismo” este ataque contra la Iglesia. Sin embargo, “los adeptos” – o masones de las más altas jerarquías – sabían que la verdadera doctrina de la masonería no es el indiferentismo contra lo que PIKE denominase el “despotismo de la cristiandad”, sino más bien el culto a Lucifer, autor del precepto “haz lo que plazca”.
La venganza de la masonería, por la “persecución” que Cristo y su Iglesia Católica lanzaron contra Lucifer, llegó a su punto culminante cuando JOACHIM PECCI, arzobispo de Perugia, fue electo Papa en febrero de 1878.
Dos meses más tarde, LEÓN XIII trabó batalla con los masones con su primera encíclica, INSCRUTABILI DEI CONSILIO (sobre los problemas que atañan a la Iglesia y la fe), emitida en la Pascua de Resurrección de 1878, y dirigida a todos los obispos del mundo: 
Pues, desde los primeros días de Nuestro Pontificado se nos presenta a la vista el triste espectáculo de los males que por todas partes afligen al género humano; esta tan generalmente difundida subversión de las supremas verdades, en las cuales, como en sus fundamentos, se sostiene el orden social; esta arrogancia de los ingenios, que rechaza toda potestad legítima; esta perpetua causa de discordias de donde nacen intestinos conflictos y guerras crueles y sangrientas; el desprecio de las leyes que rigen las costumbres y defienden la justicia; la insaciable codicia de bienes caducos y el olvido de los eternos, llevada hasta el loco furor con el que se ve a cada paso a tantos infelices que no temen quitarse la vida...
En manera alguna, pues, puede considerarse como un progreso de la vida civil, aquel que desprecia osadamente todo poder legítimo; ni puede llamarse libertad la que torpe y miserablemente cunde por  la propaganda desenfrenada de los errores, por el libre goce de perversas concupiscencias, la impunidad de crímenes y maldades, y las opresión de los buenos ciudadanos, cualquiera que sea la clase a la que pertenecen. Siendo como son estos principios, falsos, erróneos, y perniciosos, seguramente no tienen la virtud de perfeccionar la naturaleza humana, y engrandecerla, porque EL PECADO HACE A LOS HOMBRES DESGRACIADOS; sino que es consecuencia absolutamente lógica, que, corrompidas las inteligencias y los corazones, por su propio peso precipiten a los pueblos en un piélago de desgracias, debiliten el buen orden de las cosas, y de esa manera hagan venir tarde o temprano la pérdida de la tranquilidad pública y la ruina del Estado.
En su segunda encíclica, en diciembre de 1878, QUOD APOSTOLICI (sobre el socialismo y el comunismo), LEÓN XIII le llama a las cosas por su nombre:
“Es fácil comprender, Venerables Hermanos, que Nos hablamos de aquella secta de hombres que, bajo diversos y casi bárbaros nombres de socialistas, comunistas o nihilistas, esparcidos por todo el orbe, y estrechamente coligados entre sí por inicua federación, ya no buscan su defensa en las tinieblas de sus ocultas reuniones, sino que, saliendo a pública luz, confiados y a cara descubierta, se empeñan en llevar a cabo el plan que tiempo ha concibieron, de trastornar los fundamentos de toda sociedad civil.”
En junio de 1881, LEÓN XIII publicó su tercera encíclica sobre el arte de gobernar, “Diuturmum illud” (sobre el origen del poder civil). El emperador GUILLERMO de Prusia la leyó mientras se encontraba recuperándose de las heridas sufridas a raíz de un intento contra el presidente de los Estados Unidos, JAMES GARFIELD; y Rusia se mantenía paralizada después del zar ALEJANDRO II, unos cuantos meses antes.
Su puntualidad no podía habérsele pasado por alto a los jefes de Estado protestantes que la leyesen:
“Larga y terrible guerra la emprendida contra la autoridad divina de la Iglesia, y que ya llegó adonde de suyo se dirigida, a saber: a poner en común peligro la sociedad humana, y singularmente el principado civil, en el cual estriba sobremanera la seguridad pública.
Y aún más: muchos modernos, siguiendo las pisadas de los que en el siglo pasado se daban el nombre de filósofos, dicen que toda potestad viene del pueblo; por lo cual, los que la ejercen en la sociedad, no la ejercen como suya, sino como delegada a ellos por el pueblo, y con tal condición que puede ser revocada por el mismo pueblo que la delegó. Muy otra es en este punto la creencia de los católicos, según los cuales el derecho de mandar se deriva de Dios, como de principio natural y necesario”.
El gobierno de Prusia comenzó a reconsiderar si la Iglesia Católica había sido en verdad el enemigo de la autoridad civil y, en ese mismo año, comenzó a hacer cesar la aplicación de algunas de las Ordenanzas de Falk. Hacia 1886, Prusia finalmente derogó todas esas normas. En 1885, el mundo entero se vió conmocionado cuando el canciller alemán OTTO VON BISMARK personalmente le solicitó a LEÓN XIII que mediase en una disputa entre Alemania y la España católica ¡en relación con las Islas Carolinas!

HUMANUM GENUS

El 20 de abril de 1884, el Papa LEÓN XIII desató su mayor ataque contra la masonería dirigiéndose a todos los obispos con su encíclica HUMANUM GENUS:
“El humano linaje, después que, POR ENVIDIA DEL DEMONIO, se hubo, para su mayor desgracia, separado de Dios, creador y dador de los bienes celestiales, quedó dividido en dos bandos diversos y adversos,.. El uno es el reino de Dios en la tierra, es decir, la verdadera Iglesia de Jesucristo... el otro es el reino de Satanás.
En el decurso de los siglos, las dos ciudades han luchado, la una contra la otra, con armas tan distintas como los métodos, aunque no siempre con igual ímpetu y ardor. En nuestros días, todos los que favorecen la peor parte parecen conspirar a una y pelear con mayor vehemencia, bajo la guía y auxilio de la sociedad que llaman de los MASONES, por doquier dilatada y firmemente constituida. Sin disimular ya sus intentos, con la mayor audacia se resuelven contra la majestad de Dios, maquinan abiertamente y en público la ruina de la Santa Iglesia, y esto con el propósito de despojar, si pudiesen, enteramente a los pueblos cristianos de los beneficios conquistados por Jesucristo...
Los Romanos Pontífices, Nuestros antecesores, velando solícitos por la salvación del pueblo cristiano, conocieron  muy pronto quién era y qué quería este capital enemigo, apenas asomaba entre las tinieblas de su oculta conjuración; ...Dióse el primer aviso del peligro el año 1738 por el Papa CLEMENTE XII (1730-1740), cuya constitución confirmó y renovó  BENEDICTO XIV (1740-1758). PÍO VII (1800-1823) siguió las huellas de ambos, y LEÓN XII (1823-1829), incluyendo en la constitución apostólica “QUO GRAVIORA” lo decretado en esta materia por los anteriores, lo ratificó y confirmó para siempre. PÍO VIII (1829-1831), GREGORIO XVI (1831-1846) y PÍO IX (predecesor de LEÓN XIII, por cierto repetidas veces, hablaron en el mismo sentido...
Así que en espacio de siglo y medio la secta de los MASONES ha logrado unos aumentos mucho mayores de cuanto podía esperarse, e infiltrándose con tanta audacia como  dolo en todas las clases sociales ha llegado a tener a tener tanto poder que parece haberse hecho casi dueña de los Estados... y se ha llegado a punto de temer grandemente para lo venidero, no ciertamente por la Iglesia, cuyo fundamento es bastante firme para que pueda ser socavado por esfuerzo humano, sino por aquellas mismas naciones en que logran influencia grande la secta de que hablamos u otras semejantes que se le agregan como auxiliares y satélites”.
En cuanto al procedimiento de la masonería, LEÓN XIII escribe:
“Con estas mentidas apariencias y arte constante de fingimiento, procuran los MASONES con todo empeño, como en otro tiempo los maniqueos, ocultarse y no tener otros testigos que los suyos,...Además, deben los afiliados dar palabra y seguridad de ciega y absoluta obediencia a sus jefes y maestros, estar preparados a obedecerles a la menor señal e indicación; y de no hacerlo así, a no rehusar los más duros castigos ni la misma muerte”.
A su vez, la Masonería, dice LEÓN XIII:
“...mucho tiempo ha que trabaja tenazmente para anular en la sociedad toda influencia del magisterio y autoridad de la Iglesia; por esto proclaman y defienden por doquier el principio de que la Iglesia y Estado deben estar por completos separados, y así excluyen de las leyes y administración del Estado el muy saludable influjo de la religión católica, de donde se sigue que los Estados se han de constituir haciendo caso omiso de las enseñanzas y preceptos de la Iglesia...”
Y, en efecto, la única educación que a los MASONES agrada, y con la que, según ellos, se ha de educar a la juventud, es la que llaman LAICA, LAICA, INDEPENDIENTE, LIBRE, es decir, que excluya toda idea religiosa... 
Además, de los turbulentos errores, que ya llevamos enumerados, han de temerse los mayores peligros para los Estados. Porque, quitado el temor de Dios y el respeto a las leyes divinas, menospreciada la autoridad de los príncipes, consentida y legitimada la manía de las revoluciones, sueltas con mayor licencia las pasiones populares, sin otro freno que el castigo, ha de seguirse necesariamente el trastorno y la ruina de todas las cosas. Y aun precisamente esta ruina y trastorno, es lo que a conciencia maquinan y expresamente proclaman unidas las masas de COMUNISTAS y SOCIALISTAS, a cuyos designios no podrá decirse ajena la secta de los MASONES, pues favorece en gran manera sus planes y conviene con ellas en los principales DOGMAS.
Al insinuarse entre los príncipes fingiendo amistad, pusieron la mira los MASONES en lograrlos como socios y colaboradores poderosos para oprimir a la religión católica; y para estimularles más, con insistente calumnia acusaron a la Iglesia de que, envidiosa, disputaba a los príncipes su potestad y prerrogativas reales. Lograda por tales artes la audacia y seguridad, comenzaron a intervenir con gran influencia en el régimen de las naciones, estando dispuestos – por lo demás – a sacudir los fundamentos de los imperios y a perseguir, calumniar y destronar a los príncipes, siempre que ellos no se mostrasen inclinados a gobernar a gusto de la secta”.
El titular de la masonería en Italia, ADRIANO LEMMI, no oculto su adoración a Satanás. Su publicación Revista della Massionería Italiana (Revista de la Masonería Italiana), en la edición de marzo de 1883 a marzo de 1884, dice: El Papa ha dicho que Vexilla Regis Prodeunt Inferni. ¡Por supuesto que sí! : “Los estandartes del rey del infierno avanzan”, y no hay hombre conciente alguno que no ame la libertad, no hay ningún hombre que no quiera enrolarse bajo estos estandartes, bajo estas banderas de la masonería, que simbolizan las fuerzas vivientes de la humanidad y la inteligencia, en oposición a aquellas fuerzas inertes de la humanidad embrutecidas por la superstición”.
MARGIOTTA, biógrafo de LEMMI, informa que LEMMI y el Gran Maestro del Rito Escocés, ALBERT PIKE, tuvieron una controversia sobre si los masones deberían adorar a Satanás (la posición de LEMMI) o a Lucifer, tal como anhelaba PIKE. MARGIOTTA informa también que el Rito Escocés de PIKE dio muchísimo dinero para la campaña contra la Iglesia en Italia.
El Papa LEÓN XIII convocó a todos obispos y sacerdotes, tal como lo haría en todas las subsiguientes encíclicas sobre la masonería, a movilizarse, “a arrastrar la máscara de la masonería” a través de sermones, pastorales, cartas, y “por medio de la formación de innumerables asociaciones que puedan contraponerse a todas y cada una de las organizaciones masónicas”. También había que movilizar al laicado, le dijo LEÓN XIII  a los obispos. Debían establecerse sindicatos para proteger los intereses temporales de los trabajadores, así como también su moralidad frente a la violenta embestida de las ubicuas masónicas y sus grupos de fachada.

DENUNCIAS A LA PRENSA

En AB APOSTOLICI SLII (DALL´ALTO)  (Sobre la masonería en Italia), emitida el 15 de octubre de 1890 y dirigida a los obispos, clérigos, y al pueblo de Italia, LEÓN XIII fustigó los programas masónicos que a través del secularismo y del ateísmo oficial separaban la Ley de Dios de las leyes humanas e inundaban al Estado con la influencia masónica. El mismo complot que se utiliza hoy en los Estados Unidos de Norteamérica y otras naciones.
En esta encíclica, LEÓN XIII proféticamente señala:
“... el principal instrumento utilizado por nuestros enemigos es la prensa, la cual en gran parte recibe de ellos su inspiración y apoyo. Es importante que los católicos puedan oponerse a la prensa maligna por medio de otra prensa que sea buena...”
En INIMICA VIS (El poder del enemigo), emitida en contra la masonería, el 8 de octubre de 1892, LEÓN XIII le advierte a los obispos:
“No es meramente suficiente el estar prevenido de las estratagemas de esta secta vil; nosotros debemos además luchar contra ella... Por lo tanto es nuestra tarea inflamar las almas por medio de la persuasión, la exhortación y el ejemplo, fomentar en nuestro clero y en nuestra gente y en nuestra gente un fervor por la religión y la salvación que sea activo, resuelto e intrépido”.
En una encíclica dirigida al pueblo italiano en la misma fecha, CUSTODI DI QUELLA FEDE, LEÓN XIII advierte contra aquellos “que se ocultan debajo de la máscara de la tolerancia universal respecto a todas las religiones y las súplicas por reconciliar las máximas del Evangelio con aquello de la revolución. Estos hombres buscan reconciliar a Cristo con Belial”. Y previene, además, contra “La locuaz filantropía que se contrapone a la caridad cristiana con semejante pompa, que es a veces el pasaporte para los negocios masónicos”.
En una convocatoria a la batalla, LEÓN XIII dice:
“Que pueda esta contienda entre el bien y el mal extenderse a todo, y pueda prevalecer el bien. La masonería mantiene frecuentes encuentros a fin de planificar nuevos métodos de combatir a la Iglesia, y ustedes deberían también tenerlos con frecuencia para mejor concordar sobre los instrumentos y directivas de defensa. Ella multiplica sus logias, así que ustedes deberían también multiplicar a las asociaciones católicas y grupos parroquiales, promover las sociedades de beneficencia y organizaciones de oración”.
En SPESSE VOLTE (Sobre la supresión de las instituciones católicas en Italia), emitida el 5 de agosto de 1898, LEÓN XIII por el cierre de las instituciones benéficas católicas, periódicos, conventos y monasterios, y por la imposición del servicio militar sobre el clero; la confiscación de las cuentas bancarias, y la propiedad de LA PROPAGANDA – la entidad subvencionada internacionalmente para formar misioneros – con la finalidad de poder clausurar las misiones católicas en todo el mundo.

LA ESCLAVITUD

Al mismo tiempo que atacaba directa e implacablemente a la masonería, LEÓN XIII tampoco dejaba de atacar los flancos débiles. En la primera de todas las encíclicas, INSCRUTABILI DEI CONSILIO, LEÓN XIII condena la esclavitud, una causa cara a la filosofía y las finanzas de la masonería internacional y del Rito Escocés, del cual el general confederado ALBERT PIKE fue el Gran Maestro norteamericano. LEÓN XIII escribe:
“¿Quién es, empero, el que se atreve ya a negar que es la Iglesia la que... habiendo hecho desaparecer la calamidad de la esclavitud, ha vuelto a los hombres a la originaria dignidad de su nobilísima naturaleza...?”
ALBERT PIKE encabezó el Rito Escocés de los Estados Unidos desde 1859 hasta su muerte, acaecida en 1891. PIKE se desempeñó como general confederado hasta que fue acusado de crímenes de guerra. Anteriormente, PIKE había trabajado para promover el plan de los Caballeros del Círculo Dorado, que pretendía implantar un imperio esclavista con una extensión de un radio de mil millas, que tenía a CUBA como centro. Tal como el historiador ANTÓN CHAITKIN ha documentado, los TORIES británicos que se quedaron después de la Revolución Americana para financiar el tráfico de esclavos, y los propios esclavistas, como MOSES HAYES, de Rhode Island, fueron los creadores del Rito Escocés de los Estados Unidos, en Charleston, Carolina del Sur.
El 5 de mayo de 1888, LEÓN XIII emitió su epístola IN PLURIMIS MAXIMISQUE (Sobre la emancipación de los esclavos), dirigida a los obispos del Brasil. La fecha elegida fue el día del santo de PÍO V (1566-1572), quien, con la victoria de LEPANTO sobre los musulmanes en 1571, había salvado de la esclavitud a la cristiandad. Según BERNARD O´REILLY, biógrafo de LEÓN XIII, con motivo de la celebración del aniversario de su propia ordenación sacerdotal, el Papa LEÓN XIII estaba emocionado de recibir a varios “liberados” del vasto imperio del Brasil, primeros frutos de su anuncio de que la esclavitud de que la esclavitud sería repudiada en ese país.
En su epístola, LEÓN XIII declara:
“Nos hacemos, ciertamente, las veces de Cristo, Hijo de Dios quien, abrazando con tanto amor al género humano no sólo no se negó asumir nuestra naturaleza... sino que, después de su encarnación, sintió agrado en llamarse Hijo del Hombre, testimoniando así públicamente que se había identificado con nuestra manera de ser “PARA ANUNCIAR LA LIBERTAD DE LOS CAUTIVOS”, y luego, después de haber rescatado al género humano de la peor esclavitud, que es la del pecado... sacándola de la profunda ruina de la común culpa, al grado prístino de dignidad...
En efecto, entre tantas miserias parece sumamente deplorable la esclavitud, a la cual, desde hacía muchos siglos estaba sujeta una no pequeña parte de la familia humana, postrada en la sordidez y la inmundicia. Lo cual contrariaba todo lo que Dios y la naturaleza habían estatuido.
Pues, el Supremo Hacedor de las cosas había establecido que el hombre ejerciera cierto real dominio sobre los animales, tanto los de tierra como los de aguas y del aire,” POR CUANTO LO HIZO RACIONAL (AL HOMBRE), CONFORME A SU IMAGEN, según la sentencia de SAN AGUSTÍN, NO QUISO QUE DOMINARA SINO A LOS SERES IRRACIONALES; NO EL HOMBRE AL HOMBRE SINO EL HOMBRE A LA BESTIA”. 
Hasta El nacimiento de Cristo, la mayoría de las sociedades de los pueblos más civilizados estaba compuesta por esclavos. Después de que Cristo el Redentor hubo nacido, la suerte de la esclavitud estuvo sellada y el triunfo de la libertad cristiana y la igualdad pasó a convertirse en trabajo de la Iglesia. En la primera centuria, los cristianos, si fracasaban en liberar a sus semejantes por otro medio que la bondad, intercambiaban su lugar con ellos. Más tarde, la Iglesia alentó la liberación de los esclavos usando templos para redactar documentos para que liberara a los esclavos los domingos.
Hablando directamente de la esclavitud en África, LEÓN XIII escribió:
“...se ha clavado otra preocupación en Nuestra mente que no poco Nos angustia y apremia Nuestra solicitud, y es que el torpe comercio de hombres, después de cesar en el mar continúa ejerciéndose en la tierra, demasiado intensa y demasiado bárbaramente, y eso con preferencia en algunas regiones de África...
Ojalá que todos los que se distinguen por la autoridad de mando y el poder, o los que aspiran a que sea sagrado el derecho de las gentes y de la humanidad...se unan fervorosamente para restringir, prohibir y extinguir aquel comercio que más inmoral y criminal no se puede imaginar.
Veinte años antes, ALBERT PIKE había participado en Menphis en la fundación del Klu Klux Klan, una organización terrorista y racista cuyos linchamientos y “correrías nocturnos” pretendieron reimponer de facto la esclavitud entre los negros que habían sido esclavos en los Estados Unidos.

LA CONDENA DE LEÓN XIII

La Santa Sede no se durmió en medio de las obras de descristianización. Se hizo sentir mediante valientes protestas contra las violaciones del Concordatos y los atentados. Siguiendo las directivas de Clemente XII y de BENEDICTO XIV, condenó a la francmasonería en el aspecto doctrinal. PÍO VII, LEÓN XII, PÍO VIII y GREGORIO XIV, entre los años 1821 y 1923, denunciaron sus maquinaciones. PÍO IX fue el Papa que más ardor puso en el combate mediante sus encíclicas “QUI PLURIBUS” Y “QUANTA CURA” y en la Bula “APOSTOLICAE SEDIS”. El 20 de abril de 1884, la encíclica “HUMANUM GENUS”, de LEÓN XIII, se enfrentó de nuevo con el problema y llamó la atención de los cristianos no sólo acerca de los fines de la masonería, sino sobre los peligros que entrañaba para los pueblos.
“Niegan que Dios sea autor de ninguna revelación. Según ellos, fuera de lo que puede entender la razón humana, no hay dogma, ni verdad, ni maestro en cuya palabra se tenga que tener fe. Es contra la Iglesia Católica contra quien los adversarios se manifiestan más encarnizadamente y dirigen sus más violentos ataques. Así, ello debe costarle a la secta un prolongado y pertinaz esfuerzo: se propone reducir a la nada, en el seno de la sociedad civil, el magisterio y la autoridad”.
Para aquellos interesados, y para no dejen llevar por rumores de acercamiento y de ecumenismo y falsa hermandad, de ciertos personajes que actúan financiados, damos a conocer la doctrina de la Iglesia Católica respecto de la secta de la francmasonería y sociedades de igual índole, el Código de Derecho Canónico de 1917 (consultar el nuevo Código de Derecho Canónico).
Canon 2335: Los que se inscriben en la secta masónica o en otras asociaciones de la misma especie, que maquinan contra la Iglesia o contra los poderes civiles legítimos, incurren ipso facto en una excomunión reservada simpliciter a la Santa Sede.
Canon 2336: Además de la pena de excomunión, los clérigos que se inscriben en la masonería serán suspendidos de beneficio, de dignidad y de la pensión del cargo que  detentan dentro de la Iglesia dentro de la Iglesia. Los religiosos serán privados de sus funciones y les serán aplicadas las distintas sanciones previstas por sus constituciones.
El canon 1399 prohíbe las obras relativas a las sectas masónicas y otras que afirmen que éstas no son perjudiciales a la Iglesia y a la sociedad civil.
El 20 de abril de 1949 fue recordado por el Santo Oficio que la disciplina del Código de Derecho Canónico con respecto a la francmasonería no ha sufrido ningún cambio.
En un artículo publicado en L´Osservatore Romano el 19 de marzo de 1950, el R.P. CORDOVANI, maestro de los Sacros Palacios Apostólicos, recuerda que no se ha cambiado nada en las prescripciones del Código de Derecho Canónico en lo que a la masonería se refiere.
Los contactos entre los sacerdotes con masones han sido escasos pero persistentes; el R. P. GRUBER, en 1928, tuvo una entrevista en Aix-la-Chapelle con varios francmasones, entre los que se contaba el secretario de la logia de Nueva York y un filósofo vienés, KURT REIVHL. No sabemos si hubo algún “pacto de caballeros”: FULOP MULLER, en su obra “El poder secreto de los jesuitas”, expresa que hubo acercamiento entre los jesuitas y los hermanos masones, que en 1961 se concretó en la logia VOLNEY de Laval, perteneciente al Gran Oriente de Francia. El jesuita RIQUET fue recibido por el maestro de la logia M. LEPAGE, quien le mostró los detalles del “taller”. Allí mismo el Padre RIQUET dio una conferencia que comenzaba así: “Sois todos hombres; lo somos todos aquí, y,  para más de uno de nosotros, las dos guerras, la Resistencia, la deportación, nos han hecho todavía más hermanos...”.

LEIBNIZ Y LA IGLESIA CATÓLICA

Los ataques masónicos contra la Iglesia Católica no eran agresiones contra una iglesia en particular, sino contra la cristiandad misma que, desde la propagación de las ideas del gran Renacimiento Italiano en Europa, había alcanzado el más alto grado de progreso material e incremento poblacional en la historia del mundo. Tan exitoso dominio sobre la naturaleza muestra que los axiomas de la cultura cristiana, especialmente la creencia de todo hombre es creado IMAGO VIVA DEI, a imagen viva de Dios, en virtud de su capacidad de razón creativa, refleja un conocimiento de la realidad cada vez más fino. Además, esa condición le da al hombre la posibilidad de realizar nuevos descubrimientos de las leyes que rigen el universo, en razón de que la mente del hombre resulta de la misma naturaleza que la de Dios. A pesar de que a diferencia de Dios el hombre nunca puede tener un conocimiento perfecto, puede sin embargo descubrir, de manera de manera cada vez menos imperfecta,  las leyes del universo. Es esa capacidad la que ha hecho posible los grandes descubrimientos científicos, y la que ha hecho posible que la población humana se haya multiplicado 13 veces en los últimos 550 años.
Al contrario de esos sectarios protestantes manipulados por los masones para que creyesen que los ataques a la Iglesia Católica podrían beneficiarlos, el más grande de los protestantes de la época, el barón GOTTFRIED WILHELM LEIBNIZ (1646-1716), percibió correctamente al catolicismo como el más antiguo y elevadamente organizado como centro de la cristiandad, como una institución que evidentemente era esencial para el progreso de toda la raza humana.
LEIBNIZ propuso que fuera el Papado el encargado del mantenimiento de la paz en Europa y de conducir a los poderes temporales bajo la dirección de la moralidad cristiana:
“Mi idea sería establecer para siempre, incluso en Roma, un tribunal (para resolver las controversias entre los soberanos), y convertir al Papa en su presidente, tal como en realidad en tiempos pretéritos actuaba como juez entre los príncipes cristianos. Pero los eclesiásticos deberían, al mismo tiempo, reasumir su antigua autoridad, y una interdicción o una excomunión debiera estremecer a los reyes y a los reinos, como en los días de NICOLASI o GREGORIO VII...”
LEIBNIZ deseaba establecer la autoridad moral de la cristiandad como un baluarte contra los desastres temporales.
La encíclica HUMANUM GENUS, del año 1884, fue atacada vehementemente en los Estados Unidos de América por ALBERT PIKE, el Gran Maestro de la Jurisdicción Sureña del Rito Escocés, que tanto entonces como ahora se encontraba establecido en la ciudad de Washington, DC. A pesar de los reparos de Gran Bretaña y otras partes, ALBERT PIKE, el líder mundial del Rito Escocés, se vanagloriaba en su réplica pública a HUMANUM GENUS, en octubre de 1884, de que TODA la masonería internacional buscaba destruir a la Iglesia Católica
“Si en otros países la masonería ha perdido la perspectiva de los Antiguos Hitos, aun tolerando el comunismo y el ateísmo, es porque es preferible soportar diez años de estos males que lo que sería vivir una semana bajo la diabólica tiranía de la Inquisición y soldadesca negra de Loyola... No es cuando los poderes del Papado se concentran en aplastar a la masonería de los Reinos Latinos y demás repúblicas del mundo que los Masones del Antiguo y Aceptado Rito Escocés de los Estados Unidos proclamarán, por el motivo que sea, que no tienen simpatía por los masones del continente europeo, o por los de México o por los de las Republica de Sudamérica”.
En 1868, PIKE pontificó: “La masonería es una fe, una gran religión, una gran estrella común alrededor de la cual los hombres de todas las hablas y lenguajes se congregarán”. PIKE agregó, sin embargo: “Yo asumí mi compromiso con los hombres blancos, no con los negros, Cuando deba optar por aceptar a los negros como hermanos o abandonar la masonería, yo la abandonaré”.
LA NUEVA ERA, la revista mensual del Rito Escocés de los Estados Unidos, ataca desde décadas a la Iglesia Católicas y al Papa por ser “el enemigo y maldición de la humanidad”. En febrero de 1957, el editorial de LA NUEVA ERA cuestiona el derecho moral de los católicos romanos de desempeñarse en los consejos escolares o de enseñar en las escuelas públicas de los Estados Unidos.
En la edición de marzo de 1957, LA NUEVA ERA exige la aplicación del programa masónico de “separación de la Iglesia y el Estadio”. Cuestiona también que pudiera ser aprobada la nominación del ahora ya retirado juez de la Corte Suprema de los Estados Unidos, WILLIAM BRENNAN, a causa de “(la) aparente exigencia de obidiencia ciega a la doctrina papal”.
Naturalmente, todo sacerdote que se hubiese descarriado podría contar con que su historia sería narrada en LA NUEVA ERA.
La política del Rito Escocés era FORZAR a todo niño estadounidense que asistiese a las escuelas públicas a aceptar los principios masónicos – exceptuando a los negros. Los masones y el Ku Klux Klan, que fundase PIKE, presentaron un referéndum en las elecciones para abolir todas las escuelas privadas y parroquiales en los estados de Oregón, California y Michigan. Este plebiscito fue derrotado en Michigan y California, y, en el caso de Oregon, derogado por la Suprema Corte de los Estados Unidos en 1922.
En 1899, fue el Papa LEÓN XIII quien fustigó la tendencia de la jerarquía de la jerarquía católica estadounidense a adecuarse a la sociedad a la sociedad secular – diseñada por masones como PIKE -, como es el caso del “excepcionalismo americano” -. El sacerdote católico PETER ROSEN, en su libro LA IGLESIA CATÓLICO Y LAS SOCIEDADES SECRETAS, publicado en 1902, escribió: “Lo que llaman el asunto de las sociedades secretas es el más serio problema que enfrenta hoy la Iglesia Católica en los Estados Unidos”.
Tanto en vida de LEÓN XIII, como hoy, numerosos líderes católicos estadounidenses continúan insistiendo en que en los Estados Unidos los masones son meramente una “organización social”. De hecho, un vocero de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, en Washington DC, después de informar recientemente a un visitante de que la posición de los obispos de los Estados Unidos es que el catolicismo y la masonería son irreconciliables, agregó: “Yo no concuerdo con ello”.
En su número 4 del año 1933, la revista 30 DAYS informa que la sección del Código de Derecho Canónico que declara que el catolicismo y la masonería son incompatibles fue reinsertada en la versión revisada del Código un día antes de que el mismo comenzase su vigencia – el 26 de noviembre de 1983 -. El resultado es el Canon 1374, el cual condena la pertenencia a cualquier asociación que esté conjurada en contra de la Iglesia. El Código de Derecho Canónigo debía ser revisado después del Concilio Vaticano II, tal como correspondía después de cualquier concilio de la Iglesia, a fin de reflejar las conclusiones del mismo. El primer bosquejo presentado por el Papa JUAN PABLO II, en enero de 1983, omitió un canon declarando a la masonería a la masonería incompatible con el catolicismo. En la década de los setenta, la Iglesia Católica de Alemania mantuvo un diálogo de seis años con los masones sobre este tema, pero concluyó con una declaración de incompatibilidad. Según 30 DYS, tan sólo los tenaces esfuerzos del cardenal JOSEPH RATZINGER (futuro BENEDICTO XVI a partir 2005), prefecto de la Congregación Para la Doctrina de la Fe, preservaron la interdicción.
Y sin embargo, hoy, (1993), la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) ha conformado una comisión de “ecumenismo” con la Liga Antidifamación (ADL)  de la B´NAI B´RITH, ¡una logia masónica! En 1987, la ADL Y la CELAM patrocinaron conjuntamente una conferencia sobre economía en Cartagena, Colombia, destacando como figura principal al seudocatólico estadounidense MICHAEL NOVAK, exponente del libre mercado, la escuela económica del “haz lo que quieras”. MICHEL NOVAK, quien aparece en conferencias católicas a lo largo de los Estados Unidos y otros países, es un propulsador radical de los derechos de los imperialistas financieros, precisamente ésos a los que atacan LEÓN XIII y los Papas del Siglo XX que han seguido las enseñanzas de RERUM NOVARUM.
La B´NAI BÉRITH fue fundada en 1843 por la Jurisdicción Sureña del Rito Escocés para que fuera la logia masónica de la minoría de judíos partidarios de la esclavitud en los Estados Unidos. La Liga Antidifamación (ADL) de B´NAI B´RITH (HIJOS DE LA ALIANZA), la fundó el espía confederado SIMÓN WOLF en 1913 para que fuera el brazo de relaciones públicas de la B´ERIT B´RITH. WOLF conocía al espía confederado JOHN WILKES BOOTH, el asesino que mató al presidente ABRAHAM LINCOLN, y se reunió con él momentos antes de que asesinara al presidente.
En los Estados Unidos también se aprovechó el diálogo ecuménico que comenzó con el Concilio Vaticano II para meter a la ADL, en las deliberaciones programáticas de los obispos católicos, tales como las que se llevaron a cabo para hablar del genocidio en Bosnia. La ADL, una logia masónica, representó a los judíos en el “Día de la Oración”, que el Papa citó el año pasado en ASSISI, Italia. Pero es precisamente la ADL la que ha protagonizado y financiado virtualmente todos los esfuerzos a fin de proscribir la religión de la vida pública de los Estados Unidos.
El liderazgo de la ADL se encuentra ahora bajo la investigación criminal por espiar organizaciones y ciudadanos estadounidenses que luchan por la justicia económica, tal como abogase LEÓN XIII.
Hoy en día, por el bien de la Iglesia y del Estado, se debe poner en marcha el amplio programa de LEÓN XIII para luchar contra la masonería. El mejor lugar para que la Iglesia Católica de los Estados Unidos empiece esta necesaria guerra contra la masonería es la Plaza Judicial de la capital estadounidense, donde todavía se encuentra la estatua de ALBERT PIKE, adorador de Lucifer.
    
*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EMERITA URBANUS, Córdoba de la Nueva Andalucía, a 22 de mayo del Año del Señor de 2010. CABILDO ABIERTO de Buenos Aires, Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! Gratias agamus domino deo nostro! gspp. *

1 comentario:

Anónimo dijo...

Licenciado: ESTOY MUY SORPRENDIDO POR LAS PUBLICACIONES QUE EFECTÙA. A DECIR VERDAD, NO TIENEN DESPERDICIOS. SI ESTE IMBÈCIL PUEBLO ARGENTINO SE INSPIRARA EN LAS VERDADES QUE USTED PUBLICA, OTRO SERÌA EL DESTINO QUE SEGURAMENTE LE ESPERA Y NO A MUY LARGO PLAZO. ME REFIERO CONCRETAMENTE A LA PELIGROSIDAD TERRIBLE QUE SIGNIFICAN MILENARIAMENTE HABLANDO, LA MASONERÌA, EL JUDAISMO, EL MARXISMO, ETC. EN FIN, TODO LO MENCIONADO JUEGA EN EQUIPO PARA LA CONQUISTA MUNDIAL DEFINITIVA, SOMETIENDO A LOS POBRES DIABLOS DE LOS PUEBLOS NO GUERREROS A SER ESCLAVOS A PERPETUIDAD. SIGA SEÑOR LICENCIADO CON TALES PUBLICACIONES. YO Y MUCHOS MAS LO ESTAMOS ADMIRANDO Y COMPROMETIÈNDONOS INTIMAMENTE A OFRECER LAS LUCHAS QUE SEAN NECESARIAS PARA DESTRUIR TAN MILENARIO MONSTRUO. !!SINCERAS FELICITACIONES!!