jueves, 1 de abril de 2010

*POSTMODERNIDAD y APOCALIPSIS*

*Entre la promiscuidad y la transgresión *
p. FÉLIX DUQUE

“EL FASCISMO ES UN IR DIRECTO A LAS COSAS”
UNA PÁGINA DEL “NECRONOMICÓN” de ABDULL ALHAZER

EL NECRONOMICON: UN LIBRO MALDITO

+ A LA MEMORIA DE JUAN CARLOS SÁNCHEZ,
EDITOR DE POLÍTICA y DESARROLLO


       Abajo: SAN MIGUEL ARCÁNGEL y un demonio.
                                                            Una visión del Infierno

*EL NECRONOMICON: DISEÑO DE PENNINGTON*

*Las descripciones del día del juicio final que se encuentran en los Evangelios fueron difundidas por los pensadores, los poetas y los artistas de la Edad Media en una vasta iconografía que debía de grabarse indeleblemente en cada corazón.
“Y entonces verán al Hijo del Hombre acercándose en una nube cubierto en poder y de gran gloria…Y enviará a sus ángeles con un gran sonido de la trompeta y éstos reunirán a sus elegidos procedentes de los cuatro vientos, de uno al otro extremo de los cielos".
“Y los separará, como un pastor separa sus ovejas a su derecho pero las cabras a la izquierda. Luego el Rey dirá a los de la derecha. Venid, oh benditos de mi Padre, herederos del reino preparado para vosotros desde la creación del mundo…Luego dirá a los de la izquierda, Apartaos de mí, malditos, sumergíos en el fuego eterno, preparado para el demonio y sus ángeles…Y éstos desaparecerán en el castigo eterno”.
…Dies illa, dies ire (“Oh día, el día de la ira”). Este texto sería la base de uno de los más famosos poemas medievales, el DIES IRAE, de TOMÁS DE CELANO (hacia el 1220), escrito en tercetos rimados e incorporados más tarde en la misa de Réquiem.
*El suave perfume del milenarismo católico*

Además del fortalecimiento del OPUS DEI, favorecido por JUAN PABLO II para el peligroso crecimiento de la Teología de la Liberación, en particular, y la radicalización en esas tierras de la COMPAÑÍA DE JESÚS, nos encontramos en el campo católico con la fulminante expansión de un movimiento de base que, si nacido en los cincuenta bajo los auspicios de DON LUIGI GIUSSANI (perteneciente al obispado de Milán) como Gioventú studentesca, sólo al final de los años sesenta (coincidiendo con el advenimiento del Papa WOJTYLA) ha tomado inusitada fuerza – no sólo en Italia, sino en España y otros países europeos – bajo el nombre de Comunione e Liberazione . Su estructura laxa, casi ganglionar, y su apoyo tácito por parte de los cardenales LUSTIGER y RATSINGER (el Gran Inquisidor actual), diferencian al movimiento de las sectas al uso. Sin embargo, su carácter semi-secreto (como ocurre con el Opus Dei, demasiado “seglar” para el gusto de los CIELLINI, como son jocosamente llamados): a pesar de la alusión jocosa (los “Cielitos”), el mote tiene su fundamento in re: está formado por la pronunciación en italiano de las letras iniciales: “C” (que suena chi) y “L” (la letra el), más la terminación –ini (como parigini: “parisinos”). O SEA: Chi-El-ini. Su ardiente anticomunismo, su separación tajante entre la sociedad cristiana (de nuevo, la Civitas Dei) y la sociedad secular (como ocurre paralelamente con las sectas citadas de Israel y el Islam), su lucha declarada contra la modernidad ilustrada y contra su hijo degenerado: el Concilio Vaticano II y su aggiornamento; en suma: su repudio del orden establecido y su afán por re-cristianizar la modernidad para hacerla digna del eschatón, en lugar de pretender modernizar al cristianismo – como lo hiciera JUAN XXIII o ahora el Cardenal MONTINI, Obispo de Milán – los hacen desde luego acreedores a formar parte principal del sectas del ocaso; de las sectas postmodernas, a su pesar. A Comunione e Liberazione se acercan además otros movimientos como la Compagnia delle Opere (fundada en 1886), que intentan revitalizar el cristianismo “desde arriba”, o el Movimiento popolare (1979), que intenta lo mismo desde abajo, comiéndose el terreno a un Partido Comunista en retarida y en transformación “rosácea”. Añádanse a la lista los Memores Domini (laicos que se consagran su vida a Dios y se obligan a castidad perpetua y a dar testimonio de su fe en el mundo) y los movimientos carismáticos de los pentecostales, que afirman verse asistidos directamente por el Espíritu Santo, con trances y todo, y tendremos un buen panorama de lo que podríamos llamar “sectas” católicas. Con todo, tres rasgos las distinguen de las sectas americanas (digamos, las sectas por antonomasia): 1) a pesar de toda su rebeldía, son toleradas por el Papado, cuya primacía y autoridad no discuten; 2) su MILENARISMO es tibio: el suficiente para recordar al mundo que el reino del cristiano no es de este mundo; y 3) son poco dadas a la violencia (a menos que entendemos por tal manifestaciones vocingleras contra el aborto, la eutanasia, etc.).

*LAS SECTAS DEL OCASO*
…para “nosotros”, los cansados habitantes de las tierras occidentales, oscilando entre el marasmo y la apertura infinita. Tal parece el destino de las “sociedades avanzadas” de la postmodernidad. Pero, dentro y fuera de ellas, hay otros hombres que, quizá porque se sienten “elegidos”, esto es: guardianes del Origen y por ende dignos de la salvación futura, abrigan la esperanza ardiente de que al fin llegue el fin. Ellos forman las innumerables y variopintas sectas que pretenden acabar con Occidente para que definitivamente tenga lugar el Ocaso. También ellos son, sin saberlo, residuos. Son las restos de las viejas sociedades rituales (las “genuinas”, no las añoradas por BAUDRILLARD): para “nosotros” de la postmodernidad exhausta, gente rara – y peligrosa – que se niega a vivir en esta extraña “historia” que promete un fin (su fin, y el fin de todo tiempo), que dice tenerlo a la vista, pero que hace todo lo posible para que éste no llegue jamás. Son gente, en fin, que cree en la Promesa. Todos ellos están a la letra del Libro, de ese inquietante Libro sagrado que se abre en un presente – para nosotros, pasado: el tiempo del escriba MOISÉS – solamente para negarlo, pues que al punto se remite a un pasado, a un inicio primordial: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis, 1, 1). Un Libro que termina con un Futuro escrito en el pasado y escrito desde el pasado, para acabar de una vez por todas con el presente. Atiéndase a la cascada de pretéritos: “Revelación de Jesucristo, que Dios le dio para mostrar a sus siervos lo que tiene que suceder pronto: mandó a su ángel que lo señalase a su siervo JUAN, quien atestiguó la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo, al cual él vio. Feliz el que lea y los que oigan palabras de la profecía y guarden lo que está escrito en ella: pues el tiempo está cerca”. (Ap. 1, 1 – 3). Principio y fin; en Dios, todo ha pasado ya: “Yo soy el Alfa y el Omega”, dice el Señor Dios; el que es y el que era y el que viene, el Todopoderoso”. (Ap. 1, 8). ¡Y todo eso escrito originalmente en griego, o sea en una lengua para nosotros muerta! He aquí un pasado humano que habla del Futuro en nombre de un Pasado divino, esencial: para siempre pasado. El Apocalipsis niega la historia a radice, antes de que ésta naciera. Pues lo que ha de suceder está ya escrito. O más exactamente, y para nuestro mayor perplejidad: lo que está escrito no es el tiempo futuro, sino el futuro del tiempo, a saber: su final. “Y el ángel que yo había visto de pues sobre el mar y la tierra levantó la mano derecha al cielo y juró por Aquel que vive por los siglos de los siglos…, que ya no hay más tiempo” (Ap. 10, 5-6). No en vano se trata del misterio de Dios.

*Pero obviamente a nosotros nos interesan ante todo las sectas surgidas del cristianismo, surgidas por la difícil conciliación entre exigencia ecuménica (lo cual conlleva pactos, y aún colaboración, con los poderes de este mundo, que debiera estar entregado sin embargo a Satán) y la esperanza apocalíptica, con su doble rasero: salvación para los fieles y condena para los incrédulos. Esperanza y temor: los dos hilos conductores terrenales por los pasa la fe cristiana. El punctum doliens de la doctrina se encuentra desde luego en el manifiesto desde luego en el manifiesto apocalíptico de Mateo 24. Allí dice literalmente Cristo a sus discípulos: “En verdad os digo que no pasará esta generación antes de que todo esto suceda”. La nota ad locum de los editores españoles, E. NÁCAR y A. COLUNGA, pretende “arreglar” el controvertido pasaje diciendo que Cristo se refiere a su propia muerte, y que este vaticinio se cumplió “el año 70, cuando Jerusalén fue arruinada por los romanos”. ( Sagrada Biblia. Versión dir. Por E. NÁCAR FUSTER y A. COLUNGA. BAC. Madrid, 1968, p. 1073, n. 34. Biblioteca del DP e IEU).
El término original: hé geneà haúte, fue vertido en la Vulgata como generatio haec, y traducido prudentemente por LUTERO como dies Geschlecht, palabra multívoca que puede significar “sexo”, “linaje”, “generación”, y hasta “género humano” en su conjunto, con lo que podía posponerse el Apocalipsis ad calendas (una típica maniobra moderna, aunque el propio, aunque el propio LUTERO viera en la guerra contra los Turcos un anuncio de la LUCHA FINAL, de HARMAGEDÓN. La cosa se complica aún más porque, dos versículos después, afirma JESÚS: “DE AQUEL DÍA Y DE AQUELLA HORA NADIE SABE, NI LOS ÁNGELES DEL CIELO NI EL HIJO, SINO EL PADRE”. (MT. 24, 36).
De la interpretación pro domo de los dos pasajes saldrían las dos líneas divergentes de la religión cristiana: la que tomó ad pedem litterae el anuncio de la Venida antes de que pasará la “generación” presente alimentará hasta nuestros días los sueños apocalípticos; la otra línea, que podríamos denominar sacerdotal, se preocupó mucho más de establecer lazos con el poder, a fin de constituirse en Iglesia Católica – o sea: universal – y Romana (tras el Edicto de CONSTANTINO), cumpliendo así con la exigencia ecuménica.

*Ahora bien, imposible no citar al respecto la venenosa y a pesar de todo, divertida – crítica del pagano CELSO: “Judíos y cristianos se parecen a una bandada de murciélagos, a hormigas que salen de sus agujeros, a ranas que se reúnen alrededor de una charca, a una asamblea de gusanos en un cenagal, y juntos disputarán entre ellos quiénes son los más grandes pecadores, y unos a otros se dirán: “nosotros somos aquellos a quienes Dio revela y predice todo: descuidando el universo y el curso de los astros, indiferente a la vasta tierra, sólo por nosotros gobierna, únicamente con nosotros se comunica a través de sus enviados…”. Hay un Dios, afirman los gusanos de la tierra, pero nosotros venimos inmediatamente después de Él; hemos sido creados por Dios enteramente a su imagen. Todas las cosas nos están subordinadas: la tierra y el agua, el aire y las estrellas; todo ha sido hecho para nosotros, todo está organizado para servirnos”.
(Cit. por ORÍGENES, Contra Celsum. IV, 23).
SAN AGUSTÍN DE HIPONA tuvo que salir al paso de tales críticas con su famoso alegato (que creció desde luego hasta convertirse en la primer Teología de la Historia) De civitate Dei.

*El genuino sabor americano del fundamentalismo*

Muco más radical es el fundamentalismo norteamericano. En puridad, sólo a las SECTAS nacidas en suelo norteamericano y al calor de la permisividad liberal y protestante les correspondería este título, dado irreflexivamente en cambio a los movimientos sectarios judíos e islámicos. El origen del término (y del concepto) tiene sabor genuinamente norteamericano: entre 1910 y 1915 apareció en Chicago una obra monumental llamada THE FUNDAMENTALS, que contenía numerosos artículos de teólogos protestantes rechazando todo compromiso con la modernidad y con el liberalismo protestante (como hemos estudiado, los CIELLINI harían lo propio mucho años después contra el catolicismo “abierto”). Se calcula que de la obra (reimpresa recientemente). Véase The Fundamentals. A Testimony to Truth. Garland. Nueva York, 1988, 12 vols.
Se calcula que de la obra (reimpresa recientemente) se han repartido gratuitamente más de tres millones de ejemplares. Su amplia difusión y sus características abonan desde luego la idea de que las actuales sectas tienen allí uno de sus orígenes. Los fundamentalistas defendían en efecto la verdad literal de Biblia, la divinidad de Cristo y la salvación del alma en virtud de la vida, muerte y resurrección corporal de CRISTO, propugnaban un apostolado activo y proselitista – con el método de “puerta a puerta”, tan conocido hoy gracias a los Testigos de Jehová -, y además presentaban un profundo pesimismo cultural y político, fomentando en consecuencia un cerrado elitismo (que prometía la salvación sólo para los elegigos, frente al carácter ecuménico del cristianismo oficial. La Depresión de 1929 sería para ellos un signo de la decadencia divina, de la consiguiente cólera divina y, por ende, de la cercanía del DIES IRAE. (EL DÍA DE LA IRA).

*Sin embargo, los fundamentalistas no han sido los únicos ancestros de las sectas (aunque que sí han dado a éstas un fundamento teórico: quizá el único que de verdad tienen). Para que surgieran con toda fuerza hubo que esperar a los años sesenta, con la GLOBALIZACIÓN –al menos en Norteamérica- DE LA TELEVISIÓN, lo que le permitió la aparición de figuras tan pintorescas como BILLY GRAHAM, ORAL ROBERTS (que introducía en sus shows curaciones milagrosas, exorcismos y hacía que los participaciones tuvieran por un momento el don de lenguas: para eso se trataba de un movimiento Pentecostal, sólo que del lado evangélico), JIM BACKER (que fundara la HERITAGE USA, una suerte de Disneylandia cristiana: THAT´S ENTERTAINMENT!), o el más peligroso y efectivo JERRY FALWELL, con su MORAL MAJORITY, que encabeza la cruzada contra la destrucción de la familia, el humanismo ateo, el aborte, la homosexualidad, la pornografía y todos los demás males modernos. Ni qué decir tiene que todas estas figuras – creadoras de una curiosa secta “virtual”, alimentada de donaciones y de spots publicitarios – están a la extrema derecha del exiguo arco político norteamericano.

*Con todo, las verdaderas sectas MILENARISTAS hicieron violenta irrupción en el campo norteamericano (extendiéndose a Europa) sólo cuando el fundamentalismo y el proselitismo mediático se combinaron extraña pero vigorosamente con ese movimiento difuso llamado NEW AGE, transido de orientalismo (budismo zen, ritos tántricos – de los que tanto sabe FERNANDO SÁNCHEZ DRAGÓ -, mundo celta y germánico), de drogas (se recuerdan la otrora famosa LSD) y de astrología judiciaria. Pues en efecto, la Nueva Edad habría comenzado cuando el Sol se levanta en la “casa” de ACUARIO, en el equinoccio de primavera (quizá alguien recuerde la canción ACQUARIUS, del musical HAIR!, en el que se mezclaban todas estas cosas con el sexo – hoy, pudibundo – y con la protesta por la Guerra de Vietnam). El cóctel resultante constituía un asalto en toda la regla al universo mecánico newtoniano, y prometía un verdadero “salto metafísico” de la conciencia. Ancestros de esta actitud vital (apenas puede hablarse aquí de “movimiento”), son WILLIAM BLAKE (revitalizado por JIM MORRISON y sus DOORS) y la Theosophical Society de HELENA BLAVATSKY, con sus best-sellers: ISIS UNVEILED (1877), y sobre todo THE SECRET DOCTRINE (1888), en donde se amalgabamaban mal que bien doctrinas gnósticas, hinduistas y budistas con un cristianismo Light y personificado en un blando y afeminado Jesús (ya se sabe: JESUS SAVES!; y luego se le hará nace en Cachemira, en aras de un sincretismo que no tiene que envidar de la prisca THEOLOGIA neoplatónica de MARSILIO FICINO sino su enjundia teórica). LAS DOCTRINAS DE BLAVATSKY acabarían combinando muy bien con el fanatismo milenarista, al importar de la India (¡y de un supuesto DARWIN!) la idea de que la evolución racial culminaba en la raza aria, por un lado, y la pesimista creencia de que hoy nos encontramos al final de la KALIYUGA, la edad de hierro degenerada (como en HESÍODO) que habría de ser destruida en una formidable catástrofe, tras la cual llegaría por fin el ansiado renacimiento espiritual.

*Toda esta mezcolanza de fundamentalismo protestante, de pesimismo cultural antimoderno, de racismo y de orientalismo de MILENARISMO en fin, junto con una poderosa industria mediática, dará lugar a lo que podemos considerar el MANIFIESTO postmoderno de los años sesenta, la matriz de las sectas actuales: la obra de HAL LINDSEY, THE LATE GREAT PLANET EARTH (publicada en Zondervan, Gran Rapids, en 1970), que aumentaba la eficacia de tan extraño sincretismo con una ristra de sucesivas catástrofes, hasta culminar en el HARMAGEDÓN, (Véase al RP LEONARDO CASTELLANI su Apocalipsis). De la obra se han vendido más de diez millones de ejemplares, lo que da cuenta de su influencia.
*Fuente: FÉLIX DUQUE, “Postmodernidad y Apocalipsis, entre la promiscuidad y la transgresión”, Serie Humanitas, Jorge Baudino ediciones – UNSAM, Buenos Aires, Argentina, 1999, p. 144-150.

Editó: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, en la Semana Santa del Año del Señor de 2010. Sople el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! GRATIAS AGAMUS DOMINO DEO NOSTRO!

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