“La que llora”. Celle qui pleure (Notre Dame de la Salette).
El 19 de septiembre de 1846, la niña MELANIA CALVAT – pastora y luego religiosa bajo el nombre de Sor MARÍA DE LA CRUZ – testimonió haber recibido la visita de la VIRGEN SANTÍSIMA en la montaña de LA SALETTE.
El mensaje que entonces le habría revelado NUESTRA SEÑORA es, sin duda, uno de los más patéticos en la historia de las apariciones marianas Tal vez por ella ha sido, hasta hoy, uno de los más resistidos, ocultados y pospuestos al conocimiento de los fieles.
Va de suyo que no podemos ni debemos anteponer nuestro parecer a la prudencia de la Iglesia. Pero el 13 de diciembre de 1994, el Papa JUAN PABLO II, en su “Carta a los niños en el año de la familia”, nos instaba a contemplar y a imitar, entre otros, el ejemplo de MELANIA, como una prueba de que la Madre del Cielo tiene una alta predilección por los más pequeños y humildes. Y MÁS CONCRETA Y RECIENTEMENTE –EL 6 DE MAYO DE 1996 – decía el Sumo Pontífice que “esta conmemoración (de los 150 años de La Salette) puede ser rica en gracias; quiero asociarme a ella, en unión con los peregrinos que van a venerar a la Madre de Dios…Las palabras de MARÍA en La Salette, por su sencillez y rigor, tienen una actualidad REAL”.
Y es entonces – ante este pedido pontificio y ante los ciento cincuenta de aquella estremecedora aparición – que nos parece piadoso reproducir el fragmento de una carta que con fecha 10 de julio de 1882 remitiera MELANIA CALVAT al abad LE BAILLIF. Es difícil sustraerse al tono dolorosísimamente premonitorio que encierran estas palabras. Pero es bueno conocerlas para quienes tengan poder de impedir los males, los impidan cuanto antes.
“La persecución contra Cristo y la Religión no me sorprende. No temo a los perseguidores de la Religión, no temo a los impíos, masones y ateos. Lo que temo, es la ausencia de Fe en la mayor parte del Clero. Se trata de la infidelidad a su vocación, a su sublime Misión…¿Qué hace el Clero de nuestros días por luchar entre los torrentes de males que nos rodean, qué parte asume en la guerra que se hace contra Cristo…?
Nada; teme con un temor servil y su preocupación es cuidar sus bienes materiales, salvaguardar su honor, sus cargos, sus bienes.
El Secreto (revelado por la Virgen) – sólo propone la observancia de la Ley de Dios. Sólo se lamenta por la inobservancia de esta misma ley…Por otro lado, ¿no sabemos acaso que Nuestro Señor fue condenado, fue crucificado por los Sacerdotes…? Y hoy día de nuevo, sí, son los sacerdotes la causa de nuestros males, porque ellos no son fieles a su vocación”.
*Lectura recomendada: LEÓN BLOY, “LA QUE LLORA”, Editorial Mundo Moderno, Buenos Aires, 1949, (NUESTRA SEÑORA DE LA SALETTE)…Los niños menores de siete años serán presa de un estremecimiento y morirán entre las personas a cuyo cargo estén; los otros harán penitencia por el hombre.
…Las estaciones serán alteradas… Palabras de la Santa Virgen.
EL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN
Por lo general, Dios no rechaza de los adversarios el fruto de su trabajo.
La Revolución avanza, tratando de esconder su verdadera faz satánica. La Contrarrevolución debe entonces desenmascararla totalmente, en su espíritu, en sus manifestaciones, en sus maniobras.
Hay que combatir la Revolución como un todo. Rechazar un sólo veneno entre todos los que nos proponen, no es suficiente.
LEÓN XIII, en su encíclica sobre la masonería, exhorta a los obispos a emplear todo su celo en combatirla y les señala el medio principal…”lo primero que procuréis sea arrancar a los masones su máscara para que sean conocidos tales cuales son…”.
Si DIOS no interviene de modo extraordinario, ¿Cuál será el futuro de la Revolución?
El futuro de la Revolución:
1) Según Mons. DELASSUS, la REVOLUCIÓN construye el templo masónico:
2) El templo masónico en tres naves: a) Construcción política (sociedad temporal). Construcción religiosa-humanitaria (sociedad eclesiástica). Construcción satánica (condiciones de un gobierno satánico de la tierra a través de una socialización del pecado sin improvisación por lo cual no se puede estar sin pecado mortal. En caso de guerra nuclear, será una vendimia para el infierno.
3) Planos a conocer (entre otros): 1) Las constituciones de Anderson. 2) Las instrucciones de Weishaupt. 3) Los Protocolos de los Sabios de Sión (se realizan bajo nuestros ojos aunque no se quiera reconocer su autenticidad). 4) Las Instrucciones de la Alta Vena. 5) Leer y estudiar los textos del enemigo: Periódicos, revistas, libros, etc. Mantener contacto con el enemigo, estudiar metódicamente su programa de acción y de pensamiento…
2. El futuro de la REVOLUCIÓN también “depende de la no combatividad de los nuestros” . Encuentran exagerado el análisis Contrarrevolucionario e imposible la próxima victoria de la eutanasia de las comunidades de base, de la socialización de los cuerpos, etc., … por la única razón de que todo esto está fuera de su mentalidad. “Pleitos entre monjes”: esto es todo lo que había entendido el “optimista” LEÓN X (el Papa de la Reforma luterana) de la naciente Revolución protestante.
Como Luis XVI se sonreía en los teatros de la cultura iluminista-racionalista, así hoy las altas autoridades de la Iglesia y del poder temporal se sonreían optimistas ante la mano tendida del comunismo y a las convulsiones que anuncian la IV Revolución en la Iglesia.
Si un día la III o la IV Revolución se adueñaran de la vida temporal con la asistencia en el campo espiritual del progresismo ecuménico, esto se deberá más a la negligencia y a la colaboración de los sonrientes optimistas profetas “del buen sentido”, que a toda la obra agresiva y maliciosa de las masas y servicios de propaganda revolucionaria.
Acostumbrémonos a considerar como peligrosísimos enemigos de la Iglesia a aquellos que, en nuestro medio, son injustos minimizadores de la Revolución, sea por ingenuidad, ignorancia, falso optimismo o mala fe.
“Se llaman católicos liberales… inclinan el espíritu… a la tolerancia… son más peligrosos y procuran más daños que los enemigos declarados… imprudentes amantes de la conciliación… debilitan nuestras fuerzas”. (S. S. PÍO IX, Beato, 6.3.1873). Los amantes de la conciliación: ¿cobardes, traidores, suicidas?
En el diagnóstico Contrarrevolucionario – he aquí el verdadero optimismo – se encuentra el verdadero remedio, los demás optimismos no son sino ignorancia y locura. El futuro reserva a los católicos el espectáculo de muchos derrumbes y un rudo encuentro.
NUESTRO FUTURO: ¿QUÉ HACER?
I. Volver a encontrar con el “oppositum per diametrum” toda la visión católica, “Los verdaderos amigos del pueblo no son ni innovadores, ni revolucionarios sino tradicionalistas” (SAN PÍO X). Los católicos tradicionalistas únicamente ueden restaurar la sociedad temporal, y hoy, “primis”, la Sociedad Eclesiásticas; y esto separándose de los adversarios.
II. Evitar reaccionar a la Revolución en la Iglesia sin el fundamento de la reflexión contrarrevolucionaria; esto jamás impidió creer y perseguir el bien presente mientras se asegura el bien futuro: “oportet hoc facere et illa non omitiere”.
III. Mons. DELASSUS, gran patriarca de la TEOLOGÍA DE LA HISTORIA, es también un gran maestro de la doctrina de la acción. Nos da los principios de la Contrarrevolución, principios muy generales que nunca serán superados y a los cuales es necesario agregar los aspectos técnicos detallados y la nueva documentación. Mons. DELASSUS asimiló todo el material precedente, hasta el comienzo del siglo XX, haciendo una gran síntesis; elaboró el programa de la reconstrucción cuyos principios que quedaron fijos para siempre.
IV. Siguiendo a JOSEPH DE MAISTRE, declara que la Revolución es un instrumento de la justicia de Dios, par castigar nuestros pecados, por la forma en que se profana y des-acraliza EL MUNDO POR EL HUMANISMO. La Revolución es una era del género humano, posterior al Paraíso terrenal, a las tinieblas y a la decadencia que siguen al pecado original, a la Encarnación de Dios Nuestro Señor, a la cristianización que de Él se sigue y a la des-cristianización lograda por la Revolución, que quiere rehacer el mundo a su gusto.
V. La REVOLUCIÓN ES SATÁNICA por su odio hacia JESUCRISTO verdadero Dios; quiere levantar el templo de Satanás y cubrir el mundo entero; por esto, prepara las condiciones de un gobierno satánico del mundo. ¡Pero el mundo no se puede quedar así!
VI. Efectivamente, Satanás es siervo de Dios, y Dios no permite el mal sino en la medida de sus designios. Satanás, como el hombre, hace lo que quiere pero, haciéndole, trabaja a su pesar en la realización de la voluntad de Dios. Estamos a tiempo de necesarias destrucciones para las reconstrucciones futuras. En un incendio se destruyen muchas cosas preciosas, pero en el fuego también perecen las serpientes. La Revolución trabaja en una gran unificación de los pueblos y, por el momento, en su ventaja. También había una gran unidad a la llegada de Nuestro Señor Jesucristo.
VII. Satanás busca su triunfo histórico. La hora es decisiva. La Revolución puede llevar al fin del mundo o, al contrario, tal vez estemos en los primeros siglos de la Iglesia.
VIII. En segundo lugar, Mons DELASSUS proporciona las reglas de la contrarrevolución. Como la Revolución es satánica, la Contrarrevolución será angélica o no de una nueva religión. No nos volveremos a levantar sin la intervención divina que debemos pedir y de que hay que estar dispuestos a sacar provecho. Todos los períodos de la historia terminan primero con el triunfo natural del mal sobre el bien y finalmente, con el triunfo sobrenatural de Dios sobre el mal. AL FINAL, ¡MI CORAZÓN INMACULADO TRIUNFARÁ!
Actualmente el mal triunfa; nuestra esperanza está toda en Dios, debemos pedirle el milagro. Nunca en el mundo acaecieron grandes sucesos sin que hayan sido preanunciados; ahora todo anuncia la intervención de MARÍA SANTÍSIMA. Mons. DELASSUS habla entonces de la vocación de Francia.
Dios en Amor; y el bien tiende a difundirse: por eso creó el Cielo y la Tierra.
Lucifer destruye el plan de Dios con su pecado y con el de Adán, pero Dios no renuncia a su dibujo de amor: lo restaura de forma todavía más bella dándose a Sí mismo en la Encarnación, con la Eucaristía y con los dones como la Santísima Virgen, nuestra Madre y el Papa.
Lucifer, con la Revolución, destruye la admirable Civilización católica que se había edificado sobre la Tierra.
¿Dios renuncia entonces a Su Plan de amor? No lo parece, todo hace pensar en que sobre las ruinas acumuladas por Satanás, Dios Nuestro Señor quiere restaurarlo de forma más admirable gracias a la intervención de la Santísima Virgen.
LO QUE DIOS HA DIVIDO EL HOMBRE NO LO DEBE UNIR, ES DECIR, LA LUCHA ENTRE EL BIEN Y EL MAL: “IMIMICITATIS PONAM INTER TE ET MULIEREM, ET SEMEN TUUM ET SEMEN ILLIUS”. “He puesto enemistad entre ti y la Mujer, entre tu linaje y el Suyo” (Gen. III, 15).
“LA GRAN LECCIÓN “OMNIUM PER IPSUM” y SINE ME NIHIL”.
BLANC DE SAINT BONNET dice: “Los hombres quieren salvarse sin Dios, de esto hicieron una cuestión de honor. Entonces, Dios los dejará saborear hasta la saciedad todas las lecciones que los sucesos contengan”.
La cristianización del mundo fue querida por la Providencia y su des-cristianización fue permitida, para dar la prueba y la contraprueba de que hay un solo Camino, Verdad y Vida, nuestro Señor Jesucristo y Su Obra: la Santa Iglesia Romana su Civilización.
¿No supieron conservar, los hombres del siglo XVI, el deseo de la vida futura y el desprecio del mundo? Entonces, la Providencia permitió el inicio de la Revolución en el naturalismo neopagano del Humanismo.
“Omnia per Ipsum”: todo a su través de Él. “Sine Me nihil”: “Sin Mi, nada”. Sólo N. S. JESUCRISTO logró encadenar a los pies de la Cruz los monstros del paganismo antiguo, el infanticidio, la esclavitud… Ahora, quieren rechazar a Nuestro Señor, y los monstruos del aborto y de la esclavitud comunista se desencadenan nuevamente sobre la Tierra.
LA REVOLUCIÓN y LA EXALTACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN.
Todo ANUNCIA UNA INTERVENCIÓN EXTRAORDINARIA DE LA Santísima Virgen. “¿Quae es ista?” ¿Y quién es esta mujer? Es la Madre de Dios del Cielo y la Tierra. Es la única Mujer fecundada por Dios.
No hay que temer exagerar en tener confianza en honrar y amar a MARÍA SANTÍSIMA, porque el ejemplo nos es dado por la Santísima Trinidad: Dios Padre, confiándole el Verbo, Dios Hijo, honrándola como Madre, Dios Espíritu Santo, amándola como Esposa.
Ahora, si la Teología atribuye al Padre la CREACIÓN, AL Hijo la Redención, al Espíritu Santo la difusión de la Iglesia, la teología siempre atribuye a la Santísima VIRGEN el papel de aplastar la cabeza de la Serpiente y sus obras: la Revolución.
Después de las últimas grandes apariciones de la Santísima VIRGEN en Lourdes, en La Salette, en Fátima, la atención de los católicos es atraído por la Providencia sobre el papel histórico de la Santísima Virgen.
¡Qué venga el Reino de MARÍA anunciado por S. LUIS GRIGNON DE MONFORT.
¡María vincit, María regnat, María imperat!
¿No entendieron, los hombres del siglo XVI, la lección? Dios permitió la Revolución religiosa: el Protestantismo.
¿No quisieron comprender, los hombres del siglo XVIII? Dios permitió la Revolución política y social, llamada “francesa”, con sus principios de muerte: libertad, igualdad, fraternidad”.
Pero ¿se ha endurecido el intelecto y el corazón de los hombres? ¿No quieren regresar a Dios? Pues bien, Dios permitió en el siglo XX la explosión de la Revolución en la economía con el Comunismo y sus exterminios, el Muro de Berlín, los prófugos, el divorcio, el aborto, la pornografía, la droga, etc…
Pero el peor castigo que Dios nos reserva por nuestros pecados es el haber permitido que los principios de la Revolución entrasen oficialmente en la Iglesia con el Concilio Vaticano II. Este parece ser el Tercer Secreto de Fátima.
Hombres, ¿no queréis, todavía comprender? ¿No queréis regresar a Dios? ¿Cambiar de vida? ¿Buscar los bienes eternos y no los falsos bienes de esta tierra? Entonces es verosímil que nos castigaremos a nosotros mismos por nuestros principios revolucionarios.
Miremos al futuro con ilusiones. Si la Revolución es un proceso lógico, universal de des-cristianización y satanización. ¿Cuáles serán las etapas presentes y futuras?: la eugenesia, la socialización del pensamiento, de la voluntad, de los cuerpos, es decir, las prostitución colectiva obligatoria y la demolición de lo que queda de la Iglesia por medio de las comunidades de base conducidas por profetas carismáticos etc., Frei Betto, por ejemplo.
“No… ¡Está exagerando! Usted exagera”…
¿Parece exagerado todo esto a los católicos aburguesados?
Así pensaban en su mediocre banalidad los que nos precedieron: “¡No… el aborto no sucederá nunca…usted es un exagerado!”
¿Qué hacer? ¡Comprender la gran lección de la historia! Y empezar el único trabajo serio de conversión personal y social.
Tal vez Dios permite esta grande y trágica lección porque de existir futuros siglos cristianos, todo esto que hoy acontece servirá de espectáculo inolvidable a aquellas generaciones.
Si Dios quiere que la lección sea terrible, endurecerá los corazones de los hombres del siglo XX o XXI. Como hizo con el Faraón para que así conociera las diez plagas de Egipto. ¡Parce, Domine! (¡Perdónanos Señor!).
Esperemos lo contrario junto con JOSÉ DE MAISTRE, y esperemos que todo se restaure por un grandiosa intervención de la Misericordia de DIOS…” AL FINAL, Mi Corazón Inmaculado triunfará”.
PONEMOS ESTE ESTUDIO A LOS PIES DE LA INMACULADA.
Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 92
Instituto Eremita Urbanus
IR a la portada de IEU Blog
El 19 de septiembre de 1846, la niña MELANIA CALVAT – pastora y luego religiosa bajo el nombre de Sor MARÍA DE LA CRUZ – testimonió haber recibido la visita de la VIRGEN SANTÍSIMA en la montaña de LA SALETTE.
El mensaje que entonces le habría revelado NUESTRA SEÑORA es, sin duda, uno de los más patéticos en la historia de las apariciones marianas Tal vez por ella ha sido, hasta hoy, uno de los más resistidos, ocultados y pospuestos al conocimiento de los fieles.
Va de suyo que no podemos ni debemos anteponer nuestro parecer a la prudencia de la Iglesia. Pero el 13 de diciembre de 1994, el Papa JUAN PABLO II, en su “Carta a los niños en el año de la familia”, nos instaba a contemplar y a imitar, entre otros, el ejemplo de MELANIA, como una prueba de que la Madre del Cielo tiene una alta predilección por los más pequeños y humildes. Y MÁS CONCRETA Y RECIENTEMENTE –EL 6 DE MAYO DE 1996 – decía el Sumo Pontífice que “esta conmemoración (de los 150 años de La Salette) puede ser rica en gracias; quiero asociarme a ella, en unión con los peregrinos que van a venerar a la Madre de Dios…Las palabras de MARÍA en La Salette, por su sencillez y rigor, tienen una actualidad REAL”.
Y es entonces – ante este pedido pontificio y ante los ciento cincuenta de aquella estremecedora aparición – que nos parece piadoso reproducir el fragmento de una carta que con fecha 10 de julio de 1882 remitiera MELANIA CALVAT al abad LE BAILLIF. Es difícil sustraerse al tono dolorosísimamente premonitorio que encierran estas palabras. Pero es bueno conocerlas para quienes tengan poder de impedir los males, los impidan cuanto antes.
“La persecución contra Cristo y la Religión no me sorprende. No temo a los perseguidores de la Religión, no temo a los impíos, masones y ateos. Lo que temo, es la ausencia de Fe en la mayor parte del Clero. Se trata de la infidelidad a su vocación, a su sublime Misión…¿Qué hace el Clero de nuestros días por luchar entre los torrentes de males que nos rodean, qué parte asume en la guerra que se hace contra Cristo…?
Nada; teme con un temor servil y su preocupación es cuidar sus bienes materiales, salvaguardar su honor, sus cargos, sus bienes.
El Secreto (revelado por la Virgen) – sólo propone la observancia de la Ley de Dios. Sólo se lamenta por la inobservancia de esta misma ley…Por otro lado, ¿no sabemos acaso que Nuestro Señor fue condenado, fue crucificado por los Sacerdotes…? Y hoy día de nuevo, sí, son los sacerdotes la causa de nuestros males, porque ellos no son fieles a su vocación”.
*Lectura recomendada: LEÓN BLOY, “LA QUE LLORA”, Editorial Mundo Moderno, Buenos Aires, 1949, (NUESTRA SEÑORA DE LA SALETTE)…Los niños menores de siete años serán presa de un estremecimiento y morirán entre las personas a cuyo cargo estén; los otros harán penitencia por el hombre.
…Las estaciones serán alteradas… Palabras de la Santa Virgen.
EL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN
Por lo general, Dios no rechaza de los adversarios el fruto de su trabajo.
La Revolución avanza, tratando de esconder su verdadera faz satánica. La Contrarrevolución debe entonces desenmascararla totalmente, en su espíritu, en sus manifestaciones, en sus maniobras.
Hay que combatir la Revolución como un todo. Rechazar un sólo veneno entre todos los que nos proponen, no es suficiente.
LEÓN XIII, en su encíclica sobre la masonería, exhorta a los obispos a emplear todo su celo en combatirla y les señala el medio principal…”lo primero que procuréis sea arrancar a los masones su máscara para que sean conocidos tales cuales son…”.
Si DIOS no interviene de modo extraordinario, ¿Cuál será el futuro de la Revolución?
El futuro de la Revolución:
1) Según Mons. DELASSUS, la REVOLUCIÓN construye el templo masónico:
2) El templo masónico en tres naves: a) Construcción política (sociedad temporal). Construcción religiosa-humanitaria (sociedad eclesiástica). Construcción satánica (condiciones de un gobierno satánico de la tierra a través de una socialización del pecado sin improvisación por lo cual no se puede estar sin pecado mortal. En caso de guerra nuclear, será una vendimia para el infierno.
3) Planos a conocer (entre otros): 1) Las constituciones de Anderson. 2) Las instrucciones de Weishaupt. 3) Los Protocolos de los Sabios de Sión (se realizan bajo nuestros ojos aunque no se quiera reconocer su autenticidad). 4) Las Instrucciones de la Alta Vena. 5) Leer y estudiar los textos del enemigo: Periódicos, revistas, libros, etc. Mantener contacto con el enemigo, estudiar metódicamente su programa de acción y de pensamiento…
2. El futuro de la REVOLUCIÓN también “depende de la no combatividad de los nuestros” . Encuentran exagerado el análisis Contrarrevolucionario e imposible la próxima victoria de la eutanasia de las comunidades de base, de la socialización de los cuerpos, etc., … por la única razón de que todo esto está fuera de su mentalidad. “Pleitos entre monjes”: esto es todo lo que había entendido el “optimista” LEÓN X (el Papa de la Reforma luterana) de la naciente Revolución protestante.
Como Luis XVI se sonreía en los teatros de la cultura iluminista-racionalista, así hoy las altas autoridades de la Iglesia y del poder temporal se sonreían optimistas ante la mano tendida del comunismo y a las convulsiones que anuncian la IV Revolución en la Iglesia.
Si un día la III o la IV Revolución se adueñaran de la vida temporal con la asistencia en el campo espiritual del progresismo ecuménico, esto se deberá más a la negligencia y a la colaboración de los sonrientes optimistas profetas “del buen sentido”, que a toda la obra agresiva y maliciosa de las masas y servicios de propaganda revolucionaria.
Acostumbrémonos a considerar como peligrosísimos enemigos de la Iglesia a aquellos que, en nuestro medio, son injustos minimizadores de la Revolución, sea por ingenuidad, ignorancia, falso optimismo o mala fe.
“Se llaman católicos liberales… inclinan el espíritu… a la tolerancia… son más peligrosos y procuran más daños que los enemigos declarados… imprudentes amantes de la conciliación… debilitan nuestras fuerzas”. (S. S. PÍO IX, Beato, 6.3.1873). Los amantes de la conciliación: ¿cobardes, traidores, suicidas?
En el diagnóstico Contrarrevolucionario – he aquí el verdadero optimismo – se encuentra el verdadero remedio, los demás optimismos no son sino ignorancia y locura. El futuro reserva a los católicos el espectáculo de muchos derrumbes y un rudo encuentro.
NUESTRO FUTURO: ¿QUÉ HACER?
I. Volver a encontrar con el “oppositum per diametrum” toda la visión católica, “Los verdaderos amigos del pueblo no son ni innovadores, ni revolucionarios sino tradicionalistas” (SAN PÍO X). Los católicos tradicionalistas únicamente ueden restaurar la sociedad temporal, y hoy, “primis”, la Sociedad Eclesiásticas; y esto separándose de los adversarios.
II. Evitar reaccionar a la Revolución en la Iglesia sin el fundamento de la reflexión contrarrevolucionaria; esto jamás impidió creer y perseguir el bien presente mientras se asegura el bien futuro: “oportet hoc facere et illa non omitiere”.
III. Mons. DELASSUS, gran patriarca de la TEOLOGÍA DE LA HISTORIA, es también un gran maestro de la doctrina de la acción. Nos da los principios de la Contrarrevolución, principios muy generales que nunca serán superados y a los cuales es necesario agregar los aspectos técnicos detallados y la nueva documentación. Mons. DELASSUS asimiló todo el material precedente, hasta el comienzo del siglo XX, haciendo una gran síntesis; elaboró el programa de la reconstrucción cuyos principios que quedaron fijos para siempre.
IV. Siguiendo a JOSEPH DE MAISTRE, declara que la Revolución es un instrumento de la justicia de Dios, par castigar nuestros pecados, por la forma en que se profana y des-acraliza EL MUNDO POR EL HUMANISMO. La Revolución es una era del género humano, posterior al Paraíso terrenal, a las tinieblas y a la decadencia que siguen al pecado original, a la Encarnación de Dios Nuestro Señor, a la cristianización que de Él se sigue y a la des-cristianización lograda por la Revolución, que quiere rehacer el mundo a su gusto.
V. La REVOLUCIÓN ES SATÁNICA por su odio hacia JESUCRISTO verdadero Dios; quiere levantar el templo de Satanás y cubrir el mundo entero; por esto, prepara las condiciones de un gobierno satánico del mundo. ¡Pero el mundo no se puede quedar así!
VI. Efectivamente, Satanás es siervo de Dios, y Dios no permite el mal sino en la medida de sus designios. Satanás, como el hombre, hace lo que quiere pero, haciéndole, trabaja a su pesar en la realización de la voluntad de Dios. Estamos a tiempo de necesarias destrucciones para las reconstrucciones futuras. En un incendio se destruyen muchas cosas preciosas, pero en el fuego también perecen las serpientes. La Revolución trabaja en una gran unificación de los pueblos y, por el momento, en su ventaja. También había una gran unidad a la llegada de Nuestro Señor Jesucristo.
VII. Satanás busca su triunfo histórico. La hora es decisiva. La Revolución puede llevar al fin del mundo o, al contrario, tal vez estemos en los primeros siglos de la Iglesia.
VIII. En segundo lugar, Mons DELASSUS proporciona las reglas de la contrarrevolución. Como la Revolución es satánica, la Contrarrevolución será angélica o no de una nueva religión. No nos volveremos a levantar sin la intervención divina que debemos pedir y de que hay que estar dispuestos a sacar provecho. Todos los períodos de la historia terminan primero con el triunfo natural del mal sobre el bien y finalmente, con el triunfo sobrenatural de Dios sobre el mal. AL FINAL, ¡MI CORAZÓN INMACULADO TRIUNFARÁ!
Actualmente el mal triunfa; nuestra esperanza está toda en Dios, debemos pedirle el milagro. Nunca en el mundo acaecieron grandes sucesos sin que hayan sido preanunciados; ahora todo anuncia la intervención de MARÍA SANTÍSIMA. Mons. DELASSUS habla entonces de la vocación de Francia.
Dios en Amor; y el bien tiende a difundirse: por eso creó el Cielo y la Tierra.
Lucifer destruye el plan de Dios con su pecado y con el de Adán, pero Dios no renuncia a su dibujo de amor: lo restaura de forma todavía más bella dándose a Sí mismo en la Encarnación, con la Eucaristía y con los dones como la Santísima Virgen, nuestra Madre y el Papa.
Lucifer, con la Revolución, destruye la admirable Civilización católica que se había edificado sobre la Tierra.
¿Dios renuncia entonces a Su Plan de amor? No lo parece, todo hace pensar en que sobre las ruinas acumuladas por Satanás, Dios Nuestro Señor quiere restaurarlo de forma más admirable gracias a la intervención de la Santísima Virgen.
LO QUE DIOS HA DIVIDO EL HOMBRE NO LO DEBE UNIR, ES DECIR, LA LUCHA ENTRE EL BIEN Y EL MAL: “IMIMICITATIS PONAM INTER TE ET MULIEREM, ET SEMEN TUUM ET SEMEN ILLIUS”. “He puesto enemistad entre ti y la Mujer, entre tu linaje y el Suyo” (Gen. III, 15).
“LA GRAN LECCIÓN “OMNIUM PER IPSUM” y SINE ME NIHIL”.
BLANC DE SAINT BONNET dice: “Los hombres quieren salvarse sin Dios, de esto hicieron una cuestión de honor. Entonces, Dios los dejará saborear hasta la saciedad todas las lecciones que los sucesos contengan”.
La cristianización del mundo fue querida por la Providencia y su des-cristianización fue permitida, para dar la prueba y la contraprueba de que hay un solo Camino, Verdad y Vida, nuestro Señor Jesucristo y Su Obra: la Santa Iglesia Romana su Civilización.
¿No supieron conservar, los hombres del siglo XVI, el deseo de la vida futura y el desprecio del mundo? Entonces, la Providencia permitió el inicio de la Revolución en el naturalismo neopagano del Humanismo.
“Omnia per Ipsum”: todo a su través de Él. “Sine Me nihil”: “Sin Mi, nada”. Sólo N. S. JESUCRISTO logró encadenar a los pies de la Cruz los monstros del paganismo antiguo, el infanticidio, la esclavitud… Ahora, quieren rechazar a Nuestro Señor, y los monstruos del aborto y de la esclavitud comunista se desencadenan nuevamente sobre la Tierra.
LA REVOLUCIÓN y LA EXALTACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN.
Todo ANUNCIA UNA INTERVENCIÓN EXTRAORDINARIA DE LA Santísima Virgen. “¿Quae es ista?” ¿Y quién es esta mujer? Es la Madre de Dios del Cielo y la Tierra. Es la única Mujer fecundada por Dios.
No hay que temer exagerar en tener confianza en honrar y amar a MARÍA SANTÍSIMA, porque el ejemplo nos es dado por la Santísima Trinidad: Dios Padre, confiándole el Verbo, Dios Hijo, honrándola como Madre, Dios Espíritu Santo, amándola como Esposa.
Ahora, si la Teología atribuye al Padre la CREACIÓN, AL Hijo la Redención, al Espíritu Santo la difusión de la Iglesia, la teología siempre atribuye a la Santísima VIRGEN el papel de aplastar la cabeza de la Serpiente y sus obras: la Revolución.
Después de las últimas grandes apariciones de la Santísima VIRGEN en Lourdes, en La Salette, en Fátima, la atención de los católicos es atraído por la Providencia sobre el papel histórico de la Santísima Virgen.
¡Qué venga el Reino de MARÍA anunciado por S. LUIS GRIGNON DE MONFORT.
¡María vincit, María regnat, María imperat!
¿No entendieron, los hombres del siglo XVI, la lección? Dios permitió la Revolución religiosa: el Protestantismo.
¿No quisieron comprender, los hombres del siglo XVIII? Dios permitió la Revolución política y social, llamada “francesa”, con sus principios de muerte: libertad, igualdad, fraternidad”.
Pero ¿se ha endurecido el intelecto y el corazón de los hombres? ¿No quieren regresar a Dios? Pues bien, Dios permitió en el siglo XX la explosión de la Revolución en la economía con el Comunismo y sus exterminios, el Muro de Berlín, los prófugos, el divorcio, el aborto, la pornografía, la droga, etc…
Pero el peor castigo que Dios nos reserva por nuestros pecados es el haber permitido que los principios de la Revolución entrasen oficialmente en la Iglesia con el Concilio Vaticano II. Este parece ser el Tercer Secreto de Fátima.
Hombres, ¿no queréis, todavía comprender? ¿No queréis regresar a Dios? ¿Cambiar de vida? ¿Buscar los bienes eternos y no los falsos bienes de esta tierra? Entonces es verosímil que nos castigaremos a nosotros mismos por nuestros principios revolucionarios.
Miremos al futuro con ilusiones. Si la Revolución es un proceso lógico, universal de des-cristianización y satanización. ¿Cuáles serán las etapas presentes y futuras?: la eugenesia, la socialización del pensamiento, de la voluntad, de los cuerpos, es decir, las prostitución colectiva obligatoria y la demolición de lo que queda de la Iglesia por medio de las comunidades de base conducidas por profetas carismáticos etc., Frei Betto, por ejemplo.
“No… ¡Está exagerando! Usted exagera”…
¿Parece exagerado todo esto a los católicos aburguesados?
Así pensaban en su mediocre banalidad los que nos precedieron: “¡No… el aborto no sucederá nunca…usted es un exagerado!”
¿Qué hacer? ¡Comprender la gran lección de la historia! Y empezar el único trabajo serio de conversión personal y social.
Tal vez Dios permite esta grande y trágica lección porque de existir futuros siglos cristianos, todo esto que hoy acontece servirá de espectáculo inolvidable a aquellas generaciones.
Si Dios quiere que la lección sea terrible, endurecerá los corazones de los hombres del siglo XX o XXI. Como hizo con el Faraón para que así conociera las diez plagas de Egipto. ¡Parce, Domine! (¡Perdónanos Señor!).
Esperemos lo contrario junto con JOSÉ DE MAISTRE, y esperemos que todo se restaure por un grandiosa intervención de la Misericordia de DIOS…” AL FINAL, Mi Corazón Inmaculado triunfará”.
PONEMOS ESTE ESTUDIO A LOS PIES DE LA INMACULADA.
Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 92
Instituto Eremita Urbanus
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