martes, 26 de mayo de 2009

Las raíces cristianas de Europa

El desafío de San Francisco al Sultán de Egipto en los frescos de Giotto
“Ordenad que enciendan un gran fuego, y yo entraré en el fuego con vuestros sacerdotes, de modo que incluso vos sepáis cuál es la fe más cierta…”


LAS RAÍCES CRISTIANAS DE EUROPA

Introducción

“Ordenad que enciendan un gran fuego, y yo entraré en el fuego con vuestros sacerdotes, de modo que incluso vos sepáis cuál es la fe más cierto…”.
El desafío de San Francisco al sultán de Egipto constituye el asunto de otro de los frescos de Giotto.

EUROPA parece hoy haber perdido su identidad y, “como un vaso de arcilla entre dos de hierro” (EE.UU. e ISRAEL por un lado, el ISLAM por el otro), no logra recobrar su alma. Ahora bien, precisamente en los periodos de crisis es cuando hay que volver a las fuentes para seguir adelante. Es un hecho histórico que la Iglesia romana contribuyó a formar Europa después de la caída del antiguo imperio romano. Si el Viejo Continente desea hallarse de nuevo a sí mismo y no seguir, como un borrego, al Occidente norteamericanista o al Oriente islamista, debe conocer su historia, sus origines, su filosofía y su pensamiento político. Tiene que remontarse hasta las RAÍCES. Éstas son, después del hundimiento de la Roma antigua, la de los Padres eclesiásticos, los canonistas y lo escolásticos. Por desgracia, ya no las conocemos, nos remontamos, como mucho, hasta la Revolución Francesa, el Luteranismo o el Renacimiento, pero éstos son arroyuelos corrompidos, que se desviaron de las fuentes religioso-políticas de la cristiandad europea. También el cristianismo “moderno” (es decir, modernista) nos brinda hoy una imagen irreal de los origines de la cristiandad. En cambio, un gran investigador del medioevo, JACQUES LE GOFF, aunque no creyente, supo Harper el corazón de la identidad europea. Integramos su obra con las de otros pensadores y veamos qué nos dicen al respecto.

LA CRISTIANDAD


“Fue, pues, a partir del siglo IX que la palabra entró a integrar el vocabulario corriente. Desde entonces se hablo de “la Cristiandad”, de los peligros que se cernían sobre ella y de las empresas que alentaba.
También hoy la Iglesia, si bien vive en un régimen a-cristiano o, como quería Péguy, post-cristiano, no puede renunciar para siempre al ideal de la Cristiandad, que no es otra la impregnación social del Evangelio”.

“En el Medioevo apareció Europa como realidad posrealidad por vez primera (…) Éste fue el periodo decisivo para el nacimiento, la infancia y la juventud de Europa”, escribe J. LE GOFF (Il cielo sceso in terra. Le radici medievali dell´Europa: El cielo bajado a la tierra. Las raíces medievales de Europa; Roma-Bari: Laterza, 2003, pág. 3). El historiador francés explica que “Europa surgió cuando se hundio el imperio romano antiguo” (op. Cit., p. 4), y que “la poderosa acción del cristianismo contribuyo, durante todo el medioevo, a dar a los europeos una conciencia común” (l.c.). Distingue entre Europa y la civilización mediterránea, la cual fue abandonada, si bien no completamente, por la nueva Roma cristiana, (íntima, en cambio, de la antigua civilización greco-romana). Los siglos determinantes para la formación de Europa abarcan desde el V al XIV, o sea, la Edad Media alta y baja; no lo son, como a algunos les gustaría hacernos creer, el siglo XVI con el Luteranismo, o el siglo XVIII con el Iluminismo. En pocas palabras, “entre todos los legados vitales (…) el más importante para Europa es el medieval” (ibid., p. 5).
El autor distingue rectamente la Europa latina, o sea, la Europa de Occidente o del Oeste,, descendiente del Imperio Romano de Occidente, de la Europa del Este, hija del Imperio Romano de Oriente, (Constantinopla) que, con Bizancio, dará vida al ortodoxismo grecocismático. Mientras que el saber se trasmitió desde Atenas y la Roma antigua a la Roma de los Papas y a París, el poder, en cambio, pasó del antiguo imperio romano al sacro romano imperio francogermánico (ibid., p. 7). “Hay que buscar el corazón del medioevo europeo en la reforma gregoriana (SAN GREGORIO VII fue, según LE GOFF, el verdadero representante de la cristiandad medieval , no CARLOMAGNO; n. del autor); incluso después (…) del espíritu de las leyes y del pensamiento laicista en Europa (es decir, a despecho de ellos), el fondo cristiano siguió siendo (…) esencial” (idem., p. 8).
Por eso hay “dos europas”: una, la más auténtica, es la Europa del Oeste, con Roma con capital, que se extiende desde Italia a la Galia (Francia), Germania (Alemania) Gran Bretaña y España (después de la Reconquista) y la otra (que sería más exacto denominar Oeste Próximo) es la del Este (o griega), con Bizancio por capital. Hay también un Oriente más lejano, que ya HIPÓCRATES llamaba por el nombre de Asia. Europa se extiende geográficamente hasta el Don e incluye las actuales Ucrania y Bielorrusia, con lo que toca las fronteras de Rusia.
Por lo que hace a Oriente, las cosas se complican en el siglo VII, porque con el Islam el Oriente y el Cercano Oriente (antaño de civilización mediterráneo) se vuelven musulmanes y se alejan cada vez más de la órbita romana. Bizancio hará de tapón entre la Europa romana y el Islam árabe mediterráneo. Por eso se debe prestar a no confundir la cristiandad europea del Oeste y la civilización grecobizantiana(denominada, en sentido amplio, Europa del Este) con el Occidente moderno ( o sea, Gran Bretaña y los Estados Unidos de América), que es la versión revolucionaria (moderada o conservadora, más con todo, siempre disolutota y desordenada), secularizada e iluminista de la Europa cristianarromana. Se tiende hoy, por el contrario, a hablar de Occidente como si toda Europa se pudiese reducir a él.
Tocante al área mediterránea, fue cuna en la antigüedad de la civilización veterotestamentaria, esencialmente distinta del judaísmo talmúdico postbíblico (siglos III-V después de C.) y de la civilización greco-romana. La herencia bíblica de Judea o Palestina y la filosófíco-jurídica de la Grecia y la Romana antiguas pasan, con el Medioevo, a la Roma cristiana y a la Europa del Oeste, mientras que Palestina se alejará poco a poco (bien que no totalmente) del influjo europeo para caer bajo el del Oriente Próximo y Medio musulmán. El Extremo Oriente, por el contrario, se caracteriza por una mentalidad radicalmente distinta de la Europa. Las filosofías (o, mejor dicho, las gnosis) del hinduismo y del budismo son , de hecho, extremadamente distintas de la nuestra; de ahí que se pueda concluir que si bien el Occidente angloamericano es harto diversos de la Europa cristiana, también lo es el Extremo Oriente. En cambio, por lo que hace al Cercano Oriente, el ortodoxismo grecobizantino tiene muchos puntos de contacto con la cristiandad europea a pesar de ser antirromano, cesaropapista, iconoclasta, de lengua y no latina, y tendencialmente eslavo (lo que no es poco), mientras en el Cercano Oriente mediterráneo y el Oriente Medio asiriobabilónico, egipcio, persa, y fenicio (que fueron la cuna originaria de la civilización, de la cual Europa recibió mucho) caen en la órbita islámica en el siglo VII y se distinguen netamente de la Europea cristiana.
Si se quiere examinar a continuación la mayor u menor cercanía o lejanía (no sólo geopolítica, sino también filosófico-religiosa) que media entre el mundo árabe, el Occidente angloamericano y la Europa cristiana, me parece que geográficamente, el Occidente anglosajón está más distante de la Europa cristiana (especialmente hoy, en que el predominio ha pasado del Reino Unido a los Estados Unidos de América) que la península arábiga, el Cercano Oriente (Siria, Palestina, Egipto) y el Oriente Medio (Iraq, Irán), mientras que, religiosamente, el Islam es incompatible con el cristianismo cetrino, igual que está lejos de éste el calvinismo anabaptista y puritano norteamericano con su antitrinitarismo y antipapismo (mucho más radical que el anglicanismo y el protestantismo clásico o luteranismo).

EL MUNDO ÁRABE

“En el fresco, del siglo XIV, de Santa María Novella de Florencia, El triunfo de Santo Tomás, atribuido a Andrea da Firenze, se representa al santo en un trono, como centro de una alegoría del saber…A sus pies vemos al gran filósofo musulmán Averroes…”Oré y me fue concedido el entendimiento” según la Sabiduría de Salomón…”.

En lo cultural, “los árabes, que habían entrado en contacto con poblaciones de cultura mucho más alta (…), que se extendían desde la India hasta España, lograron elaborar una civilización que valía mucho (…), que contribuyó al progreso científico y tecnológico. Los árabes tuvieron la habilidad de acoger lo que habían creado de válido los pueblos vecinos (asiáticos, persas, indochinos) para trasmitirlo a otros pueblos, sobre todo a Occidente. Es decir, desempeñaron una función de “intermediación”, de modo que introdujeron en Europa muchos descubrimientos importantes provenientes del Oriente Medio y Extremo (…). A los árabes les debe la civilización europea los números llamados “arábigos”, originarios, en realidad, de la India (…), particularmente la introducción del concepto de cero: revolucionaron la Matemática y le abrieron paso al progreso del álgebra (…) Muy importante fue asimismo el papel que se desempeñaron los químicos (…), por no hablar de los arquitectos e ingenieros (…). Las técnicas chinas de fabricación del papel se difundieron en el mundo árabe alrededor del 750, cuando Occidente aún tenía que servirse (…), de los costosísimos pergaminos. El califica Al-Ma´mun fundó la Casa de la Sabiduría, en el año 831, en Bagdad, en la que se tradujeran al árabe, los clásicos científicos latinos, griegos y persas. Antes aún de que de que lo descubriese Santo Tomás en Occidente, el pensamiento de Aristóteles había sido divulgado en el mundo árabe en clave racionalista por conducto de los comentarios de Avicena y Averroes. (…) Avicena escribió, además, un manual de medicina: una poderosa enciclopedia en cinco volúmenes (…), que se tradujo en Occidente nada menos que 87 veces y se adoptó como manual básico de enseñanza en las facultades europeas de medicina hasta el siglo XVI (por lo tanto, durante unos 500 años)” (F. NISTRI-R. DE MATTEI-VIGLIOENE, Alle radici del Domoni: En las raíces del mañana, Milán: Agedi, 2004, vol. 1º, p. 94 y 101). Sin embargo, el desarrollo de la filosofía árabe se para con ALGACEL (nacido en Irán en el 1095), pues éste, el mayor teólogo musulmán, luchó contra la filosofía y puso a la islámica contra la razón. De ahí que AVERROES, había nacido en Córdoba en el 1126, poco después que ALGACEL, no ejerciera influjo alguno ni en la cultura árabe ni en el pensamiento musulmán posterior, que rechazaría ya definitivamente, por desgracia, todo aporte filosófico y racional. ALGACEL criticó también a AVICENA, que había nacido antes de él, en el 980; de ahí qué, paradójicamente, AVICENA y, sobre todo, AVERROES, influyeron más en Europa que en el mundo islámico. Con ALGACEL muere la filosofía árabe-islámica, criticada como enemiga del Alcorán (Cf. E. GILSON, La filosofía nel Medioevo), Florencia, La nuova Italia, 1973; del misno autor, Lo spirito Della filosofia mediavale, Brescia, Morceliana, 1983; B. MONDIN, Storia Della Metafisica, Bolonia, ESD, vol. 22, 1998; H. CORBIN, Storia Della filosofia islamica, Milán, Adelphi, 1973). Así, pues, aunque el mundo árabe enriqueció a Europa desde el siglo VIII al X, en el XI SE ENCERRÓ EN SU FIDEISMO CIEGO QUE LE CORTÓ LAS ALAS DE LA ESPECULACIÓN Y DE LA PROFUNDIZACIÓN DOCTRINAL.
Con todo, este defecto ha producido, accidentalmente, una reacción contra la modernidad y la postmodernidad por parte del mundo árabe-musulmán (bien que tendencialmente excesiva y desproporcionada), un mundo que no ha conocido el Iluminismo, el Racionalismo, el Liberalismo y el Nihilismo. Por eso la Europa moderna se halla en franca lucha contra el Islam actual, que no acepta las disoluciones especulativas y prácticas que el Iluminismo y el Nihilismo han generado entre nosotros. Mientras que nosotros, los europeos, tomamos muchos conocimientos del mundo árabe de los siglos VIII y IX, el Occidente angloamericano, en cambio, se formó después de la Europa medieval y contra ella (siglos XVIII-XIX) con la filosofía sensualista, el Iluminismo conservador inglés, el antipapismo moderado británico y el pragmatismo radical, el liberalismo americanista de los EE. UU. (antitrinitario y ferozmente antirromano). De ahí que la enorme distancia que media entre el Occidente americanista y la Europa cristiana sea casi idéntica a lo que hay entre ésta y el Oriente Próximo y Medio islámico; tal vez Europa este menos lejos (geopolíticamente) del mundo árabe, pero se halla a igual distancia (filosófica y teológicamente) del actual Islam fideísta y antitrinitario y de los EE. UU. Relativistas y antitrinitarios. (Cf. P. BROWN, La formazione dell´Europa cristiana. Universalismo e diverstá, Roma-Bari, Laterza, 1996; Del mismo autor. L´Europa medieval e il mondo moderno, Roma- Bari, Laterza, 1994: F. CARDINI, Europa e Islam, Roma-Bari, Laterza, 1999).

*En 1998 BEN LABEN creó un Frente Islámico Internacional contra los Judíos y los Cruzados “PARA LINERAR DE LA INIQUIDAD QUE HA SIDO IMPUESTA A LA UMMAH por la alianza sionista-cruzada, particularmente desde que ocuparon la tierra bendita de Jerusalén, etapa del viaje del Profeta, y la tierra de los dos lugares santos”.

¿PROGRESIVA INFILTRACIÓN DEL ISLAM EN OCCIDENTE?

“Si generosamente por amor de Dios desprecias todo lo terreno, con el mismo Jesucristo te regocijarás en la eterna gloria”. SAN BERNARDO DE CLARAVAL.

¿Cuál es la amenaza islámica a numerosas naciones, varias de ellas cristianas?

Dicha amenaza es evidente, ante todo, en la antigua Unión Soviética. Desde la caída del régimen comunista URSS y la independencia de varias repúblicas musulmanas, resulta notoria la “reislamización” colectiva de aquellas regiones, con la ayuda principalmente del presupuesto que a ello dedica la Árabia Saudita. En la exURSS hay más de 50.000 mezquitas en funcionamiento, frente a 18.000 parroquias grecoortadoxas. En Tadjikistán había 17 mezquitas y ahora son 2.870, mientras que las iglesias eran 19, y ahora siguen siendo 19.

Los que viven en las regiones musulmanas, que siguen siendo integrantes de la Federación Rusa, como los tártaros, chechenos y otros grupos semejantes, son ahora libres de practicar su fe y celebrar su culto, lo que significa su reintegración de hecho al mundo musulmán, a la ummah. Pero como ésta no es sólo una comunidad de creyentes sino también una comunidad política-espiritual transnacional, y aquellos musulmanes siguen siendo jurídicamente “ciudadanos rusos”, sujetos al “poder infiel” de Moscú, la situación se ha vuelto allí explosiva y bélica.
También Europa está en peligro, allí más bien merced a una larvada invasión. En Francia, por ejemplo, hay en la actualidad unos seis millones de inmigrantes musulmanes, constituyendo la comunidad islámica más grande de Europa. Las mezquitas eran 23 en 1974, 555 en 1984, y 1400 en 1998. lo que muestra de manera fehaciente la islamización progresiva y constante de la sociedad. Numerosos son los convertidos a la creencia de Mahoma, generalmente más hombres que mujeres. Los conversos descubren la nueva fe por diversos motivos y caminos. Algunos porque se han entusiasmado con la mística del sufismo; la falta de espiritualidad que a veces encuentran en la Iglesia Católica hace que vean en el Islam una especie de “complemento” o de “profundización” de su barniz cristiano. Lo curioso es que, a veces, no reniegan de su cristianismo de su cristianismo anterior, así como tampoco renuncian a su visión laicista de la vida. Su islamismo es Light, de “medio pelo”. Otras conversaciones son motivadas por la militancia pro árabe, las relaciones con el Tercer Mundo, las crisis de Descolonización. Así, por ejemplo, hombres como ROGER GARAUDY anterior confeso marxista-leninista incardinado en el P ,C. se convierten a un “Islam de los pobres”. En 1999 unos 50.000 personas abrazaron el Islán. El fenómeno es realmente sorprendente. Es cierto que la conversión para cualquier otra religión: basta con profesar la fe (la sharia) en una mezquita. Sea lo que fuere, lo cierto e que los musulmanes son en la actualidad la segunda comunidad religiosa del país.

Un jefe espiritual del Hezbollah libanés profetizo: “En veinte años, sin duda, Francia será una república islámica”. En dicho país, se ha establecido, asimismo,
Una unión de organizaciones islámicas de Europa, en orden a que se les les conceda el derecho de crear escuelas islámicas privadas, o sino, lugares de oración islámica; la aceptación de la familia islámica, con sus reglas propias, como por ejemplo la poligamia; la creación de un partido político islámico…Se ha establecido también un instituto de formación de imanes en Europa, controlado desde Arabia Saudita. A veces los musulmanes se agrupan en zonas determinadas, lo que a la larga podrá suscitar tentativas de escisiones territoriales.

En Inglaterra, la libertad de proselitismo es casi total. Allí los jefes islámicos del mundo pueden expresar su odio antioccidental con toda libertad. En algunas ciudades como Bradford, “el orden islámico” se ha instalando paulitanamente: supresión de bebidas, uso del velo, tribunales propios,…El imán de dicha ciudad insiste en que el deber de todo musulmán es “ir reemplazando progresivamente los valores del Estado secular por los del Islam”. Ya existe un “Parido islámico inglés”, y lo que es más grave, han logrado el reconocimiento de “territorios separados” y de un “Parlamento musulmán”.

También en Italia EL Islam está gravitando cada vez más. Han llegado a pedir que se prohíba la lectura de la Divina Comedia de DANTE ALIGHERI en los colegios y universidades italianos: DANTE es un blasfemo, porque puso a Mahoma en el “séptimo círculo del infierno. DANTE, en su Divina Comedia, considera a Mahoma como un hereje y le llama “sembrador de escándalos y de cismas” (“seminator di scandalo e di scisma”) (Inferno, XXVIII, 31-36). Roma tiene la mezquita más grande de Europa, financiada casi en su totalidad por Arabia Saudita. Los promotores de dicho edificio habían pedido que su minarete fuera más alto que la cúpula de la basílica de San PEDRO. Citando un hadit de Mahoma, según la cual las ciudades cristianas que se convertirían al Islam serían “primero Constantinopla y enseguida Roma”, el representante del Frente Internacional Islámico de BEN LADEN para Europa declaró para el diario La Repubblica: “Constantinopla ha sido islamizada; ningún musulmán pone en duda que Italia lo será a su vez uy que la bandera del Islam flameará sobre Roma”.

En Suiza, tras una larga batalla jurídica, se ha permitido que las lleven el velo en la foto de sus pasaportes, lo que antes estaba prohibido.

En Bélgica, una ley de 1974, coloca el culto musulmán en igualdad de condiciones con las otras religiones, al tiempo que prevé el financiamiento por el Estado de la construcción de mezquitas. El jefe de los musulmanes, un belga convertido al Islam, señalaba la estrategia: “Los musulmanes deben dar prueba de mayor pragmatismo. El CORÁM dice que hay que proceder por etapas y teniendo en cuenta el contexto”. Pero las etapas no se demoran. En algunos barrios de Bruselas, la policía ni siquiera se anima a entrar. Han creado, asimismo, una especie de Gran Consejo Islámico, “interlocutor oficial del Estado”.

ESPAÑA se ha vuelto la tierra prometida de ese proceso de islamización progresiva. Con sede en Sevilla, funciona un movimiento, Al-Morsbitum, o Comunidad islámica en España, compuesto únicamente de convertidos europeos. Fue creado en los años 70 por estudiantes revolucionarios ingleses y escoceses emigrados a Andalucía, y que luego se pasaron al islamismo. Organizan ciclos en toda Europa, invitando a los jóvenes a hacer “peregrinaciones” de conversión a Andalucía”, para volver a encontrar la “edad de oro de la civilización islámica europea”. ¿No será la revancha de la Reconquista?

A menudo los que en Europa abrazan la religión de Mahoma son antiguos militantes de organizaciones más o menos revolucionarios de izquierda. Recordemos el celebre terrorista pro-palestino “CARLOS”, convertido al Islam en su prisión, desde donde lanza convocatorias a la revolución islámica. Está también el caso de ROGER GARAUDY, a quien aludimos varias veces, intelectual comunista francés que luego de haber participado en numerosos diálogos con los católicos…acabo haciéndose musulmán. Otras veces los convertidos son artistas, como el coreógrafo MAURICE BÉJART, o el cantor inglés de jazz CAT STEVEN, vuelto YUSUF ISLAM, , que ahora propaga la nueva fe en sus álbumes y a través de la escuela islámica que fundó en Londres. También deportistas, como en boxeador CASSIUS CLAY, ahora MOHAMED ALÍ. Se ha establecido hoy con cierta con cierta aproximación el número de europeos convertidos al Islam: 50.000 en Francia, 30.000 en Inglaterra, 10.000 en Italia, 3.000 en España, 3.000 en Bélgica… Cada día 63 europeos se convirtieron al Islam. En la actualidad en Europa unos 26 millones de musulmanes.

ÁRABIA SAUDITA es la principal fuente del proselitismo musulmán en Europa, América, y Asia: decenas de miles de mezquitas en todo el mundo se construyen con el dinero que ducha país obtiene del petróleo, y al frente de caa mezquita ponen un imán de la tendencia que allí se propicia. No olvidemos, según lo señala anteriormente, que en Arabia Saudita la ley islámica es entendida al pie de la letra y en todo rigor. Desde hacía siglos esta ley no se aplicaba con tanto fundamentalismo pero la escuela WAHABITA, que es la que allí se impuso, la recuperó en su interpretación literal. No dejan de ser preocupantes las prédicas de MOHAMED BIN ABDEL-TAHMAN EL-ARIFI, imán de la Academia Militar Malik Fahd de aquella nación: “LAOS ISMÁLICOS CONTROLARAN EL TERRITORIO DE San Pedro después de haber conquistado la Roma de César y así, sin estas murallas, Europa será islamizada”. YUSSEF EL-QARADHAWUI, por su parte, uno de los imanes más influyentes, asegura, en base a las profecias de los discípulos de Mahoma, que “el Islam será victorioso en Europa”. Estas declaraciones se difunden por la hora célebre radio-televisora Al-Jazeera.

Quizá sea para lograr estos fines que los musulmanes que ahora pueblan Europa no se han mezclado casi con las poblaciones locales. Por lo demás son bien conscientes que no tienen ningún deber de obediencia a las autoridades del país que los acoge, que para ellos son impías. Un jesuita egipcio, el Padre SAMIR KHALIL, profesor en la Universidad SAN JOSÉ de BEIRUTH, profundo conocedor del Islam, ha afirmado recientemente: “Lo musulmanes son los únicos inmigrantes en toda Europa que piden un estatuto particular. Los chinos, budistas, hinduistas u otros inmigrantes que viven de África o de Asia, no piden un estatuto particular. Sólo los musulmanes. Esto suscita: ¿Con qué derecho? ¿Por qué tú, como musulmán, no puedes integrarte en la sociedad? Existe un motivo: el Islam no es una religión. Es un proyecto global, socio-político, que incluye a la religión y a la cultura, pero no es una religión como la entendemos en Occidente. Entonces, el problema es que hay una civilización global que es la occidental, que ya no se reconoce como religioso – aunque sus fuentes y raíces lo sean – y hay una civilización global que es política, aunque sea d fuente religiosa, que es la del Islam. Tenemos así una confrontación entre dos civilizaciones. Si acepto dentro de mi civilización que haya otro sistema que, no obstante, existe dentro, creo un problema. Los musulmanes, los jefes – ya sean predicadores mandados o confesos – tienen este objetivo: crear una estructura musulmana DENTRO DE LA ESTRUCTURA OCCIDENTAL.

Se decía que lo que en Francia había que hacer era iniciar una política de desmantelamiento ideológico del Islam, tratando de que perdiera su militancia “fundamentalista”, en la aceptación de los principios del Iluminismo imperantes en Francia, la tolerancia, el laicismo, etc. Lo que realmente nos del peligro islámico, siguiendo PETIT SULLÁ, no es el laicismo sino el ordenamiento de la sociedad según el Plan de Dios, que vela sobre todos hombres de todas las razas. Como afirmaba S. S. PÍO XI: “No podemos trabajar con más ahínco para establecer la paz, que restablecimiento el reino de Cristo”. No otra cosa es “la paz de Cristo en el reino de Cristo”.
BEN LADEN no se cansa de repetirlo: Occidente es el ateísmo. El enemigo es la sociedad opulenta, pero porque en ella se ha organizado la sociedad sin Dios, sustituyéndolo por el becerro de oro. Ellos juzgan a Occidente corrupto y corruptor, en el convencimiento de que esta sociedad materialista los quiere invadir y les quiere arrancar sus creencias, principalmente la creencia de que DIOS es único, y está por encima de todo lo humano.

LAS RAÍCES EUROPEAS y SUS POSIBLES DESVIACIONES


“MARÍA nada rehúsa. Ella misma es la primera en ofrecer a los hombres la leche de la misericordia y la lana (el abrigo) de su intercesión”.
SAN BERNARDO DE CLARAVAL.

Así como “hay cierta semejanza entre los miembros de una familia, pero cada uno tiene su propia personalidad, un aspecto físico privativo suyo y, sobre todo, un carácter diferente” (J. LE GOFF, L´Europa raccontata al ragazzi, Roma-Bari, Laterza, 1995, p. 11), así y por igual manera Europa constituye una especie de familia en las semejanzas de sus miembros derivan, “en primer lugar, de su conformación geográfica (…), mientras que el carácter ha sido forjado y determinado y determinado por la historia” (loc. Cit.). Europa es “hija de la geografía y de la historia (...); las montañas europeas no alcanzan grandes alturas, e incluso las más elevadas los Alpes – son franqueables con bastante facilidad” (ibídem, p. 12). Los cursos de agua europeos son navegables. Si consideramos las modestas dimensiones de Europa respecto de los otros tres continentes (Asia, África y América), “la ceremonia al mar, la limitada altura de los tres relieves montañosos, el clima templado y la fertilidad de la mayor parte de sus territorios” (ibídem, p. 21), podemos afirmar que “Europa es, desde hace muchos siglos, un continente económicamente económicamente desarrollado, culturalmente rico, con una larga historia y una larga memoria”. (ib., p. 22).
La civilización europea común está constituida por “elementos materiales: monumentos y casas (…), pero, por elementos culturales. (…).Es una civilización basada principalmente común, en un modo común de pensar y comportarse, en la conciencia de pertenecer a una misma comunidad cultura” (ibid., pp. 27-28). En la Europa medieval, “la conversión al cristianismo romano es el signo de la transformación del pueblo en nación y de su ingreso en la civilización” (Ibid., p. 42). ¿Qué deben hacer hoy los pueblos europeos frente a los gigantes (EE.UU. y Asia)? “Unirse, dar vida a una Europa grande y unida. Así…podrá defender su independencia, su libertad, sus tradiciones, so modo de ser, su porvenir…Debe defender pacíficamente sus productos, sus vinos, sus alimentos (el vino y el pan de Europa suboccidental; su cerveza y la carne de Europa del noroeste), su cine, su literatura, su estilo de vida. No debe ser invadida, americanizado o demasiado niponizado o islamizada” (Ib., p. 125). Una Europa unida en mayor medida, sobre todo en lo cultural y lo espiritual, es un bien. No obstante, las naciones y los pueblos que la forman deben poder mantener sus identidades, como los diferentes miembros de una familia, juntos y en el marco de un poder europeo supranacional (no antinacional) en una forma más o menos federativa, conforme con nuestras tradiciones respectivas. Igual puede y debe darse un sano regionalismo, pero en el interior de la cultura nacional. Las naciones se formaron antaño con el sacro imperio romano-germánico, y mantuvieron bajo el emperador su identidad y una moderada autonomía (piensen en Italia, la Galia (Francia) y Alemania inmediatamente después de CARLOMAGNO). Así que no es sano el odio contra las naciones, y el nacionalismo exagerado (odio entre las naciones) es una desviación. Sobre todo, Europa “no debe ser una rendida servidora de la economía de la economía, el dinero, los negocios y los intereses materiales (librecambismo y colectivismo marxista). Debe ser, ante todo, una Europa de la civilización y de la cultura” (ib., p. 131) y, secundaria e instrumentalmente, de bienestar material, que es un medio útil en sí para conseguir mejor el fin espiritual, a condición de que permanezca en su papel de medio y no pretenda subir prometeica o epicureísticamente (librecambismo/marxismo) al papel de fin. “ÉSTA es su mejor baza, su herencia más preciada. Recordad: GRECIA, ROMA y el CRISTIANISMO” (L.C.); NO LO ES INGLATERRA DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, NI LA FRANCIA DEL ILUMINISMO, NI LA RUSUA DE LA REVOLUCIÓN COMUNISTA. Es menester, en resumidas cuentas, que “la economía de mercado (librecambismo vaya acompañada de controles por parte del Estado; unos controles que deben ser limitados no omnipresentes (socialcomunismo), pero tales corrijan las tendencias del mercado a incrementar las disparidades económicas y las injusticias sociales”. (op. Cit. 110).
“No se puede hacer nada sin memoria…la historia está hecha para ofrecernos una memoria válida que ilumine nuestro pasado” (op. Cit., p. 131). Sin desviarse a un lado (liberalismo) ni a otro (comunismo).
Europa reflorecerá sólo si vuelve a sus raíces (metafísica, patrística y escolástica) y reencuentra así su verdadera identidad, no imitando al americanismo y al mundo anglosajón o al islamismo.

LA IGLESIA “ECUMENISTA”.

MONSEÑOR HENRI DELASSUS escribía también que el americanismo está de acuerdo con el judaísmo en querer sustituir la religión católica por una “iglesia ecumenista y mundialista” que profese una “religión democrática” (p. 193). Se trata de un acuerdo concertado con el judaísmo liberal y filantrópico-humanitario, que sustituyó la “fe” del judaísmo ortodoxo en un mesías personal por la “creencia humana” en un “mesías idea”, esto es, en el mundo moderno, nacido del humanismo, el protestantismo y el iluminismo revolucionario inglés, francés y americano, que hará caer al planeta entero en el relativismo y el irenismo, los cuales erosionarán el credo católico y lo que y lo que resta aún de la cristiandad europea “para conducir a la humanidad suavemente hacia a la Nueva Jerusalén” (p. 195). El espíritu del “nuevo mundo” o del americanismo se caracteriza, según MONSEÑOR DELASSUS, por los principios de la Revolución francesa, que son “la independencia del hombre respecto de todo poder humano y aun divino” (p. 196), es decir, los derechos (o el culto) del hombre y el destronamiento de Dios y su Iglesia Católica.
Biblos:
1) Sí, Sí, no, no, Revista católica antimodernista, Año XIX, nº 198, Enero de 2009.
2) R. P. Alfredo Sáenz, SJ. La Nave y las tempestades. La embestida del Islam. Ediciones Gladius, Buenos Aires, 2003.

Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 256
Instituto Eremita Urbanus

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1 comentario:

Rodolfo Plata dijo...

LAS RAICES CRISTIANAS DE EUROPA: En las provincias greco romanas, el cristianismo se inició como un movimiento laico: La Epístola apócrifa de los Hechos de Felipe, expone al cristianismo como continuación de la educación en los valores de la paideía griega, que tenía como propósito educar a la juventud en la virtud (desarrollo de la espiritualidad) y la sabiduría (cuidado de la verdad), mediante la práctica continua de ejercicios espirituales (cultivo de sí), a efecto de prevenir y curar las enfermedades del alma. El educador utilizando el discurso filosófico, más que informar trataba de inducir transformaciones buenas y convenientes para si mismo y la sociedad, motivando a los jóvenes a practicar las virtudes opuestas a los defectos encontrados en el fondo del alma, a efecto de adquirir el perfil de humanidad perfecta (cero defectos). El apóstol Felipe introdujo en los ejercicios espirituales la paideia de Cristo a fin de alcanzar la trascendencia humana (patente en Cristo) y la sociedad perfecta (Reino de Dios). A partir de entonces, los pueblos helénicos tomando a Cristo como ejemplo de lo que es la trascendencia humana, lo siguieron no como Dios, sino como hombre, a fin de alcanzar los fines de la paideia (la supra humanidad); por ello lucharon por helenizar el cristianismo estructurando la fe conforme a la razón. Tarea a la que se avocaron: San Basilio, San Gregorio, San Agustín y San Clemente de Alejandría (utilizando el pensamiento de los filósofos greco romanos: Aristóteles, Cicerón, Diógenes, Isócrates, Platón, Séneca, Sócrates, Marco Aurelio,,,),. Lo cual propició el choque entre culturas ante la oposición radical e intransigente de los príncipes de la sinagoga al uso de la razón en cuestiones sagradas tendente a evitar que se helenizara el cristianismo para mantenerlo sujeto a la Sinagoga. Desde entonces el talón de Aquiles de la doctrina de la Iglesia ha sido el profetismo judío y el fideísmo bíblico, al abrogar la enseñanza sobre el uso de la razón en cuestiones de fe que Cristo había revelado metafóricamente al ciego de nacimiento (Jn IX, 39), para hacer un juicio justo de nuestras creencias a fin de encontrar la verdad que nos liberara de las falsas certezas de la fe que nos mantienen ciegos__ Provocando en los pueblos cristianos la estulticia generalizada y la entronización del oscurantismo, al olvidar las raíces helenistas de nuestra cultura; lo cual ha convertido las Iglesias en sinagogas, los sacerdotes en rabinos, los cristianos en siervos del gobierno mundial judío, y el judeo cristianismo en religión basura. Así el movimiento cristiano dejó de ser laico y dejó de perseguir los fines últimos de la educación en la paideía; y por ello, no hemos alcanzado la sociedad perfecta ni la trascendencia humana. http://www.scribd.com/doc/33094675/BREVE-JUICIO-SUMARIO-AL-JUDEO-CRISTIANISMO-EN-DEFENSA-DEL-ESTADO-LA-IGLESIA-Y-LA-SOCIEDAD