viernes, 1 de mayo de 2009

San Atanasio, obispo, confesor y doctor - Fiesta 2 de Mayo


La Iglesia, salpicada todavía con la sangre de sus mártires, iba a sufrir más temibles asaltos de la herejía arriana. ARRIO se atreve a despojar de su gloria de Hijo de Dios al divino Resucitado, para hacer de Él una mera criatura, aunque más dotada de gracias que ninguna otra.

Entonces suscita DIOS a ATANASIO, al gran obispo de Alejandría, en Egipto, para que sea el campeón de la ortodoxia frente a la herejía arriana, que, cual reguero, estalló por el Oriente y Occidente.
En el año 325 ATANASIO fue el adalid de la ilustre asamblea de 318 obispos que, reunidos en NICEA bajo la presidencia del español OSIO DE CÓRDOBA, condenaron al impostor ARRIO, proclamando ser JESÚS verdadero Hijo de Dios, igual y consubstancial al Padre. Murió en el año 373, y, fue nombrado Doctor de la Iglesia.
AFIRMEMOS CON SAN ATANASIO LA DIVINIDAD DE CRISTO RESUCITADO.

EL COMBATE DE LA FE CONTRA LA HEREJÍA ARRIANA

“Que Dios os consuele. He sabido que no sólo os entristece mi exilio, sino sobre todo el hecho de que los otros, es decir los arrianos, se han apoderado de los templos por la violencia y entre tanto vosotros habéis sido expulsados de esos lugares. Ellos entonces poseen los templos, vosotros en cambio la tradición de la Fe apostólica. Ellos, consolidados en esos lugares, están en realidad al margen de la verdadera Fe; en cambio vosotros, que estáis excluidos de los templos, permanecéis dentro de esa Fe. Confrontemos pues qué cosa sea más importante, el templo o la Fe, y resultará evidente desde luego, que es más importante la verdadera Fe. Por tanto, ¿Quién ha perdido más, o quién posee más, el que retiene un lugar o e que retiene la fe? El lugar ciertamente es bueno, supuesto que allí se predique la Fe de los Apósteles; es santo, si allí habita el Santo. Vosotros sois los dichosos que por la Fe permanecéis dentro de la Iglesia, descansáis en los fundamentos de la Fe, y gozáis de la totalidad de la Fe, que permanece inconfusa. Por tradición apostólica ha llegado hasta vosotros, y muy frecuentemente un odio nefasto ha querido desplazarla, pero no ha podido; al contrario, esos mismos contenidos de la Fe que ellos han querido desplazar, los han destruido a ellos. Es esto en efecto lo que significa afirmar: “TU ERES EL HIJO DE DIOS VIVO”. Por tanto, nadie prevalecerá jamás contra vuestra FE, mis queridos hermanos, y si en algún momento DIOS os devolviere los templos, será menester el mismo convencimiento: que la Fe es más importante que los templos.

Y precisamente una Fe tan viva suple para vosotros, por ahora, la devolución de los templos. No es que yo hable sin respaldo de la Escritura; por el contrario, os digo con énfasis que os conviene confrontar sus testimonios. Recordad precisamente que el templo era Jerusalén, y que el templo no estaba en el desierto cuando los lo invadieron. Los invasores venidos de Babilonia habían irrumpido como juicio de Dios, que probaba o que corregida y que, precisamente por medio de estos enemigos ávidos de sangre, imponía castigo a los que lo ignoraban. Los extranjeros, pues, se posesionaron del lugar, pero éstos, en el lugar, negaban a DIOS. Justamente porque no sólo no tenían respuestas adecuadas, ni las proferían, sino que estaban excluidos de la verdad.

CARTA DE SAN ATANASIO DESDE EL DESIERTO

“Por tanto ahora también, ¿de qué les sirve tener los templos? Sí efectivamente, los tuenen, pero eso a los ojos de quienes se mantienen fieles a DIOS indica que son culpables, porque han hecho cueva de ladrones y casa de negocios, o sitios de disputas vanas lo que antes era un lugar santo, de modo que ahora les pertenece a quienes antes no les era lícito entrar. Muy queridos, por haberlo oído de quienes han llegado hasta aquí, sé todo esto y muchas otras cosas peores; pero, repìto, cuanto mayor es el empeño de éstos por dominar la Iglesia, tanto más están fuera de ella. Creen estar dentro de la verdad, aunque en realidad están excluidos de ella, prisioneros de otra cosa, mientras la Iglesia, desolada, sufre la devastación de estos supuestos benefactores.”
(Hasta aquí la carta de SAN ATANASIO del año 356 exactamente. El texto de esta carta de SAN ATANASIO se encuentra en la PATROLOGÍA GRIEGA de MIGNE, tomo XXVI, col. 118/90).

1) LAS ETAPAS DE MARSHALKO

LUIS MARSHALKO, novelista y poeta húngaro, vive en el exilio desde 1945. Perseguido como “criminal de guerra”, al termino de la segunda conflagración mundial, ha mantenido una brillante defensa del pueblo húngaro y en general de toda Europa anti-comunista. Corresponsal de algunos diarios y periódicos de la preguerra, ha seguido con notable penetración los pormenores de la última revolución húngara, aplastada por la Rusia Soviética, en acuerdo al parecer con el otro sector de la GRAN TRENZA, el que tiene su asiento y su poder en los EE. UU. Su libro fundamental en lo que respecta al dominio judeo-bolchevique en el mundo se titula THE WORLD CONQUERORS (The real war criminals), Ed. J. Suëil, London, 1958, 296 págs, (Los conquistadores del mundo. Los verdaderos criminales de guerra, hay edición castellana, por la Editorial Nuevo Orden, Buenos Aires, 1982, 1985, 418 págs.).

Consta el libro de un Introducción y 19 capítulos. El cap. 3 se titula: “Dominación mundial en tres etapas”, pág. 11-17. Después de habernos explicado en el en el capítulo precedente el sentido de la RESISTENCIA CRISTIANA al poderío mundial judío, con conceptos que resultan el comentario de aquella sentencia de SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA: “NO ES EL CRISTIANISMO EL QUE HA DEBIDO CREER EN EL JUDAÍSMO, SINO EL JUDAÍSMO EN EL CRISTIANISMO”, MARSHALKO entra a discriminar esas tres etapas. Ellas se distribuyen así: la primera, que podría llamarse denominarse de acceso al poder, arranca de la transformación de la Edad Media en la época moderna. Comprende en sustancia la consolidación del judaísmo por el poder del dinero, la banca, la prensa, la guerra. Es un período de judaización por ascenso de los dirigentes y la masa judía a la contextura de la sociedad cristiana, en proceso de disolución. La diáspora judía cesa de ser un enclave en la Europa cristiana; pasa ahora a impregnarla, desde la caída del imperio napoleónico.
La segunda etapa, que corresponde a la primera mitad del siglo XX, consiste en la contraposición de capitalismo y bolchevismo, al nivel de todas las naciones, instituciones, organizaciones y programas. En esa segunda etapa, en cuyo tramo final nos hallamos, se ha colocado y están en pleno desarrollo las bases de la tercera: EFECTIVO DOMINIO UNIVERSAL POR EL CIERRE DE LA TENAZA.

Hacia ella nos encaminamos, en forma más o menos rápida, según MARSHALKO, quien interpreta a la luz de tales juicios, el sentido de la revolución húngara y de su aplastamiento por el capitalismo y el bolchevismo mancunados en castigar toda posible resurrección del sentido cristiano de Europa.
Además confrontando este cap. 3 con otros pasajes importantes del libro, puede sacarse algunas conclusiones interesantes que explican tal vez ciertos aspectos del panorama mundial y argentino. Mientras en la primera etapa, las ruinas de la cristiandad se embebieron de la penetración talmúdica, la segunda etapa que comprende la constitución organizada y eficaz de gobiernos judíos o judaizantes con fachada cristiana, en tanto que en la tercera etapa caerá la fachada cristiana y se manifestará el poder oculto. (Cfr. El cap. 8 Secret Power, págs 272/sgs.).
La segunda etapa coincide pues lo se ha llamado “frente del algodón”: los dos extremos se avienen a un término medio, que resulta en definitiva un procedimiento táctico para liquidar lo que queda de la cristiandad y/o catolicidad y más concretamente lo que quedare de la Iglesia. Corresponde pues cabalmente a la segunda etapa de MARSHALKO por su fachada cristiana; y realiza el frente del algodón, como estructura piloto para Hispanoamérica.
La fachada cristiana seguirá subsistiendo, mientras se forjan las cadenas de una efectiva esclavitud social y política, y mientras el reblandecimiento de los sectores católicos – tanto de la jerarquía, cuanto las organizaciones y de los fieles, continúa ampliando el “frente de algodón”. Muchos signos se advirten de este “término medio”, en que judaísmo y cristianismo bajo el dirigentes imbuidos de una estrategia mundial habrán de crear las condiciones, que, según MARSHALKO, se requieren para el dominio mundialista sin ambages.

La intensificación en la judaización del cristianismo preludiría el derrumbe de la fachada, y por tanto la transformación de los poderes visibles, o la aparición de aquellos otros ocultos y de verdadera significación operativa mundial.
El enemigo juega al ajedrez el destino de los pueblos libres en un mundo libre; en este juego, por razones de los acontecimientos de los últimos 0cheta años, parece tener prevista todas las jugadas fundamentales respecto de aquellos objetivos, aunque a veces tenga que ceder o conceder; en este juego además se desplazan y ejercen todas las formas del poder, no sólo las del poder político o exotérico, sino las del poder esotérico, aplicado particularmente a nivel social y pedagógico, a fin de hacer fracasar los verdaderos anhelos de justicia y de verdad. En ese poder esotérico intervienen por igual sectores judíos y sectores católico-cristianos.
Todo ello es cierto y todo ello es trágico. Pero la conciencia de una nueva aurora ha comenzado a distinguir el tablero, las piezas y los jugadores, y también la dirección en que podría darse el jaque mate. Eso que denominamos conciencia de la nueva aurora se presenta también en nuestro nivel hispanoamericano, y significa la posibilidad de que sea cambiado violentamente el tablero. Por ello, las líneas mundiales del poder esotérico acentúan las presiones; la resurrección del “fantasma del nazismo” según la técnica explicada por MAURICE BARDECHE en su libro El huevo de Colón; el llamado a un colaboracionismo religioso a través del ecumenismo; la frustración de los verdaderos nacionalismos y su sustitución por “nacionalistas” al servicio de la trenza, del tipo…
El enemigo registra el peligro y pone en ejecución medidas concretas y eficaces para aplastarlo. Podemos prever en consecuencia que se acentuarán las medidas persecutorias; pero al mismo tiempo podemos afirmar que se establecerá una lucha tremenda entre la conciencia de la nueva aurora del mundo, y la ejecución de la tercera etapa de MARSHALKO. De su salida depende el destino del mundo en los próximos siglos.

2) EL CATOLICISMO DE IZQUIERDA

Dos órdenes religiosos, dominicos y jesuitas, transformados en sectas bolchevizantes han tomado por asalto las palancas del poder religioso en l desventurada Francia. El objetivo sería esbozar un gobierno universal tecnocrático sinárquico, haciendo de Francia, “una nación que se volvió colectivista por el cristianismo”, el instrumento de la reconciliación soviética-anglosajona. Por eso el frente popular es fomentado tanto por los ingleses que temen el Unión Europea, como por los rusos.

DE GAULLE, formado por los jesuitas, dirigía la batuta allí donde “los teólogos sin mandato, jesuitas, se habían opuesto a la lucha que la Iglesia de Francia opone a la Revolución, y habían dinamitado el estamento superior lanzando sobre Francia católica la ola impetuosa de un cristianismo convertido en revolucionario por la adicción al marxismo”. Por eso la prensa de estos católicos difunde la política de Moscú y destaca los discursos de NIKITA KRUSCHEV, ocultando los del Papa JUAN XXIII; por eso recomienda públicamente la lectura de los periódicos comunistas, y los boletines clandestinos de la revista “Temoignage Chretienne” hablan abiertamente de la revolución que destruirá el capitalismo y la burguesía por medio de una alianza que se extiende a los comunistas y a los rebeldes argentinos, a los años sesenta. Por otra parte, es sabido “que los católicos y también un sacerdote de Lyon favorecieron los terroristas nordafricanos”.
Después de las escaramuzas de Moulnier y la experiencia de los dominicos de Juvisy, los jesuitas de Temoignage Chretienne realizaron en 1942 el lanzamiento decisivo, y hoy (hacia 1960) toda prensa católica está centralizada en un trust periodístico dirigido por dominicos y jesuitas: “Las grandes órdenes religiosas – los dominicos, salvo el padre CALMEL, y los jesuitas unánime (en ellos no hay ningún Padre CALMEL) demuestran su complicidad por el asentimiento”.
El choque de esta pseudo Iglesia con el Papado se produjo con PÍO XII, lo que ya es mucho decir; desprecian abiertamente a ese “niño malcriado” o a ese “vejete despótico”, prisionero de los “integristas”, que amenazan lleva su “papolatría” hasta lo herético. Por eso impiden que en el Conclave la elección del Cardenal OTTAVIANI del 7 de octubre de 1959 considerado como un continuador de PÍO XII, según confesión de Cardenal TISSARAND.
En JUAN XXIII veían la posibilidad de iniciar oficialmente una colaboración con el régimen soviético pretextando la progresiva liberalización del gobierno de KRUSCHEV, liquidador del Stalinismo (1924-1953). Pero el sermón de OTTAVIANI del 7 de octubre de 1959, que contó con el previo acuerdo papal, los enfrenta nuevamente con Roma, y los jesuitas atacan al Santo Padre en “Le Monde” el 27 de julio de 1959.

En fin, el Padre CALVEZ S. J., que escribe “Iglesia y Sociedad Económica” barriendo con las enseñanzas pontificias de PÍO XI y PÍO XII, el Padre CHENU, dominico, para el cual “la revolución necesaria” junto a los comunistas, se identifica con el espíritu evangelio, son muestras de la bolchevización de estos teólogos del activismo, que oponen a la Iglesia visible, podrida, inmersa en el capitalismo y comprometida en una política europea anticuada, la acción de un grupo de católicos, “el partido intelectual”, que dotados de un extraño carisma social luchan junto al proletariado (y los millonarios judaizantes que los sostienen) para librar a la Iglesia de los lazos de la reacción y del dinero e introducirla triunfante “en el mundo que nace”.
Por eso es necesario la lectura de este pequeño trabajo de JEAN CALBRETTE, París, 1960 (casi 50 años), y de su libro “La crisis actuelle du catholicisme française”, París, 1959, que aclaran el problema de la bolchevización progresiva de la Iglesia Católica en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, a través de la labor sistemática se sectas criminales – “raza de Caín” los llama el Papa a través del Cardenal OTTAVIANI – inmersas en el corazón de la catolicidad.


Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis Nº 211
Instituto Eremita Urbanus

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