domingo, 29 de mayo de 2011

*JOSEPH RATZINGER: ¿QUIÉN ES?*

“Si alguien sostiene una sola de estas (herejías) no es católico"

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

“Y como quiera que lo verdadero en modo alguno puede estar en contradicción con lo verdadero, definimos como absolutamente falsa toda aserción contraria a la verdad de la fe iluminada; y con todo rigor prohibimos que sea lícito dogmatizar en otro sentido; y decretamos que todos los que se adhieren a los asertos de tal error, ya que se dedican a sembrar por todas partes las más reprobadas herejías, como detestables y abominables herejes o infieles que tratan de arruinar la fe, deben ser evitados y castigados”.

(Papa LEÓN X, Bula Apostolici Regiminis, 19 de Diciembre de 1513, V Concilio de Letrán, Sesión VIII, t. 605-606).

“Si alguien sostiene una sola de estas (herejías) no es católico”.

Papa LEÓN XIII (1878-1903) de la Encíclica Satis Cognitum)

¿Qué es herejía? = Herejía es la negación obstinada de verdades que han sido definidas y propuestas por la Iglesia como doctrinas divinamente reveladas”. (Canon 1324-1325 del Codex Iuris Canonici de 1917).

¿Qué debemos creer?

“Por FE divina y Católica, deben ser creídas todas las cosas que están contenidas en la Palabra escrita de Dios y en la tradición, y aquellas que son propuestas por la Iglesia, ya sea en un pronunciamiento solemne o en un magisterio ordinario y universal, como divinamente reveladas”. (PÍO IX, Constitución Dogmática sobre la Fe Católica Dei Filius, 24 de abril de 1870. Ch. 3. Concilio Vaticano I, Sesión III, Denz. 1792).

¿Quién no creen en todas las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia?

“Los herejes, que son bautizados que niegan pertinazmente o dudan de cualquiera de las verdades propuestas por la Iglesia como de fe católica y divina”. (Canon 1325.2, Codex Iuris Cananici, ed. Peter Cardinal Gasparri, Vatican: Vaticam Press, 1917; cf. Decretales Gregorii. Lib. V, T VII. De Haereticis found in Corpus iuris canonici, ed. E. Friedberg, vol. II (Leipzig 1879 (repr. Ed. Graz 1959) 1-928 and approved the Papal Bull, Rex Pacificus of 5 de septiembre de 1234).

¿Puede un hereje ser un Papa válido de la Iglesia Católica?

NO. La Bula Cum ex apostolatus officio del Papa PABLO VI enseña que: si alguien era hereje antes de la elección Papal, no puede ser Papa válido, aún si es elegido en forma unánime por los Cardenales. El Canon 188.4 (1917 Código de Derecho Canónico: cf. León XIII: Satis cognitum), enseña que: si un clérigo (Papa, Obispo, etc.) cae en herejía, pierde su cargo sin que sea necesario cualquier otro procedimiento de derecho o de hecho.  San Roberto Belarmino, San Antonio, San Francisco de Sales, San Alfonso Ligorio, y muchos otros teólogos, enseñan que un hereje no puede ser Papa: “Sin embargo, si Dios permitiera que un Papa se convirtiera en un hereje notorio, dejaría por tales hechos de ser Papa, y la Sede de Pedro estaría vacante”. (San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia: Verita bella Fde. Pt. III, C. VIII, 9-10).

*EL CARDENAL RATZINGER y la PSEUDO-RESTAURACIÓN*

Estudiando las doctrinas del Cardenal RATZINGER en el Concilio, y que no han sido nunca desmentidas, y que son las mismas de toda la corriente progresista-neomodernista, tiene uno la tentación de pensar que mientras la corriente progresista sigue poniendo en práctica las conclusiones lógicas y los más radicales de los principios de libertad, igualdad y fraternidad, el Cardenal RATZINGER,  con los conservadores, se ocupa de dirigir la fase conservadora de la Revolución en la Iglesia (C. IV. R. P. JULIO MARÍA TAM). Actualmente (1993), después del Papa JUAN PABLO II), el Cardenal RATZINGER, con los conservadores, se ocupa de dirigir en esta operación, porque se ven con más claridad en el Cardenal que en el Papa, los fundamentos teóricos de la Pseudo-Restauración. Durante el Concilio, era (y sigue siéndolo) uno de los representantes del Progresismo: Ratzinger…aparece como uno de los fundadores de la Revista internacional “Concilium” que reunía lo que entonces se llamaba “ala progresista” de la teología (“Jesús”, noviembre 1984. p. 69).
Su progresismo es visible en sus escritos, contra el centralismo romano y la Curia, sobre la infalibilidad del pueblo cristiano, contra el “constantinismo” en particular sobre el Syllabus y las deformaciones de las doctrinas de PÍO IX y SAN PÍO X, sobre los peligros del “fariseísmo” en la Iglesia, en los discursos sobre la colegialidad, sobre “El Papa que no es Pedro”, sobre la crítica de la teología que se limita al Magisterio que él denomina “teología de las Encíclicas” que “nacen del miedo” o de “la poca fe” o de “la teología de la conservación” y sobre los errores del “papismo”.
Aún reconociendo a cada persona el derecho a cambiar de idea, el mismo Cardenal en el libro “Entretien sur la foi”, afirma explícitamente: “No soy yo el que ha cambiado, son ellos (los de “Concilium”), (…) Siempre he querido permanecer fiel al Vaticano II, este hoy de la Iglesia, sin nostalgia por un ayer irremediablemente pasado, sin impaciencia por un futuro que no nos pertenece”. (Cardenal Joseph Ratzinger, “Entretien sur la foi”, cap. I. p. 17 : « Teologin et pasteur » Ed. Fayard, Paris 1985).
Siguiendo un paralelismo histórico podríamos decir, a riesgo de ser repetitivos, que si los demás teólogos progresistas siguen extrayendo las consecuencias lógicas de su jacobinismo, el Cardenal Ratzinger, separándose de sus compañeros de ruta, asume y se convierte en el porta-estandarte de la reacción – previsible tras la Revolución liberal del Concilio- intentando atraer hacia sí a todos los descontentos, cediendo en todo lo que puede ser cedido, pero conservando fielmente los principios de la libertad religiosa, la colegialidad y el ecumenismo, a ejemplo de los girondinos con NAPOLEÓN durante la Revolución Francesa.
 
*LAS IDEAS del CARDENAL RATZINGER*
 
A)    “Entrevista sur la foi”

En el libro Entretien sur la foi, el Cardenal RATZINGER se declara favorable a una vía intermedia, entre la posesión católica tradicional y el progresismo. “Dos errores opuestos”.
“La cuestión clave (…) no consiste en “volver hacia atrás”, sino más bien en “volver a los textos auténticos del auténtico Vaticano II”. “Defender hoy la verdadera Tradición de la Iglesia significa defender el Concilio”.
Según el Cardenal RATZINGER, no hay ninguna ruptura con la Tradición. “Es también culpa nuestra si hemos dado excusas, tanto a la “derecha” como a la “izquierda” para que puedan pensar que el Vaticano II constituye una “una ruptura”, un abandono de la Tradición. Por el contrario, hay una continuidad que no permite ni regreso al pasado ni huida hacia delante…Es el hoy de la Iglesia al que debemos permanecer fieles, no al ayer NI AL mañana”. 
El Cardenal manifiesta su intención de terminar con el caso LEFEBVRE: “Su receta para eliminar toda razón de ser al caso LEFEBVRE (…) mostrar la verdadera faz del Concilio: así se podrá privar de fundamento a estas falsas protestas”. (“Un remedio contra el anacronismo”).
“Vaticano II, tenía razón al desear una revisión de las relaciones entre la Iglesia y el mundo. Porque hay unos valores que, incluso si han nacido fuera de la Iglesia, pueden, una vez corregidos, encontrar su lugar dentro de la visión de la Iglesia.
En aquellas años se ha trabajado en ese sentido, pero quien piense que estas dos realidades pueden unirse o incluso identificarse sin conflicto, demostraría no conocer ni la Iglesia ni el mundo. (“Ruptura no, si no continuidad”).
He aquí la respuesta textual del Cardenal: Si por restauración se entiende una marcha atrás, entonces ninguna restauración es posible. La Iglesia camina hacia el cumplimiento de la historia, mira hacia delante, hacia el Señor que viene. No,  no se da marcha atrás, y no es posible dar la vuelta: ninguna restauración en ese sentido será posible. Pero, si por restauración se entiende la búsqueda de un nuevo equilibrio, después de las exageraciones de una apertura indiscriminada al mundo, después de las interpretaciones demasiados positivas de un mundo agnóstico y ateo, bien, entonces una restauración, entendida en ese sentido, es decir, un equilibrio renovado de las orientaciones y de los valores en el interior de la catolicidad, sería deseable e INCLUSO YA HA COMENZADO EN LA IGLESIA.  En ese sentido, se puede decir que la primera fase, después del Vaticano II ya ha concluido”. (“Restauración”).
El Cardenal RATZINGER pone sus esperanzas en los movimientos, sin mencionar al OPUS DEIque, según nosotros, es el más importante en la fase de la Pseudo-Restauración – porque ello le hubiera causado todavía más problemas y hubiese, posiblemente, puesto al desnudo el plan.  (judío bolche: jesuitas; judío nazis: opus dei = esquema del Vaticano).
“En ellos se dibuja – sin hacer ruido – lo que nos daría soñar con una aurora o un nuevo Pentecostés en la Iglesia. Me refirió, por ejemplo, al MOVIMIENTO CARISMÁTICO, o CAMINO NEOCATECUMENAL, los CURSILLOS, los FOCOLARI, COMUNIÓN y LIBERACIÓN, etc. (“La esperanza de los Movimientos”).
El Cardenal también ve a los descontentos a los que hay que recuperar para impedir que caigan en manos de los integristas: “Ante ciertas aplicaciones concretas de la reforma litúrgica, y sobre todo, ante las opiniones de ciertos liturgistas, la dimensión del descontento es más amplia que en el integrismo”. (“Riquezas a salvar”).   

*B) EL CARDENAL RATZINGER al presentar el documento “INSTRUCTIO”, manifiesta:

(1) “Este (el texto) afirma, tal vez por primera vez con tanta claridad el que existen decisiones del Magisterio, que no pueden, como tales, ser la última palabra en la materia.
(2) Pero son un enganche sustancial en el problema.
(3) Son también, ante todo, una expresión de prudencia pastoral, una especie de disposición provisional.  
(4) El núcleo permanece válido.
(5) Pero las partes, tomadas por separado, y sobre las cuales han influido las circunstancias de los tiempos, pueden tener necesidad de rectificaciones posteriores.
(6) Eso podemos pensar, ya sea en las declaraciones de los Papas sobre la liberad religiosa, ya sea en las decisiones anti- modernistas de comienzos de siglo, sobre todo en los decretos de la Comisión Bíblica de esa época. (Por lo tanto, el “NÚCLEO VÁLIDO” no se refiere a la condena de la libertad religiosa, del anti-modernismo y lo que condenan los decretos de la Comisión Bíblica).
(7) Como grito de alarma (…) permanecen plenamente justificados…
(8)…pero en determinados detalles de su contenido han sido rebasados, después de haber cumplido, en su momento, su misión pastoral” (RATZINGER, O. R. 27.6.1990)  

*C) “EL NUEVO PUEBLO DE DIOS”.

En su libro “Il nuovo popolo di Dio” (El nuevo pueblo de Dios) cuyo original en alemán fue publicado en 1969, entre otras ideas, en relación con el espíritu laicista, el Cardenal RATZINGER manifiesta: “Cristo, en el plano de la ley de la religión, no fue sacerdote sino laico”. (Cf. p. 119) J. RATZINGER, “Il nuovo popolo di Dio”, Edc. Queriniana, Brescia, 1971).
El constantinismo: el profesor RATZINGER no se limita a criticar el constantinismo antiguo o medieval, sino que descubre además las desviaciones más cercanas a nosotros:
“Convendría que recordásemos, además de los hechos de la Edad Media y de la Antigüedad, los que están más próximos a nosotros en el tiempo, aquellos que podemos percibir de forma inmediata como una deformación: en particular, la reacción cristiana experimentada en el siglo XIX y comienzos del XX, en el Sylabus de PÍO IX y durante el Pontificado de PÍO XII. HARNACK ha dicho, exagerando por supuesto, pero no sin razón, que de esta forma la Iglesia ha condenado la cultura y la ciencia modernas, cerrándoles la puerta; y aquí podemos añadir: la Iglesia ha descartado la posibilidad de vivir la vocación cristiana como algo actual, por estar demasiado interesada y apegada al pasado” (cf. p. 296-197).
*RATZINGER, con su mentalidad moderna, cree ver un peligro de neo-constantinismo en una especie de “fariseísmo” y de “qumranismo”.
“¿Quién podría poner en duda que hoy también existe en la Iglesia el peligro del “fariseísmo” y del” qumraismo”? ¿En efecto, no ha intentado la Iglesia construir su pequeño mundo, perdiendo la posibilidad de ser “sal de la tierra y luz del mundo”, durante su movimiento de evasión del mundo que se vio acentuado en el reinado de PÍO IX? El aislamiento en su pequeño mundo – una clausura que ha durado demasiado tiempo…
Esta claro que ésa no es la forma ideal de renovar la Iglesia. Con el celo de PABLO VI, ya que el intento naufragó, porque quiso suspender el Concilio de TRENTO, para renovar con el  fanatismo de los zelotes” (cf. 298-299).  

*NUEVA TEOLOGÍA:

Como profesor de teología, ya lo era entonces, JOSEPH RATZINGER definía con gran lucidez la esencia y los límites de lo que deber ser una teología correcta después del Concilio Vaticano II. Para empezar critica ásperamente lo que él denomina “teología de las encíclicas”:
“Teología de las Encíclicas” significa una forma de teología en la cual la tradición parece debilitarse en cada declaración del Magisterio Papal” (Cf. p. 310).
Finalmente, la nueva teología se reconcilia plenamente con el mundo, reconociéndole su total autonomía, en armonía con la transparencia del discurso de apertura del BEATO JUAN XXIII en el Concilio:
…hasta aquí era habitual (el Cardenal RATZINGER que ama hablar de “continuidad” confiese que rompe con el pasado, n.d.l.r.) considerar a la Edad Media como la época cristiana ideal y aspirara a la plena identificación entre la Iglesia y el mundo como un único fin; y al contrario la era moderna era vista como una gran caída, comparada con el relato del hijo pródigo que sale de la casa paterna llevando consigo todos sus bienes y deseando después – en la Segunda Guerra Mundial 1939-1945 – el alimento de los cerdos; en estas comparaciones aparecía ya el deseo de un pronto regreso (…) Es en JUAN XXIII, posiblemente, en donde podemos hallar la más fuerte crítica al romanismo medieval, esta mirada hacia atrás que ve un patinazo de las cosas hacia lo peor (…) es lo que condujo al Papa del Concilio hacia una teología de la esperanza, que nos parece el límite del optimismo ingenuo. (Cf. p. 341).    
Por el contrario, el Concilio también manifestó y concretó su voluntad de desarrollar la teología a la luz de todas fuentes, en su integridad, de mirar estas fuentes no desde el filtro del Magisterio de estas últimos cien años, sino leerlos y comprenderlos a partir de ellos mismos: el Concilio ha manifestado su voluntad de escuchar no sólo a la tradición católica, sino de profundizar y asumir de forma crítica el desarrollo teológico de las demás iglesias y confesiones cristianas” (Cf. 310-311).

*SOBRE LA UNIDAD DE LA IGLESIA: “Unidad de la Iglesia no significa necesariamente iglesia unitaria…

Incluso se podría pensar, sin duda, en una forma especial de cristiandad, reformada en la unidad de la única Iglesia; en fin, habrá que reflexionar sobre la forma de dar a la Iglesia de Asia y de África, así como las de Oriente, una forma que les sea propia, como los “patriarcados” o “grandes iglesias” autónomas, o el nombre que se les quiera dar a tales iglesias en la Iglesia del futuro” (Cf. 155-156. La creación de iglesias nacionales, cismáticas, fue siempre el sueño dorado de la Francmasonería, como ejemplo, de la China Roja comunista actual).
Acerca de la crítica del Magisterio papal: …una crítica del discurso del Magisterio papal sería posible, incluso necesaria, en la medida en que faltare suficiente cobertura en la Escritura, fundamento en el Credo, en la fe de la Iglesia universal. Allí donde la unanimidad de la Iglesia universal o un testimonio claro de las fuentes no existiera, una decisión comprometida no sería posible.
Si debiese producirse formalmente, le faltarían las condiciones indispensables y había, entonces, que pasar por alto la cuestión de su legitimidad” (Cf. p. 158).

D) “Resultado y perspectivas en la Iglesia Conciliar.

En el libro “Resultado y perspectivas en la Iglesia Conciliar(RATZINGER, J., “Resultados y perspectivas en la Iglesia Conciliar”, Buenos Aires, 1965, ps. 25, 26 y 42), leemos:
“Estos últimos ciento cincuenta años, pocas cosas han causado tantos daños a la Iglesia como la defensa a ultranza de las posturas propias de “Iglesia de Estado” y superadas ya por las corrientes de la historia. (Encontramos aquí también el error del Cardenal RATZINGER que concede, a priori, crédito a la “corriente de la historia, sin tomar en consideración que el mundo moderno es el fruto del relativismo religioso y de la política masónica. Ratzinger afirma que estas proposiciones han quedado obsoletas, pero se cuida muy bien de darnos las pruebas )
El intento de defender la fe la fe – amenazada por la ciencia moderna – con medios propios de protección del Estado, produce el resultado contrario, vaciando esta misma fe de su contenido intrínseco, y al mismo tiempo, impidiendo desde diversos aspectos, la necesaria regeneración espiritual.
Este intento ha dado lugar a una visión de la Iglesia como enemiga de la libertad, temerosa de la ciencia y del progreso, productos de la libertad del espíritu humano, dando así lugar al nacimiento de unas de las raíces más profundas del anticlericalismo.
Después de CONSTANTINO  - con su apogeo en Edad Media – y en la España absolutista de comienzos de la era moderna, el hecho de que la Iglesia haya recurrido a la ayuda del Estado, constituye para Ella – en el mundo de hoy – una de las más pesadas hipotecas, es un hecho al que nadie, capaz de pensar de forma histórica, puede evadirse”. (Cf. p. 25-26).

*E) Los principios de la teología católica

“Hoy nadie niega que los Concordatos español e italiano intentan conservar demasiadas cosas de una concepción del mundo que, desde hace mucho tiempo, no se correspondan con las circunstancias reales. Casi nadie podrá negar tampoco que este apego a una concepción trasnochada – las relaciones entre la Iglesia y el Estado – corresponden a un anacronismo similar en el dominio de la educación. (J. RATZINGER, “Les príncipes de la theologie cathólique”, Ed. Tequi, Paris, 1985. 427-437).

*EL CARDENAL RATZINGER y el intento de dividir a tradicionalistas.*

El Cardenal Ratzinger quiere meter una “cuña” entre los tradicionalistas que sólo quieren la Misa tradicional, que frecuentan nuestra capillas y los tradicionalistas que quieren además, el Reinado Social de Cristo, es decir, la dependencia de la sociedad temporal de la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, y que son llamados “integristas”.
¿Lo conseguirá?
Entre los textos más importantes, están los prólogos del CARDENAL RATZINGER a los libros de Monseñor GAMBER: La Reforme liturgique en question” y “Thournés vers le Seigneur”, así como la entrevista en el seminario  “Il Sábato” del 24 de abril de 1993 donde insinúa que hay que dar la vuelta a los altares, y añade: “No es por hoy (…) ciertamente para mañana, pero hay que dejar esto a la Providencia, hemos también de prever una reforma de la reforma…
He aquí lo que aclara a la revista “Il Regno”:
“El fenómeno lefebvista está en expansión, incluso aunque no se hable mucho de ello”.
En cuanto a las perspectivas del futuro, por un lado veo un endurecimiento creciente de los responsables – pienso por ejemplo, en su crítica muy ácida al catecismo – así como otros fenómenos que dejan poco lugar a las esperanzas de un nuevo diálogo; por otro lado veo también que numerosos laicos, frecuentemente con cierta formación cultural, participan en su liturgia sin identificarse con el movimiento. Por tanto hay que distinguir entre los responsables, muy seguros de sí mismos, que dicen: esta vez no será ROMA quién ponga las condiciones, sino nosotros, que muestran una dureza sorprendente y preocupante, y por otro lado, un número de personas que participan en su liturgia, sin identificación, con la convicción de permanecer en plena comunión con el Papa y de no alejarse de la comunión de la Iglesia. Esta ambigüedad de situaciones hace difícil una acción futura. Siempre se puede intentar ayudar a aquellos que quieren ser católicos, en comunión con los obispos y con el Papa, a integrarse en la Iglesia, a hallar su hábitat en el interior de la Iglesia sin tener necesidad de recurrir a otras, y por otro lado, clarificar las condiciones reales de pertenencia a la Iglesia católica…
…Sólo construyendo puentes para favorecer el diálogo es como se podrán definir con más precisión también los límites” (Il Regno, abril 1994).  
*Nuestro reconocimiento al Reverendo Padre JULIO MARÍA TAM por sus enseñanzas.
 
“Véase. DIARIO PAMPERO nº 47 Las confesiones del Cardenal RATZINGER”. Archivos Gabriel gabrielsppautasso@yahoo.com.ar

*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, a 25 de mayo del Año del Señor de 2011. Fiesta grande la Patria Argentina. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! Ave María Purísima sin pecado concebido! gspp. *

No hay comentarios: