lunes, 2 de mayo de 2011

*JESUCRISTO, montonero de Judea*

Ésta es la clave de la doctrina marxista-leninista sobre la religión, que se ha aplicado a fondo ya en Oriente, y que se trata de repetir en Occidente, sobre todo en América, bajo la estrategia de la teología de liberación.

Edito: Lic. Gabriel Pautasso

Por Elías Castelnuovo. Buenos Aires, 1971.
1971-2011: 40 años. Dedicatoria: “Al Padre HERNÁN BENITEZ, gracias a cuya sugerencia escribí este libro y por su intermedio, a todos los nueves apóstoles del tercer mundo”.

CRISTIANISMO y LUCHA DE CLASES
La guerra social entre pobres y ricos, piedra angular de la doctrina de JESUCRISTO, tendría hoy su equivalente en la guerra de clases que sostienen entre sí aquellos que viven de su propio trabajo contra aquellos que viven del trabajo ajeno.
…se lo puede, no  través de los mismos Santos Padres de la Iglesia que fueron los primeros que trataron de poner en práctica sus ideas. En una de sus epístolas, por ejemplo, SAN BERNABÉ de CHIPRE, compañero inseparable de SAN PABLO, ambos tapiceros de oficio, dice: “Tendrás todo en común. No deberás poseer nada en propiedad individual. Porque si poseéis en común los bienes del cielo, ¿con que los bienes de la tierra?”. Otro de los santos varones, TERTULIANO de CARTAGO, dirigiéndose a los gentiles, dice: “Nosotros, los cristianos, somos hermanos en lo que concierne a la propiedad, que entre vosotros origina tantos conflictos. Unidos de corazón y de alma, estimamos todas las cosas como pertenecientes a todos, y compartimentos en común todo, con excepción de nuestras mujeres. Entre vosotros, por el contrario, son ellas lo único que tenéis en común”. (cf. p. 13)
Y concluye ELÍAS CASTELNUOVO en su “Jesucristo, montonero de Judea: El Reino de los pobres, por cuya consecución bregaba Jesucristo y los Santos Padres, según se desprende categóricamente de los Evangelios, como lo hace notar RENAN, era un estado social donde imperarían las condiciones que impidiesen la explotación, y donde todos vivirían en común trabajando todos y repartiendo entre todos equitativamente los frutos del trabajo de la comunidad. O lo que tanto vale: era, ni más ni menos, que lo que hay se entiende por dictadura del proletariado, implantada por el comunismo internacional. (cf. p. 19).
En resumen: en estos momentos, no se sabe hasta dónde convendría a la Iglesia resucitar a Jesucristo, según parece ser la intención, por lo demás, de los curas obreros y de los curas guerrilleros, pues de hacerlo, habría que resucitarlo con todo. Con sus ideas y con su acción. Aunque, mirando bien, si Jesucristo volviera a la tierra, es seguro que no estaría encerrado en una iglesia. Estaría encerrado en una cárcel. (cf. p. 20).

Referentes literarios:
ELÍAS CASTELNUOVO, “Jesucristo, montonero de Judea”, Buenos Aires, 1971. p. 137.
JULIO GIRARDI, “Marxismo y Cristianismo”, Presentación del cardenal Francisco KÖENING. Taurus ediciones, p. 362. 
GIULIO GIRARDI, “Sandinismo, marxismo, cristianismo en la nueva Nicaragüa”. Centro Ecuménco Antonio Valdivieso de Managua. Ediciones Nuevomar, México, 467 p.

*Autor: GABRIEL S. P. PAUTASSO. Expuesto y editado en las Terceras Jornadas Nacionales de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Vaquerías, Valle Hermoso, noviembre de 1979*

 Título:

+LA CONCEPCION EBIONITA DE ERNESTO CARDENAL+

+DEL EBIONISMO A LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN +

* “Yo soy un comunista cristiano” (Ernesto Cardenal Martínez.)*:

* Ricardo de la Cierva, “Jesuitas, Iglesia y marxismo 1965-1885. La teología de la liberación desenmascarada”, Plaza & Janes, 537 págs., p. 111)
Todas las proposiciones de ERNESTO CARDENAL MARTÍNEZ presentan un espíritu sectario ebionita de origen escatológico milenarista, ya que el concepto de salvación que propone y propagandiza se funda:
a)      una salvación colectiva, en el sentido de que debe ser disfrutada por fieles católicos como lo colectivo o como colectividad;
b)     terrestre o terrena, en el sentido de que debe realizarse en la tierra, hic et nunc, aquí y ahora, y no en un cielo fuera del mundo;
c)      inminente, en el sentido de que ha llegar pronto y de un modo repentino;
d)     total, en el sentido de que transformara toda la vida en la tierra, de tal modo que la nueva disposición no será una mera mejoría del presente sino la perfección. (San Jerónimo, Patrología Latina de Migne, t. XXII, col. 942).

A propósito de este escueto artículo de CARDENAL, podemos encontrar semejanzas con el comunicado, en su versión periodística, de la Conferencia Episcopal Nicaragüense, que nos remite a “La Voz del Interior”- diario, de Córdoba, fechado el 18/11/1979, de una agencia extranjera que afirma, entre otras cosas: “La Iglesia Católica nicaragüense se declaró ayer comprometida con la revolución sandinista y pidió que todos participen, dentro de un clima de libertad y crítica”. Agrega el despacho que “los siete obispos de Nicaragua encabezados por el jefe de la Iglesia, Monseñor MIGUEL OBANDO y BRAVO, emitieron una pastoral con base en las conversaciones que sostuvieron recientemente con la Junta de gobierno nicaragüense. Los obispos dijeron que “la Iglesia sostiene una posición de avanzada radical en su apoyo a las leyes revolucionarias que rescatan al POBRE (EBIONIN) de toda marginación”. Y se agrega: La pastoral exalta los valores de la revolución sandinista y afirma “adopta una teología liberadora, de apoyo al verdadero SOCIALISMO y en defensa de la dignidad humana y la libertad”. Hasta aquí lo expuesto por la “La Voz del Interior”- diario de Córdoba en su pág. 2. Las conclusiones se pueden deducir obviamente. 

De lo sostenido por el “antiguo fascista” (CARDENAL), junto a HELDER CÁMARA y JOSÉ MARÍA DE LLANOS,  entendemos que debe considerarse como una concepción ebionita, por cuanto:
  
1)      Renuncia a la riqueza y retorno a la “POBREZA EVANGÉLICA”. 
2)      Renuncia al poder.
3)      Se acerca una edad que será la edad de los POBRES (EBIONIN), de los oprimidos, de los marginados o excluidos, de los desarraigados, de la libertad y de la paz. Reinará la propiedad colectiva per saecula saecolorum, no habrá clases sociales ni propiedad privada.  
4)      Negación de la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, por lo tanto, el Ebionismo es una prefiguración del Arrianismo, es un protoarrianismo.
5)      Buscan una iglesia de los pobres (EBIONIN) y comprometida en la lucha con los pobres (IGLESIA POPULAR sandinista).
6)      Es un movimiento profético, en el sentido judaico heterodoxo del término, profetismo y justicia social, que sostiene que la obligación primera y fundamental de un cristiano es “hacer la revolución” temporal, del aquende y no del allende.
7)      No quieren una política o cultura católica, sino que se adhieren a la revolución secular-materialista que hay que hacer entre creyentes y no creyentes o ateos.
8)      Su vida “cristiana” es una pretendida vuelta al primitivo cristianismo ebionita, con formación de “comunas”, que rara vez llegan a serlo totalmente, pero al menos con bolsas comunes y ayuda colectivista. Los sacramentos son olvidados y a veces secularizados. Quieren una Eucaristía que no sea ceremonia, sino en común. En este punto se inscribe la experiencia de CARDENAL con si “comuna” de Nuestra Señora de Solentiname (Lago de Nicaragua), fundada en 1966, un año después de ordenarse sacerdote en el Semanario de Managua, y de la que dice: “Vine a esta última isla buscando la soledad, el silencio, la meditación y en último término, buscando a Dios. Dios me llevó a los demás hombres. (trapense TOMAS MERTON). La contemplación me llevó a la revolución”.
9)      El sacerdote es uno más entre ellos. Los bienes de la Iglesia hay que restituirlos al pueblo, al que pertenecen. Lo único que exigen con respecto al compromiso en el mundo es que sea a favor de  POBRES (EBIONIN) y que tienda a romper las estructuras, es decir, que sea revolucionario.
10)  Normalmente los más avanzados de este movimiento profético ebionita admiten la teoría marxista e incluso trabajan con los marxistas. Se trata de una revolución en el que sandinismo, marxismo, cristianismo en la nueva Nicaragua, donde las relaciones entre sandinistas, marxismo y cristianismo se encuentran desde ayer hasta hoy en el centro de la lucha ideológica de la Nueva Nicaragua. Desde cierta óptica, la “acusación·” más grave dirigida contra el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) es la de ser marxista – leninista. Ello significa materialismo, dogmatismo, totalitarismo, alineamiento con la Unión Soviética (URSS). También significa traición al proyecto de SANDINO, si es cierto que este caudillo hispanoamericano no era comunista ni marxista, y sí nacionalista. Sobre todo, significa que la Revolución Popular Sandinista es – en su inspiración profunda, anticristiana de la vertiente ebionita heterodoxa y, por lo tanto, contradice las aspiraciones del pueblo nicaragüense. El monje poeta, CARDENAL dice:
“Yo considero que mi misión es predicar desde aquí el marxismo, pero un Marxismo con SAN JUAN DE LA CRUZ.

A ello, respondemos, con SAN JERÓNIMO:

“Sed dum volunt Judaei esse et christiani,
Nec judaiei sunt nec christiani”.

(“Pero, mientras quieren ser judíos y cristianos,
No son, ni judíos ni cristianos”)

En efecto, presentemos algunos testimonios al respecto:
ERNESTO CARDENAL MARTÍNEZ, el monje poeta ebionita: “En el Evangelio en Solentiname Laureano dice: yo tengo veintiún años y quiero que este reino sea pronto, que no sólo me toque verlo a mí sino que sea dentro de dos años. En el Evangelio en Solentiname dice Laureano que ojalá que el reino de los cielos fuera dentro de dos años” “Cristo viene a decirnos que ya ese reino empieza con él, y eso es lo que MARX ha llamado el comunismo perfecto” (MARGARET RANDALL, Cristianos en la revolución, pp. 92-93).

“Yo he llegado a la revolución por el Evangelio. No por la lectura de MARX sino por Cristo. Se puede decir que el EVANGELIO me hizo marxista(ERNESTO CARDENAL, “Conversación en Solentiname”, 1976, en Sobre de la santidad de la Revolución, p. 20).
“El marxismo es fruto del Evangelio. Sin el cristianismo el marxismo hubiera sido posible, y los profetas del antiguo testamento son los predeciros de MARX. Y me parece que con el cambio del sistema de producción se podrá lograr vivir el Evangelio, se podrá crear el “hombre nuevo”, o sea, a escala social, no sólo individualmente y en contra de la sociedad. Ahora se trata de cambiar la sociedad, de cosechar el último fruto del Evangelio”. (Ibid., p. 31).  “Además el comunismo es profundamente cristiano. Es más, es la esencia del cristianismo. La palabra comunión es lo mismo que el comunismo. San Pablo usa una misma palabra griega, koimonía, para la comunión y para la comunidad de bienes. Y usa la misma palabra para la unión de los hombres con Dios: lo que él llama la comunión (o comunidad de bienes) del Espíritu Santo. O lo que podríamos llamar: el comunismo que hay entre los hombres y Dios. Por cierto que para PABLO la puesta de los bienes en común y en la eucarística y la comunión con el Espíritu Santo son una misma cosa, y cuando en la epístola a los hebreos habla de la puesta en común de los bienes dice que ése es el sacrificio que agrada a Dios. Como quien dice: la verdadera misa” (ERNESTO CARDENAL, “Sobre poesía, revolución e Iglesia”, 1976, en Sobre la santidad de la Revolución, p. 57).
“El “hombre nuevo” es el hombre desprovisto de egoísmo, el hombre que vive en función de los demás, para servir a lo demás. Es el hombre de una sociedad socialista, de una sociedad en la que el hombre ya no explota al hombre, en la que uno vale no por lo que quita a los demás, sino por lo que da a los demás. En Cuba están a los niños, enseñándoles a vivir en función de los demás, y me parece a mí que en la juventud cubana se ve ya en gran medida este tipo de hombre nuevo que está surgiendo. Ellos dicen que el mejor ejemplo del “hombre nuevo” es el “Che Guevara” y lo presentan como modelo para los niños cubanos. En realidad, el “Che Guevara” era un hombre completamente desprovisto de egoísmo. En mi libro sobre Cuba cuento bastantes anécdotas sobre el Che, sobre esta santidad del Che. El hombre nuevo de Cuba es el mismo hombre nuevo cristiano” (ERNESTO CARDENAL, Conversación en Solentiname, en Ibid., p. 31).
“Yo no veo ninguna diferencia, ninguna contradicción entre marxismo y cristianismo, porque nosotros precisamente discutimos al comienzo ese tipo de problemática. Y me acuerdo que siempre agarrábamos los Hechos de los Apósteles en el capítulo 3 creo – si no me equivoco es el capítulo 2 o 3 – donde habla de la primera comunidad primitiva. Y que cada quien tenía lo suyo de acuerdo a sus capacidades y que nadie tenía necesidad.
Entonces veíamos dentro de la vida cristiana un modelo de sociedad así en que cada quien tuviera lo justo, lo necesario, vivir sin ser humillado y de acuerdo a sus capacidades. Si el socialismo es hacer una distribución equitativa de los bienes y recursos de un país en beneficio de la mayoría o de la totalidad del pueblo, yo no creo que haya ninguna contradicción entre el cristianismo y el socialismo. Si veo una contradicción entre el cristianismo y el capitalismo que es opresor, que usa la política de la explotación, de la marginación, de la represión. Si veo una gran diferencia entre el cristianismo y el capitalismo”. (DAVID CHAVARRÍA en MARGARET RANDALL,  Cristianos en la revolución, pp. 289-290).
Por consiguiente, la existencia, después del año 70, de dos movimientos heterodoxos judeo-cristianos que no son propiamente gnósticos. JUSTINO, en su Diálogo, poco después del 150, distingue dos categorías de judeo-cristianos: los que comparten la fe común, pero permanecen fieles a las prácticas judías y que son los descendientes de la comunidad de Santiago; y otros “que reconocen a Jesús como Cristo, pero diciendo que fue un hombre entre los hombres”. JUSTINO no pronuncia a propósito de este grupo la palabra ebionitas. Pero las noticias de IRENEO, de ORÍGENES y de EUSEBIO ven unánimemente en tal afirmación que Cristo es un hombre como los demás, nacido de JOSÉ y de MARÍA, rasgos característicos del ebionismo.
Esta concepción de Jesús como profeta anunciado Moisés, pero no como Hijo de Dios, fue común a varios grupos judeo-cristianos heterodoxos. Y es muy probable que existiera bastante antes del 70. Esto hay que concedérselo a H. J. SHOEPS. Pero es posible determinar con mayor precisión las coordenadas de la secta de los ebionitas en sentido estricto.  EPIFANIO sitúa su origen después de la toma de Jerusalén, entre los judeo-cristianos refugiados en Pella. Precisamente en esta región tuvo él en sus manos el evangelio de aquéllos. Un evangelio del que nos ha conservado algunos extractos y que viene a ser una transformación del Evangelio de los NAZAREMOS en sentido heterodoxo. Su redacción se remonta a principios del siglo II, es decir, durante el reinado de TRAJANO. Las prácticas  baptistas nos orientan asimismo hacia Transjordania.
EPIFANIO enumera entre los libros santos de la secta los Viajes de Pedro.  Esta obra que constituye de las Homilías y de los Reconocimientos Clementinos se basa a su vez en los Kerigmas de Pedro, que son de la primera mitad del siglo II. Éstos últimos, por su parte, presentan notables contactos con la doctrina de los esenios, en particular por lo que se refiere al verdadero Profeta, a los dos espíritus y a la proscripción de sacrificios sangrientos. Con razón, pues, ha propuesto OSCAR CULLMANN se considere a los ebionitas como un grupo de esenios convertidos a Cristo después del 70, en Transjordania (ahora Jordania), bien porque abandonaron Qumrán, bien porque formaran parte de la emigración de  KOKBA, junto a Damasco. Se trataría de unos cristianos de lengua aramea, muy apegados a las prácticas judías, como la transmigración. Nos hallamos ante una derivación normal del grupo de Qumrán. Los ebionitas comparten la concepción esenia de oposición de los dos principios. Pero IRENEO subraya expresamente que no enseñan que el mundo haya sido creado por otro ser fuera de Dios. No son, por tanto, gnósticos en el sentido propio de la palabra, según el profesor R. P. JEAN DANIELOU.  
Es así que,  llamamos judeocristiana a la rama de la Iglesia antigua que pretendía unir la fe en Jesús Mesías con una observancia rigurosa de la ley judía, y que en lo esencial se desarrollo en Israel, pero no sólo allí. Sus fieles eran históricamente, los descendientes de la primera comunidad jerosolimita que emigró a la ciudad Transjordania de Pella con motivo de los incidentes del año 66-70, después del martirio de su jefe. Las catástrofes de Palestina les afectaron directamente, y, con la evolución de la Iglesia, que tendía cada vez a convertirse exclusivamente en Iglesia de los gentiles, pasaron a formar una secta herética; con el nombre de EBIONITAS o NAZARENOS, llevaron una existencia oscura hasta el comienzo del siglo V; cuando desaparecieron, absorbidos probablemente, unos, por la Iglesia y otros, por la Sinagoga. Se distinguían de los demás cristianos por su ritualismo y por ciertos caracteres doctrinales, particularmente por una cristología muy arcaica que no reconocía la divinidad de Cristo. Esta afirmación la seguimos a MARCEL SIMON-ANDRE BENIOT.   

Judeocristianismo y herejía: … Eso mismo es lo que expresaba EUSEBIO en su Historia Eclesiástica, cuando interpretando el término EBIONITAS (los pobres) como designando “a los que piensan pobremente en Cristo” (Hist. Ecl., 3, 27, 1).

“Una exhortación a la pobreza no viene mal, - afirma P. Fray ALBERTO GARCÍA VIEYRA O. P - . Pero no se trata de la práctica de la pobreza, de evitar lo superfluo, de conformidad con la voluntad de Dios. Se trata de un problema social y político. Las llamadas “villas miseria”, requieren la atención sacerdotal y religiosa. Pero una atención de ministerio sacerdotal, como lo requiere cualquier grupo humano.

LA SOLUCIÓN CONTRA LOS EXCESOS DEL CAPITALISMO LIBERAL ES LA VIDA CRISTIANA QUE PUEDE SUSCITAR EL MINISTERIO SACERDOTAL; LA VIDA DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD ES LA ÚNICA FUENTE DE LA JUSTICIA SOCIAL. LAS SOLUCIONES DE RUSIA, CHINA O CUBA SON RADICALMENTE FALSAS Y MENTIROSAS; NO DISMINUYEN SINO ACRECIENTAN LA MISERIA.   
Si la Iglesia es llevada a enrolarse en la Revolución social, no tendremos a corto plazo ni la Iglesia ni paraíso latinoamericano, sino el infierno comunista.
“Creo que el contemplativo, el monje y aún el ermitaño es en realidad un revolucionario.  También él está promoviendo el cambio social. Y también da testimonio de que además de los cambios políticos y sociales hay una realidad trascendente, más allá de la muerte. Yo creo que es importante que también haya personas que recuerden a la humanidad que la revolución se prolonga también después de la muerte” (ERNESTO CARDENAL, “Conversaciones en Solentiname”, 1976, Sobre la santidad de la revolución, p. 21).  

Esta experiencia se refleja de un modo muy claro en la profesión de fe de GASPAR GARCIA LAVIANA: “Mi fe y mi pertenencia a la Iglesia Católica me obligan a tomar participación activa en el proceso revolucionario con el FSLN, porque la liberación del pueblo oprimido es parte integrante de la liberación total de Cristo”.  

En el mismo sentido describe su experiencia ERNESTO CARDENAL: “Fue Dios quien me llevo a un monasterio trapense, donde estaba seguro que me iba a ser el destino de una vida de completo silencio. Pero me sacó para llevarme a una comunidad muy diferente: Solentiname. Y después, hacia una integración en un movimiento armado, en una lucha de liberación. Y después para algo que yo nunca me había imaginado que sería para mí, el cargo de un ministerio en el Gobierno. Y yo veo que es un solo camino. Desde el silencio de la Trapa hasta el cargo en el Ministerio de Cultura, obedeciendo yo a una voluntad. Pero como me estaba preguntando acerca de Dios, al hacerme yo marxista, considerado que él es la fuerza del amor. Y eso es el concepto bíblico de Dios” (MARGARET RANDALL, Cristianos en la revolución, pp. 152).  
“Para mí, la revolución y la religión -  afirma CARDENAL -  van a la par. Para mí son dos cosas iguales, jamás desigual, la religión de la revolución.
Yo, por eso convengo en decir que los revolucionarios pueden estar con los cristianos. No hay absurdo. Yo he oído decir que hay quienes dicen que un revolucionario no puede estar con un cristiano. ¿Qué es eso? Pues de hecho ¿un revolucionario no es un verdadero cristiano? Y  un revolucionario, ¿no miente a Dios? Tal vez porque no quiere, pero de hecho es más cristiano del que se diga cristiano. Por eso, para mí son dos cosas iguales. Para mí el cristiano tiene que ser revolucionario. Y entre los revolucionarios puede haber cristianos.
De hecho el verdadero revolucionario es el verdadero cristiano. Para mí no hay cristiano que no sea revolucionario. Allí sí estoy en contra. Si a mí me dicen que ese sacerdote es buen cristiano, y no ama a la Revolución y no la entiende, para mí no es cristiano. Es lo contrario. Y cualquier persona que me diga que es bien religiosa pero que no le gusta la Revolución, para mí no es religiosa. O sea, para mí no entienda nada. A Jesús no lo entiende” (Testimonio de OLIVIA SIERRA, en Ibid., pp. 94-95).

Una segunda cita es de ALEXANDER SOLJENITSIN: quien su Carta Pascual se asombra de que “haya teólogos que proclaman las ilimitadas bondades del marxismo”. Critica inmediatamente al sacerdote poeta de Nicaragua, ERNESTO CARDENAL, para quien, “la experiencia tenida en Cuba ha sido la más importante después de su conversión religiosa”, allí comunicó a FIDEL CASTRO  que “en América Latina la Iglesia Católica va evidentemente hacia el marxismo”.  

A fines de 1979 los observadores detectaban ya claramente que la fuerza esencial del nuevo régimen era el Frente Sandinista de Liberación Nacional, con la colaboración del sector liberacionista (Teología de la Liberación) de la Iglesia Católica, que tomó el nombre de Iglesia Popular. Dos sacerdotes, entre ellos el espectacular y famoso ERNESTO CARDENAL, ministro de cultura, es decir, pura y simplemente de propaganda y acción psicología marxista. Es revelador el Encuentro de Teología celebrado en Managua del 8 al 14 de septiembre de 1980, y que recogido en Apuntes para una teología nicaragüense según ponencias de los teólogos de la liberación JON SOBRINO, JUAN H. PICO, MIGUEL CONCHA, JOSÉ I. GONZÁLEZ FAUS, PABLO RICHARD y el  reconocido TL  FREI BETTO. (LIBANIO CRESTO).

En 1981 el gobierno suspendió la misa televisada que desde muchos años, celebrada el arzobispado de Managua monseñor OBANDO y BRAVO, con el pretexto de que había de dar cámara a los sacerdotes progresistas. De cuales  tres estaban el gobierno: el miembro de la congregación de Maryknoll MIGUEL D´ESCOTO, ministro de relaciones exteriores; el padre ERNESTO CARDENAL, ministro de cultura y encargado de propaganda y acción psicológica marxista; y el jesuita FERNANDO CARDENAL, líder de la juventud sandinista, al que nombró ministro de educación.  

La profanación de Managua:

El 4 de marzo de 1983, con plena conciencia de lo que le esperaba, JUAN PABLO II llegó al aeropuerto Sandino de Managua, donde la Junta de Gobierno había permitido a muy pocas personas que vinieran a recibirle; ya empezaba desde el primer momento la vil manipulación sandinista del viaje papal. DANIEL ORTEGA, coordinador de la Junta, reprochó al Papa, que lo aguantó con los brazos cruzados, una arenga revolucionaria insufrible, llamándole eminentísimo señor e incluso eminentísimo hermano. Al saludar a los miembros de la Junta el Papa hizo un gesto de admonición al sacerdote ERNESTO CARDENAL, que se había arrodillado ante JUAN PABLO II; la TV sandinista lo interpretó luego, con singular desfachatez, como “una bendición especial”.  

Un encendido elogio del padre CRISTOBAL SARRIAS al excéntrico y rebelde poeta nicaragüense ERNESTO CARDENAL, ministro de cultura, antiguo admirador del fascismo español, director luego de la comunidad idílica de Solentiname, y amigo de promover la estrategia de la teología de la liberación en la toda América revestido de un camisón con una enorme mariposa bordada. “Decir ERNESTO CARDENAL – comenta el padre SARRIAS, profundo -, es decir poesía contemplativa, y también compromiso con los destinos (ilusiones, nostalgias, frustraciones) de su pueblo de Nicaragua”. El Papa reprendió públicamente en Managua a ERNESTO CARDENAL, pero el padre SARRIAS cree que “lo que ha existido siempre detrás de sus actitudes y de sus palabras…es el Evangelio”. Luego traza una biografía incensada de CARDENAL, en la que omite toda referencia fascista, y comenta después el último alarde del poeta-ministro, Tocar el cielo, del que resalta esta genial estrofa:

La infinita noche negra
De las estrellas, con nuestra Tierra es el cielo,
Es el Reino de los Cielos

Como si se tratase de un San Juan de la Cruz siglo XX. U otro verso de calidad homérica:

¡Qué bella está mañana la montaña!

Luego compara a CARDENAL con  SAN FRANCISCO, con esta prueba evidente:

Toda la ecología gemía.

Opina el padre SARRIAS que el padre CARDENAL, y no los presos políticos del Gobierno sandinistas del que forma del padre CARDENAL, es “prisionero de sí mismo y de su libertad”, y mezcla a monseñor ROMERO, el arzobispo mártir y manipulado por los jesuitas de Centroamérica, con los mártires de la otra Compañía de Jesús en Inglaterra.

La teología de la liberación o el liberacionismo es un neoclericalismo de izquierdas. Nace psicológicamente del terror de algunos clérigos a un futuro milenio comunista - el siglo XXI – al que quieren sumarse para que no se les elimine. No son raros los casos de liberacionistas que antes fueron fascistas: el padre LLANOS en España, el padre ERNESTO CARDENAL o el mismo obispo Dom HELDER CÁMARA en América, y los casos son numerosos. Puede que algunos de estos personajes, al ver que se les secaba la fuente de poder en la derecha, hayan peregrinado para reencontrarla en la izquierda.  

Llegamos con estos comentarios al final de nuestro análisis histórico desde 1978 hasta el año 2008, recordando que fue el ex obispo FERNANDO LUGO, votado en abril 2008 para presidente de la República de Paraguay,  - formado en la teología de la liberación, en la tierra de GUSTAVO GUTIÉRREZ MERINO - ,  quien asumió en agosto de este año. ERNESTO CARDENAL y LEONARDO BOFF  practicaron el turismo revolucionario.  Desde una perspectiva independiente, hemos pretendido con ello brindar una colaboración al lector, sobre todo el  lector católico, cuyo grado de información sobre la teología de la liberación resulta insuficiente.
Ésta es la clave de la doctrina marxista-leninista sobre la religión, que se ha aplicado a fondo ya en Oriente, y que se trata de repetir en Occidente, sobre todo en América, bajo la estrategia de la teología de liberación. La síntesis de cristianismo y marxismo, como lo preconiza ERNESTO CARDENAL MARTÍNEZ, y que proponen los liberacionistas es imposible; porque marxismo y cristianismo bajo el judeocristianismo ebionita no son solamente contrarios sino contradictorios, aunque los marxistas o comunistas cristianos pretenden asumir dialécticamente esta antítesis. No es posible – como profetizó GEORGE ORWELL – síntesis del amor y del odio; de la fe en Dios y la negación de Dios; de la esclavitud y la libertad. A la lucha propuesta por los marxistas quiere responder, es decir, una respuesta a ERNESTO CARDENAL MARTÍNEZ, modestamente, esta hoja digital en medio de otros muchísimos esfuerzos esclarecedores del campo católico, con la lucha y no con el diálogo; con la denuncia y no con la entrega; con la esperanza y no con el derrotismo. El autor, y la página digital DIARIO PAMPERO Cordubensis, seguirán en la brecha, con “sopla el Pampero”. Con la Historia detrás; con el futuro delante. Toda la Historia, todo el futuro.
  
Editó.: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar Diario Pampero nº 86 Cordubensis Instituto Emerita Urbanus, Córdoba de la Nueva Andalucía, viernes 18 de septiembre del Penthecostés del Año del Señor 2009. Sopla el Pampero. ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! Ave María Purísima! gspp.
*Artículo: JESUCRISTO, montonero de Judea y Concepción ebionita de ERNESTO CARDENAL  MARTÍNEZ*

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