lunes, 5 de julio de 2010

*PRECEDENTES*


 
Para comprender de una manera exacta la CRISIS que dio origen al siglo de oro de Roma, es necesario enfrentar los momentos históricos en que a su comienzo se encontraban los dos pueblos fundamentales de la de la época: GRECIA y ROMA.

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

En principio, podemos dar una serie de fechas que sirven para escalonar los momentos iniciales del encuentro de estos dos pueblos: victoria de T. QUINTO FLAMINIO en Cinoscéfalos en el año 197 a.C. contra FILIPO DE MACEDONIA, por la que declaró la liberación de los estados griegos dependientes hasta entonces de Macedonia; batalla de Magnesia, con la derrota de ANTÍOCO de Siria, EN EL AÑO 19Oa.C. por L. ESCIPIÓN y PUBLIO CORNELIO, EL AFRICANO; en el año 168a.C. muerte de ANIBAL y ESCIPIÓN, su adversario; en el 168a C. batalla de Pidna, en la que el rey PERSEO de Macedonia fue vencido por PAULO EMILIO, y en el 146ª.C, la destrucción de Cartago.
Si observamos los acontecimientos del lado romano, podemos señalar la muerte la muerte de ANIBAL, con la que Roma liquidaba los restos de la segunda guerra púnica, victoria-EJE en su historia, y la destrucción de Cartago, con la que borraba todas las posibilidades de resurrección del único rival que por entonces podía impedir su tránsito de pueblo simplemente libre a pueblo dominador. Si nos trasladamos al lado griego, el hecho de que la caída de fue llamado por TOLOMEO 11, FILADELFO, es, por esas mismas cualidades, un hijo de su época. TEÓCRITO,  el creador de la poesía bucólica, en que introduce la sencilla e inocente vida de los pastores, subraya con esta nostalgia del primitivismo y sencillez de la naturaleza el hastío de la cultura de las grandes ciudades. Y debe notarse, para evitar confusiones, que la gran ciudad es en su misma naturaleza algo muy distinto de Ciudad-Estado que constituye el nervio de la vieja GRECIA. Mientras ésta es un foco de irradiación, un núcleo de desarrollo, con vida exuberante, que rechaza o admite y jerarquiza sus componentes con un criterio de selección, la gran ciudad es un centro de atracción, una Caribdis que engulle indistintamente al y al arribista y desarraigado.

*FILOSOFÍA en ATENAS*  

La Filosofía, por el contrario, florece en Atenas. La Academia, el Liceo, el Pórtico, el Jardín de EPICURO, y el Gimnasio de Cinosarges, donde enseñaba ANTÍSTENES, fundador de la escuela cínica, OFRECEN SOLUCIONES AL MUNDO desde Atenas. Esta manifestación múltiple puede, en un afán por una catalogación más simplista, queda reducida a una monumental lucha entre las soluciones positivas y el escepticismo. La tendencia científica del Peripato, por un lado, y las miras prácticas de los cínicos, por otro, dejaron a estas dos sectas fuera del campo de batalla. Quedaron, por tanto, como representantes máximos de la gran angustia el Estoicismo y el Epicureísmo, de la parte positiva, enfrente la Academia Media, alejada de PLATÓN y mordida por el escepticismo.

EPICUREÍSMO

EPICURO había unidos con la física atomista la doctrina de ARISTIPO sobre el placer, pero con la diferencia de que considera como bien sumo, no el placer sensible y momentáneo, sino el durable bienestar del alma, la paz del espíritu, semejante a la calma del mar.
Por otra parte, ZENÓN DE CHIPRE (326-246), el fundador del Estoicismo, unido en cuanto a la doctrina cosmológica a HERÁCLITO, creó una ética de matices religiosos: la Providencia existe y es para el hombre una obligación moral el obedecer la voz de Dios que habla en el corazón. Quien lo hace sin  vacilar, es un sabio y será dichoso, como ZEUS, en todas las circunstancia de la vida, hasta en los tormentos, porque el sufrimiento física no es un mal a los ojos del sabio, para quien sólo el pecado es malo.

ESCEPTICISMO ACADÉMICO

Frente a ello el escepticismo académico, bastardeando el pensamiento platónico, deja entrar en el orden inteligible el agnosticismo el agnosticismo que PLATÓN admitía en el sensible. No quiere esto decir que estos fueron los hombres con los que trato ROMA a su llegada a GRECIA, sino que los hombres que encontró se desenvolvían en alguna de estas corrientes. Más adelantes, y en lugar oportuno, destacaremos alguno de los  representantes que llegaron a un contacto más íntimo con el pensar romano y haremos especial mención de sus características. Comenzamos este capítulo con la indicación de los momentos en que se encontraban GRECIA y ROMA al establecer contacto; la simple mención de MACEDONIA y SIRIA nos llevó a señalar para GRECIA una situación avanzada en años, más rica en reflexión que en espontaneidad, en artificio de forma que en riqueza creadora. Si adecuamos estas cualidades a la vida humano, podríamos hablar de vejez. GRECIA, en verdad, caminaba a la muerte, aquella maravillosa vida iba a extinguirse. No sin antes haber dado sesudos frutos de su reflexión en las ciencias particulares y haber rehusado con la filología (Escuela De ALEJANDRÍA y PÉRGAMO) los momentos gloriosos y, haber prostituido por otro lado, con la retórica asianista, la tradición oratoria de ÁTICA.

INEXPERIENCIA ROMANA

Para ROMA habíamos señalado, por el contrario, un momento juvenil: las victorias sobre CARTAGO y sobre MACEDONOA. Era un pueblo que empezaba. CICERÓN habla repetidas veces (al comienzo de las Tusculanas y del Brutus) del retraso que el pueblo romano llevaba en relación con el griego en los órdenes del ARTE, de las CIENCIAS y de la LITERATURA. HOMERO y HESÍODO son anteriores a la fundación de ROMA (Ab urbe condita); ARQUÍLOCO, contemporáneo de RÓMULO. “FUE EN EL AÑO 510 de ROMA, cuando LIVIO, griego de origen, dio su primera OBRA TEATRAL al público; el año siguiente nació ENNIO, anterior a PLAUTO y NEVIO”. “PERO SOMOS SUPERIORES, dice, EN INSTITUCIONES POLÍTICAS, EN VALOR MILITAR, EN PUREZA DE COSTUMBRES, EN GRAVEDAD, EN FIRMEZA, EN GRANDEZA DE ALMA, HONRADEZ, LEALTAD”. “NADIE PUEDA COMPARARSE EN VIRTUD A NUESTROS MAYORES”, afirma en el comienzo de las Tusculanas. Ya en estas mismas palabras podríamos atisbar una diversa concepción de vida, a la que haremos referencia más adelante. Sin embargo, si bien es verdad qie la LITERATURA LATINA y, en general, el pensamiento latino ofrecía ese profundo atraso, comparado con el GRIEGO, no quiere esto decir que sus primeros momentos fueran en absoluto carentes de originalidad. Maravillosamente certero es este sentido el punto de vista de AUGUSTO ROSTAGNI en su obra La Letteratura di Roma republicana ed Audustea (Instituto di Studi Romani, Licinio Capelli, 1939, Bolonia). Prescindiendo de LIVIO ANDRÓNICO, que representa una decidida influencia GRIEGA dentro de lo LATINO, nada sorprende por su nacimiento y educación, el resto de los autores latinos acusan ya algunas tendencias que hacen de ellos, por lo menos en algunos puntos, autores originales. 

SUPERIORIDAD MORAL DE LOS ROMANOS
 NEVIO, ENNIO, PLAUTO había producido ciertamente algunos temas originales, pero sobre todo es importante notar que esta mayor o menor originalidad estaba impregnada de orgullo vital. Mientras que la Épica y la Tragedia griega tomaba sus asuntos de las más remota ANTIGÜEDAD, buscaba en la Mitología y en los tiempos heroicos sus protagonistas, la Épica latina, lo mismo que su Tragedia, pero sobre todo aquélla, tomaba de los romanos contemporáneos los asuntos de sus cantos. El Bellum Punicum, la Alimonia Romuli et Remi, Clastidium de NEVIO, los ANNALES, el Rapto de las Sabinas, Ambraccia de ENNIO elegían sus héroes incluso de sus propios amigos. Es más, del mismo PLAUTO, a pesar de sus títulos y asuntos griegos, al preguntarse ROSTAGNI qué podía significar aquel representar delante del público romano del siglo III y II personajes y usos de la sociedad griega y greco-oriental y, en general, forastera o extranjera, dice que “ERA LA EXPRESIÓN DEL AFÁN DE CONDUCIR LAS MENTES A UN MUNDO DE AVENTURA Y DE ENSUEÑO MÁS QUE DE EXPERIENCIA  ORDINARIA, Y, A UN MUNDO CAPAZ DE SER COLOREADO DE MARAVILLOSO Y GROTESTO, DE SER ACOGIDO CON SONRISA Y ENTUSIASMO. Era el mundo de las conquistas militares entonces en uso, del comercio que se extendía con nuevo impulso hacia Oriente; era la sociedad equívoca y turbia, avanzada  y disoluta a la que se enfrentaban entones los Romanos.
Quizá desde el punto de vista literario haya mucho de ingenuidad en esta tendencia, pero es indiscutible que,  desde un punto de vista vital, la posición de la literatura romana era especialmente prometedora. Y es de profunda significación que, mientras en los tiempos el pueblo romano apenas podía algunas producciones originales frente al inmenso bagaje literario de los griegos, pudiera, sin embargo, con enorme ventaja desde el punto de vista NACIONAL, mostrar con el dedo a los protagonistas de aquellas obras o a sus inmediatos descendientes, teniendo muy en cuenta que no fue una indulgencia patriotera la que los llevo a la elección de sus héroes.
A pesar de todo, es necesario reconocer que no es la única tendencia que podemos apreciar en la literatura romana; ésta se encuentra, en términos generales, sujeta a la imitación de lo griego. ENNIO mismo, en el comienzo de los ANNALES, presume de ser una reencarnación de HOMERO; la mayoría de las tragedias tiene su título y asunto tomado de los autores griegos. Sólo el genio de PLAUCO rompe, a pesar de todo, con su jocundez y su capacidad creadora en el lenguaje, el hielo de la imitación. Es más, si es verdad, como afirma KLIMGNER (Römische Geiseswelt, Leipzig, Dieterich, 1943, p.  61, ¡en plena guerra, se estudiaba literatura latina!), que de las condiciones de la Historia podemos sacar conclusiones en cuanto a los valores de un pueblo, no deja de ser aleccionador que los primeros HISTORIADORES de ROMA, prescindiendo de los anales de los Pontífices, que si no eran historia al menos tenían valor histórico. FABIO PICTOR, L. CINCIA ALIMENTO, P. CORNELIO AFRICANO, el padre adoptivo del destructor de CARTAGO, A. POSTUMIO ALBINO y C. ACILIO escribieron sus obras en griego. No se trata simplemente de un caso de filo-helenismo a ultranza, como muy bien afirma GUDEMANN, Historia de la Literatura latina, Col. Labor, Barcelona, p. 63; estas historias, salvo quizá la de POSTUMIO ALBINO, estaban concebidas con un hondo SENTIDO NACIONAL: los escritos de FABIO PICTOR, que desde luego debía tener algo más que material, en cuanto fueron utilizados por POLIBIO, estaban dirigidos a GRECIA como defensora de los romanos. Sin embargo, este mismo hecho supone la aceptación de una posición inferior, hasta cierto punto de reo, que contrasta un poco con la independencia que acusaba aquel orgullo por las hazañas de sus héroes.

Uno de los aspectos más ponderables de la literatura latina es el de su valor ÉTICO, cuyos elementos fundamentales son: EL AMOR A LA PATRIA, el ORGULLO DE TODO CIUDADANO DE SER ROMANO (o en nuestro caso: ARGENTINO), LA SINCERA CONCIENCIA MORAL EN EL CAMPO FAMILIA  y SOCIEDAD, LA NATURAL DISPOSICIÓN A CRITICAR LAS COSTUMBRES Y LA CELOSA AFICIÓN A LA VIDA RURAL DONDE NACÍAN LOS MÁS VALEROSOS SOLDADOS Y FLORECÍA LA RIQUEZA NACIONAL. Como resultado de todo esto, podemos establecer que la literatura latina tiene ese cuádruple contenido: HISTÓRICO, AGRÍCOLA, POLÍTICO y SATÍRICO. Todos ellos enfocados hacia una utilidad real, pues es muy son muy escasos los poetas o prosistas romanos, que practican la fórmula de “el arte por el arte”.

“Mirada en su conjunto – escribe GILI GAYA -, la literatura romana se nos aparece  como una prolongación de la griega. Cuanto más se ahonda en el conocimiento de la vida intelectual, menores elementos verdaderamente originales que se descubren en ella. La misión de los romanos no consistió en crear cultura propia, sino en universalizar lo que los griegos habían creado; y aún pudiera añadirse que nunca llegaron a asimilársela por completo. No podemos hoy imaginar cuál hubiera sido el sesgo original de las letras latinas si su helenización hubiera sido menor o más tardía; porque casi nada sabemos de las manifestaciones literarias del pueblo romano antes de la segunda mitad del siglo III (A. de J.C.), es decir, antes que LIVIO ANDRÓNICO estableciese con sus obras el primer contacto conocido entre ambas literaturas”.
 
RESUMEN

Todo lo hasta dicho no constituye más que unos presupuestos que nos conducen a la época de ROMA- Si quisiéramos caracterizarlo con un juicio de conjunto, podríamos hablar de una indeterminación de adolescencia. Por una parte, comienzos de afirmación de personalidad, afán de protagonizar; por otra, imitación, temores (timidez) ante el juicio de la GRACIA cuajada ya y un poco pasada, que muy bien podría mirar con una despectiva condescendencia los esfuerzos los esfuerzos de su joven seguidora.
(Fuente: ANTONIO MAGARIÑOS, “Desarrollo de la idea de ROMA en el siglo de Oro”. Colección Cauce, Madrid, 1952, 218 p.).

*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, 4 de julio del Año del Señor de 2010. Cátedra de la Argentinidad para el glorioso 4 de junio de 1943-2010 de la más nacional y argentina de todas las revoluciones. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! Gratias agamus Domino Deo nostro! gspp. *



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