lunes, 25 de agosto de 2008

Oración de PÍO XII a MARÍA REINA

Desde lo profundo de esta tierra de lágrimas, en que la
Humanidad dolorida se arrastra trabajosamente; en
Medio de las olas de este nuestro mar perennemente
Agitado por los vientos de las pasiones, elevamos los ojos a ti,
MARÍA, MADRE amadísima, para reanimarnos contemplando tu
Gloria y para saludarte como REINA y SEÑORA de los cielos y de
Tierra, como REINA y SEÑORA.

Con legítimo orgullo de hijos, queremos exaltar esta tu
Realeza y reconocerla como debida por la excelencia suma de
Todo su ser, dulcísima y verdadera Madre de Aquel que es Rey
Por derecho propio, por herencia y por conquista.

Reina e Impera, MADRE y SEÑORA, señalándonos el camino de
Santidad, dirigiéndonos y asistiéndonos, a fin de que nunca
Nos apartemos de él.

Lo mismo que ejercitas en lo alto del cielo tu primacía sobre
Las milicias angélicas, que te aclaman por su SOBERANA, y sobre
Las legiones de los Santos, que se deleitan con la contemplación
De tu refulgente belleza, así también reina sobre el género
Humano, particularmente abriendo las sendas de la fe a cuanto
Todavía no conocen a tu divino Hijo.

REINA SOBRE LA IGLESIA, QUE PROFESA Y CELEBRA TU SUAVE
DOMINIO Y ACUDE A TI COMO REFUGIO SEGURO EN MEDIO DE LAS
ADVERSIDADES DE NUESTROS TIEMPOS. MAS REINA
ESPECIALMENTE SOBRE AQUELLA PARTE DE LA IGLESIA QUE ESTÁ
PERSEGUIDA Y OPRIMIDA, DÁNDOLE FORTALEZA PARA SOPORTAR LAS CONTRARIEDADES, CONSTANCIA PARA NO CEDER A INJUSTAS
PRESIONES, LUZ PARA NO CAER EN LAS ASECHANZAS DEL
ENEMIGO, FIRMEZA PARA RESISTIR A LOS ATAQUES MANIFIESTOS, Y
EN TODO MOMENTO, FIDELIDAD INQUEBRANTABLE A TU REINO.

Reina sobre las inteligencias, a fin de que busquen solamente
La verdad; sobre las voluntades, a fin de que persigan solamente
El bien; sobre los corazones, a fin de que amen únicamente lo
Que TÚ misma amas.

Reina sobre los individuos y sobre las familias, al igual que
Sobre las sociedades y naciones; sobre las asambleas de los
Poderosos, sobre los consejos de los sabios, lo mismo que sobre
Las sencillas aspiraciones de los humildes.

REINA EN LAS CALLES Y EN LAS PLAZAS, EN LAS CIUDADES Y EN
LAS ALDEAS, EN LOS VALLES Y EN LAS MONTAÑAS, EN EL AIRE, EN
LA TIERRA Y EL MAR, Y ACOGE LA PIADOSA ORACION DE
CUANTOS SABEN QUE TU REINO ES REINO DE MISERICORDIA,
DONDE TODA SÚPLICA ENCUENTRA ACOGIDA, TODO DOLOR
CONSUELO, ALIVIO TODA DESGRACIA, TODA ENFERMEDAD SALUD, Y
DONDE, COMO A UNA SIMPLE SEÑAL DE TUS SUAVÍSIMAS MANOS
DE LA MUERTE MISMA BROTA ALEGRE VIDA.

Concede que quienes ahora te aclaman en todas las partes
Del mundo y reconocen como REINA y SEÑORA, puedan un día
En el cielo gozar de la plenitud de tu reino, en la visión de tu
Hijo divino, el cual, con el PADRE y ESPÍRITU SANTO, vive y
Reina por los siglos de los siglos. Así sea.

Editó Gabriel Pautasso
Instituto Eremita Urbanus
Diario Pampero nº 15 Cordubensis. Córdoba, 21 de agosto de Penthecostés del año del Señor de 2008.
¡VIVA LA PATRIA! ¡VIVA MARÍA REINA!

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