domingo, 29 de mayo de 2011

*JOSEPH RATZINGER: ¿QUIÉN ES?*

“Si alguien sostiene una sola de estas (herejías) no es católico"

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

“Y como quiera que lo verdadero en modo alguno puede estar en contradicción con lo verdadero, definimos como absolutamente falsa toda aserción contraria a la verdad de la fe iluminada; y con todo rigor prohibimos que sea lícito dogmatizar en otro sentido; y decretamos que todos los que se adhieren a los asertos de tal error, ya que se dedican a sembrar por todas partes las más reprobadas herejías, como detestables y abominables herejes o infieles que tratan de arruinar la fe, deben ser evitados y castigados”.

(Papa LEÓN X, Bula Apostolici Regiminis, 19 de Diciembre de 1513, V Concilio de Letrán, Sesión VIII, t. 605-606).

“Si alguien sostiene una sola de estas (herejías) no es católico”.

Papa LEÓN XIII (1878-1903) de la Encíclica Satis Cognitum)

¿Qué es herejía? = Herejía es la negación obstinada de verdades que han sido definidas y propuestas por la Iglesia como doctrinas divinamente reveladas”. (Canon 1324-1325 del Codex Iuris Canonici de 1917).

¿Qué debemos creer?

“Por FE divina y Católica, deben ser creídas todas las cosas que están contenidas en la Palabra escrita de Dios y en la tradición, y aquellas que son propuestas por la Iglesia, ya sea en un pronunciamiento solemne o en un magisterio ordinario y universal, como divinamente reveladas”. (PÍO IX, Constitución Dogmática sobre la Fe Católica Dei Filius, 24 de abril de 1870. Ch. 3. Concilio Vaticano I, Sesión III, Denz. 1792).

¿Quién no creen en todas las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia?

“Los herejes, que son bautizados que niegan pertinazmente o dudan de cualquiera de las verdades propuestas por la Iglesia como de fe católica y divina”. (Canon 1325.2, Codex Iuris Cananici, ed. Peter Cardinal Gasparri, Vatican: Vaticam Press, 1917; cf. Decretales Gregorii. Lib. V, T VII. De Haereticis found in Corpus iuris canonici, ed. E. Friedberg, vol. II (Leipzig 1879 (repr. Ed. Graz 1959) 1-928 and approved the Papal Bull, Rex Pacificus of 5 de septiembre de 1234).

¿Puede un hereje ser un Papa válido de la Iglesia Católica?

NO. La Bula Cum ex apostolatus officio del Papa PABLO VI enseña que: si alguien era hereje antes de la elección Papal, no puede ser Papa válido, aún si es elegido en forma unánime por los Cardenales. El Canon 188.4 (1917 Código de Derecho Canónico: cf. León XIII: Satis cognitum), enseña que: si un clérigo (Papa, Obispo, etc.) cae en herejía, pierde su cargo sin que sea necesario cualquier otro procedimiento de derecho o de hecho.  San Roberto Belarmino, San Antonio, San Francisco de Sales, San Alfonso Ligorio, y muchos otros teólogos, enseñan que un hereje no puede ser Papa: “Sin embargo, si Dios permitiera que un Papa se convirtiera en un hereje notorio, dejaría por tales hechos de ser Papa, y la Sede de Pedro estaría vacante”. (San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia: Verita bella Fde. Pt. III, C. VIII, 9-10).

*EL CARDENAL RATZINGER y la PSEUDO-RESTAURACIÓN*

Estudiando las doctrinas del Cardenal RATZINGER en el Concilio, y que no han sido nunca desmentidas, y que son las mismas de toda la corriente progresista-neomodernista, tiene uno la tentación de pensar que mientras la corriente progresista sigue poniendo en práctica las conclusiones lógicas y los más radicales de los principios de libertad, igualdad y fraternidad, el Cardenal RATZINGER,  con los conservadores, se ocupa de dirigir la fase conservadora de la Revolución en la Iglesia (C. IV. R. P. JULIO MARÍA TAM). Actualmente (1993), después del Papa JUAN PABLO II), el Cardenal RATZINGER, con los conservadores, se ocupa de dirigir en esta operación, porque se ven con más claridad en el Cardenal que en el Papa, los fundamentos teóricos de la Pseudo-Restauración. Durante el Concilio, era (y sigue siéndolo) uno de los representantes del Progresismo: Ratzinger…aparece como uno de los fundadores de la Revista internacional “Concilium” que reunía lo que entonces se llamaba “ala progresista” de la teología (“Jesús”, noviembre 1984. p. 69).
Su progresismo es visible en sus escritos, contra el centralismo romano y la Curia, sobre la infalibilidad del pueblo cristiano, contra el “constantinismo” en particular sobre el Syllabus y las deformaciones de las doctrinas de PÍO IX y SAN PÍO X, sobre los peligros del “fariseísmo” en la Iglesia, en los discursos sobre la colegialidad, sobre “El Papa que no es Pedro”, sobre la crítica de la teología que se limita al Magisterio que él denomina “teología de las Encíclicas” que “nacen del miedo” o de “la poca fe” o de “la teología de la conservación” y sobre los errores del “papismo”.
Aún reconociendo a cada persona el derecho a cambiar de idea, el mismo Cardenal en el libro “Entretien sur la foi”, afirma explícitamente: “No soy yo el que ha cambiado, son ellos (los de “Concilium”), (…) Siempre he querido permanecer fiel al Vaticano II, este hoy de la Iglesia, sin nostalgia por un ayer irremediablemente pasado, sin impaciencia por un futuro que no nos pertenece”. (Cardenal Joseph Ratzinger, “Entretien sur la foi”, cap. I. p. 17 : « Teologin et pasteur » Ed. Fayard, Paris 1985).
Siguiendo un paralelismo histórico podríamos decir, a riesgo de ser repetitivos, que si los demás teólogos progresistas siguen extrayendo las consecuencias lógicas de su jacobinismo, el Cardenal Ratzinger, separándose de sus compañeros de ruta, asume y se convierte en el porta-estandarte de la reacción – previsible tras la Revolución liberal del Concilio- intentando atraer hacia sí a todos los descontentos, cediendo en todo lo que puede ser cedido, pero conservando fielmente los principios de la libertad religiosa, la colegialidad y el ecumenismo, a ejemplo de los girondinos con NAPOLEÓN durante la Revolución Francesa.
 
*LAS IDEAS del CARDENAL RATZINGER*
 
A)    “Entrevista sur la foi”

En el libro Entretien sur la foi, el Cardenal RATZINGER se declara favorable a una vía intermedia, entre la posesión católica tradicional y el progresismo. “Dos errores opuestos”.
“La cuestión clave (…) no consiste en “volver hacia atrás”, sino más bien en “volver a los textos auténticos del auténtico Vaticano II”. “Defender hoy la verdadera Tradición de la Iglesia significa defender el Concilio”.
Según el Cardenal RATZINGER, no hay ninguna ruptura con la Tradición. “Es también culpa nuestra si hemos dado excusas, tanto a la “derecha” como a la “izquierda” para que puedan pensar que el Vaticano II constituye una “una ruptura”, un abandono de la Tradición. Por el contrario, hay una continuidad que no permite ni regreso al pasado ni huida hacia delante…Es el hoy de la Iglesia al que debemos permanecer fieles, no al ayer NI AL mañana”. 
El Cardenal manifiesta su intención de terminar con el caso LEFEBVRE: “Su receta para eliminar toda razón de ser al caso LEFEBVRE (…) mostrar la verdadera faz del Concilio: así se podrá privar de fundamento a estas falsas protestas”. (“Un remedio contra el anacronismo”).
“Vaticano II, tenía razón al desear una revisión de las relaciones entre la Iglesia y el mundo. Porque hay unos valores que, incluso si han nacido fuera de la Iglesia, pueden, una vez corregidos, encontrar su lugar dentro de la visión de la Iglesia.
En aquellas años se ha trabajado en ese sentido, pero quien piense que estas dos realidades pueden unirse o incluso identificarse sin conflicto, demostraría no conocer ni la Iglesia ni el mundo. (“Ruptura no, si no continuidad”).
He aquí la respuesta textual del Cardenal: Si por restauración se entiende una marcha atrás, entonces ninguna restauración es posible. La Iglesia camina hacia el cumplimiento de la historia, mira hacia delante, hacia el Señor que viene. No,  no se da marcha atrás, y no es posible dar la vuelta: ninguna restauración en ese sentido será posible. Pero, si por restauración se entiende la búsqueda de un nuevo equilibrio, después de las exageraciones de una apertura indiscriminada al mundo, después de las interpretaciones demasiados positivas de un mundo agnóstico y ateo, bien, entonces una restauración, entendida en ese sentido, es decir, un equilibrio renovado de las orientaciones y de los valores en el interior de la catolicidad, sería deseable e INCLUSO YA HA COMENZADO EN LA IGLESIA.  En ese sentido, se puede decir que la primera fase, después del Vaticano II ya ha concluido”. (“Restauración”).
El Cardenal RATZINGER pone sus esperanzas en los movimientos, sin mencionar al OPUS DEIque, según nosotros, es el más importante en la fase de la Pseudo-Restauración – porque ello le hubiera causado todavía más problemas y hubiese, posiblemente, puesto al desnudo el plan.  (judío bolche: jesuitas; judío nazis: opus dei = esquema del Vaticano).
“En ellos se dibuja – sin hacer ruido – lo que nos daría soñar con una aurora o un nuevo Pentecostés en la Iglesia. Me refirió, por ejemplo, al MOVIMIENTO CARISMÁTICO, o CAMINO NEOCATECUMENAL, los CURSILLOS, los FOCOLARI, COMUNIÓN y LIBERACIÓN, etc. (“La esperanza de los Movimientos”).
El Cardenal también ve a los descontentos a los que hay que recuperar para impedir que caigan en manos de los integristas: “Ante ciertas aplicaciones concretas de la reforma litúrgica, y sobre todo, ante las opiniones de ciertos liturgistas, la dimensión del descontento es más amplia que en el integrismo”. (“Riquezas a salvar”).   

*B) EL CARDENAL RATZINGER al presentar el documento “INSTRUCTIO”, manifiesta:

(1) “Este (el texto) afirma, tal vez por primera vez con tanta claridad el que existen decisiones del Magisterio, que no pueden, como tales, ser la última palabra en la materia.
(2) Pero son un enganche sustancial en el problema.
(3) Son también, ante todo, una expresión de prudencia pastoral, una especie de disposición provisional.  
(4) El núcleo permanece válido.
(5) Pero las partes, tomadas por separado, y sobre las cuales han influido las circunstancias de los tiempos, pueden tener necesidad de rectificaciones posteriores.
(6) Eso podemos pensar, ya sea en las declaraciones de los Papas sobre la liberad religiosa, ya sea en las decisiones anti- modernistas de comienzos de siglo, sobre todo en los decretos de la Comisión Bíblica de esa época. (Por lo tanto, el “NÚCLEO VÁLIDO” no se refiere a la condena de la libertad religiosa, del anti-modernismo y lo que condenan los decretos de la Comisión Bíblica).
(7) Como grito de alarma (…) permanecen plenamente justificados…
(8)…pero en determinados detalles de su contenido han sido rebasados, después de haber cumplido, en su momento, su misión pastoral” (RATZINGER, O. R. 27.6.1990)  

*C) “EL NUEVO PUEBLO DE DIOS”.

En su libro “Il nuovo popolo di Dio” (El nuevo pueblo de Dios) cuyo original en alemán fue publicado en 1969, entre otras ideas, en relación con el espíritu laicista, el Cardenal RATZINGER manifiesta: “Cristo, en el plano de la ley de la religión, no fue sacerdote sino laico”. (Cf. p. 119) J. RATZINGER, “Il nuovo popolo di Dio”, Edc. Queriniana, Brescia, 1971).
El constantinismo: el profesor RATZINGER no se limita a criticar el constantinismo antiguo o medieval, sino que descubre además las desviaciones más cercanas a nosotros:
“Convendría que recordásemos, además de los hechos de la Edad Media y de la Antigüedad, los que están más próximos a nosotros en el tiempo, aquellos que podemos percibir de forma inmediata como una deformación: en particular, la reacción cristiana experimentada en el siglo XIX y comienzos del XX, en el Sylabus de PÍO IX y durante el Pontificado de PÍO XII. HARNACK ha dicho, exagerando por supuesto, pero no sin razón, que de esta forma la Iglesia ha condenado la cultura y la ciencia modernas, cerrándoles la puerta; y aquí podemos añadir: la Iglesia ha descartado la posibilidad de vivir la vocación cristiana como algo actual, por estar demasiado interesada y apegada al pasado” (cf. p. 296-197).
*RATZINGER, con su mentalidad moderna, cree ver un peligro de neo-constantinismo en una especie de “fariseísmo” y de “qumranismo”.
“¿Quién podría poner en duda que hoy también existe en la Iglesia el peligro del “fariseísmo” y del” qumraismo”? ¿En efecto, no ha intentado la Iglesia construir su pequeño mundo, perdiendo la posibilidad de ser “sal de la tierra y luz del mundo”, durante su movimiento de evasión del mundo que se vio acentuado en el reinado de PÍO IX? El aislamiento en su pequeño mundo – una clausura que ha durado demasiado tiempo…
Esta claro que ésa no es la forma ideal de renovar la Iglesia. Con el celo de PABLO VI, ya que el intento naufragó, porque quiso suspender el Concilio de TRENTO, para renovar con el  fanatismo de los zelotes” (cf. 298-299).  

*NUEVA TEOLOGÍA:

Como profesor de teología, ya lo era entonces, JOSEPH RATZINGER definía con gran lucidez la esencia y los límites de lo que deber ser una teología correcta después del Concilio Vaticano II. Para empezar critica ásperamente lo que él denomina “teología de las encíclicas”:
“Teología de las Encíclicas” significa una forma de teología en la cual la tradición parece debilitarse en cada declaración del Magisterio Papal” (Cf. p. 310).
Finalmente, la nueva teología se reconcilia plenamente con el mundo, reconociéndole su total autonomía, en armonía con la transparencia del discurso de apertura del BEATO JUAN XXIII en el Concilio:
…hasta aquí era habitual (el Cardenal RATZINGER que ama hablar de “continuidad” confiese que rompe con el pasado, n.d.l.r.) considerar a la Edad Media como la época cristiana ideal y aspirara a la plena identificación entre la Iglesia y el mundo como un único fin; y al contrario la era moderna era vista como una gran caída, comparada con el relato del hijo pródigo que sale de la casa paterna llevando consigo todos sus bienes y deseando después – en la Segunda Guerra Mundial 1939-1945 – el alimento de los cerdos; en estas comparaciones aparecía ya el deseo de un pronto regreso (…) Es en JUAN XXIII, posiblemente, en donde podemos hallar la más fuerte crítica al romanismo medieval, esta mirada hacia atrás que ve un patinazo de las cosas hacia lo peor (…) es lo que condujo al Papa del Concilio hacia una teología de la esperanza, que nos parece el límite del optimismo ingenuo. (Cf. p. 341).    
Por el contrario, el Concilio también manifestó y concretó su voluntad de desarrollar la teología a la luz de todas fuentes, en su integridad, de mirar estas fuentes no desde el filtro del Magisterio de estas últimos cien años, sino leerlos y comprenderlos a partir de ellos mismos: el Concilio ha manifestado su voluntad de escuchar no sólo a la tradición católica, sino de profundizar y asumir de forma crítica el desarrollo teológico de las demás iglesias y confesiones cristianas” (Cf. 310-311).

*SOBRE LA UNIDAD DE LA IGLESIA: “Unidad de la Iglesia no significa necesariamente iglesia unitaria…

Incluso se podría pensar, sin duda, en una forma especial de cristiandad, reformada en la unidad de la única Iglesia; en fin, habrá que reflexionar sobre la forma de dar a la Iglesia de Asia y de África, así como las de Oriente, una forma que les sea propia, como los “patriarcados” o “grandes iglesias” autónomas, o el nombre que se les quiera dar a tales iglesias en la Iglesia del futuro” (Cf. 155-156. La creación de iglesias nacionales, cismáticas, fue siempre el sueño dorado de la Francmasonería, como ejemplo, de la China Roja comunista actual).
Acerca de la crítica del Magisterio papal: …una crítica del discurso del Magisterio papal sería posible, incluso necesaria, en la medida en que faltare suficiente cobertura en la Escritura, fundamento en el Credo, en la fe de la Iglesia universal. Allí donde la unanimidad de la Iglesia universal o un testimonio claro de las fuentes no existiera, una decisión comprometida no sería posible.
Si debiese producirse formalmente, le faltarían las condiciones indispensables y había, entonces, que pasar por alto la cuestión de su legitimidad” (Cf. p. 158).

D) “Resultado y perspectivas en la Iglesia Conciliar.

En el libro “Resultado y perspectivas en la Iglesia Conciliar(RATZINGER, J., “Resultados y perspectivas en la Iglesia Conciliar”, Buenos Aires, 1965, ps. 25, 26 y 42), leemos:
“Estos últimos ciento cincuenta años, pocas cosas han causado tantos daños a la Iglesia como la defensa a ultranza de las posturas propias de “Iglesia de Estado” y superadas ya por las corrientes de la historia. (Encontramos aquí también el error del Cardenal RATZINGER que concede, a priori, crédito a la “corriente de la historia, sin tomar en consideración que el mundo moderno es el fruto del relativismo religioso y de la política masónica. Ratzinger afirma que estas proposiciones han quedado obsoletas, pero se cuida muy bien de darnos las pruebas )
El intento de defender la fe la fe – amenazada por la ciencia moderna – con medios propios de protección del Estado, produce el resultado contrario, vaciando esta misma fe de su contenido intrínseco, y al mismo tiempo, impidiendo desde diversos aspectos, la necesaria regeneración espiritual.
Este intento ha dado lugar a una visión de la Iglesia como enemiga de la libertad, temerosa de la ciencia y del progreso, productos de la libertad del espíritu humano, dando así lugar al nacimiento de unas de las raíces más profundas del anticlericalismo.
Después de CONSTANTINO  - con su apogeo en Edad Media – y en la España absolutista de comienzos de la era moderna, el hecho de que la Iglesia haya recurrido a la ayuda del Estado, constituye para Ella – en el mundo de hoy – una de las más pesadas hipotecas, es un hecho al que nadie, capaz de pensar de forma histórica, puede evadirse”. (Cf. p. 25-26).

*E) Los principios de la teología católica

“Hoy nadie niega que los Concordatos español e italiano intentan conservar demasiadas cosas de una concepción del mundo que, desde hace mucho tiempo, no se correspondan con las circunstancias reales. Casi nadie podrá negar tampoco que este apego a una concepción trasnochada – las relaciones entre la Iglesia y el Estado – corresponden a un anacronismo similar en el dominio de la educación. (J. RATZINGER, “Les príncipes de la theologie cathólique”, Ed. Tequi, Paris, 1985. 427-437).

*EL CARDENAL RATZINGER y el intento de dividir a tradicionalistas.*

El Cardenal Ratzinger quiere meter una “cuña” entre los tradicionalistas que sólo quieren la Misa tradicional, que frecuentan nuestra capillas y los tradicionalistas que quieren además, el Reinado Social de Cristo, es decir, la dependencia de la sociedad temporal de la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, y que son llamados “integristas”.
¿Lo conseguirá?
Entre los textos más importantes, están los prólogos del CARDENAL RATZINGER a los libros de Monseñor GAMBER: La Reforme liturgique en question” y “Thournés vers le Seigneur”, así como la entrevista en el seminario  “Il Sábato” del 24 de abril de 1993 donde insinúa que hay que dar la vuelta a los altares, y añade: “No es por hoy (…) ciertamente para mañana, pero hay que dejar esto a la Providencia, hemos también de prever una reforma de la reforma…
He aquí lo que aclara a la revista “Il Regno”:
“El fenómeno lefebvista está en expansión, incluso aunque no se hable mucho de ello”.
En cuanto a las perspectivas del futuro, por un lado veo un endurecimiento creciente de los responsables – pienso por ejemplo, en su crítica muy ácida al catecismo – así como otros fenómenos que dejan poco lugar a las esperanzas de un nuevo diálogo; por otro lado veo también que numerosos laicos, frecuentemente con cierta formación cultural, participan en su liturgia sin identificarse con el movimiento. Por tanto hay que distinguir entre los responsables, muy seguros de sí mismos, que dicen: esta vez no será ROMA quién ponga las condiciones, sino nosotros, que muestran una dureza sorprendente y preocupante, y por otro lado, un número de personas que participan en su liturgia, sin identificación, con la convicción de permanecer en plena comunión con el Papa y de no alejarse de la comunión de la Iglesia. Esta ambigüedad de situaciones hace difícil una acción futura. Siempre se puede intentar ayudar a aquellos que quieren ser católicos, en comunión con los obispos y con el Papa, a integrarse en la Iglesia, a hallar su hábitat en el interior de la Iglesia sin tener necesidad de recurrir a otras, y por otro lado, clarificar las condiciones reales de pertenencia a la Iglesia católica…
…Sólo construyendo puentes para favorecer el diálogo es como se podrán definir con más precisión también los límites” (Il Regno, abril 1994).  
*Nuestro reconocimiento al Reverendo Padre JULIO MARÍA TAM por sus enseñanzas.
 
“Véase. DIARIO PAMPERO nº 47 Las confesiones del Cardenal RATZINGER”. Archivos Gabriel gabrielsppautasso@yahoo.com.ar

*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, a 25 de mayo del Año del Señor de 2011. Fiesta grande la Patria Argentina. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! Ave María Purísima sin pecado concebido! gspp. *

*Gustavo Martínez Zuviría*

Gustavo Adolfo Martínez Zuviría, también conocido como Hugo Wast, alcanzó notoriedad por sus novelas y por su acción pública como diputado y ministro de instrucción pública, cargo desde el cual implantó la enseñanza ordinaria aunque no obligatoria de la religión católica en todas las escuelas del país, y por su ferviente militancia religiosa, teñida de un fuerte carácter nacionalista y antisemita.

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

De Wikipedia, la enciclopedia libre
 


Contenido


Juventud y formación


Gustavo Adolfo Martínez Zuviría, también conocido por su nom-de-plume Hugo Wast, (Córdoba, 23 de octubre de 1883Buenos Aires, 28 de marzo de 1962) fue un escritor y político argentino. Alcanzó notoriedad por sus novelas, algunas de las cuales fueron adaptadas al cine, por su acción pública como diputado y ministro de instrucción pública, cargo desde el cual implantó la enseñanza ordinaria aunque no obligatoria de la religión católica en todas las escuelas del país, y por su ferviente militancia religiosa, teñida de un fuerte carácter nacionalista y antisemita.[1] Fue Ministro de Educación en 1944 durante la presidencia de facto del general Pedro Pablo Ramírez.
Martínez Zuviría nació y estudió en la ciudad de Córdoba, en el seno de una rica familia de tradición militar. Recibió instrucción primaria en el colegio de Santo Tomás, bajo la dirección de la orden de los escolapios; desde su infancia mostró vocación por la literatura, y publicó alguna obra juvenil en los periódicos locales, en la que mostró ya predilección por los temas del heroísmo romántico que desarrollaría más tarde. En 1902 comenzó estudios de derecho en la Universidad de Santa Fe; mientras tanto, continuó su producción literaria, acometiendo durante las vacaciones su primera novela, Alegre, que vería la luz tres años más tarde. Con característico fervor, escribió también teatro, poesía y ensayo, defendiendo los dogmas católicos ante las teorías científicas de la evolución.
Publicaría un volumen de versos y uno de cuentos aún antes de recibirse de abogado en 1907; su tesis de doctorado en derecho, titulada "¿Adónde nos lleva nuestro panteísmo de Estado?" sería rechazada sin embargo ese mismo año, por su falta de rigor académico y su redacción "panfletaria e insolente". Comenzó a escribir artículos para el periódico conservador "La Nación" y la revista satírica "Caras y Caretas" mientras emprendía la redacción de una segunda tesis, más modesta, titulada "El salario", con la que se doctoraría a fines de ese año. Mientras tanto, publicó en Madrid otro volumen de versos y su segunda novela.

Actividad académica y política

En 1908 contrajo matrimonio con Matilde de Iriondo, y viajó a Europa para su luna de miel; fue recibido por el papa Pío X en audiencia pública para recibir la bendición a su matrimonio. A su regreso obtuvo plaza de profesor en el Colegio Nacional de Santa Fe; un año más tarde, enseñaría la asignatura de sociología, de reciente creación, en la Universidad de Santa Fe.
Fascinado por la mitología escandinava y la teoría racial de la superioridad aria, escogió para su tercera novela, Flor de Durazno el seudónimo de Hugo Wast, de neta resonancia germánica, y anagramático de su nombre de pila en la grafía sueca, "Ghustawo". La novela, un intenso melodrama al gusto de la época, gozaría de gran aceptación; su adaptación al cine por Francisco Defilippis Novoa en 1917 sería también un éxito de taquilla, y marcaría el debut de Carlos Gardel en el cine.
Durante la década de 1910 continuó una intensa actividad literaria, mientras se iniciaba en política en el Partido Demócrata Progresista, fundado por Mariano Demaría. El PDP, una inestable alianza entre tendencias socialdemócratas y conservadores, motivada por la oposición al liderazgo personalista de la Unión Cívica Radical de Hipólito Irigoyen, lo postuló a la vicegobernación de la provincia de Santa Fe, en binomio con Lisandro de la Torre, aunque fueron derrotados. Dirigiría el periódico "Nueva Época" de Santa Fe brevemente, hasta ser elegido diputado nacional en 1916; contra la política radical publicaría "Un país mal administrado" ese mismo año, además de la novela "La casa de los cuervos", considerada por muchos su mejor obra.
En 1918 publicó Valle Negro, novela que la Academia Española distinguió con su Premio Quinquenal, Diploma de Honor y Medalla de Oro. Miguel de Unamuno diría de la misma que
He leído Valle Negro con el ánimo suspenso y volveré a leerlo, porque el interés que me despertó es el de un dramático juego de pasiones. Esta novela puede leerse en cualquier país y podrá leerse en cualquier tiempo, cuando se sigan leyendo Carmen y Colomba, de Merimée. Su precisión y condensación la librarán de modas del gusto. Correspondiendo a esta manera de sentir y de entender la novela, es el estilo adecuado. Limpio, claro, preciso, sin contorsiones metafóricas, sin retorcimientos estilísticos a que ahora hay alguien tan aficionado

Desavenencias con la Democracia Progresista

Combinó la literatura y la política durante su legislatura; al no lograr la reelección, regresó a Santa Fe a ocupar su cátedra en la Universidad en 1920. Poco más tarde renunciaría, junto con José Félix Uriburu, Julio Argentino Roca (hijo) y otros al PDP, tras hacerse evidente el predominio de los socialdemócratas en éste. "La Nación" publicó el virulento manifiesto en el que explicaba su renuncia a la vida política. Durante esa década se dedicó casi exclusivamente a la literatura, publicando varias novelas: Los ojos vendados, El Vengador, La que no perdonó, Pata de Zorra, Una estrella en la ventana, Desierto de Piedra (Gran Premio Nacional de Literatura y que sería traducida entre otros idiomas al inglés, francés y alemán) y varias obras de opinión en los Cursos de Cultura Católica. En 1927 abandonaría Argentina para viajar con su esposa e hijos durante un quinquenio por Europa y Estados Unidos; en 1928, durante su estancia en España, trabó relación con la Real Academia Española y fue designado miembro correspondiente de la misma.

La Década Infame

No volvería a la Argentina hasta después del golpe de 1930, en que su compañero de militancia Uriburu depuso a Yrigoyen, abriendo así la llamada Década Infame. Fue nombrado director de la Biblioteca Nacional por el gobierno militar, cargo que desempeñaría durante casi un cuarto de siglo: al asumir la Biblioteca disponía de 270.000 volúmenes, cifra que había ascendido a 700.000 al renunciar Martínez Zuviría durante el gobierno de Juan Domingo Perón. Fue uno de los miembros fundadores de la recién creada Academia Argentina de Letras. Durante esos años escribiría los dos volúmenes hagiográficos de "Don Bosco y su tiempo", retitulados años más tarde "Las aventuras de Don Bosco". En 1933 presidió la comisión de prensa del XXXII Congreso Eucarístico Internacional, y en 1935 recibió la Orden de San Gregorio Magno, otorgada por Pío XI, como premio al valor religioso de su obra literaria.

Antisemitismo

Ese mismo año publicaría "El Kahal", un híbrido de novela y ensayo virulentamente antisemita en que sostiene que la vida privada de los judíos está regulada en todos sus detalles por un hipotético tribunal, el Kahal, que dirige todas sus actividades e impone sanciones que alcanzan la pena de muerte a quienes no obedecen sus mandatos secretos de infiltración, enriquecimiento y control de las organizaciones gentiles. Centrado en la Argentina, el ensayo de Martínez Zuviría postulaba sin embargo un Kahal supremo, con sede en Nueva York, que dirigiría la conjura judía mundial. La obra fue un éxito entre los crecientes círculos antisemitas y nacionalistas del país;[2] aunque la comunidad judía local recurrió a medios legales para proteger su reputación, la obra gozó de numerosas reimpresiones y aumentó la popularidad de Martínez Zuviría.
Martínez Zuviría colaboró en esa época con la revista "Clarinada", un órgano subtitulado "Revista anticomunista y antijudía" publicado por Carlos M. Silveyra, que difundía informaciones sobre una supuesta conjura mundial judeocomunista; la publicación de la revista mereció elogios en "Der Stürmer", el órgano de prensa del nazismo en Alemania. Firmó también en 1937 un manifiesto de apoyo a la insurrección de Francisco Franco en España, simpatizando con la "reivindicación heroica de la nacionalidad, la religión y las glorias tradicionales de su patria". La novela "666", publicada unos años más tarde, recuperaría estos temas desde una perspectiva apocalíptica, equiparando la expansión del comunismo y el judaísmo internacional con el advenimiento del Anticristo.

Ministerio

Su buena relación con el poder político se materializó en su nombramiento en 1937 como presidente de la Comisión Nacional de Cultura por el presidente Agustín Pedro Justo. En 1941, tras la intervención de la provincia de Catamarca por el gobierno federal, fue designado interventor de la misma. En 1943, en el convulsionado clima político tras el derrocamiento de Ramón Castillo, el presidente de facto Pedro Pablo Ramírez lo designó Ministro de Justicia e Instrucción Pública. Una de sus primeras medidas fue instaurar la enseñanza obligatoria de la religión católica en todas las escuelas del país.
El prestigio de Martínez Zuviría estaba en ese momento en su apogeo; de esta época data la mayoría de sus colaboraciones con el cine, adaptaciones de sus novelas "La que no perdonó" (1938), "La casa de los cuervos" (1941), "El camino de las llamas" (1942) y "Valle negro" (1943). En 1944, sin embargo, recibió un duro golpe cuando el cónsul alemán en Argentina fue descubierto realizando tareas de espionaje para el Eje; la publicación nacionalista "El Pampero" reveló la intervención de Martínez Zuviría en el asunto, y debió renunciar a su cargo; poco más tarde renunciaría también el presidente Ramírez. Ante la evidencia de la derrota del Eje en la II Guerra Mundial, Clarinada dejó de publicarse en 1945.

Últimos años
 

Martínez Zuviría vio con buenos ojos el gobierno de Juan Domingo Perón, germanófilo y nacionalista como él, mientras mantuvo buenas relaciones con la Iglesia Católica. Sin embargo, las medidas favorables a los judíos del gobierno de éste —que permitió por primera vez a los conscriptos judíos celebrar sus fiestas religiosas, reconoció la legitimidad del Estado de Israel y estableció relaciones diplomáticas con éste, entre otras medidas— lo llevaron a alejarse, esta vez definitivamente, de la acción política.
La acomodada situación de Martínez Zuviría, que a la fortuna familiar había sumado los abultados ingresos por derechos de autor de su obra literara, le permitió dedicarse a escribir exclusivamente en estos últimos años, sobre todo en temas religiosos. En 1954 recibió la condecoración de la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio del gobierno franquista. Hacia fines de esa década su salud comenzó a declinar visiblemente a causa de una infección pulmonar. El 28 de marzo de 1962 falleció en su casa, y fue enterrado en el panteón familiar del cementerio de la Recoleta. Al morir se habían vendido más de tres millones de ejemplares de sus libros.

Referencias

  1. Braylan, Marisa & Jmelnizky, Adrián. (2005). Report on Anti-Semitism in Argentina 2004. Buenos Aires: DAIA [1], p. 10: "Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría), infamously known for his anti-Semitic affiliation"
  2. Cozarinsky, Edgardo. (1998). Lugones, defensor de los judíos. Diario La Nación, 15/11/98: "La embajada [de la Alemania nazi], a su vez, adquirió cuarenta mil ejemplares de la trilogía antisemita de Martínez Zuviría (Oro, El Kahal, y 606) para distribuirlos en toda América Hispana"; Salgado Gordon, Maggi. (1992). Alberto Gerchunoff and the «Bridge» on the River Plate. Hispania, 75(2) [2]: "Hugo Wast [...] in a prologue to his novel, El Kahal (an alleged cabal of Jewish financiers, engaged in an international conspiracy similar to that of the «Elders of Zion»), asserted that shouting, «Down with the Jews», was actually the patriotic affirmation of «Long Live the Nation»"

*Edito: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EREMITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, a 29 de Mayo del Año del Señor de 2011. En el Día del EJÉRCITO ARGENTINO 1810-2011. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! gspp. *

*MARTIN GRABMANN por NIMIO DE ANQUÍN*

“Nuestro deber es seguir nuestro destino y consolidar el proyecto mayor de la lírica y la filosofía fundantes. Dejemos de ser ilotas y metecos, y advengamos a la gran obra de arte, a la sacra contextura de la libera res publica americana, donde DON NIMIO será sin duda MAESTRO DE MAESTROS”. (C. A. Disandro, Nimio de Anquín, filósofo, Córdoba, 1981, 22 pp).

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

Archivos: GRANDE PATRIA MÍA

*MARTÍN GRABMANN *

Debo cumplir la tarea ingrata de anunciar la muerte de uno de los medievalistas mayores de este siglo (siglo XX): me refiero al prelado DR. MARTÍN GRABMANN, cuyo deceso acaeció en diciembre del año pasado (1948). Había sido invitado a participar de este Congreso, pero ya nos anticipó que su edad no le permitiría asistir. Habíamosnos resignado, pues, a su ausencia, cuando nos llega la noticia de su óbito.
Personalmente debo decir – asienta NIMIO DE ANQUÍN – que me era familiar – como lo sería por lo demás a todos los  congresales aquí presentes – por su obra extraordinaria acerca de la teología y filosofía de la edad media. Aparte de sus innumerables trabajos sobre la filosofía medieval que publicara en revistas europeas, cabe mencionar aquí su Geschichte der Scholastischen Methode aparecida en los comienzos de este siglo. Esta obra magna detenida en el tomo segundo, es una tentativa, no superada aún, por ofrecer una visión sistemática de los procederes de investigación en la alta escolástica, a partir de BOECIO. Llega hasta el siglo XII y no alcanza a estudiar por consiguiente por consiguiente a SANTO TOMÁS de AQUINO. Sin embargo, el año pasado, es decir, en 1948, dio a luz Die theologische Erkenntnis-und Einleitungslehre des reiligen Thomas von Aquin auf Grund seiner Schrift in Boethium de Trinitate o sea La doctrina del conocimiento teológico y de la isagoge de s. T. d. A. según su opúsculo In B. de T., que, por lo que decía en el prólogo, debe ser considerada como la continuación de aquella Historia. A este volumen seguiría otro para completar el estudio del método del Doctor Común. GRABMANN estaba en excelentes condiciones para rematar con éxito esta tarea, pues sus conocimientos de la lógica medieval eran vastos y seguros. Es de lamentar que no haya concluido esta parte de su obra, pues ella hubiera significado una rectificación fundamental de la Historia de la lógica de PRANTL, llena de juicios despectivos acerca de la Escolástica. El valor histórico-positivo de la labor del prelado fallecido está acreditado, además, por sus memorias contenidas en Mittelalterliches Geistesleben, por ejemplo, la referente a la lógica del lenguaje (Sprachlogik) en la Edad Media y a las traducciones latinas de ARISTÓTELES. Lo mismo debe decirse de la disertación sobre Elaboraciones y explicaciones de la lógica escolástica desde ABELARDO hasta PEDRO HISPANO publicada en 1937 con los Incipit de tratados descubiertos en la biblioteca de MUNICH. Citó estos trabajos solamente para indicar la preocupación de MONSEÑOR GRABMANN por la lógica medieval, y fue también, en parte debido a ella, que indagó pacientemente acerca de la figura y obra de PEDRO HISPANO en tres memorias llenas de saber histórico, a saber: Handschriftliche Forschungen und Funde zu den philosophischen Schriften des Petrus Hispanus des späteren Papstes  Johannes XXI (+1227); Ein ungedrucktes Lehrbuch der Phychologie des Patrus Hispanus; y Die Lehre von Intellectus possibilis und Intellectus agens im Liber De Anima des Petrus Hispano des späteren Papstes Johannes XXI. Debe sumarse a estas investigaciones la titulada Mittelalterliche Aristoteles-übersetzungen und Aristoteles Kommentare in Handdschriften spanischer Bibliotheken. También mencionaremos los fundamentales trabajos sobre SIGER de BRABANT, de quien descubrió las obras inéditas De Anima (publicada por VAN STEENBERGHEN) y Quaestiones inMetaphysicam (publicada por GREIFF).
Pero fueron la persona y la obra de SANTO TOMÁS de AQUINO las que merecieron la más cariñosa dedicación del gran medievalista. Citaré su clásico publicado en los Beiträje de BAEUMKER: Die echten Schriften des reiligen Thomas von Aquin, en que ofrece con criterio más amplio y no menos seguro que MANDONNET, una cronología de las obras del Angélico. También escribió una breve exposición de la filosofía del santo con el título La filosofía de Santo Tomás de Aquino, y una Introducción a la Suma Teológica. Además, La filosofía de la cultura de S. T. de A. y La filosofía espiritual de S, T. de A., de las que tenemos traducciones españolas debidas al presbítero Dr. OSCAR N. DERISI. El tratadito La filosofía medieval ha sido concebido y compuesto en torno a la figura del Aquinate. 
Sin ánimos de agotar la mención de las obras del insigne historiador, que deben de llegar al centenar, recordaré finalmente la Historia de la teología católica desde fines de la era patrística hasta nuestros días, de la poseemos traducción española por el P. DAVID GUTIÉREZ. Esta obra se basa en el compendio de SCHEEBEN y es una exposición que supone una erudición inmensa.
MONSEÑOR GRABMANN continuaba la tradición de DENIFLE y del CARDENAL EHRLE. Ciertamente carecía del ímpetu inigualable de aquél, pero no le cedía en erudición. Por lo demás, MONSEÑOR GRABMANN desplegó casi exclusivamente su aptitud historiográfica, aunque no se privó de participar de la interpretación de las doctrinas con sabio criterio, por ejemplo, cuando expuso la doctrina agustiniana del conociendo de la verdad. Más, su obra fue antes que nada historiográfica y documental.
Ha muerte a los 73 años, de una afección cardíaca. Había sido llamado nuevamente a la cátedra de Teología Dogmática de MUNICH. Su noble figura no se verá más por los archivos y bibliotecas, pero su espíritu perdurará en el corazón de todos los que le conocieron personalmente o través de su obra. Por intermedio de mi voz este Congreso se asocia públicamente al pesar causado por tan irreparable pérdida para la filosofía y la investigación de la edad media. QUE EL SEÑOR HAYA RECOGIDO EN SU SENO DEL GRAN CRISTIANO QUE FUE MONSEÑOR GRABMANN, PARA QUE REPOSE EN LA BEATUTUD ETERNA DE LAS FATIGAS QUE SE IMPUSO EN SU AFANOSO VIVIR POR LA VERDAD. 

NIMIO DE ANQUÍN
Universidad de Córdoba  

*FILOSOFÍA y RELIGIÓN*

6. Tocamos finalmente el difícil problema de la filosofía cristiana que hemos localizado en la sección de la religión del hombre simple. No na hemos incluido en la sección de la religión del hombre racional, como sostiene NIMIO DE ANQUÍN, porque entonces el problema quedaría automáticamente eliminado, pues esta religión se basa en una convicción racional y nada más. No es extraño, entonces, que los racionalistas, que aceptan esta forma de religión, acepten también una relación de ella con la filosofía; la religión natural en este caso no aporta nada a la filosofía, la cual queda intacta, dueña absoluta de su racionalidad fundamental. Igual actitud asume el intelectualismo del ente o de la esencia, a punto de lograr la completidad del racionalismo radical. Tampoco podíamos incluir la filosofía cristiana en la sección de la religión revelada porque en el caso de que alguna relación admitiese con la revelación, -esta sería el fin y no el comienzo de problema. Luego no queda otra solución que situarla en donde dijimos, o sea, en la religión del hombre simple. La religión del hombre racional no es la religión cristiana, sino que es la religión natural sin sobre-agregado de la revelación; para que sea cristiana es necesario revelada. Esta revelación, extrínseca o intrínseca, prívala de su pureza racional, lo cual es incompatible con el racionalismo estricto y por ello no puede aceptar una filosofía cristiana. Para el racionalista, la revelación es exclusivamente extrínseca, aun la misma religión revelada. Supongamos un SAN AGUSTÍN: “absolutamente no hay en él una concepción cristiana, es decir, una concepción del universo injertada en el dogma. La única filosofía que conoció, la sola que encontramos en él, es la filosofía de PLATÓN y de PLOTINO. SAN AGUSTÍN no conoció ninguna otra cultura intelectual que la cultura pagana, humana, se podría decir, y él no la pidió a la creencia cristiana. Pudo haber un momento en que la espiritualidad de PLATÓN coincidiese con la enseñanza de CRISTO, pero él no lo guardó y la filosofía permaneció en SAN AGUSTÍN como un cuerpo extraño, siempre amenazado en su existencia en existencia”. Por ello el agustinismo aparece como “una extraña mezcla de atractivo y repulsión de la filosofía”. En SANTO TOMÁS no hay más que una yuxtaposición de filosofía y religión, de la razón y de la fe. En efecto, “la filosofía absolutamente no es una parte de la religión; es la obra de la razón humana y no se ofrece como colaborando en cualquier a la salud; mas, de otra parte, tampoco es arma del cristianismo: entra como un elemento integrante en la vida cristiana que no es menos intelectual que religiosa”. SANTO TOMÁS se impuso la tarea la tarea de adaptar a ARISTÓTELES a la vida cristiana del siglo XIII, tarea difícil porque “nada hay en la naturaleza humana que ARISTÓTELES, que haga presentir de lejos el drama sobrenatural en el que el alma está comprometida y que solamente da un sentido a la vida cristiana”. El principio que SANTO TOMÁS utiliza es que “LA VERDAD NO PUEDE SER CONTRARIA A LA VERDAD”. De aquí resulta una depuración del pensamiento aristotélico bajo la vigilancia de la fe y “tal es el sentido en que el tomismo es una filosofía cristiana, no porque en caso alguno el cristianismo haya aportado ningún elemento positivo a nuestra imagen del universo – pues debe esta imagen a un pensado griego – sino porque ella está segura de no desviarse de la línea recta a causa de la censura que la fe ejerce sobre ella”. Hay, pues, en el tomismo, una especie de “debilidad congenital” de la razón frente a la fe, “en lugar de la autonomía de una razón que toma la iniciativa del pensamiento filosófico, nos damos con la heteronomía de una razón completamente incapaz  de dirigirse a sí misma y de conocer el alcance de sus propios conclusiones”. Como se ve por estos conceptos de M. E. BRÉHIER, lo que se llama “filosofía cristiana” no es más que una yuxtaposición de lo GRIEGO o alejandrino y lo CRISTIANO. Todo es externo, no hay aquí ninguna interioridad. Por ello no hay más que dos posibilidades: la revelación exterior y la religión racional. La primera es absolutamente externa y por allí es extraña a la razón y a todas las construcciones; la segunda es un aspecto de la vida de la razón y nada más. No puede haber, pues, estrictamente hablando, ninguna influencia religiosa en la filosofía, no puede haber una filosofía cristiana. Este racionalismo intransigente no es exclusivamente laico y de hecho es también el de los intelectualistas. Por ejemplo el P. GÉNY no reconoce otro valor a los Padres que de dar “assaini”, saneado la metafísica. “No puedo, dice, reconocer otro mérito (en Metafísica) aún el genio de SAN AGUSTÍN. Lo que, quizá, haya de más original en él, la parte que supo sacar de las especulaciones neoplatónicas sobre la luz para explicar el conocimiento divina y el conociendo humano, arrojará en el mercado filosófico del Occidente la teoría seductora a primera vista pero en el fondo engañosa en el marco del peripatetismo”. Ello implica una concepción exteriorista de la filosofía cristiana, un racionalismo, un racionalismo, legítimo por cierto, que lleva fatalmente al concepto de yuxtaposición de la razón y de la fe. Tampoco veo una ninguna posibilidad en el sentido cerrado de sabiduría humana Toto caelo distinta de la Sagrada Teología o sabiduría Divina. (RAMÍREZ). En rigor, si no se acepta lo que nosotros hemos llamado “religión natural del hombre simple” no queda otra solución que el racionalismo, pues, apenas se comienza a investigar fríamente (racionalmente) cualquier problema, aparece la yuxtaposición a que nos hemos referido. Por  ello la esquematización del problema de la filosofía cristiana es relativamente sencilla, a pesar de las dificultades intrínsecas: o se acepta la “religión natural del hombre simple” fundada en lo que hemos llamado “HALLAZGO FELIZ(illative sense, acaso) y entonces se puede comenzar a hablar de una “filosofía cristiana”. Es una alternativa fatal. No se salva la distinción  de “NATURALEZA” y “estado”, que no es más que una transcripción de SUBSTANCIA y ACCIDENTE.  Si por “naturaleza” la filosofía es racional, estamos sin remedio en pleno racionalismo, pues entonces la filosofía será substancialmente racional. Contra esta concepción se yergue M. BLONDEL, el más auténtico defensor de la “filosofía cristiana”, cuando escribe: “se imagina que una filosofía para ser CRISTIANA, tiene necesidad de proceder por coincidencias, superposiciones o avasallamientos; es verdad todo lo contrario. Lejos de ingerirse o de sufrir una intrusión, el pensamiento filosófico no tiene más que llevar su examen hasta el conocimiento de sus definiciones y  de sus límites a fin de de preparar aquella disposición intelectual de que puede ser provisto todo espíritu sincero para participar del alma visible de la verdad. Tratar de asegurar el desarrollo tan completo como posible de tal disposición de valor universal y saludable, antes que de un conformismo nocional.

Fuente: Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía, Mendoza Argentina Marzo 30 - Abril 10 1949. Tomo I. Instituto de  Filosofía Mza y Bs As. 626 pp.  

Bibliografía:
Revista “ARX” del Instituto SAN TOMÁS DE AQUINO, Córdoba, 1 y 2 nros, 1933-1934. DE ANQUÍN figura con artículos de profunda erudición y sapiencia.
MARTÍN GRABMANN, “Filosofía Medieval”, Editorial Labor, Barcelona, 1928-1949. p. 159.
CARLOS A. DISANDRO, “Nimio de Anquín Filosofo”, Colección El Pensar Americano, Instituto San Atanasio, Córdoba, 1981, p. 22.
ALBERTO BUELA, “Pensamiento de Ruptura”, Editorial Theoria, Buenos Aires, 2008, 259 pp.
JOSÉ RAMÓN PÉREZ, “Filosofía y Teo-Filosofía NIMIO DE ANQUÍN (18896-1979”, Ediciones del Copista, Córdoba, 1999, 2008. 111 pp.
Finalmente,
“Se terminó de imprimir para el Instituto SAN ATANASIO – Córdoba, Argentina – el día 15 de marzo de 1981. año en que debemos reiniciar la reconstrucción del ESTADO destruido por la Sinarquía güelfa vaticano-neoyorquina-moscovita, contra la que se eleva el pensamiento óntico americano para reconquistar el espacio gibelino del IMPERIO, repeler a los nuevos cipayos y libertar a los pueblos, oprimidos por los crueles poderes judeo-cristianos. Lo hiperbóreos son ahora los hiperaustros. LAUS SACRATISSIMAE TRINITATI.

*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DESDE Y POR EL BUNKER SALUD. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! gspp.*
Artículo: MARTIN GRABMANN por NIMIO DE ANQUÍN