domingo, 10 de abril de 2011

*INMACULADA CONCEPCION archivos*


*REVELACIONES DE NUESTRA SEÑORA DEL BUEN SUCESO A LA VENERABLE MADRE MARIANA DE JESÚS (+1635)*

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

*NUESTRA SEÑORA en ECUADOR CONDENA EN EL SIGLO XVII LA MASONERÍA Y EL MODERNISMO*

En 1885, el cuerpo de la Madre MARIANA fue exhumado, ¡271! años después de su muerte. Lo encontraron incorrupto y entero. “Llevaba el hábito blanco con un velo negro. Su rostro conservaba el color natural, con las mejillas y los labios sonrojados. A TRAVÉS de sus labios entreabiertos, se podía ver la lengua. Los ojos cerrados, pero intactos, así como las pestañas. Las orejas estaban flexibles. El cabello pelirrojo. Todo el cuerpo exhalaba un perfume de lirios”. Los cuerpos de las otras madres fundadoras también se descubrieron incorruptos, y preservados hoy en día en el sepulcro recientemente abierto del Convento de la Inmaculada Concepción de QUITO, ECUADOR.

Madre MARIANA, en su vida mística, tuvo ¡40! Apariciones de NUESTRA SEÑORA DEL BUEN SUCESO. Por haber aceptado ser inmolada para aplacar la Justicia divina por las herejías, impiedades e impurezas que se cometerían en los siglos XX-XXI, tuvo un parecido especial con la figura del santo PADRE  PÍO.

La devoción a MARÍA del BUEN SUCESO ha ido siempre en aumento, especialmente a partir del año 1986, con motivo de la introducción de la Causa de Beatificación de la Sierva de Dios MARIANA FRANCISCA DE JESÚS TORRES y BERRIOCHEA, cofundadora y segunda abadesa del Monasterio de la Inmaculada Concepción.

Para la síntesis de la vida de la Venerable MADRE MARIANA hemos tomado el estudio del DR. FRANCO ADESSA aparecido en la revista CHIESA VIVA de febrero de 2009 y la revista Sí Sí No No, católica antimodernista, Año XX, nº 216-218, verano 2010. Mt 5, 37: “Que vuestro modo de hablar sea SÍ SÍ NO NO porque todo lo demás viene del Maligno”
*Alguno de nuestros doctos lectores se extrañara tal vez de que una revista caracterizada por el análisis teológico se ocupe en reproducir de unas  “supuestas” revelaciones privadas, poco o nada conocidas, acaecidas además hace cuatrocientos años…”
Lo que más nos ha impresionado de estas desconocidas revelaciones es la manera tan explícita con que el Cielo describe a esta religiosa los acontecimientos que iban a marcar el siglo diecinueve y sobre el veinte.
De ahí el título, que no tiene nada sensacionalista más allá de lo sensacional que es la revelación consignada por una religiosa muerta en QUITO, ECUADOR hace 375 años…

*MARIANA TORRES y BERRIOCHA*

Era el año 1563. En la provincia vasca de VIZCAYA, cerca de la frontera con Francia, en una familia aristocrática de España, MARIANA FRANCISCA de JESÚS TORRES y BERRRIOCHOA nació como primera hija de DIEGO TORRES y MARÍA BERRIOCHOA, ambos devotos católicos. MARIANA fue dotada con rara belleza, inteligencia relevante, un dulce carácter y, sobre todo, una fuerte inclinación hacia la virtud. Desde la infancia, MARIANA huyó de los juegos infantiles y juegos de la juventud ocultándose en la iglesia de su bautismo que estaba al lado de su casa. Su virtuosa madre la encontraba a menudo postrada allí ante el sagrario.
Cuando tenía siete años, un fuego que comenzó dentro de la iglesia destruyéndola, dañó su casa y propiedad paterna, precipitando a la familia en la pobreza. Los padres de la niña se vieron obligados a dejar Vizcaya trasladándose con sus tres hijos a Santiago de Galicia.
Un día, postrada a los pies del Sagrario, con su corazón ardiente de unirse a Jesús en la santa Comunión, MARIANA con voz extática exclamó:
“¡Oh, mi amor! ¿Cuándo será el día en que me uniré contigo en la santa Comunión?”. Al momento, oyó una Voz desde el sagrario diciendo: “El día que tú quieras, querida hija, porque tu corazón está preparado”.
Revelando este diálogo secreto a un sacerdote franciscano, y bajo su instrucción para ese gran día. El 8 de diciembre de 1572, a los nueve años de edad, MARIANA recibió por primera vez la Sagrada Comunión. Fue tal el torrente de amor divino en su corazón, que en el primer abrazo que dio a JESÚS, no pudiendo resistirlo, cayó en éxtasis inefable. Vio a Nuestra Madre INMACULADA que le explicó la grandeza del voto a la virginidad. Le enseñó en qué consistía el voto ordenándole que lo hiciese un día, porque su Reina divina le había destinado para ser religiosa de su INMACULADA CONCEPCIÓN.  
Un día vio en el sagrario a las Tres Personas de la Santísima Trinidad y a SAN JOSÉ. ENTONCES PRONUNCIÓ el Solemne voto de CASTIDAD, repitiendo las palabras que NUESTRA SEÑORA le enseñó. Cuando concluyó, el Padre Eterno bendijo la unión de la niña MARIANA con su santo Hijo Unigénito, hecho Niño, quien le pidió caminar por el camino del sacrificio y del amor.
Se reunieron las principales familias de QUITO, y con el Cabildo y demás personas de la ciudad, pidieron con humildes súplicas al Rey de España la fundación en esta colonia del primer monasterio de la Inmaculada Concepción en el Nuevo Mundo. EL Rey FELIPE II, en 1566, promulgó el Edicto Real para la fundación del monasterio de la Inmaculada Concepción de QUITO, dedicado primero al rezo del Oficio divino y en segundo lugar a la EDUCACIÓN RELIGIOSA y FORMACIÓN DE LAS NIÑAS ESPAÑOLAS y  CRIOLLAS de la tierra española. El propio Rey de España envío el grupo de madres fundadoras colocando de ellas a la RVDA MADRE DOÑA MARÍA de JESÚS TABOADA, pariente de la familia real y tía de MARIANA.
En cuanto MARIANA supo de la fundación del nuevo monasterio, entonces entendió las palabras cuando le había invitado a salir de su casa paterna para unirse a Él. La fundadora, Madre MARÍA, decidió aceptar a MARIANA y, pocos días antes de despedirse de sus padres, al recibir la Sagrada Comunión, MARIANA tuvo una visión de JESÚS que le explicó: “Esposa mía, ya es hora de decir adiós para siempre a tu patria, a tu casa paterna, y que Yo, anhelando tu hermosura, te lleve a la mía, donde dentro de fuertes murallas vivirás lejos de la carne y sangre, oculta y olvidada de toda criatura humana, siendo tu herencia y patrimonio, a semejanza mía, la Cruz, los padecimientos. Fuerza y valor no te faltarán; sólo quiero tu voluntad siempre para hacerla mía”.
En 1576, tan pronto como se embarcaron la Madre MARÍA, otras cuatro madres fundadoras y MARIANA para ECUADOR, SOBREVINO EN EL MAR UNA TERRIBLE BORRASCA INIMAGINABLE. Creyendo ser ella la causa de tal desastre, MARIANA se unió con su tía para pedir a Dios misericordia. De pronto, ambas, MADRE MARÍA y MARIANA contemplaron una visión. Desde el mar, surgió una serpiente monstruosa, de siete cabezas, agitando las aguas del mar, y tratando de destruir y hundir la nave. MARIANA se desmayó. Sin embargo, la MADRE MARÍA continuó sus ruegos al cielo y al terminar su oración, de repente, la luz del día hizo una brecha en la oscuridad y la borrasca se calmó. Dios había respondido a su oración. Cuando MARIANA despertó, le contó a su tía que había visto una serpiente más grande que el mar y que una dama de incomparable hermosura apareció vestida de sol, coronada de estrellas, con un NIÑO precioso en sus brazos y en el pecho de la Señora había una CUSTODIA con el Santísimo Sacramento. Tenía en una de sus manos una cruz grande de oro, que terminaba en una lanza aguda en su punta. La Señora, con la ayuda del Santísimo Sacramento y la mano del NIÑO, golpeó con tanta fuerza la cabeza de la serpiente quedó despedazada. Dos años más tarde, la MADRE MARÍA encargó que se hiciese un medallón de tela mostrando la escena de la visión de MARIANA, y desde entonces las Concepcionistas lo lleva en el pecho de su hábito.
Las Hermanas fundadoras llegaron a QUITO el día 30 de diciembre de 1576. El 13 de enero de 1577, se fundó l monasterio entregándose al Reverendo Padre ANTONIO JURADO O. F. M. el gobierno temporal y espiritual de las religiosas, y recibió los votos de obediencia de las Madres Fundadoras.
Todos los habitantes de QUITO se reunieron en esta celebración solemne del primer monasterio de la INMACULADA CONCEPCIÓN.
A los quince años, el 8 de septiembre de 1577, MARIANA entró en Noviciado, comenzando su año de prueba bajo el gobierno de su tía y la dirección de los Frailes Menores. El 4 de octubre de 1579, después de observar dos años de vida religiosa, la práctica de todas las virtudes y seguimiento estricto de la Regla, MARIANA hizo profesión religiosa en las manos de su abadesa, la Madre MARÍA. Al terminar de pronunciar sus votos, cayó en éxtasis. Así, y al mismo tiempo, que la Madre MARÍA aceptara su profesión, MARIANA oyó del Padre Eterno, repitiendo las palabras de su tía: “Si eres fiel en esto, te prometo vida eterna”.  
Luego vio a Nuestro Señor que, con su majestad inefable y dulzura, en ese momento se vino a ella colocando en el dedo de su mano derecha un precioso anillo con cuatro piedras preciosas. En cada piedra estaba escrito uno de los cuatro votos: POBREZA, OBEDIENCIA, CASTIDAD, y CLAUSTRO. Nuestro Señor se dirigió a ella, diciendo: “Esposa mía, deseo para ti una vida de INMOLACIÓN. Tu vida será un martirio constante”.

*APARICIÓN DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD*

En 1582. Un día, después de un incidente particularmente amargo con una hermana, Madre MARIANA fue a los pies de Jesucristo, comunicándole su tormento y suplicándole le diera fortaleza. Mientras hablaba con JESÚS, oyó súbitamente un ruido enorme, y vio que la Iglesia entera se había inmersa en una oscuridad como de polvo y humo.
Mirando hacia arriba, la hermana MARIANA vio el altar mayo iluminado como si fuese de día. De repente el Sagrario se abrió saliendo de él un Santo Cristo, del mismo tamaño que en Gólgota; la Santísima Virgen a sus pies, SAN JUAN y la MAGDALENA derramando lágrimas como perlas. Viendo esto, la humilde virgen se creyó culpable, y se postró en tierra con los brazos extendidos en forma cruz, clamando: “No eres la culpable, levántate y ven; te voy a comunicar un gran secreto”.  
Se levantó y vio a la Santísima VIRGEN: “Mi Señora, le dice, ¿soy yo la culpable?”. A lo que respondió: “¡No eres tú culpable sino el mundo pecador!”.  
En esto el Señor comenzó a agonizar y se escuchó la Voz del Padre Eterno que decía: “¡ESTE CASTIGO SERÁ PARA EL SIGLO XX!”.  
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Vio tres espadas sobre la cabeza del Santo Cristo y en cada una decía: “CASTIGARÉ LA HEREJÍA, LA BLASFEMIA, Y LA IMPUREZA. Madre MARIANA supo, entonces, todo lo que acontecería en el siglo. La Santísima VIRGEN prosiguió: “¿Quieres, hija mía, sacrificarte por el pueblo de ese tiempo?”. A lo que MARIANA respondió: “Mi voluntad está dispuesta”. E inmediatamente las espadas se desprendieron del Santo Cristo, clavándose en el corazón de MARIANA, que cayó como muerta por la violencia del dolor.  

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Ella se presentó ante el Juicio de Dios. Nuestro Señor le presentó dos coronas: una de la gloria inmortal cuya hermosura nadie podría expresar, y la otra de azucenas blancas rodeadas de espinas, y le dijo: Esposa mía escoge cualquier de estas coronas”. Ella tuvo que escoger entre la gloria del Paraíso y la gloria de su regreso a la tierra para aplacar la divina Justicia por las HEREJÍAS, IMPIEDADES e IMPUREZAS que se cometerán en el SIGLO XX.
Conforta por las palabras de la Virgen MARÍA y su promesa de ayudarle en este terrible prueba, la hermana MARIANA respondió: “Mi Señora y Madre, cúmplase en mí la Voluntad Divina. Después de estas palabras, MARIANA escogió, humildemente y con resignación, la corona de azucenas rodeadas de espinas y regresó al mundo a ofrecerse. 

*PRIMERA APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA*
El día 17 de septiembre de 1588, la hermana MARIANA estaba rezando sus habituales devociones a las doce la noche…Un día en su lecho de dolor, de repente oyó  un estruendo terrible en la celda. Abrió los ojos y vio a una horrible serpiente dando vueltas en su celda, arrastrándose frenéticamente por las paredes, como si alguien la persiguiera para sacarla de allí. Las penas del alma de esta virgen aumentaron, la desesperación de su espíritu. Todos los actos heroicos de su vida le parecían crímenes. Sus buenas obras aparecían  como obras de perdición, su propia vocación como engaño e ilusión: su perdición estaba sentenciada. En este triste estado interior, cuando le parecía que por la violencia del sufrimiento su alma se desprendía de su cuerpo para caer como plomo en el infierno, se hizo violencia exclamando: “Estrella del mar, MARÍA INMACULADA, la débil embarcación de mi alma naufraga. Las aguas de la tribulación me ahogan. ¡Sálvame, que perezco!”. En cuanto acabó de pronunciar estas palabras, se vio rodeada de una Luz celestial y una mano cariñosa le acariciaba en la cabeza, mientras oía que le decía: “¿Por qué temes, hija mía? ¿No saber que estoy conmigo en la tribulación?¡Levántate y mírame?”. La humilde religiosa, esforzándose, se levantó de la cama y vio a una SEÑORA llena de majestad y grandeza que respiraba dulzura y amor. Viéndola le preguntó: “¿Quién eres, hermosa señora?” Le contestó: “YO SOY LA MADRE DEL CIELO a quien invocaste. Desaparecerán las oscuridades de tu mente. Viste lo que es el infierno. Sientes que ahora te saco de allí para colocarte en el Purgatorio a fin de que termine de purificar su alma, porque tu Señor y tu Dios te destina para grandes y felices sucesos durante tu vida… (…) Ahora comunico vida a tus nervios, venas y arterias y apartando de aquí a la maldita serpiente”.  
Al decir estas palabras, la enorme serpiente dio un grito horrible de desesperación y se precipitó al Infierno, con tan gran estruendo que produjo un terremoto en la ciudad y en el convento. MARIANA permaneció en ese estado grave de salud hasta principios de septiembre de 1589; en el segundo miércoles de ese mes, a las 9 de la mañana, comenzó su agonía. Ese día, por la mañana, celebraron la Santa Misa en su celda y recibió la Extremaunción. Su agonía continuó hasta el viernes hasta el viernes. A LAS 3 Y MEDIA DE LA TARDE LA HERMANA MARIANA DIO SU ÚLTIMO SUSPIRO. Su entierro se hizo el lunes. A LA MAÑANA siguiente, las hermanas del convento se dirigieron al coro para rezar el Oficio. Cuando llegaron vieron que la MADRE MARIANA estaba allí rezando. En 1592, la Madre MARÍA, Abadesa del convento durante 15 años, cayó gravemente enferma y la hermana MARIANA fue elegida para ocupar su lugar. Poco después de la muerte de la Madre Fundadora (1593), se formó un grupo de hermanas “rebeldes”. Las conspiraciones de estas hermanas pretendían apartar a los Frailes Menores (franciscanos) del gobierno del convento para dar la jurisdicción sobre ella al obispo de QUITO, ECUADOR. El consiguiente deterioro de la vida conventual fue causa de sufrimientos terribles y las calumnias y acusaciones falsas llegaron al punto de enjuiciamiento por parte de las presuntas hermanas culpables.  

*APARICIÓN DE ENERO de 1610: LA ACCIÓN DE LAS SECTAS MASÓNICAS*
El 21 de enero de 1610, la Madre MARIANA estaba rezando cuando, de repente, el coro fue inundado con esplendor celestial. En medio de ese brillo refulgente, SAN GABRIEL, SAN MIGUEL y SAN RAFAEL, que habían precedido a la aparición de la Virgen para iluminar la inteligencia para fortalecer el corazón débil y curar la ceguera de la Madre MARIANA.
Después de que los mensajeros celestiales partieron, la Madre MARIANA quedó postrada en tierra hasta las 2 de la mañana, cuando la Reina Celestial, llevando en sus brazos al Divino Niño, se presentó y se dirigió a ella con estas palabras: “Levántate de la tierra en que yaces, hija predilecta de mi Corazón maternal y Esposa amada de mi Divino Hijo. Tu humilde entendimiento te atrajo a mi Corazón así como el orgullo que reina en esta pobre provincia me aparta de ella; pero como tengo en este monasterio hijas fieles y amorosas, y entre ellas tú, mi predilecta, vengo a confiarte como siempre mis secretos”.   
Después de hablar con ella acerca de las religiosas infieles, que vivirían en el convento durante todo el curso de los siglos, de su tibieza inveterada y sordera a cualquier gracia, inspiración, consejo caritativo y advertencia de los castigos en que incurrirían, NUESTRA SEÑORA le dijo: “Porque te hago saber que, desde el final del siglo XIX hasta un poco más de la mitad del siglo XX, en la hoy Provincia y entonces República del ECUADOR, se levantarán las pasiones y habrá una total corrupción de costumbre por las que SATANÁS REINARÁ EN LAS SECTAS MASÓNICAS y  dañará principalmente a la infancia, a fin de mantener con esto la corrupción general. ¡Ay de los NIÑOS de este tiempo! Difícilmente recibirán el sacramento del Bautismo y el sacramento de la confirmación. El sacramento de la Confesión lo recibirán sólo los que permanecen en escuelas católicas, que el diablo se empeñará por destruir valiéndose de personas autorizadas. Lo mismo sucederá con el sacramento de la Sagrada Comunión.
Mas, ¡Ay, cuánto siendo el manifestarse que habrá muchos y enormes sacrilegios públicos, y también ocultas profanaciones de la Sagrada Eucaristía! ¡Muchas veces, en esta época, los enemigos de Jesucristo, instigados por el demonio, robarán en las ciudades las hostias consagradas, con el único de profanar las especies eucarísticas! Mi Hijo Santísimo será arrojado por pies inmundos (…)
Más en ese tiempo ya te conocerán a ti, y sabrán los favores que te he dispensado.
¡Cuánto amo a los felices moradores de este recinto sagrado! Junto con este conocimiento vendrá también el amor y el culto a mi sagrada Imagen que te ordenó hoy terminantemente: manda a que se haga tal cual me ves y colócala sobre la Sede Abacial para que desde allí yo gobierno y dirija a mis hijas y sostenga éste mi monasterio, pues Satanás, valiéndose de buenos y malos, emprenderán dura batalla para destruirla (…).
Por este tiempo, el sacramento de la Extremaunción será poco considerado, porque faltará en este pobre Patria el espíritu cristiano. Muchas personas morirán sin recibirlo, sea por descuido de las familias, sea por un mal entendido afecto para con sus enfermos; otros, también, por contrariar el espíritu de la Iglesia CATÓLICA empujados por el maldito demonio, privando de esta manera a las almas de innumerables gracias, consuelos y fuerzas para dar el gran salto del tiempo a la eternidad. Con todo, algunas personas morirán sin recibirlo, por justos y secretos castigos de Dios.
En cuanto al sacramento del Matrimonio, que simboliza la unión de Cristo con su Iglesia, será atacado y profano en toda la extensión de la palabra. La MASONERÍA, que entonces reinará, impondrá leyes inicuas con el objeto de extinguir ese sacramento, facilitando a todos el mal vivir, propagándose la generación de hijos mal nacidos por no tener la bendición de la Iglesia. Irá decayendo rápidamente el espíritu cristiano, se apagará la luz preciosa de la fe, hasta llegar a una casi total y general corrupción de las costumbres.
Aumentados así los efectos de la EDUCACIÓN LAICA, disminuirán las vocaciones sacerdotales y religiosas. El sacramento del Orden Sacerdotal será ridiculizado, oprimido y despreciado, porque en este sacramento se oprime y denigra a la Iglesia de Dios y a Dios mismo, ya que Él es representado en sus sacerdotes. El demonio procurará perseguir a los ministros del Señor por todos modos y trabajará con cruel y sutil astucia para desviarlos del espíritu de su vocación y corromperá a muchos de ellos. Estos sacerdotes depravados que escandalizarán al pueblo harán recaer sobre todos los sacerdotes el odio de los malos católicos y de la enemigos de la Iglesia Católica, Apostólica, Romana. Este aparente triunfo de Satanás atraerá sufrimientos enorme a los buenos Pastores de la Iglesia y a la excepte mayoría de los buenos sacerdotes y al Pastor Supremo y Vicario de Cristo en la tierra, que, prisionero en el Vaticano, derramará secretas y amargas lágrimas en presencia de su Dios en presencia de su Dios y  Señor, pidiendo luz, santidad y perfección para todo el clero del Universo, del cual es Rey y Padre.  ADEMÁS, en estos infelices tiempos habrá un lujo desenfrenado, que por ser lazo de pecado, para los demás, conquistará innumerables almas frívolas, las que se perderán. Casi no se encontrará inocencia en los niños, ni pudor en las mujeres y, en esa suprema necesidad de la Iglesia, se callará aquel a quien toda hablar a tiempo.
Nada de esto te preocupe, hija querida. La perfección de la obra corre mi cuenta. GABRIEL, MIGUEL y RAFAEL, con toda la Corte Celestial tomarán a su cargo secretamente la fabricación de mi imagen. Tú deberás llamar a FRANCISCO DEL CASTILLO, que entiende de arte, para darle una sucinta descripción de mis facciones, exactamente como me viste hoy y siempre, pues con esta finalidad me aparecí tantas veces a ti”.
MADRE MARIANA, con la ayuda de la Virgen MARÍA, midió otra vez, con el cordón la altura de NUESTRA SEÑORA DEL BUEN SUCESO.  
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“(…) En cuanto al Sacramento del Matrimonio, que simboliza la unión de Cristo con su Iglesia, será atacado y profanado en toda la extensión de la palabra. La Masonería, que entonces reinará, impondrá leyes inicuas con el objeto de extinguir ese Sacramento, facilitando a todos el mal vivir, propagándose la generación de los hijos mal nacidos por no tener la Bendición de la Iglesia. Ira decayendo rápidamente el espíritu cristiano, se apagará la Luz preciosa de la Fe, hasta llegar a una casi total y general corrupción de costumbres (…).”
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*FEBRERO de 1610: PROFECÍAS SOBRE EL SIGLO XX.*  
El 2 de febrero de 1610, a la una y media de la mañana, la Madre MARIANA estaba rezando cerca de la verja en el coro alto, meditando en la humildad de MARÍA SANTÍSIMA, en el sublime misterio de la Purificación, cuando decidió terminar su oración y retirarse; de repente sintió una alegría mezclada de temor, y de inmediato viose en la presencia de NUESTRA SEÑORA DEL BUEN SUCESO, que la miraba con severidad amable, sin decir una sola palabra. Ante el temor de la Madre MARIANA, NUESTRA SEÑORA dijo: “Criatura tarda y dura de corazón (…) con la hechura de mi imagen no favorezco sólo a ti y a mi convento sino también al pueblo, al pueblo en general, a través de los siglos; y como este convento es una fortaleza, traerá la salvación a muchas almas, sacándolas del abismo del pecado en que se encuentran. Dios será glorificado en ellas. ¡Cuántas conversiones habrá! ¿Y quieres hacerte responsable de tantas almas, haciéndote de tantas almas, haciéndote sorda a mi voz y a mi orden!”
“Bella Señora – respondió Madre MARIANA – muy justa es vuestra reprimenda y la recibo humildemente ante Dios (…).Mas permítame decirle mis temores, y pedir una gracia a vos que como Madre no me la habéis de negar. El temor que os presento es que, como las personas de esta tierra son tan inclinadas a la idolatría aprovecharán esa ocasión para entregarse a aquella práctica. La gracia que os pido es que ocultéis mi nombre, como Soberana y Señora que sois, a fin de que, vos, Bella Señora, seáis glorificada y yo siempre oculta. Dadme otra vez vuestra medida para que yo al menos vuestra altura, ya que sería imposible manifestar vuestras facciones, aunque vuestra Santa Imagen fuese esculpida por almas angélicas”.
Respondió la REINA de los CIELOS:
“Hija querida de mi corazón, me agrada tu humildad, esta ya perdonada tu falta contra la obediencia. Ve cuanto antes a hablar con el Obispo y dile de mi parte lo que te ordené y háblale de la vez pasada. Apresúrate a mandar a esculpir mi Imagen porque el tiempo vuela, y sólo dispone de dos años de vida el actual Obispo gobernante, escogido para consagrar mi imagen con los santos óleos y colocarla en el lugar indicado. Dile, además, que en su última hora estaremos tú y YO  a su cabecera para ayudarle en aquel trance. Si él pregunta, ¿cómo tú te encontrarás allí?, le dirás que para Dios y su Santísima Madre nada es imposible porque son regalos a sus criaturas. Con relación a tu nombre me complazco en el pedido, haré como pediste. Dile de mi parte al Obispo que es voluntad de mi Hijo Santísimo, y mía, que tu nombre se oculte a toda persona, tanto dentro como fuera del claustro, porque en el actual conviene que nadie se dé cuenta de cómo y de dónde vino la idea de hacer la Imagen, porque este conocimiento está reservado al público en general para el Siglo XX.
“EN AQUELLA ÉPOCA LA IGLESIA SE VERÁ COMBATIDA POR LAS HORDAS DE LA SECTA MASÓNICA Y LA POBRE PATRIA ECUATORIANA ESTARÁ AGONIZANTE POR LA CORRUPCIÓN DE LAS COSTUMBRES, EL LUJO DESENFRENADO, LA PRENSA IMPÍA, LA EDUCACIÓN LAICA; CAMPEARÁN LOS VICIOS DE LAS IMPUEREZA, LA BLASFEMIA Y EL SACRILEGIO EN AQUEL TIEMPO DE DEPRAVADA DESOLACIÓN Y CALLANDO QUIEN DEBÍA  HABLAR.  

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“(…) En el siglo XIX vendrá (AL ECUADOR) un presidente de veras cristiano, varón de carácter, a quien DIOS NUESTRO SEÑOR le dará la palma del martirio en la plaza en cuyo sitio está mi convento; él consagrará la República al Divino Corazón de mi amantísimo Hijo y esta consagración sostendrá la religión en los años posteriores que serán aciagos para la Iglesia; en estos años en que el MASONISMO, esa maldita SECTA, se apodere del Gobierno civil, vendrá cruel persecución a todas las Comunidades Religiosas (…). 
GARCÍA MORENO, Gabriel: murió asesinado  (1821-1875), Escritor y político ecuatoriano, presidente el mismo de la República dos veces, de 1861 a 1865 y de 1869 a 1875.
Transformó a su patria, liberándola de las revoluciones continuas y de la deuda pública, y resolvió los asuntos civiles, políticos y religiosos favoreciendo a la Iglesia Católica. En 1873, GARCÍA MORENO hizo una consagración pública del Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús. Este acto enfureció a los masones, y la Gran Logia de Alemania ordenó su muerte. Como había vaticinado NUESTRA SEÑORA, el 6 de agosto de 1875, al salir de la catedral, fue golpeado y asesinado.

Véase: INSTITUTO EMERITA URBANUS: “Inmaculada Concepción de la V. VIRGEN MARÍA, 8 de diciembre de 2010. Lic. Gabriel Pautasso.

*LA VISIÓN DE LA FURIA DEL DIABLO*

Por esa época, un día de Corpus Christi de 1623, fervorosa y humilde rezaba Madre MARIANA de JESÚS al pie del Sagrario, mientras en la Iglesia mayor se daba culto público  a Jesús Eucarística. En eso, salió de sus sentidos y conoció, en visión, que aquella región sería muy favorecida con gracias y misericordia por el culto público y solemnísimo que, en los siglos futuros, sería dado al Santísimo Sacramento.
Vio la procesión tan devota que se hacía por las principales calles de la ciudad, con la participación de la comunidades religiosas, de las cuales muchos miembros llevaban en sus cuerpos instrumento de penitencia. Vio la fe y la piedad de los fieles, y la complacencia con que Nuestro Señor Jesucristo paseaba por las calles de la ciudad, en aquellos felices y venideros tiempos. Mas, ¡oh dolor!, también vio la furia que tenía el diablo por todo eso y cómo se empeñaría por derribar por tierra el sólido edificio de la piedad católica, fundada en la fe de los hijos de Dios, valiéndose para conseguir tal intento de los propios hijos de esta patria, que fueron perdiendo los sentimientos de fe legados por sus mayores. Ellos mismos trabajarán para oprimir a la Iglesia en sus congresos, impidiendo el culto público, por haberse pasado ya al bando de Satanás, inscribiéndose en las logias masónicas. Vio esa generación del país, sin fe, constituida por los ojos ingratos de la Iglesia Católica, que la oprimirían sin piedad, dando fin a las piadosas procesiones que atraían las bendiciones de Dios. Y, que ese tiempo sería de llanto y dolor para todos los hijos fieles de la Iglesia, que numéricamente serían pocos, con sus Prelados y Pastores. Y se le mostró la viña de la Iglesia florida y hermosa, en la cual entrando el jabalí pestífero y horrible de la masonería, la dejaría arrasada y en completa ruina.

*“HAS de saber que la justicia divina suele descargar terribles castigos a naciones enteras, no tanto por los pecados del pueblo, cuanto por los de los sacerdotes y personas religiosas, porque éstos y éstas están llamados por la perfección de su estado, a ser la sal de la tierra, los maestros de la verdad y los pararrayos de la ira divina. Al desviarse de su sublime misión se degradan de tal manera que ante los ojos de Dios son quienes aceleran el rigor de los castigos, porque alejándose de Mí no viven sino en la superficie del alma, con esa lejanía indigna de mis ministros, con esa etiqueta y desconfianza, como si fuera un extraño para ellos”. *

*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO CORDUBENSIS – INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, 13 de abril del Año del Señor de 2011. Fiesta de SAN LEÓN I, Papa, Confesor y Doctor. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! Ave María Purísima! gspp. *

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