miércoles, 17 de febrero de 2010

Biografía de Rabano Mauro (784-856)

Praeceptor Germaniae. Mainz. Alemania medieval

“SOMOS ENANOS SUBIDOS A HOMBROS DE GIGANTES, POR ESO PODEMOS VER MÁS LEJOS QUE ELLOS; SIN EMBARGO, NO POR VIRTUD DE NUESTRA AGUDEZA VISUAL, NI POR LO ELEVADO DE NUESTRA ESTATURA, SINO PORQUE NOS ENCARAMAMOS Y APOYAMOS EN ESTA MASA GIGANTESCA”.

BERNARD DE CHARTRES,

Canciller de la Catedral de Chartes

Por H. PELTIER en Dictionnaire de Théologie Catholique

Por Gabriel S. P. Pautasso (colaboración para el Instituto Emerita Urbanus)

*RABANO MAURO célebre polígrafo del siglo IX.*
I, VIDA. II, ACCIÓN. III. OBRAS.

I, VIDA

La vida de RABANO MAURO fue escrita, poco tiempo después de su muerte, por RUDOLFO, su discípulo; pero es tan incompleta que TRITEMIO, ya porque la ignorase, ya porque no la considerase como una una verdadera biografía, se considera, en 1515, como su primer biógrafo.
El texto de RUDOLFO y el de TRITEMIO se leen en P. L., t. CVII, col. 39-106.
RABANO, o HRABAN, o RHABAN, apodado “MAURO” por ALCUINO, nació en Maguncia, Alemania, hacia el año 776, si se adopta la fecha propuesta por MABILLON, P. L., t. CVII, col. 12; hacia el año 784, según DÜMMLER, en Mon. Germ. Hist., Epistolae, t. V, p. 379.
Desde su infancia, donde fue confiado a la abadía de Fulda, de donde se lo envío a TOURS, para estudiar bajo la dirección de ALCUINO.

ALCUINO murió en 804, una esquela suya, dirigido a MAURO, “bendito hijo de San Benito”, nos indica que el discípulo había vuelto a Fulda, antes de la muerte de su maestro y que, ya enseñaba Allí. “Valeas feliciter cum pueris tuis”. P. L., t. C, col. 399.
(“RABAN MAUR” en el texto francés, “RABÁN MAUR” según Diccionario Enciclópedico Hispano-Americano y el Larousse; “RABANO MAURO” según el diccionario enciclopédico Espasa-Calpe, diccionario de filosofía Ferrater y diccionario de Autores G. Porto – Bonpiani).
En 814 es ordenado sacerdote. Mestre-escuela de Fulda, Alemania, tuvo que sufrir a causa de su edad, RATGARIO, el cual “presa de una verdadera pasión por los edificios, suprimió la escuela y obligó, incluso a veces por la fuerza, a todos sus monjes para que trabajasen en sus numerosas construcciones”. HELEFE-LECLERCQ, “Hist. de los Concilios”, t. IV p, 131.

RABANO vio como eran confiscados sus cuadernos y notas; se lamentó en versos latinos, pero no obtuvo satisfacción. “Carmina Rabani”, P. L., t. CXII, col. 1600. MARTÉNE y MABILLON piensa que durante esta crisis, RABANO dejó la abadía para viajar; un texto del “Comentario” RABANO sobre JOSUÉ parece hacer alusión a una peregrinación a Tierra Santa: “Ego quidem, cum in locis Sidonis aliquoties demoratus sim…”. P. L., CVIII, col. 1000 y 1053.
Finalmente, los monjes consiguieren que fue depuesto su abad, y eligieron en su lugar a EIGILDO, quien restableció la paz.

RABANO MAURO volvió tranquilamente a sus trabajos. EIGILDO murió en 822, y RABANO fue elegido para sucederlo. Durante los veinte años que permaneció a la cabeza de la abadía, tuvo ésta un período muy brillante de difusión intelectual.
En 842 presentó su renuncia; las causas de esta renuncia son bastantes difíciles de dilucidar, posiblemente, las dificultades políticas influyeron en mucho: RABANO MAURO había mantenido siempre buenas relaciones con LUDOVICO PÍO; a la muerte de éste, fiel a la Idea Imperial, su simpatía se inclinaba más bien hacia LOTARIO, lo que le valió, según parece, una momentánea desgracia por parte de LUIS EL GERMÁNICO. Ch. KLEINCLAUSZ, “E´ Impere carolingien”, p. 334 y 372; DÜMMLER, “Mon. Germ. Hist., poetae”, t. II, p. 155.
Su amigo, HATTON, que había sido junto con él discípulo de ALCIUNO DE YORK, le sucedió, y RABANO llevó una vida de plegarias y estudio en una relativa soledad, en Petersberg, no lejos de Fulda.
Allí fueron a buscarlo, en 847, para ungirlo arzobispo de Maguncia. Se habían apaciguado las dificultades que causaron su renuncia y el abad HATTON pudo escribir al Papa LEÓN IV, que dicha elevación se había hecho “POR ELECCIÓN DE LOS PRÍNCIPES, DEL CLERO Y PUEBLO”.
Su episcopado se señala por tres sínodos importantes, que tuvieron lugar en Maguncia, sobre los que volveremos. HEFELE-LECERSQ, op. Cit., p. 131, 137, 190.
MURIÓ EL 4 DE FEBRERO DEL AÑO 856. Su nombre se encuentra en varios martirológicos. Los Bollandistas, en el t. 1º de febrero, le dedican un largo estudio, y reproducen luego las dos VIDAS, por RUDOLFO y TRITEMIO, mencionado precedentemente.

II. ACCIÓN

Los alemanes han calificado a RABANO MAURO de PRAECEPTOR GERMANIAE. La expresión es feliz: RABANO MAURO es realmente “el fundador de los ESTUDIOS TEOLÓGICOS en Alemania”. DOM URSMER BELIÉRE, “L´Ordre monastique des origines au XIIº siècle », p. 119.
Monje benedictino, abad, arzobispo, entre la multiplicidad de los asuntos, tanto religiosos como seculares en los que intervino, se puede discernir en su vida lo que hace su unidad. La Idea directriz, alrededor de lo cual se ordena todo el resto: “RABANO ES ANTE TODO PEDAGOGO; lo que le importa, es TRANSPLANTAR EN EL SUELO DE GERMANIA EL AMOR POR LAS LETRAS y también la CULTURA TEOLÓGICA QUE HEREDÓ DE ALCUINO DE YORK.”.
Sin embargo, abad de una de las más grandes abadías de la Cristiandad, arzobispo más tarde, no podía desinteresarse de las dificultades políticas que perturbaban entonces al Imperio de Occidente; por otra parte, tuvo que continuar activamente la evangelización de su diócesis; y, ubicado en las fronteras, se le planteó el problema misionero.

1º Acción política

RABANO MAURO no intentó nunca desempeñar un papel político. Partidario sincero de la Idea Imperial, dejó a otros el cuidado de desarrollar la teoría. Mantiene relaciones ininterrumpidas con LUDOVICO PÍO y la Emperatriz JUDITH, luego con LOTARIO y LUIS EL GERMÁNICO; se cartea con ellos, les dedica sus obras; sus cartas y dedicatorias muestran su lealtad, revelan también el pensamiento que lo domina: el aspecto moral de las cosas; las combinaciones políticas, la solución práctica de las cuestiones litigiosas no es de su incumbencia.
El preámbulo de su extraño “Liber de Cruce” nos presenta, inmediatamente antes del poema “La imagen de CÉSAR” , al Emperador LUIS en toda su majestad: el soberano está de pie, coronada su frente, rodeado de un nimbo, apoya la mano izquierda en su escudo y en la derecha tiene una larga cruz; “TÚ HLUDOVICUM CHRISTE CORONA”. Se trata de una ingenua representación de la Idea Imperial. P. L., t. CVII, col. 141.
En 843, luego de la deposición de LUIS, le envía una carta de consuelo, que se encuentra a veces marcada con este título: “De reverentia filiorum era patres”, DÜMMLER, Mon. Germ. Hist., t. V, p. 403. RABANO explica, con ayuda de citas de la Escritura, que la dignidad real debiera inspirar a los hijos más respeto todavía del que se debe a los padres comunes, pero la codicia de bienes terretres produce el orgullo y la sedición; concluye exhortando a LUIS a perdonar, ya que, quizá, él mismo se mostró demasiado duro con sus hijos.
En la epístola con la dedicatoria de los libros de ESTER y JUDITH, a la Emperatriz JUDITH, le da discretamente consejos de sabiduría y prudencia, más bien que de fuerza: “Estas mujeres – escribe – a causa de su insigne virtud son modelos para los hombres como para las mujeres; vencieron a sus enemigos espirituales con su energía, pero, a sus enemigos temporales, los vencieron con la solidez de su juicio. Así pues, vuestra loable sabiduría, que ya obtenido sobre sus enemigos una no pequeña victoria, siempre que continúe la obra comenzada y se esfuerce en todo momento de mejorarse a sí misma”. P. L.,t. XCII, col. 1411-1412.
En el c. XV del “Penitencial” dedicado a OTGAR, no teme, luego de la batalla de Fontanet, calificar de “comicios” a las muertes cometidas “durante los últimos disturbios y revueltas de nuestros príncipes”. “Aquellos, – dice – que para complacer a sus amos temporales han despreciado al Eterno Maestro, … han cometido un homicidio, no accidental, sino también voluntario”. P. L., t. XCII, col. 1411-1412.
Fue particularmente amigo de LOTARIO; pero con este príncipe que se condujo a veces como monje y como teólogo, el intercambio de cartas tiene por objeto, no la política, sino la Sagrada Escritura. No obstante, una vez, acerca del texto de la Epístola a los Hebreos: “Obedite praepositis vestris… Ipsi enim pervigilant, quasi rationem proanimabus vestris reddituri” (XIII…17), observa que este texto expone los deberes de los súbditos y lo deberes de los príncipes: los súbditos deben ser obedientes para facilitar la difícil tarea de los príncipes; éstos deben ser vigilantes y conscientes de sus responsabilidades; pero no deben vengarse y gemir ante Dios, quien se encargará del castigo. P. L., t. XC, col. 181.
Con LUIS EL GERMÁNICO, las relaciones fueron tensas en un principio. Pero la desgracia no duró: arzobispo de Maguncia, la que, a pesar de su situación en la orilla izquierda del Rhin, formaba parte del nuevo reino de Germania, RABANO MAURO tuvo que colaborar con el rey de una manera continúa; le pide cuentas del sínodo del 847 en una carta; LUIS asiste a los sínodos del 848, 852 (u 851) en Maguncia. RABANO le envía sus obras y las dedicatorias nos muestra las preocupaciones litúrgicas y teológicas del príncipe, el cual, desde ese punto de vista, parece realmente continuar la tradición carolingia.
Estos pocos ejemplos bastan para delimitar la acción política de RABANO MAURO. Preocupado por el apostolado intelectual, deseoso de trabajar sobre los monjes y el clero, y mediante ellos, sobre el pueblo cristiano, se esfuerza en interesar a los príncipes en su acción y, con su instancia, contribuye eficazmente a la continuación de la obra de CARLOMAGNO.
Pero, en la medida de lo posible en su época, se limita al dominio religioso. En este aspecto, se parece muy poco a su gran contemporáneo, HINCMAR DE REIMS, cuyo curriculum vitae (el carro DE LA VIDA, según) tiene tanta analogía con el suyo.

2º Acción apostólica y misionera

La evangelización de la Germania, tan poderosamente impulsada por SAN BONIFACIO, estaba lejos de terminarse. RABANO, abad de FULDA, no podía olvidar que su abadía había sido fundada para servir de base de operaciones a los misioneros. En la época que nos interesa, la parte occidental de la Germania estaba organizada jerárquicamente, pero más allá, hacia el este, y sobre todo hacia el norte, faltaba por conquistar un inmenso territorio. Por otra parte, a pesar de la jerarquía regular, había mucho que hacer en la región de FULDA e incluso en la de MAGUNCIA, para mantener la fe y la vida cristiana en su integridad. RABANO tuvo entonces las dos preocupaciones: mantenimiento y desarrollo de la fe en el país cristiano y expansión misionera.
Su biógrafo, RUDOLFO, nos lo muestra haciendo construir iglesias y oratorios, organizando solemnes ceremonias de traslado de reliquias para la toma de posesión de los nuevos lugares de culto. RABANO conservaba el recuerdo de esas “dedicatorias”, señaladas con frecuencia por milagros, en poemas que ordenaba grabar en los muros del edificio.
La importancia que deba a esta parte de su actividad muestra que no se trata solamente de actos de devoción, sino de la creación de parroquias o centros religiosos. El estado moral de las poblaciones dejaba mucho que desear, si nos atenemos a los “penitenciales” de RABANO o las disposiciones tomadas por los concilios reformadores en la siguiente sección.
Pero la reforma de los fieles sólo podía ser realizada por un clero bien formado, y a esto tiende la mayor parte de la obra escrita de RABANO, según veremos en la siguiente sección.
Dos de los concilios tuvieron qu ocuparse de una cuestión religiosa bastante difícil: después de la destrucción de Hamburgo por los daneses. En el 844, ANSCHARIO, nombrado por el Papa GREGORIO IV arzobispo de la ciudad, había tomado la sede de Bremen, vacante por la muerte de LEUDERICO (24 DE AGOSTO DE 845), y se habían reunido las dos jurisdicciones de Hamburgo y Bremen.


El Concilio del 847 completó esta medida, totalmente circunstancial, suprimiendo la sede de Hamburgo, que había sido fundada en el 831, precisamente en previsión de las misiones del NORTE; de modo que las medidas tomadas tuvieron que ser revisadas el año siguiente; el sínodo del 848 encontró una solución equitativa. Cf. DE MOREAU, “SAINT ANACHAIRE”, Lovaina, 1930, p. 70 sq.
La correspondencia de RABANO MAURO muestra el interés que tenía por esos problemas DE LAS MISIONES. En 832, GAUZBERTO había partido para Suecia, sostenido por el Emperador LUDOVICO PÍO y el arzobispo de Reims, EBON. “De Fulda… RABANO MAURO escribió varias veces al obispo y sus compañeros; los exhortaba a perseverar en su penoso apostolado, a pesar del odio de los hombres; les enviaba diversos presentes: un sacramentario, y un leccionario, un salterio, los Actos de los Apóstoles, ornamentos y vestimenta litúrgicos, manteles de altar y campanas”. DE MOREAU, op. Cit., p. 61; Cfr. Mon. Germ. Hist., Epist.., t. V, p. 522, 523.
FEDERICO, obispo de Utrecht, que había de morir mártir en el 834, recurrió al Abad de Fulda para obtener textos escriturarias para su biblioteca; RABANO le envió varios de sus comentarios que aquél debía hacer copiar, entre otros un Comentario sobre Josué; al enviárselo, evoca el recuerdo del “muy santo obispo y bienaventurado mártir BONIFACIO quien había partido tiempo atrás de FULDA para la evangelización de esos pueblos". P. L., t. CVIII, col. 999.
Pero los “obispos misioneros” no eran los únicos que necesitaban dicha asistencia espiritual e intelectual. En muchas regiones del país franco, se hacía sentir la necesidad de LIBROS, tratados, manuales, y los pedidos llegaban a RABANO MAURO, como a un apreciado especialista.

3º Acción intelectual

En Tours, ALCAINO DE YORK reveló a RABANO MAURO su vocación intelectual. Es sabido el papel que le cupo al primero en lo que llamo el RENACIMIENTO CAROLINGIO (hacia el año 780). Se trataba de no dejar caer en el olvido las letras (literatura) antiguos (de la Edad de la Antigüedad) ni las obras de los Padres de la Iglesia en la PATROLOGÍA LATINA y GRIEGA; el esfuerzo cumplido fue impulsado más por un espíritu de progreso (modernización); sin embargo, es muy estimable.
RABANO no disimula lo que debe a ALCAUNO DE YORK; en una miniatura del “Liber de cruce” ya citado, se hace representar de rodillas ante el Papa, ofreciéndole su libro; detrás de él, su maestro ALCUINO DE YORK, también de rodillos, le apoya afectuosamente la mano en el hombro y patrocina la obra del discípulo. Dict. D´Hist. et de Geogr.. eccl., artículo ALCUINO, col. 32: P. L., t. CVII, col. 137.

En Fulda, se sirve de los cuadernos que redactó en Tours: “quaecumque docuerunt ore magistri, ne vaga Mens perdat, cuncta dedi foliis”, P. L., t. CXII, col. 1600: Querra realizar en su abadía lo que vio en Tours, hacer de ella un CENTRO DE CULTURA INTELECTUAL, SAGRADA y PROFANA a la vez, capaz de IRRADIAR HACIA FUERA; hemos visto qué dificultades encontró primero por su abad RATGARIO, pero la mala voluntad de éste debe hacer olvidar lo cumplido en la propia en la propia Fulda por su predecesor BAUGULFO: se había planteado la cuestión, una tradición se iniciaba.
RABANO MAURO dio una considerable amplitud a la obra comenzada. Para apreciar todo su alcance, debemos examinar sucesivamente: el punto de partida y las condiciones de esta acción intelectual, su espíritu y el método seguido, finalmente, su real valor.

1. Punto de partida y condiciones

El “renacimiento carolingio” (hacia el año 780) empieza desde muy abajo, las cartas de SAN BONIFACIO nos permiten apreciar la triste situación que se presentaba bajo CARLOS-MARTEL (CARLOS-MARTILLO) y los últimos Merovingios. Una cierta mejoría se inicia en tiempos de PEPINO EL BREVE, pero es CARLOMAGNO o KAROLUS quien, con la ayuda de ALCUINO DE YORK y algunos otros, emprendió el gran esfuerzo cuyos apreciables resultados pudo ver.
Su finalidad no era propagar la alta cultura intelectual, era mucho más modesto: dar al clero, a los monjes, y dirigentes laicos, un mínimo de CULTURA, para que fuesen de INSTRUIR a los pueblos, sacarlos de la barbarie e impedirles de volver a caer en ella. No se debe olvidar esta situación inicial, si se quiere comprender el sentido de la acción de RABANO MAURO.
Entre las cartas circulares que envió CARLOMAGNO en el 787 al clero secular y regular, una, dirigida precisamente a BAUGULFO, abad de FULDA, nos ha sido conservada: señala bien lo que se propone CARLOMAGNO, el alcance y límites de su esfuerzo; cfr. LEÓN MAITRE, “Les Écoles épisopales et monastiques en Occident avanti les universités”, p. 8. De la colección RAOUL CARTÓN. Esta obra será publicada por el Diario Pampero Cordubensis, junto a otras: G. ROBERT, “Les Écoles et l´enseignement de la théologie”; GABRIEL BRUNHES, “La Foi chrétiente et la philosopie au temps de la Renaissance Carolingienne”; G. PARÉ – A. BRUNET – P. THEMBLAY, « Les Écoles et l´Enseignement. La Renaissance du XIIe. Siècle ».

CARLOMAGNO vuelve a la carga en el 789, insistiendo en que cada abadía mantenga una ESCUELA. En el año 802, un concilio de Aquisgran redacta todo un programa de estudios eclesiásticos. En FULDA, los deseos y órdenes del Emperador no fueron letra muerte; muy probablemente con el deseo de hacer de él un maestre-escuela, se había enviado al joven RABANO a Tours; de hecho, después de la deposición del abad RATGARIO, vemos, bajo la dirección de RABANO, maestre-escuela, Lugo abad, la organización escolar de FULDA en pleno funcionamiento; un numeroso cuerpo de profesores impartía la instrucción a los monjes, oblatos, y estudiantes externos; la biblioteca era importante y aumentaba progresivamente con las copias realizadas en el scriptorium. L. MAITRE, op. Cit., p. 36.

Atraídos por el renombre de FULDA, los estudiantes llegaron, como antaño a Tours.

EGINHARDO hace el elogio de RABANO MAURO en una carta a su hijo, novicio entonces en FULDA: “Aplícate a los ejercicios literarios, y trata de adquirir, tanto, tanto como puedes, el saber de este profesor cuyas lecciones son tan claras, tan substanciales; pero imita sobre todo la pureza de sus costumbres que lo distinguen, ya que las ARTES LIBERALES son vanas y perniciosas si no tienen como fundamentos una sabia y prudente conducta”. L. MAITRE, op. Cit., p. 36.

Entre los discípulos de RABANO que se hicieron célebres a su vez, deben ciarse: RUDOLFO, su biógrafo; WALAFRIDO STRABON; LOUP, abad de Ferriéres, etc. En el 830 FULDA fundó la abadía de Hirsauge, cerca de Spira; gracias a los maestros venidos de FULDA, esta abadía se convirtió a su vez en CENTRO de difusión intelectual. El conjunto de estas medidas constituyó un PROGRAMA completo de enseñanza: los niños tenían que aprender a leer, cantar, celebrar los oficios divinos y recitar salmos, así como adquirir rudimentos de historia y de medicina. Algunas escuelas, que se especializaron en una o varias de las anteriores ramas, se hicieron célebres por su especialidad, como, por ejemplo, la de Metz en música y canti. Las escuelas de Lyon, Orleáns, Maguncia, Tréveris, Ferrères, Aniane, Saint-Wandrille, Saint-Riquier, Murbah, y Saint-Martin de Tours también adquirieron renombre.

En Tours, ALCUINO DE YORK seleccionaba a los escolares según sus aptitudes, bien por el canto, la lectura, la escritura, las artes liberales o para la Sagrada Escritura. Las prescripciones reales fueron observadas y el resultado no se hizo esperar. Estimuló los estudios e hizo construir escuelas. ERIC D´AUXERRE o LOUP DE FERRIÈRES, maestros de la generación siguiente, al exaltar su obra, nos han permitido conocer la opinión que de él tuvieron los letrados. Ésta es la razón por la que LOUP pudo escribir: “LAS LETRAS HAN CONTRAIDO TAL DEUDA CON CARLOS-KAROLUS, QUE ELLAS CONSERVARÁN VIVO SU RECUERDO”.

Mediante las dedicatorias y cartas que preceden a todas las obras de RABANO, podemos formarnos una idea de la importancia de su acción intelectual y de la manera como se ejerce.

Desde distintos lugares se le pide que escriba y componga estas obras, que hoy llamaríamos “manuales”, fondo indispensable de una biblioteca eclesiástica.

FRECULFO, obispo de Lisieux, le describe su desamparo intelectual: la población de su diócesis es muy ignorante y el obispado pobre en LIBROS; él ni siquiera posee todos los LIBROS CANÓNICOS; con mayor razón le faltan comentarios.

Suplica pues a RABANO que componga para él un comentario sobre el Pentateuco; RABANO responde que, a pesar de las múltiples ocupaciones inherentes a su cargo de abad, no puede negarle nada y le envía sucesivamente cada uno de los cinco de los cinco libros con su comentario; no reivindica la propiedad literaria: “Obsecro, ut commissum tibi opuse a mente accipias, quae tibi directum est, et tam tuis Quam tuorum utilitatibus ipsum acomodes: nec etiam, i alicui de affinibus tuis illud placuerit, praestare ei deneges”. P. L., t. CVII, col. 441, 442.

Sucede a veces que se le envían pergaminos, para que haga realizar copias de FULDA, pero a menudo, envía su manuscrito en préstamo para que su corresponsal lo haga copiar. En este último caso, tiene el cuidado de recomendar que se controle la ejecución de las copias, “ne scriptoris vitium dictatoris dereputetur errori”. P. L., t. CVII, col. 730.

HUMBERT de WURZBURG no carece de libros de una larga lista de los que posee su biblioteca, pero, para el estudio de los Libros Santos, querría un compendio, más fácil de consultar que los grandes autores, como ORÍGENES, JERÓNIMO, AMBROSIO, AGUSTÍN, etc…
Envía pues RABANO pergaminos para que haga copiar su comentario sobre el Heptateuco (PENTATEUCO, más JOSUÉ, JUECES, y RUTH). Desea que su carta de pedido se ponga al comienzo de la obra (se nota, por otra parte, que la carta ha sido compuesta para ser publicada, es cuidada e incluso, un poco pomposa); envía al mismo tiempo las relaciones solicitadas.
RABANO responde qe por el momento sólo dispone de los JUECES y RUTH, es un trabajo reciente que no dedicado reciente que no ha dedicado a nadie todavía, que se sirva entonces aceptar su dedicatoria; más tarde le enviará copia, en cuanto sean devueltos, de los comentarios sobre el PENTATEUCO, compuestos, no sin trabajo, a pedido de FRECULFO; igualmente el comentario sobre JOSUÉ, redactado para FEDERICO, obispo de Utrech, no le ha sido devuelto, también se lo enviará y, de muy buena gana, cualquier otro trabajo que pueda serle serle útil. P. L., t. CVIII, p. 1107.

Se podría decir que RABANO MAURO, que trabaja a pedido; esto es cierto de sus obras de cierta extensión, precedidas todas de una y, a veces, varias dedicatorias; pero también y más aún, de pequeños tratados, que se presentan como respuestas a una consulta; una simple lista de sus obras nos lo mostrará.

2. Espíritu y Método

SAN BENITO DE NURSIA prevé en su Regla que los monjes, fuera de las horas dedicadas al Oficio Divino, se ocuparán en trabajos manuales y en la “Lectio Divina”; se recordará de qué manera entendía RATGARIO la cosa. RABANO MAURO, al revés, considera que, después del Oficio Divino, la esencial de los monjes es la “lectio divina”, es decir, LA LECTURA DE LOS LIBROS SANTOS”,y, de una manera más general, EL ESTUDIO DE LA CIENCIA SAGRADA.
Mediante la lectura inteligente de la ESCRITURA SANTA, los monjes nutrirán su PIEDAD, se mantendrán en CONTEMPLACIÓN. Pero el objetivo de edificación personal se agrega inevitablemente la finalidad apostólica; la orden benedictina, entonces, abarca todo el ORBE CRISTIANO, no se especializa: ANSCHARIO es monje y misionero; RABANO MAURO es monje y apóstol intelectual.

Por otra parte, no se concibe, para la devoción ni para el apostolado, un estudio estrictamente limitado a las ciencias sagradas. Aunque más no sea para comprender la Santa Sede, se necesita una cierta iniciación intelectual, tales como la Gramática, Historia, etc.; es la vía abierta hacia el humanismo. Los textos nos muestran todas esas preocupaciones en RABANO MAURO.
Tiene mucho cuidado en expresar su satisfacción por el piadoso celo de sus corresponsales que les piden comentarios sobre los Libros Santos; a SAMUEL, obispo de Worns, a quien envía un comentario sobre SAN PÀBLO, indica discretamente su impresión personal: (“Scripturarum divinarum”: Lectio Samper mihi dulces erat”. P. L., t. CXI, col. 1273.

Escribe en el L. III de su “De eclesiástica disciplina: Lectio (Scripturarum) assidua purificat animam, timorem incutit gehennae, ad superna Gandia cor instigat legentis. Qui vult eum Deo Samper esse, frequemter debe orare et legere. Am cum loquitur...Sicut ex carnalibus escis alitur caro, ita ex divinis eloquiis interior homo nutritur ac pascitur ». P. L., t. CXIII, col. 1233.

Se encuentra el mismo texto en la homilía XLVIII, « De studio sapientiae et meditationes divinae legis”. P. l., t. CX, col. 89. Cuando envía a LUIS EL GERMÁNICO un comentario sobre los Macabeos, señala la coincidencia litúrgica: “Nunc vero, tempos est illud, quo Romana Ecclesia constituit libros Machabaerorum legi in ecclesia”. P. L., t. CIX, col. 1227.

Así para él, la plegaria contemplativa supone necesariamente una preparación intelectual.
La edificación personal tiene gran importancia: por sí misma sería un motivo suficiente para ESTUDIAR, pero a este primer motivo se agrega la idea apostólica, lo que hace del ESTUDIO un deber imperioso para los monjes. En medio de la carencia de la época, sólo los monjes, o casi, están en condiciones de brindar al clero y al pueblo el alimento intelectual, la teología, que necesitan.

RABANO MAURO tiene conciencia que ésa era su vocación particular. Envía a HAYMON, obispo de Halberstadt, amigo suyo, su tratado “De Universo”, compuesto para él, y le presenta así su trabajo: “Neque enim mihi ignotum est qualem infestationem habeas, non solum a paganis qui tibi confines sunt, sed etiam a populorum turbis, quae per insolentiam, et improbitatem morum tuae Paternitati non parvam molestiam ingerunt, et hoc ob hoc, frequenti orationi atque assiduae lectioni tye vacare non permittunt. Haec enim omnie sollicite tranctanti venit in mentem up, ipse tibi aliquod opusculum conderem”. P. L., t. CXI, col. 12.

En la misma carta, deplora que los hombres de Iglesia se ocupen mucho más seculares que de la atención de su ministerio espiritual. Es muy necesario que aquéllos que el obispo llama para ser ordenados están suficientemente formados desde el punto de vista espiritual e intelectual. “Un, cum ordinati fuerint et sacris ordinibus sublimati, magis populo Dei prosint Quam noceant. Ad REGINBALDUM EPISCOPUM. De ecclesiastica disciplina ». P. L., t. CXII, col. 1192.

En su calidad de monje, RABANO compone homilías, o más bien planes de homilias para uso de los predicadores; da al respecto excelentes consejos en el “De clericorum institutione”; vuelve al tema en “De eclesiástica disciplina” en un largo capítulo, tomado, por otra parte, de SAN AGUSTÍN DE HIPONA: “Quomodo rudes cathechizandi sunt”, y se explica en el prefacio al obispo REGIMBALDO, su joven amigo: quiere que en su tratado, dice, INSTRUIR PRIMERO AL PROPIO MAESTRO, Y MEDIANTE ÉL A LOS SIMPLES A QUIENES ÉSTE DEBE IMPARTIR SU ENSEÑANZA.

En el “De clericorum institutione”, que acabamos de citar, condenso, en tres libros, todo lo cual debe saber un clérigo; RABANO, en esta época, era maestre-escuela en FULDA y trabajaba para HAISTULFO, arzobispo de Maguncia; más tarde, siendo a su vez arzobispo, sabe que una de sus más importantes funciones es la ENSEÑANZA, pero ya no tiene mucho tiempo para componer obras nuevas, vive de lo ya hecho; retoma entonces su “De clericorum disciplina” y lo dedica, después de algunos retoques y adiciones a THIOTMAR, a quien ha elegido para suplicarlo en el cargo de INSTRUIR A LOS SACERDOTES: “Quia mei coopetatorem in sacro ministerio te elegí, hortor ut, quod pro infirmitate corporis coram multis exponere non possum, tu, qui junier aetate et validior es corpore, illis qui ad sacerdotium ordinati sunt, et ministerium sacerdotale agüere debent, notum facias et eis persuadeas, imo jubeas, ut diligenter discante quod in hoc apusculo conscriptum est”. “Liber de sacris ordinibus”, P. L., t. CXII, col. 1165.

Con tales disposiciones, RABANO no podía desinteresarse de la ENSEÑANZA a impartir en lengua vulgar. Mientras era abad de FULDA, un grupo de seis traductores trasladó en lengua germánica el “Diatessaron” de TACIANO, según un manuscrito latino que había pertenecido a SAN BONIFACIO, apóstol de GERMANIA. LAISTNER, “Thought and Letters in Western Europe”, A. D. 500-900, p. 322.

MIGNE cita, siguiendo a LAMBECIUS, un fragmento de un glosario latino- tudesco o alemán, atribuido a RABANO MAURO; la obra completa comprendería el Antiguo y el Nuevo Testamento.

En este conjunto de CULTURA INTELECTUAL, las ciencias profanas tienen necesariamente su lugar, aunque más no sea como preparación para el ESTUDIO de la TEOLOGÍA y ESCRITURA SANTA. RABANO lo explica ampliamente en el L. III del “De clericorum institutione”, en donde pasa revista al “TRIVIUM” y “QUADRIVIUM”.

En el prefacio del “De Universo”, dirigido a HAYMON de Halberstadt, le recuerda las LECTURAS que hicieron juntos: “Memor boni studii tui, Sancte PATER, quod habuisti in puerili atque juvenili aetate, in litterarum exercito et sacram Scripturarum meditatione, quando mecum legebas non solum divinos libros et sanctórum Patrum super eos exposiciones, sed etiam humus mundi sapientiam de rerum naturas solertes inquisiciones, quas in LIBERALIUM ARTIUM descriptione et caeterarum rerum investigatione composuerunt”. P. L., t. CXI, col. 11.
Los escrúpulos tan brillantemente expuestos por SAN JERÓNIMO acerca de la utilización de los autores paganos se presentan también al espíritu de RABANO MAURO, pero casi no se detiene en ello; el CRISTIANO, dice, al separarse de la sociedad de los paganos no debe tener escrúpulos en despojarlos para poner al servico del EVANGELIO las riquezas que no supieron utilizar; ¿Acaso Dios no ordenó a los hebreos que estaban por salir de Egipto que tomasen de los egipcios todo lo que pudiesen, con la segunda intención de apropiarse así de los objetos tomados? P. L., t. CVII, col. 404.

La comparación se volverá clásica, suponiendo que no lo fuese ya. No es seguro que RABANO conociese el griego, lo que impide calificarlo, hablando estrictamente, de “humanista” sea como fuere, tuvo el gran mérito de COMPRENDER y hacer comprender que no puede existir una verdadera cultura teológica y escrituraria sin una cultura “profana” proporcionada.

3. Valor

Para apreciar de un modo justo la obra de RABANO MAURO, importa no olvidar el fin de que se proponía, lo que explica al mismo tiempo su interés y sus lagunas. Puede decirse de esta obra que es PRÁCTICA, ENCICLOPEDIA y TRADICIONAL.
La erudición pura está ausente en las preocupaciones de RABANO MAURO; esta obra intelectual tan vasta no está animada por lo se llama la curiosidad intelectual; la idea de conocer por conocer no parece encontrarse en él. Esto se comprende si se recuerda que es ante todo un monasterio situado en los confines de la Cristiandad; su enseñanza es un apostolado.

Otros monjes son misioneros, varios llegan a obispos en regiones difíciles, RABANO MAURO eligió como misión ofrecer a unos y a otros instrumentos de trabajo, elementos esenciales de una CULTURA GENERAL TEOLÓGICA, indispensable para la vida religiosa, la vida apostólica.

Por la misma razón que acabamos de citar, RABANO MAURO se interesa en todas las ramas del SABER HUMANO. Su tratado “DE CLERICORUM INSTITUTIONE”, además de la teología propiamente dicha, la liturgia y de un modo general lo que se ha convenido en llamarlas ciencias eclesiásticas, pasa revista al “TRIVIUM” y “QUADRAVIUM”. El “De universo” HACE PENSAR EN UNA OBRA DE OTRO “RENACIMIENTO”, cuyo título se hizo famoso: “DE OMNI RE SCIBILI…”.

Sin embargo, no habría que considerarlo atacado por esa especie de bulimia intelectual que se observa a veces en los hombres del siglo XVI; en “Renacimiento carolingio”, ya lo hemos señalado, es mucho más modesto; el término “enciclopédico” podría prestarse a equívoco, además; no se trata de una erudición universal, sino de un conjunto de conocimientos superficiales considerados como necesarios.

La ciencia de RABANO MAURO, en apariencia un poco incoherente, se relaciona con la idea directriz: “hace girar todas las ciencias profanas en provecho de las Divinas Escrituras”. LEÓN MAITRE, op. Cit., p. 141. Los Libros Santos son la fuente de toda doctrina y de toda vida, son el “manual por excelencia".

Se ha hecho notar, finalmente, acerca de los teólogos de la época carolingia, “la imposibilidad en que uno se encuentra… de fijar el pensamiento personal de un autor determinado”. Esta observación es particularmente verdadera en cuanto a RABANO MAURO. Su obra es vasta, pero, hay que reconocerlo, poco personal; incluso cuando toma partido en una controversia, sigue la opinión y frecuente toma las expresiones de tal o cual de los autores que le precedieron: ALCUINO DE YORK, el VENERABLE BEDA, ISIDORO DE SEVILLA, los PADRES DE LA IGLESIA latina, y sus discípulos inmediatos.

Los Padres griegos le son menos conocidos y, probablemente los lee en una traducción latina. No se dejó de tildarlo de simple compilador; por cierto que lo es a menudo, y literalmente. No obstante, conviene suprimir en esta palabra todo lo que pueda tener de peyorativo y algo despreciativo. RABANO MAURO tiene perfecta conciencia de este carácter de su obra, no se presenta nunca como creador de un sistema, su método es un método de profesor, explica textos, con ayuda de comentarios antiguos, eligiendo los pasajes más interesantes, los que se adaptan mejor a los discípulos presentes o lejanos, para los que él trabaja.

Cita indefinidamente, condensa, resume. No hay en él nada de esa especie de embriaguez que se observa en los exégetas del Renacimiento del siglo XVI; trabaja lentamente, sin emoción aparente, alineando sus referencias; es modesto en sus fórmulas, sin duda, y se podría pensar que constituyen su estilo; son sinceras, pero también él es así de modesto en su alma y pretensiones.

Dom WILMART se ha complacido en señalar, por ejemplo, en los comentarios sobre el Pentateuco, compuestos para FRECULFO, obispo de Lisieux, “su manera bien característica de expresar su esperanza de la recompensa celeste por tantos humildes aunque costoso trabajos”. “Une invocation de Raban Maur”, en la “Revue Bénédictinne”, 1931, p. 248.

Por otra parte, no es tan tímido que nunca ponga algo suyo, pero su rol esencial es disponer el alcance de los demás la ENSEÑANZA de los MAESTROS. Respecto a dicha función que es la suya, se explica con frecuencia. Siguen algunos ejemplos, elegidos entre muchos otros.

En una carta al Rey LUIS, para enviarle un comentario sobre los Paralipónemos, escribe: “Quid ego, quasi doctus magíster, per Omnia ipsius (libri) mysteria indagare aut explanare potuissem? Sed Patrum vestigia sequens, ea quae explanata a eis invenit, et ad similitudinen sensus forum (gratia Dei annuente) per se investigare potril, in ordinem disposui, atque in unum opusculum colligere curavi”. P. L., t. CIX, col. 280.

En el prefacio del “De clericorum institutione”, ha dicho con más claridad aún: “nec per me, quasi ex me, ea protuli, sed auctoritatis innitens majorem, per Omnia illorum vestigia sum secutus, CYPRIANUM dico atque HILARIUM, AMBROSIUM, HIERONYMUM, AUGUSTINUM, GREGORIUS, JOANNEM, DAMASUM, CASIADORUS, et caeteros nonnullos quórum dicya alicubi n ipso opere, ita ut a beis scripta sunt per convenientiem posui, alicubi quoque forum pensum meis verbis Procter brevitatem operis sturictim enuntiavi, interdum vero, ubi necesse fuit, secundum ejemplar forum quaedam meo sensu protuli”. P. L., t. CVII, col. 296.

Sin embargo, si no tiene personalmente la preocupación de la propiedad literaria (derecho de autor), se toma el trabajo de señalar lo que toma, para dar a cada uno lo que le corresponde; los pasajes citados van pues acompañados con las primeras letras del nombre del autor; del mismo modo, lo que le pertenece queda marcado con su nombre; estas indicaciones de los manuscritos, por desdicha, fueron muchas veces descuidados por los copistas.

Este procedimiento de los “trozos selectos” es reconocido y apreciado por los contemporáneos: prueba de ello, FRECULFO, quien pide a REBANO un comentario sobre el Pentateuco.
Deberá ser un trabajo sumario, un compendio en el que se encontrarán los textos patrísticos susceptibles de dilucidar el sentido literal y el significado espiritual de la Escritura.

Los nombres de los autores antiguos utilizados se anotarán cuidadosamente en el margen; en cuanto a sus reflexiones personales, RABANO tendrá a bien señalarlas con la inicial de su nombre. P. L., t. CVII, col. 439.

RABANO responde que procederá según lo indicado. Sin embargo, si este método encuentra muchos admiradores, tiene también sus críticos. RABANO lo observa, y es para él una ocasión de afirmar aún más la utilidad práctica del sistema: otros, quizá, trabajan de un modo más personal, a lo que responde que su vocación es ser un extractador, un divulgador; otros lo acusan, por el contrario, de poner demasiado de lo suyo en su obra; "es inútil y presuntuoso, dice, agregar obras a tantas obras que ya existen"; RABANO replica que las obras de los PADRES existen, en efecto, pero que, por diversas razones su utilización es difícil tal como son; por otra parte, la cosa es muy simple, la gente dedicada no tiene más que dejar sus modestas lucubraciones y recurrir directamente a las FUENTES. “Prefacio al comentario sobre SAN MATEO”, P. L., t. CVII, col. 730.

En lo que a él respecta prefiere soportar antes que descuidar perezosamente la gracia de CRISTO. Op. Cit., col. 729. El “letargo” mental y espiritual le parece ser la ENFERMEDAD de la época, y el por eso que lo vemos alentar la preocupación de los principios por la continuación de la obra intelectual de CARLOMAGNO; los prefacios y dedicatorias a ellos dirigidos no tienen otra razón de ser; varios aluden a las críticas contra el autor; se queja, por ejemplo, a LUIS EL GERMÁNICO de esto, al enviarle su comentario sobre los Paralipómenos y le pide que lo defienda. P. L., t. CXI, col. 753.

Sean como fueren tales críticas, no pudieron arruinar el prestigio de RABANO; hizo obra útil y la mayoría de sus contemporáneos se lo agradecieron. Para apreciar esta obra, se deben tener en cuenta las necesidades del momento; DÜMMLER expresa las preocupaciones de RABANO con una fórmula feliz: "DOCTRINA NON AUGERE, SED IN POSTERITATEM PROPAGARE EI ORDI FUIT”. Mon. Germ. Hist., Epístolas, t. V, p. 379.

*Breve Bibliografía

. ENRIQUE BAGUE, “Pequeña historia de la humanidad medieval”, Barcelona, 1953.
. BROOKE, Ch. La Baja Edad Media. El florecimiento de la Europa Medieval, Barcelona. 1972.
J. BOUSSARD, “LA CIVILIZACIÓN CAROLINGIA”, Madrid, 1968.
. A. KLEINCLAUSZ, “CHARLEMAGNE”, Paris, 1934.
. ALFREDO SÁENZ, “LA CRISTIANDAD y su COSMOVISIÓN”, Buenos Aires, 2007.*

*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar A DIARIO PAMPERO Cordubensis e INSTITUTO EMERITA URBANUS nº 353. Córdoba de la Nueva Andalucía, 14 de febrero del Año del Señor de 2010. Domingo de Sexagésima.

SOPLA EL PAMPERO. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! GRATIAS AGAMUS DOMINO DEO NOSTRO! gspp.*

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