Editó: Lic. Gabriel Pautasso
*Capítulo vigésimo cuarto: “La infiltración judía en el clero” *
p. 541-561. Tomo II. Traducción española del Dr. LUIS GONZÁLEZ. Organización San José, Buenos Aires, 1968. 799 páginas.
*“TODA LA FORTUNA DE LAS NACIONES PASARÁ AL PUEBLO JUDÍO; EL FRUTO DE LOS GRANEROS DE EGIPTO, LOS AHORROS DE ETIOPÍA SERÁN DE ÉL”, escribe el rabino ISIDORO LOEB. Muy bien, esto de la unidad religiosa y los homenajes al pueblo de Dios; y mejor todavía, lo de los frutos de los graneros ajenos y los ahorros reunidos por los demás. LA CONQUISTA DEL MUNDO por el REINADO DEL ESPÍRITU JUDAICO y el TRIUNFO DEL NACIONALISMO JUDÍO se completan con la “barrida” de las riquezas del mundo. Y ESTE MEDIO viene en último término sólo porque es el último del punto de vista ético, pero en el espíritu judío prevalece sobre los otros dos. *
El presente capítulo tiene por objeto estudiar la forma en que se acostumbran realizar los falsos cristianos cripto-judíos su infiltración en el clero de la Iglesia.
Para conquistar el mundo cristiano, el imperialismo judaico consideró indispensable dominar a su principal baluarte, la Iglesia de Cristo, empleando para ello diversas tácticas, que variaron desde los ataques frontales hasta las infiltraciones. El arma favorita de la quinta columna consistió en introducir en las filas del clero a los jóvenes descendientes de judíos que practicaban en secreto el Judaísmo, para que una vez ordenados sacerdotes trataran de ir escalando las jerarquías de la Santa Iglesia , ya fuera en el clero secular o en las órdenes religiosas, con el fin de que usaran luego las posiciones adquiridas dentro de la clerecía en perjuicio de la Iglesia y en beneficio del Judaísmo, de sus planes de conquista y de sus movimientos heréticos o revolucionarios. En tales tareas de infiltración, el Judaísmo subterráneo emplea jovencitos dotados, no sólo de gran religiosidad, sino de una gran mística y fanatismo de la religión judía, resueltos a dar su vida por la causa del Dios de Israel y del pueblo escogido.
En el Judaísmo abundan esta clase de místicos; y a ellos se deben principalmente los grandes triunfos que ha ido logrando el imperialismo teológico de los hebreos, porque el niño o el joven que ingresa n los Seminarios del clero cristiano, sabe que va a desempeñar la más santa labor diversas que puedan imaginarse, pero todas tienden al mismo fin; defender a los judíos con pasión, favorecer antes a los movimientos heréticos, y ahora a los movimientos revolucionarios abiertamente anticristianos, debilitar las defensas de la Iglesia y atacar a los buenos cristianos, especialmente a los defensores eficaces de la Cristiandad , para desprestigiarlos y anularlos, preparando el triunfo de las organizaciones judaicas heréticas, masónicas o comunistas, con miras a lograr en un futuro la destrucción completa de la Iglesia.
Los procesos seguidos por la Santa Inquisición contra Arzobispos, Canónigos, Priores de Conventos, sacerdotes y frailes cripto- judíos son muy ilustrativos en lo referente a las tácticas empleadas por los clérigos quintacolumnistas.
El fenómeno de la infiltración cripto-judía en el clero existe desde los principios del cristianismo y fue constantemente uno de los mayores peligros que tuvo afrontar la Santa Iglesia ; no en tal o cual país, sino en todo el mundo cristiano, pero como estudiar este problema en toda su universalidad requeriría una obra de varios tomos, nos reduciremos aquí, basados en fuentes insospechables de antisemitismo, a estudiar uno de tantos ejemplos de estos trágicos procesos históricos de la infiltración judía en el clero cristiano, que han hecho posibles los triunfos los triunfos actuales al imperialismo judaico. El ejemplo que sigue, para bastaré para dar una idea de cómo de cómo la Sinagoga realiza sus infiltraciones han sido similares en diversos tiempos y naciones.
El doctor historiador israelita ABRAM LEÓN SACHAR, uno de los directores de las Fundaciones Hilel de la B ´nai B´rith, dirigente comunal hebreo, después Presidente de la Brandies University , en su obra “Historia de los Judíos”, refiriéndose a las conversiones de judíos al Cristianismo, realizadas en ESPAÑA partir a partir del año 1391, y a los resultados posteriores de dichas conversiones, dice lo siguiente: “cuando la presión sobre los judíos se hizo más violenta, Comunidades enteras abrazaron la Fe cristiana. La mayoría de los neófitos se aprovechó ansiosamente de su nueva posición. Se agolparon por cientos en los lugares de los cuales habían estado excluidos anteriormente por su Fe. Ingresaron a profesiones vedadas y a los tranquilos claustros de la Universidades. Conquistaron puestos importantes en el Estado y hasta penetraron al Sancta Sanctorum de la Iglesia. Su poder aumentó con su riqueza y muchos pudieron aspirar a ser admitidos en las familias y aristocráticas de ESPAÑA”… Un italiano casi contemporáneo observó que “los conversos judíos gobernaban prácticamente en España, mientras su adhesión secreta al Judaísmo, estaba arruinando la Fe cristiana. Una cuña de odio separó inevitablemente las relaciones de los cristianos antiguos y los nuevos. Los neófitos fueron conocidos como marranos, probablemente “los réprobos” o los “puercos”. Fueron despreciados por sus triunfos, por su orgullo, por su cínica “ADHESIÓN A LAS PRÁCTICAS CATÓLICAS…”
En tanto las masas miraban con sombría amargura los triunfos de los NUEVOS cristianos, el clero denunciaba su deslealtad y su falta de sinceridad. Sospechaban la verdad, de que la mayoría de los conversos eran aún judíos de corazón, que la conversión obligada no había extirpado la herencia de siglos. Decenas de miles de los nuevos cristianos se sometían exteriormente, iban mecánicamente a la Iglesia , mascullaban oraciones, ejecutaban ritos y observaban las costumbres. Pero el espíritu no había sido convertido”. (ABRAM LEÓN SACHAR. “History of de the Jews”. Traducción española editada y publicada por Ediciones Ercilla. Santiago de Chile, 1945. Capítulo XVI, Marranos y la Inquisición ”. Pp. 276 y 277).
Difícilmente se puede sintetizar en forma tan elocuente la conversión de los judíos al Cristianismo, que pasa a ser una verdadera QUINTA COLUMNA hebrea en el seno de la sociedad cristiana; y la forma como esa quinta columna logra adueñarse de los puestos del gobierno, de las posiciones estratégicas en las universidades y en todos los sectores de la vida social, incluyendo las familias de la nobleza e incluso en donde es más demoledora: en el “Sancta Sanctorum de la Iglesia ”, como acertadamente describe el citado universitario hebreo la infiltración judía en el clero.
Después de afirmar dicho historiador israelita que los conversos cuando bautizaban a sus ojos, les “borraban inmediatamente la marca de sus cabezas”, continúa diciendo: “Se creía que guardaban en secreto las fiestas judías, que comían alimentos judíos, conservaban amistades judías y estudiaban la antigua ciencia judía. Los informes de numerosos espías, tendieron a confirmar las sospechas. ¿Qué hijo piadoso de la Iglesia podía permanecer tranquilo mientras esos hipócritas, que se burlaban íntimamente de las prácticas cristianas, acumulaban riquezas y honores? (ABRAM LEÓN SACHAR, o. cit. cap. XVI, p.277).
Todo esto se confirmó hasta la saciedad, ya que la Inquisición Española fue la institución que mejor supo introducir espías en las mismas filas del Judaísmo, que le sirvieron maravillosamente para conocer los más recónditos secretos del mismo, por más bien cubierto que estuviera con la máscara de un falso Cristianismo. Entre otros motivos, éste es uno de los principales que explican el profundo odio israelita a la Inquisición Española , siendo esta también la razón más importante por la que han organizado contra ella, desde hace varios siglos, una campaña mundial de calumnia y difamación, que ha creado espesos nubarrones de prejuicios, cubriendo de lodo la verdad histórica.
El historiador israelita CECIL ROTH, de tanto prestigio en los medios hebreos, afirma en su “Historia de los Marranos”, publicación oficial judía de la Editorial Israel de Buenos Aires, en relación a estos mismos acontecimientos, que aunque algunos fueron conversos sinceros, la enorme mayoría “seguía siendo en su fuero interno tan judía como lo fuera antes”.
Aparentemente vivían como cristianos. “Hacían bautizar a sus hijos en la Iglesia , aunque se apresuraban a lavar las trazas de la ceremonia en cuanto regresaban al hogar. Iban en busca del cura para que los casara, pero no se contentaban con esa ceremonia y en lo privado realizaban otra que la completaba. A veces acudían al confesionario, pero sus confesiones eran tan irreales, que un sacerdote, dícese, pidió a uno de ellos una pieza de su vestimenta como reliquia de un alma tan inmaculada. Detrás de esta ficción puramente exterior, continuaban siendo lo que fueron siempre. Su falta de fe en los dogmas de la Iglesia era notoria”.
Pasa luego el historiador hebreo a asegurar que seguían observando las ceremonias israelitas hasta en sus menores detalles, que guardaban el SÁBADO cuando podían hacerlo y contraían a veces matrimonio con los vástagos de judíos públicos.
Sigue después dando estos interesantísimos datos: “Frecuentaban las Sinagogas para cuya iluminación enviaban regularmente óbolos de aceite. Constituían también asociaciones religiosas, de aparentes finalidades católicas, bajo el patrono de algún santo cristiano y las usaban como un biombo que les permitía observar sus ritos ancestrales. Por su RAZA y por su FE, continuaban siendo lo mismo que habían sido antes de su conversión. Eran judíos en todo menos, y cristianos en nada, a no ser en la forma. Al ser removidos los obstáculos religiosos que les cerraban previamente el paso, el progreso social y económico de los recién convertidos y de sus descendientes hízose fenomenalmente rápido. Por dudosa que fuese su sinceridad, no se podía ya excluirlos de ninguna parte a causa de su credo. La carrera judicial, la administración, el ejército, las universidades y la misma Iglesia, se vieron pronto abarrotados por los recién convertidos o por sus inmediatos descendientes. Los más ricos se casaron con la más alta del país, pues muy pocos condes o hidalgos empobrecidos, pudieron resistir la atracción de su dinero”. (CECIL ROTH, “Historia de los Marranos”. Editorial Israel, Buenos Aires, Buenos Aires, 1946. Cap. I, p. 26, 27 y siguientes).
Es muy interesante la nota número 3 del israelita CECIL ROTH, al capítulo primero de dicha obra, que dice literalmente: “JEROME MUNZER, un viajero alemán que visitó a ESPAÑA en 1494-1495 cuenta hasta pocos años antes, había existido en Valenciana, en el sitio ocupado luego por el convento de Santa Catalina de Siena, una Iglesia dedicada a SAN CRISTOBAL. Aquí los marranos, esto es, falsos cristianos interiormente judíos, tenían sus sepulturas. Cuando uno de ellos moría, fingían conformarse a los ritos de la religión cristiana y marchaban en procesión, con el ataúd cubierto con un paño de oro y llevando al frente una imagen de SAN CRISTOBAL. Con todo, lavaban en secreto el cuerpo del muerto y lo enterraban de acuerdo con sus propios ritos…” El mismo caso indica ocurría en Barcelona, donde si un marrano decía “Vamos hoy a la Iglesia de la SANTA CRUZ ” se refería a la sinagoga secreta, llamada de ese modo. El relato clásico de las condiciones y subterfugios de los marranos de ese período puede leerse en BERNALDEZ, “Historia de los Reyes Católicos”. Capítulo XLIII”.
*CLAUDIO SÁNCHEZ-ALBORNOZ: “ESPAÑA, UN ENIGMA HISTÓRICA”, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, tomo II, 733 p.*
A TI DIEGO ARIAS, PUTO,
QUE ERES Y FUISTE JUDÍO,
CONTIGO NO ME DISPUTO
QUE TIENES GRAN PODERÍO.
(ibídem, p. 271)
“QUE FUE RABINO EN SU LEY
Y CREYÓ EN DIOS VERDADERO”.
(ibídem. p. 271)
“YO JURO POR NUESTRO SALVADOR QUE ME HA HECHO REY – hace decir a un monarca de Castilla, probablemente a ALFONSO XI – QUE UNA VEZ SE INCENDIÓ MI IRA PARA EXTERMINAR EL LINAJE DE LOS JUDÍOS O PARA EXPULSARLOS, A CAUSA DE QUE OÍ QUE SI CAE UN ANIMALLIDO EN UNA COPA DE VINO QUE ESTÁ BEBIENDO EL JUDÍO, ARROJA EL BICHILLO Y BEBE EL VINO; Y SI POR EL CONTRARIO UNO DE NOSOTROS HA TOCADO AQUELLA COPA, VIERTE EL VINO; POR DONDE SE VE QUE A SUS OJOS SOMOS CONSIDERADOS COMO UN PUEBLO INMUNDO”. (CLAUDIO SÁNCHEZ-ALBORNOZ, “España, un enigma histórico”. Tomo II, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, p. 183, ut supra, p. 271). Dice el Profesor SANCHEZ-ALBORNOZ: “QUIENES me conocen no ignoran mi inclinación a comprender las torpezas ajenas, saben cuán lejos estoy de sentir fobias de ninguna naturaleza y menos aún sañas antisemitas, me han visto participar del dolor de los judíos perseguidos y me ven cordialmente amigado con muchos de ellos. Y QUIENES me lean sin pasión no podrán deducir de mi obra ninguna bastarda enemistad hacia los hebreos españoles. No me ha sorprendido sin embargo la irritación de algunos judíos y de algunos judaizantes- Y TAMPOCO he de replicar a las críticas que he merecido de la HEBREO-FILIA de algún escritor. No he callado las flaquezas de los españoles y no tenía por qué callar las de los judíos que incidieron en la acuñación de la moderna españolía. No me alteraron sus ataques porque procedían de quien sin conocer la historia española se atrevía a pontificar sobre ella. Y porque está a la moda la devoción beata hacia lo hebraico. Esta moda está haciendo mucho daño al conocimiento del pasado español e incluso a la historia de los judíos hispanos. Han sucumbido a ella incluso personalidades por mí tan admiradas como MADARIAGA y MARAÑON. MADARIAGA, que hizo la tesis de COLÓN JUDÍO, acaba de apuntar la sospecha ¡del semitismo de CERVANTES!...p. 701-2, Apéndices. T. II.
En las páginas siguientes de la mencionada Historia de los Marranos, pone varios casos de cómo lograron encumbrarse algunos de ellos. Por ejemplo, el judío AZARÍAS CHINILLO, al convertirse al Cristianismo, adoptó el nombre de LUIS DE SANTÁNGEL, pasó a Zaragoza y estudió leyes, obtuvo un alto puesto en la Corte y se le confirió un título de Nobleza. “Su sobrino PEDRO DE SANTÁNGEL, fue obispo de Mallorca. Su hijo MARTÍN fue zalmedina o magistrado en la capital. Otros miembros de la familia ocuparon altos puestos en la Iglesia y en la administración del Estado”. Después sigue el famoso historiador hebreo mencionando otros encumbramientos eclesiásticos como el de “JUAN DE TORQUEMADA, CARDENAL de SAN SIXTO era de inmediata ascendencia judía lo mismo que el piadoso HERNANDO de TALAVERA, Arzobispo de Granada y ALONSO de OROPEZA, General de la Orden de los Jerónimos…” “Don JUAN DE PACHECO, marqués de Villena y Gran Maestre de la Orden de SANTIAGO, virtualmente soberano de Castilla durante el reinado de ENRIQUE IV el IMPOTENTE y aspirante a la mano de ISABEL, descendía por ambos lados del judío RUY CAPÓN. Su hermano, PEDRO GIRÓN, fue Gran Maestre de la Orden (católica y militar) de CALATRAVA y el Arzobispo era su tío. SIETE (7) por lo menos de los principales Prelados del reinado tenían sangre judía. Lo mismo ocurría con el contador mayor…” “La importancia numérica de los conversos, con sus descendientes que se multiplicaban rápidamente y sus vastas relaciones de familia, era muy grande. En el sur del país constituían, se dice, un tercio de la población de las principales del país. Si éste era el caso, debía haber por lo menos trescientos mil en toda la península, entre los cuales se incluía a los de pura sangre y a sus parientes semi-gentiles. Los primeros no eran tan numerosos. Con todo formaban dentro del organismo del Estado un vasto cuerpo imposible de asimilar y nada despreciable. Los convertidos al cristianismo y aún sus remotos descendientes, era conocidos entre los judíos con el nombre de ANUSIM, “FORZADOS” o sea “personas a quienes se obligara a adoptar la religión…”
Y continúa su interesante historia el escritor judío: “Una nueva generación había surgido, nacida después de la conversión de sus padres y bautizada naturalmente en la infancia”. La situación Canónica de los últimos no podía ser más clara. Eran cristianos en todo el sentido de la palabra y la observancia del Catolicismo les competía tanto como a cualquier otro hijo o hija de la Iglesia. Se sabe con todo que su Cristianismo lo era sólo de nombre; prestaban un mínimo de pública aquiescencia a la nueva Fe y en privado un máximo de aquiescencia a la vieja. La Posición de la Iglesia se había hecho mucho más dificultosa que antes del año fatal de 1391. Previamente a esa fecha, había habido numerosos incrédulos, fácilmente reconocibles y vueltos innocuos gracias a una serie sistemática de reglamentaciones gubernamentales y eclesiásticas.
“Estos mismos incrédulos encontrábanse ahora en cambio en el seno de la Iglesia , y abrían camino en todos sectores de la vida eclesiástica y política, despreciando muchas veces abiertamente sus doctrinas y contaminando con su influencia la masa total de los fieles. El bautismo no había hecho más que convertir a una considerable porción de los judíos, de infieles fuera de la Iglesia , que lo habían sido antes, en heréticos dentro de la Iglesia lo eran ahora”. (CECIL ROTH, ob. cit. Capítulos I y II, de las p. 28 a 34).
Las palabras del autorizado historiador judío hablan por sí solas y sobran los comentarios. Sin embargo, la interesante confesión de que “Esos mismos incrédulos encontrábanse ahora en cambio en el seno de la Iglesia , y se habrían camino en todos los sectores de la vida eclesiástica y política, despreciando muchas veces abiertamente sus doctrinas y contaminando con su influencia la masa total de los fieles”, es de capital importancia, porque nos describe en pocas palabras la naturaleza y mortal peligrosidad de la QUINTA COLUMNA judía y a los movimientos revolucionarios en la Cristiandad a través de los siglos, hasta la actualidad.
Además de sus ambiciones tendientes a controlar a la Iglesia por dentro, acaparando sus más altas jerarquías, los falsos cristianos contaminan con su influencia a la masa total de los fieles, dando lugar a las herejías y a los movimientos revolucionarios de origen cripto-judaico.
El gran literato y culto historiador del siglo XIX, JOSÉ AMADOR DE LOS RÍOS, considerado por los hebreos con justicia como una de las más importantes fuentes de la historia israelita en la Península ibérica, quizá sólo igualado hasta ahora por el hebreo CECIL ROTH, refiriéndose a estos hechos, dice de los conversos del Judaísmo: “Asaltaban a beneficio de aquel improvisado título, todos los puestos del Estado, apoderándose de todas las dignidades y honras de la Republica. Y osaban y lograban más todavía; mezclando su sangre con la generosa sangre hispano-latina, penetraban de golpe en todas las esferas de la vida cristiana, no perdonadas las más altas jerarquías de la nobleza y subiendo con sus soberbias pretensiones, hasta sentarse en las mismas gradas del trono.
“SE DAN aliento su ingénita osadía, apoyándose en la ponderada CLARIDAD de su estirpe, cuya raíz buscaban ahora orgullosos (véase El Orgullo judío de H. DE VRIES DE HEEKELINGEN, Editorial LA MAZORCA , Buenos Aires, 1944, 130 p.) y desvanecidos, en las familias ilustres de las tribus de JUDAH o de LEVI, representantes y tradicionales depositarias del sacerdocio y del imperio… Concretándonos ahora a los judíos confesos (así se llamaba también a los judíos confesos) de ARAGÓN y de CASTILLA, lícito es asentar, en efecto, que mientras se contentaban los conversos mudéjares con ser respetados en la modesta situación, donde los había encontrado el bautismo, llenaban aquéllos todas las esferas del mundo oficial, como llegaban todas las jerarquías sociales. En la alta curia del Pontífice, cuando en sus privados cubículos; en los consejos de Estado, cual en las aulas de regias y en las cancillerías, al frente de la administración de las rentas públicas como de la suprema justicia en las cátedras y rectorados de las universidades, como en las sillas de los diocesanos y de los abades y en las dignidades eclesiásticas solicitando y obteniendo de la corona, señoríos y condados, marquesados y baronías, destinados a eclipsar con el tiempo los esclarecidos timbres de la antigua nobleza; en todas partes y bajo todos conceptos , aparecen a la tranquila e investigadora mirada del historiador, aquellos ardentísimos neófitos, brindándose bajo multiplicados aspectos, tanto a muy racional admiración como a largos y no estériles estudios. Hacíase su iniciativa sensible e incontrastable en todas las regiones de la actividad y de la inteligencia: hombres de Estado, rentistas, arrendadores, guerreros, Prelados, teólogos, legistas, escriturarios, médicos, comerciantes, industriales, artesanos, todo lo fueron al par, porque todo lo ambicionaron los conversos del “Judaísmo”. Y después de terminar esta exposición, se hace el historiador la siguiente pregunta: “¿Podría la raza española abdicar por completo ante la no saciada ambición, que había despertado entre los cristianos NUEVOS su afortunado advenimiento a la vida del catolicismo? (J. AMADOR de los RÍOS, ob. cit. Tomo III, Capítulo I, p. 12, 13 y 14 a 16).
*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 362 INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía , 9 de mayo del Año del Señor de 2010. Por la VIRGEN DE LUJÁN, patrona de la Argentina , Paraguay y Uruguay. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA ! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! Gratias agamus Domino Deo nostro! gspp.*